Reciban todos un cordial saludo. Este podcast es realizado con un proyecto de los estudiantes de grado dรฉcimo de la Joraja de la Tarde, de la instituciรณn educativa Ana Josefa Morrea de Tucumรกn, de Santander de Quilchamac. Mi nombre es Francisco Sampos. Soy docente de tecnologรญa y informรกtica de la instituciรณn educativa Ana Josefa Morrea de Tucumรกn. Historias Frente a los Veras es un proyecto para recuperar esa antigua tradiciรณn de las familias colombianas, de contar historias frente al fuego de un fogรณn, en รฉpocas donde los medios de comunicaciรณn y las tecnologรญas no eran parte de la vida cotidiana de muchos.
No hay una temรกtica especial en el contenido de estos audios, solo historias contadas por parte de los estudiantes, esperamos que sean de su agrado. No habiendo dicho mรกs, empecemos. Historias Frente a los Veras. Hey, buenas, aquรญ vuestro presentador favorito, el mismรญsimo Juan Sebastiรกn Viera Valencia, en una nueva programaciรณn de Historias Frente a la Hoguera. El dรญa de hoy, junto con mi equipo de grabaciรณn, venimos a traer los tres mitos y leyendas de figuras icรณnicas del mundo del terror, que estoy seguro que conocen, pero no la historia que tienen de fondo.
Asรญ que id preparando las palomitas y el refresco, tomad asiento y acompรกรฑenme a escuchar estas terribles y tรฉtricas historias. ยกComenzamos! Soy Alejandra Castaรฑo Valencia, y hoy os vengo a contar el mito de los espantapรกjaros. El campo de cultivo del viejo granjero William ha sido arrasado por los cuervos. Con ojos inyectados de ira, observa la parvada volar despuรฉs de atrangastarse con los frutos de su cosecha. Entre granidos secos y venosos se alejan volando, asemejan burla y risas en sus cracitares.
El plumaje de las aves pinta la tarde de negro. Algunas plumas caen sobre la humanidad del anciano. Observa cรณmo su esfuerzo fue devorado por una pandilla de cuervos, dejando como recuerdo un triste desastre en sus sembradรญos. La vena de su frente se salta, demostrando cรณlera. William da la media vuelta y entra a casa pensando en la soluciรณn mรกs bรกsica, un espantapรกjaro. Viste una cruz de madera con ropas viejas de su armario. Utiliza guantes de trabajo para coserlas en los puรฑos y botas industriales para formar sus pies.
Para su cabeza utiliza un saco de yute. Lo hace rellenar con bolsas de plรกstico y faja sobre la superficie de la tela. Empieza a cortar los que serรกn las cavidades oculares, asรญ como la boca, que imita una sonrisa volteada, mostrando una mueca triste que luce perturbadora. William sale esa misma tarde con su creaciรณn al campo. En su andar observa el rostro del muรฑeco. Fija su mirada en los oscuros huecos recortados de sus ojos mientras oye los sillidos lejanos de los cuervos.
Coloca su creaciรณn en la mitad del campo de cultivo. Aprecia por รบltima vez su obra y se aleja con una sonrisa victoriosa, abriรฉndose paso entre el verde del sembradรญo. Levanta la mirada y observa a los cuervos volar por encima de รฉl, yendo en direcciรณn del espantapรกjaro. Voltea su rostro y ve a los cuervos parados sobre los brazos extendidos del muรฑeco, mientras las aves mรกs jรณvenes devoran el resto de su sembradรญo. Con espavientos y lamentos devuelve su andar para espantar a los devoradores de su cosecha.
โยกLargo! โgritaba el viejo. William defraudado regresa a casa con su muรฑeco bajo el brazo. Los cuervos picotearon el rostro del espantapรกjaro, deshilachando las lechuras que daban forma a su cabeza. El granjero remueve la testa del cuerpo del espantapรกjaro. Pensando sufrirla, recuerda la calabaza reciรฉn recolectada. Con un cuchillo y suma delicadeza, recorta finos triรกngulos para dotar de ojos al fruto, asรญ como una larga y dentada sonrisa. Coloca la cabeza entre los hombros del muรฑeco y se aleja un par de pasos para apreciar su invenciรณn.
Se siente aterrado de ver al espantapรกjaro. Esa misma noche se da a la tarea de clavar al muรฑeco en medio del campo de cultivo. Devuelve sus pasos de entre los sembradรญos sintiรฉndose temeroso, siente que el muรฑeco cobra vida y sigue sus pisadas. Gira rรกpidamente alumbrando con una linterna al espantapรกjaro. La figura sigue en su lugar, รญngrima, con su alargado gesto. Solo el frรญo viento de la noche mecรญa las telas desgarradas de su vestimenta. William durmiรณ mal esa noche.
Pesadillas abrumaban su descanso. Un enorme espantapรกjaro le perseguรญa por entre los campos de cosecha. Garras afiladas salรญan de sus guantes clavรกndolo sobre la humanidad del granjero, devorรกndolo de un solo bocado. El anciano despierta ante un granido de un cuervo, recuerda su nueva obra para espantar aves y salta de la cama para observar desde su ventana. Abre las cortinas y la luz cegadora del dรญa rompe la oscuridad del cuarto. Acostumbra a su vista al reflejo matutino y puede focalizar a su espantapรกjaro, su cabeza destrozada de calabaza es el desayuno de un grupo de cuervos.
Con el pico raspan la pulpa delgada de las paredes interiores de la cรกscara. William sale corriendo a toda prisa, tropezando con los muebles viejos de su casa, gritando ยกLargo, largo, malditos pajarracos, largo! El viejo, entre sollozos y lรกgrimas de impotencia, resuelve otra soluciรณn para su espantapรกjaro. รl mismo creerรญa su cabeza con barro. Sus manos moldeaban un crรกneo hueco y deforme, perforaba dos orificios enormes que simulaban ser unos ojos profundos y vacรญos. Su boca estirada no demostraba ninguna emociรณn, mostraba apenas estar entreabierta.
En la parte alta de la cabeza dejaba un hueco que le daba al aspecto de ser un jarrรณn mal hecho con rostro desfigurado. El granjero colocaba la testa terminada sobre su mesa de comedor, acercรณ una silla y permaneciรณ varios minutos observando el rostro monstruoso de su creaciรณn. Se perdรญan las oscuras cavidades oculares de su espantapรกjaro, imaginaba ruidos que provenรญan de su boca larga y semiabierta. A la tarde siguiente, William salรญa de su casa al patio con su espantapรกjaro de expresiรณn frรญa y siniestra.
Se adentraba en los campos de cosecha, su andar es observado por los cuerpos de las ramas de sus รกrboles y cables de luz. Siente como si las aves hablaran entre ellas, como si conspiraran y susurraban a espaldas del viejo. William clava al mozo en la tierra y le coloca un sombrero de paja. Regresaba con pasos pesados despuรฉs de culminar su tarea. Cruzaba miradas con los cuervos, sentรญa mofa en sus ojos, les gritaba y ordenaba largarse. Los cuervos no se acercaban a los sembradรญos, permanecรญan inmรณviles desde sus posiciones.
William estaba feliz con su obra y a la vez aterrado de observarlo. Era incapaz de voltear la mirada hacia su espantapรกjaro. Una torrencial lluvia con rayos atormentaba la revelada de William. La silueta de su espantapรกjaro se dibujaba en los campos de cultivo cada vez que un relรกmpago iluminaba la noche. Un horror se apoderaba del viejo quien se asomaba temeroso a vigilar su creaciรณn. No tomara vida. Su muรฑeco no solo espantaba a cuervos, tambiรฉn lo asustaba a รฉl.
En la maรฑana siguiente, despuรฉs de mal dormir a causa de sus pesadillas, el anciano observaba desde la ventana al espantapรกjaro, advirtiendo que ha cumplido con su trabajo. Las aves se mantienen a raya de la criatura, incapaces de acercarse al aliento por el miedo que les produce el nuevo guardiรกn. William estรก satisfecho. รl sale triunfador ante los cuervos. Cuando la tarde cae, el viejo prende su radio de alta frecuencia. Se dispone a escuchar la transmisiรณn de bรฉisbol.
Quiere olvidarse del horror que le infringe su obra. Se acomoda en un sucio sofรก de la sala y sintoniza la estaciรณn. Un eco lejano retumba por encima de la narraciรณn deportiva. Largo. Oรญa. William se levantaba como un resorte de su mueble viejo. Estaba seguro de no haber imaginado ese sonido. Hacรญa silencio total. No escuchaba nada. El anciano desiste de escuchar algo y sigue buscando la seรฑal del partido cuando la voz se pronuncia con horror. Largo. Esta vez sabe que es real.
Apaga su radio y se dirige hacia la puerta de entrada. En el camino toma un bate que se encontraba colgado en la pared de su sala. Lo empuรฑa con fuerza mientras agudiza su oรญdo. Al abrir la puerta lo รบnico que Will observa es el espantapรกjaros en medio del campo. Su horrible mirada se posa en รฉl y creyendo que estรก en una de sus pesadillas lo escucha hablar y decir. Largo. El granjero se impresiona demasiado. La piel de su nuca se eriza y un sudor frรญo recorre sus sienes.
Se acerca con pasos temerosos hacia el muรฑeco, incrรฉdulo ante el repentino cobro de vida de la criatura. Un ahogado. Largo. Vuelve a sonar, preveniente del espantapรกjaros. William entra a los cultivos quitรกndose las hojas hรบmedas de los sembradillos sobre su rostro. La figura trรฉptica se hace mรกs grande a cada paso que da hasta que por fin pudo llegar enfrente del espantapรกjaros. Lo examinaba, veรญa su deforme rostro con asco, reparรณ en un extraรฑo brillo en las cavidades oculares del muรฑeco y este exclamรณ un cadernoso maldito.
Will al escuchar lo que pronunciaba la criatura asestรณ un batazo sobre la cabeza de su creaciรณn. El barro macizo vuela a pedazos por el impacto infringido de Will. Para su sorpresa tres cuervos salen del interior de la cabeza despedazada del muรฑeco, rasnidos y crocites. Aturden el anciano, las aves atacan el rostro del campesino cayendo al suelo, cubriรฉndose de los picotazos de las aves. Las negruzcas aves atacan al sentirse amenazadas, devuelven la ofensiva del... Entre aleteos y gritos rasgan la arrugada piel del granjero.
Sus picos se hunden en los ojos de Will, desprendiendo los globos oculares de su rostro. La sangre excita a las demรกs aves que permanecรญan distantes. Su instinto carnรญvoro es saciado con el cuervo viejo de William. Decenas de cuervos se encargan de asesinar al hombre que se entrega a los brazos de la muerte. El festรญn de sangre es presenciado por muchos pares de ojos mรกs, testigos emplumados sobre las ramas de รกrboles y cables de luz, que gracias a sus ojos se encuentran en el interior de la cabeza.
El festรญn de sangre es presentado por muchos pares de ojos mรกs, testigos emplumados sobre las ramas de รกrboles y cables de luz, que graznan que gritan, largo maldito pajarraco. Hola, soy Sara Nicole Alegrรญa Lemus y hoy os vengo a contar la leyenda del Wendigo. El Wendigo es un animal que vive en el sur de Estados Unidos y el suroeste de Canadรก. Ha nacido del canibalismo puro y su hambre nunca se ha satisfecho. Hay un montรณn de historias que rodean la misteriosa 13 Mayr Wood de New Hapsae.
He oรญdo historias de cacerรญas por ahรญ y sobre canibalismo. No se sabe lo que pasa. Esta historia me la contรณ mi abuelo, que se reuniรณ con una de las personas involucradas. Su nombre era Arnold Watson. Le encantaba cazar y amaba aรบn mรกs hacer viajes largos de caza en el bosque. Por supuesto, nunca fue solo. Tenรญa un par de viejos amigos que siempre le acompaรฑaban, Andy Johnson y Darrell Tenbrough. No los habรญa visto en aรฑos, asรญ que todos decidimos ir en un viaje de caza de semana largo.
Recogieron todas sus cosas, rifles de caza, mantas, tiendas de campaรฑa, municiones, alimentos de semana. Los tres se subieron al Chevy de Arnold. El viaja a travรฉs de los sinuosos caminos de tierra, fuego largo y llenos de OH. Estaban profundamente en el bosque ahora. A continuaciรณn, el motor comenzรณ a hacer clics y ruidos de pulverizaciรณn. Como se estaba viniendo abajo, se desacelerรณ y se parรณ. โMaldita sea, Arnold dijo mientras pateaba la rueda. โยฟLo llenaste antes de irnos? โpreguntรณ Andy.
โDebo haber olvidado, Arnold dijo mientras suspiraba y se recostรณ en su asiento. Podrรญa ser un campamento cerca de aquรญ, pero yo no quiero estar demasiado lejos de la camioneta. Asรญ que se aventuraron en el bosque un poco y encontraron un pequeรฑo claro cerca de un rรญo donde podrรญan instalarse sus tiendas de campaรฑa. Ya estaba oscureciendo, por lo que provocรณ una fogata. Tenรญa un poco de algo para comer y se fue a la cama. Dormรญan con sus armas a su lado de la cama, por si acaso.
Todos ellos dormรญan a pierna suelta toda la noche. Arnold fue el primero en despertar. Se puso de pie y se estirรณ, dejando escapar un largo bosque. Saliรณ de la tienda y se frotรณ los ojos. No podรญa creer lo que estaba viendo. Un oso habรญa llegado y estaba comiendo casi toda su comida. Arnold corriรณ a su tienda, cogiรณ su fusil y apuntรณ al oso. Pero el oso ya se habรญa asustado y habรญa salido corriendo antes de que Arnold pudiera conseguir un tiro claro.
โAndy, Darrell, levantaos. Un maldito oso se ha comido nuestra comida. Andy y Darrell se levantaron de golpe. โยฟQuรฉ demonios? Darrell mirรณ con la boca abierta en los restos que quedaban de la comida. La mayorรญa de los cartuchos de escopeta habรญan sido arrojados al rรญo y solo unos pocos eran utilizables. โMierda, ยฟquรฉ vamos a hacer ahora? ยฟSin alimento? ยฟSin emulsiรณn? โNo, fue cortado por Andy. Solo mantรฉ la calma, Darrell. โCreo que hay mรกs municiรณn en el camiรณn.
โdecayรณ. โยฟUstedes recuerdan el camino de regreso a la camioneta? Arnold preguntรณ nerviosamente. โCreo que es de esta manera. โยฟO no? โDe esta manera. โBueno, podrรญa haber sido de esta manera. โdijo Andy. Darrell se golpeรณ la mano en la cara. โNo tienes una maldita idea de lo que estรกs hablando. Darrell y Andy ambos se lanzaron el uno al otro y comenzaron la lucha libre. Maldiciendo entre respiraciones. โยกEy, ey, ey, ey! Deja de hacer eso. Arnold apartรณ a Darrell de Andy.
โTenemos que llevarnos bien. Estamos en una situaciรณn de supervivencia ahora. โNo es ninguna diversiรณn y juegos. Podrรญamos morir fรกcilmente aquรญ y nadie nunca nos encontrarรก. โNuestra mejor apuesta serรญa la de seguir el rรญo. โTal vez podrรญamos encontrar una ciudad o un puesto comercial o algo asรญ. Darrell despertรณ. โยฟUna ciudad? ยฟAquรญ afuera? โNi de coรฑa. Estamos solos aquรญ. Nunca esnotaremos nuestro camino. Pasearon por las orillas del rรญo un poco, con frรญo y hambre. Llegรณ la noche, pero no se detuvieron.
Sonidos empezaron a llegar desde el bosque al lado del rรญo, como ramitas rompiรฉndose y hojas crujiendo. Andy se animรณ enseguida. โยฟQuรฉ demonios fue eso? Susurrรณ nerviosamente. โProbablemente solo un conigo cobarde. Darrell espetรณ. โNo seas tan preocupante. Un par de minutos pasaron y Andy se sentaron a descansar. โVoy a parar un minuto. Seguid sin mรญ. Adiรณs. โยฟSeguro? Preguntรณ Arnold. โSรญ. Yo no voy a estar mucho tiempo, asegurรณ Andy. Asรญ continuaron. Un grito espeluznante llenรณ el aire de segundos mรกs tarde.
โยกDarrell! ยกAyรบdame! El grito cortรณ rรกpidamente los sonidos. Arnold y Darrell corrieron de regreso a lo largo del arroyo, gritando el nombre de Andy. Oyeron un gruรฑido y vieron la silueta de una figura alta y delgada, con hocico, con algo que goteaba de su boca. Les gruรฑรณ en voz alta y su eco recorriรณ todo el bosque. โยฟQuรฉ demonios fue eso? Preguntรณ Darrell. โยฟCรณmo se supone que lo voy a saber? Enciendo una cerilla para que podamos encontrar a Andy.
Darrell encendiรณ la cerilla y mirรณ con horror. Restos destrozados de Andy yacรญan en el suelo. Su rostro fue devorado a mitad, con su crรกneo al descubierto. Sangre y carne cubrรญan la cara. Una sesiรณn entera fue arrancada de su pecho. Sus costillas fueron limpiadas. Sus entraรฑas estaban fuera y en parte comidas. Sus muslos estaban devastados. Habรญan partes donde sus huesos estaban mostrando la pierna. Lo peor de todo, una expresiรณn horrible fue vivida en su rostro, como si estuviera congelado en el tiempo.
Tan pronto como vio a la criatura. โOh, Dios mรญo. Darrell comenzรณ el galimatรญas murmurando. Se hizo un huillo y se meciรณ lentamente. โยฟPor quรฉ รฉl? ยฟPor quรฉ? Tarta muteaba. Arnold tratรณ de consolarlo, pero รฉl estaba histรฉrico. โTenemos que seguir adelante, amigo. โยฟCรณmo puedes decir eso? Actรบas como si ni siquiera te preocuparas por รฉl. Yo lo querรญa como un hermano. โNi siquiera importa. Ni siquiera importa. Bastante egoรญsta. Darrell se abalanzรณ sobre el cuello de Arnold. Se agarrรณ con fuerza contra el suelo.
Arnold luchรณ por salir de su agarre. รl le dio un rodillo hacia el estรณmago y Darrell cayรณ al suelo. Arnold comenzรณ a golpear en la cara. Darrell era impotente. Arnold lo levantรณ y echรณ la cabeza contra un รกrbol. Darrell se desplomรณ en el suelo, dejando un grueso hilo de sangre carmesรญ coteando el รกrbol. Sus ojos se volvieron negros y estaba loco de sed y sangre. Arnold comenzรณ a masticar el brazo izquierdo de Darrell, pero luego lo dejรณ.
โยฟQuรฉ? ยฟQuรฉ he hecho? Mirรณ sus manos llenas de sangre. Se quedรณ allรญ con los cuerpos. No dormรญa, sentado, con una expresiรณn en blanco, pensando en lo que habรญa hecho. Finalmente, Arnold se dio cuenta que era su deber volver a una ciudad y decirle a la gente lo que habรญa sucedido. Se levantรณ y empezรณ a caminar. Caminรณ durante horas. Entonces, el chasquido de las ramitas regresรณ, y las hojas crujiendo. Sintiรณ un cรกlido aliento en la nuca. Se dio la vuelta lentamente, y sobre รฉl estaba la bestia.
Brillantes ojos amarillos, astas y un cuerpo que parecรญa medio podrido. La caja torรกxica se expuso, con carne podrida alrededor de ella, la sangre y la carne coteo de su boca. Su rostro cubierto de mรบsculo crudo y cortes profundos. Tenรญa la espalda y los hombros con parches de piel de color marrรณn claro. Uno de sus brazos estaba completamente descompuesto al hueso. Arnold gritรณ y corriรณ, pero saltรณ y lo derribรณ. Grumio en su cara y le mordiรณ un trozo de pierna.
Arnold gritรณ en agonรญa, tratando de escapar, y se retorciรณ y pateรณ. Esto solo le enfureciรณ mรกs. Se abalanzรณ sobre รฉl de nuevo, pero esta vez Arnold se trasladรณ fuera del camino y la bestia cayรณ al rรญo. Arnold dio su oportunidad. รl hizo todo lo posible cogiรฉndose al rรญo, donde se estaba recuperando de la caรญda, a pesar del dolor insoportable. Abordรณ a la bestia y empujรณ con todo su peso sobre su cabeza, tratando de ahogarlo. Bruรฑรณ bajo el agua, y agitรณ sus brazos y piernas, pero Arnold mantuvo su agarre.
Poco a poco se hizo mรกs y mรกs dรฉbil, hasta que se silenciรณ por completo. Arnold suspirรณ de alivio y cayรณ de espaldas a la orilla del rรญo. Descansรณ un rato y tratรณ de seguir adelante. รl corriรณ por el bosque hasta la maรฑana, y se encontrรณ un camino. Gracias a Dios, pensรณ. Arnold estaba en el camino por un corto tiempo. Antes de que un camiรณn llegara, se detuvo y el hombre saliรณ a toda prisa del asiento del conductor y ayudรณ a Arnold.
Jesรบs, hombre, ยฟquรฉ pasรณ? Arnold respondiรณ cansadamente. Voy a explicar pronto. Un paseo, por favor. El hombre mirรณ confundido. Por supuesto, por supuesto, deja que te ayude en el camiรณn. Arnold subiรณ y tomรณ un gran trago largo de agua de la botella del hombre. Le contรณ al hombre lo sucedido. Ese hombre era mi abuelo. Arnold fue llevado al hospital, pero muriรณ debido a una infecciรณn en la herida de su pierna. De vez en cuando, los cazadores cuentan historias que escuchan en voz alta, gritos desgarradores, historias similares de veces a niveles.
Si son ciertas o no, hay algo que estรก al acecho en la 13 Mile Woods. Si alguna vez decides hacer un viaje allรญ y te encuentras con un viejo camiรณn o un campamento abandonado, da marcha atrรกs. Por el amor de Dios, da marcha atrรกs. Y si no lo haces, Dios te ayude. Hola, soy Daryl Mayerle Prado y hoy les vengo a contar la historia de El Jinete Sin Cabeza. Y el silencio crepรบsculo se arrebujaba entre la dulce meditaciรณn en que la llanura solรญa estaciarse.
Las aves herรญan con su alegre sinfonรญa la inquietud majestuosa de la tarde. Lejos donde el sol parece arder entre el candente pebetero de la lejanรญa, un grupo de darsos van copiando sus imponidas plumajes en los colores maravillosos de los exรณticos paisajes, en cuyos celajes hay tintes de presagio de penas melancรณlicas. Todo el ambiente parece guardar instantes de santa meditaciรณn, y en las copas floridas de los centenarios รกrboles, el viento arrecuesta sus erizados cabellos. Es verano y toda la llanura estรก reseca y solitaria.
Con aquella triste melancolรญa, ha sido un atardecer maravilloso, y pronto sus poรฉticas bellezas devorarรกn la noche que pronto llegarรก. Allรก en el corredor de la hacienda, el viejo patrรณn lee con devota atenciรณn el periรณdico del dรญa, volando de cuando en cuando bocadanas de humo de pipa. Son pasadas las seis de la tarde. Este busca tomar un poco de aire fresco. En los corrales del ganado espera entrar en reposo, y de cuando en cuando, oyรฉndose los รบltimos gritos de los sabaneros que arrean una punta de ganado de ordeรฑo.
La peona se da concentrado en la cocina, y sentados al contorno de una mesa tosca y ennegrecida, saborean con apetito la merienda del dรญa. Los congos con sus notas de รณrgano no cesan de cantar el alegro grandioso. Todo el llano se puebla de sombras, y en los corredores de la inmensa casona de la hacienda, los candiles lanzan su luz cobrisa. Patricia, la hija mayor del patrรณn, se da acercado hasta su lado un poco nerviosa, pues rociando, uno de los sabaneros acaba de contar una terrorรญfica narraciรณn, de las que suelen contarle cuando terminan el tajรญn.
ยฟQuรฉ te pasa, hija mรญa?, preguntรณ aquel viejo, apartando un rato su pipa de su boca, con aquellas heridas de hombre respetable. Vieras, papรก, que rociando estaba contando en la cocina que aquรญ asustan, que llega tosias las noches hasta el corredor un jinete sin cabeza. Una sonrisa picaresca dejรณ escaparse de entre su tupido bigote. No temas, hijita, son supersticiones, son leyendas que estos hombres suelen contarse en sus ratos de ocio, para pasar el tiempo. Pero papรก, dijo la chiquilla, ยฟa quรฉ viene esto? Yo te lo contarรฉ, escรบchame.
Siendo yo bastante joven, me contaba mi abuela, que en aquellos dorados tiempos, cuando la hacienda contaba con todas las comodidades del caso, se celebraba con gran pompa la fiesta del nacimiento del niรฑo Dios. Por supuesto que era una fiesta preparada, donde nadie de la numerosa concurrencia se iba con el estรณmago vacรญo. Pues bien, Luciano, muchacho de buenos sentimientos, hijo del patrรณn de la hacienda, tenรญa una novia, la cual querรญa mucho, por la cual estaba haciendo preparativos para la boda, cuya fecha fijada serรญa el 25 de diciembre, en que se casarรญa con Carmelita, una preciosa chiquilla, la flor del llano, que habrรญa entregado la fragancia de su perfume a un corazรณn enamorado.
Josรฉ Sabanero, dotado de malos sentimientos, que trabajaba en una de las haciendas cercanas a esta, estando tambiรฉn enamorado de Carmelita, y lleno de celos, al saber que รฉsta pronto se casarรญa con Luciano, decidiรณ una tarde irlo a espiar, al cruce del camino de la plazoleta, y asรญ saciar su criminal y cruel instinto. En efecto, Luciano, sin saber nada de lo que ocurrรญa, volvรญa alegremente a la hacienda, cuando al pasar por el lugar, Josรฉ, sin masticar palabra alguna, se lanzรณ encima del desafortunado muchacho, descargando su arma criminal y cortรกndole la cabeza.
El criminal se dio a la fuga y no se volviรณ a saber mรกs de su paradero. Por eso, hija mรญa, cuando en las noches de la luna y calma, y el llano duerme entre misterios o secretos, se escucha trotar lejano un caballo que viene acercรกndose a la hacienda. Luego se oye que desmonta a alguien, entra al corredor despuรฉs de pasearse largo rato, vuelve a montar y se aleja por el llano. Cuentan los que han visto que es un jinete sin cabeza.
Es el mismo que en otro tiempo fue vรญctima de aquella tragedia falsionaria. Es el alma de Luciano que busca entre el misterio de la muerte y la realidad de la vida, la linda mujer de sus sueรฑos perdida en vรญsperas de su boda. Ya ves, hijita, esa es la leyenda de Rociando. Quiso contarles a sus compaรฑeros. Ahora, ande tranquila a dormir, que yo te seguirรฉ. Y olvida esa supersticiรณn y que Dios te acompaรฑe. Patricia, despuรฉs de oรญr aquel relato, dio un beso a su padre y pasรณ a paso su vida entre un profundo silencio.
Fue en busca del descanso. En el subguancillero, un sabanero al compรกs de una vieja guitarra rumรญa sus penas en las dolientes notas de una canciรณn. Triste y sentimental, canciรณn que lleva y vuela en la frรญa brisa de Luciano al ser pasada en las copas flotecidas de los รกrboles centenarios. Canciรณn que hace llegar hasta el blando lecho donde duerme la amada mujer de sus sueรฑos. Bueno, bueno, bueno. Esas fueron las historias del dรญa de hoy. Gracias por haber estado con nosotros y haber estado escuchando estas historias tan atentamente.
Nos veremos en la prรณxima programaciรณn con muchas mรกs historias interesantes. Hasta luego audiencia y que tengan un feliz dรญa. Adiรณs.