DOMINGO XXV TO

The main ideas from the information are: - The readings emphasize seeking the Lord and turning to Him for forgiveness and mercy. - Our human logic and plans are not always the same as God's, and we must trust in His higher ways. - The Gospel parable highlights the generosity and fairness of God, who rewards all workers equally, regardless of the amount of time they have spent working. - We are called to embody God's merciful justice in our own lives and relationships, prioritizing love and empathy over strict fairness. - We should strive to live a life worthy of the Gospel of Christ, reformulating our sense of justice and equity according to God's merciful justice. - The message is delivered by the Franciscan brothers from Toledo. Palabra de vida hoy, Domingo XXV del Tiempo Ordinario, celebrando el Tiempo de la Creación. ¡Al pan por la Palabra! Del Libro de Isaías Buscad al Señor mientras se le encuentra, invocadlo mientras esté cerca. Que el malvado abandone su camino y el criminal sus planes. Que regrese al Señor y él tendrá piedad. A nuestro Dios, que es rico en perdón. Mis planes no son vuestros planes, vuestros caminos no son mis caminos. Oráculo del Señor. Como el cielo es más alto que la tierra, mis caminos son más altos que los vuestros, mis planes que vuestros planes. Del Salmo Responsorial El Señor es clemente y misericordioso, lento a la corea y rico en piedad. El Señor es bueno con todos, es cariñoso con todas sus criaturas. El Señor es justo en todos sus caminos, es bondadoso en todas sus acciones. Cerca está el Señor de los que lo invocan, de los que lo invocan sinceramente. Del Evangelio según San Mateo El dueño de la viña salió también al caer la tarde y encontró a otros parados y les dijo ¿Cómo es que estáis aquí el día entero sin trabajar? Le respondieron Nadie nos ha contratado. Él les dijo Ir también vosotros a mi viña. Cuando oscureció, el dueño de la viña dijo al capataz Llama a los jornaleros y págales el jornal. Vinieron los del atardecer y recibieron un denario cada uno. Los primeros pensaban que recibirían más, pero ellos también recibieron un denario cada uno. Entonces se pusieron a protestar contra el amo. En varias películas he escuchado la frase Si quieres hacer reír a Dios, cuéntale tus planes. Frase dicha en un contexto de frustración como queja lanzada al cielo porque todo le sale al revés al personaje de la película en cuestión. En Isaías hoy aparece un mensaje que nos ofrece una explicación para nuestros arrabatos y enfados por no comprender los designios y la lógica de Dios que a veces parece contraponerse a nuestra lógica humana y hacernos la contra. La explicación que se nos ofrece por boca del profeta dice el Señor mis caminos no son vuestros caminos ni mis planes son como vuestros planes se nos ofrece en el Evangelio de hoy en una escena vivencial por la que Jesús nos deja sin réplica posible. Nuestro sentido de justicia distributiva consiste en dar a cada uno lo que es suyo y esto no es poco, si además casi nunca se cumple. Tenemos muy arraigado el sentido de equidad como reparto aritmético de lo que fuere pero también la noción de mérito y salvo en relaciones más íntimos y estrechas entre esposos, con padres, hijos, amigos íntimos dejemos nuestras interacciones más con una calculadora que con la gratuidad y la benevolencia de un corazón lleno de amor tan lleno que aunque gusta la recibir reciprocidad ni la necesita ni mucho menos la exige. La falta de sintonía que manifiesta la citada frase de la lectura de Isaías es lo que saca de quisi a los labradores de la parábola evangélica de hoy a más trabajo, mayor jornal, sin excepciones y el pagador no tiene derecho a hacerse cargo de las circunstancias o necesidades de cada trabajador para favorecer a quien él cree que debe primar más allá de sus obras. Como ya he dicho en varias ocasiones sobre este evangelio quien tiene hijos puede comprender mejor el corazón de Dios porque aunque cada hijo suscite un sentimiento diverso en los padres lo natural es que ni el padre ni la madre pongan por delante de los demás sino el hijo más débil, al más necesitado o en mayores dificultades por la razón que fuere. Si los hermanos han logrado sintonizar su corazón con el corazón de Dios sabrán y podrán mortificar su deseo de equidad por amor a un hermano y por empatía con los padres aunque eso les suponga soportar más cargas y trabajos o recibir menos dinero o recompensa. Para buscar que nuestro corazón palpite al ritmo que palpite el corazón de Dios meditemos la primera lectura y el Salmo que de forma tan hermosa nos ofrecen algo de la esencia del Divino Corazón y que preside esa meditación orante y la frase de San Pablo en la segunda lectura de hoy Lo importante es que vosotros llevéis una vida digna del Evangelio de Cristo. Hagamos por reformular y reformar nuestro sentido de justicia y equidad desde la misericordiosa justicia de Dios pues ya que tanto la invocamos sobre nosotros es justo y necesario que hagamos nosotros por encarnarla para con los demás. Un saludo franciscano de paz y bien de vuestros hermanos desde Toledo.