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La siguiente es una producción de la comunidad Olivo Verde, Costa Rica. La introducción al capítulo 3, al capítulo 5, es una introducción bellísima, sumamente clara, la introducción al capítulo 5, Pablo dice, eso lo vimos la semana pasada, Pablo dice, estamos en paz con Dios, estamos en paz con Dios. Cuando Pablo habla de la paz con Dios, no se está refiriendo a una paz emocional, ni un estado lúdico, que es eso, lúdico, no se está refiriendo a una paz que viene de aquello que usted puede producir, no está hablando de eso, está hablando del acto legal en el cual usted por ser hijo de Dios, está en paz con Dios, usted está en paz con Dios por el acto de Cristo, y eso produce un acto legal de paz con Dios, el velo del templo se rasga, ya no existe ninguna limitación, ahora podemos entrar confiadamente al trono de Dios y dice que es el trono, note, trono de gracia, es un trono de gracia, si a usted le dicen que es un trono de agua, usted toma agua porque tiene sed, si a usted le dicen que es un trono de comida, usted toma comida de ese trono, si a usted le dicen que es un trono de alguna cosa que a usted le guste, de chocolate, para que usted me entienda la ilustración, si a usted le dicen que es un trono de algo, aquello que usted cree que a usted lo llena, usted va a buscarlo, ese es un trono de gracia, ¿por qué es un trono de gracia?, es un trono de gracia porque usted necesita y yo necesitamos la gracia de Dios todos los días, absolutamente todos los días, y esto es algo que nos cuesta entender porque hemos sido formados dentro de la religión y la religión tanto la católica como la evangélica nos ha hecho pensar que si la gente asiste a las iglesias, a las congregaciones, la gente es buena, pero la Biblia dice que no es así, la palabra de Dios dice que nosotros somos gente mala que a veces hará cosas buenas y que el proceso de Dios con cada uno de nosotros nos lleva a formarnos a la imagen de Jesús, la imagen de Jesús está siendo formada en cada uno de nosotros porque nosotros no servimos, no, porque lo que Jesús quiere es sacar de cada parte de nosotros todo el potencial y toda la capacidad que nosotros podemos tener, un porcentaje superior al 80% de las personas pasamos la vida imitando a otras personas, tratando de ser lo que otras personas son, hacen y tienen, y eso es muy complicado, sumamente complicado, también vimos estas semanas que estamos y vivimos por gracia y que esa condición de gracia es una condición permanente que quedó establecida antes de que todos los que estábamos aquí naciéramos, pero el Señor vino a salvar a todo el mundo, no, si el Señor hubiese venido a salvar a todo el mundo no habría gente en el infierno en este momento, ¿me estoy dando a entender?, ¿por qué?, pues porque hay gente que no se interesa, hay gente que es tan linda, así tan demasiado guapa, ¿ustedes se imaginan?, más así con champú de pequeño mundo, ¿no es?, ¿no me creen?, ¿no me creen?, todo el mundo me dice que es una cosa pavorosamente mala y no sé qué, no sé cuánto, es baratísimo, es un tazo como este tamaño y es una maravilla, hermano la gente vive de lo que tiene, de lo que es, la gente no se imagina, la gente se imagina que teniendo lo que quiere, alcanzando lo que es, llegando a ser lo que tiene, simplemente ya es lo que es, no necesita absolutamente nada más, hace 40 años agarrábamos a las personas y les decíamos que todos éramos unos grandes pecadores y todos lo somos, pero estamos hablando de algo superior, algo más grande, estamos hablando de la oportunidad que usted tiene, simplemente de vivir la vida en otra dimensión, ya lo vamos a ver, otra cosa que estamos viendo que es nuestro fin último, es ver la gloria de Dios en nosotros en todo momento, y cuando yo hablo, lo hemos visto, lo hemos empezado a ver a partir del capítulo 5, cuando hablo de ver la gloria de Dios en nosotros, no me estoy refiriendo a que usted va a salir en Semana Santa, usted va a aparecer en Semana Santa vestido de nada, no estoy hablando de eso, estoy hablando de la oportunidad, no solamente de ver las bendiciones de Dios, sino la oportunidad de escoger, escúcheme, escoger qué hacer ante determinada situación, pero cualquiera puede escoger, no existe el libre albedrío, únicamente en los hijos de Dios, todo el mundo sin Cristo es esclavo del pecado, gálatas, de tarea, yo puedo hacer lo que me dé la gana, pero todo lo que usted haga, absolutamente todo lo que usted haga es para su propia destrucción, todo, absolutamente todo, si pero es que Dios, si fuera todo el mundo, no habría gente en el infierno, escúcheme, a mí no me gusta decirle a la gente que si usted no le entrega su vida al Señor se va a ir al infierno, pero es verdad, si no le entregamos nuestra vida al Señor vamos a ir a dar al infierno, aunque tengamos una super vida aquí, vamos a terminar en el infierno, y el infierno existe, el infierno es la ausencia absoluta de Dios, completamente, el tema del gusano y el tema de la llama y el tema del fuego, siga viendo Walking Dead para que usted me entienda cómo va la cosa, yo sé que ustedes no saben qué es eso, en otro momento se los explico. ¿Qué más vimos? Que no tiene nada que ver con nuestro propio mérito, yo expliqué aquí que la gente nos dice, ustedes los evangélicos son tan jueguevivos, tan hartados, ustedes los evangélicos se creen santos, si, somos santos y salvos, pero no somos santos y salvos por las cosas buenas o malas que hacemos, sino por las cosas que ya Jesús hizo por nosotros, nosotros somos salvos por los méritos de Cristo, somos santos por lo que Cristo hizo, no por lo que nosotros somos, entonces no es un invento mío, usted no logra nada por cumplir con la ley ni con su ley, sino los méritos de Cristo. Finalmente llegamos al versículo 3 del capítulo 5, la semana pasada y la antepasada vimos dos versículos y fíjense lo que estamos analizando a partir del versículo 3, y no sólo esto, y Pablo ya introduce lo que viene hablando con relación al hecho de que somos salvos, estamos en paz con Dios, que Jesús era la única manera de volver a recuperar legalmente la autoridad espiritual de las cosas, quien tenía la autoridad espiritual de todo, Satanás, quien se la entregó, cuando Jesús les aparece, en el momento en que Jesús les aparece, en el preciso instante que Jesús les aparece, lo primero que Jesús les dice es, oigan, toda autoridad me ha sido dada en el cielo y en la tierra, toda autoridad me ha sido dada en el cielo y en la tierra. Ok, vamos. Pablo en el capítulo 3, en el capítulo 5, está diciendo que no solamente estamos en paz con Dios y que ahora estamos en un estado de gracia, en donde nos acercamos a la gracia y estamos en gracia, ¿qué es la gracia? La condición de que Dios nos perdone constante y permanentemente, de forma inmerecida. Dice Pablo, no sólo esto, sino que también nos regocijamos en los sufrimientos, y claro, ya cuando uno ve que la Biblia dice que nos estamos regocijando en los sufrimientos, la gente empieza a decir que cada vez que, porque esto es estoicismo, esto es otra cosa, esto es una corriente filosófica de un viejillo que se llamaba Zenón, y que el viejillo le decía a la gente que la gente debía de sufrir, y que el sufrimiento se lo entregaba al Señor, y que ese sufrimiento producía en el corazón santidad. Pero hablaba de tres aspectos, hablaba de ética, hablaba de principio y hablaba de dolor. Ese era el famoso movimiento estoico. No estoy hablando de eso. No estoy tratando de decirle a usted que si usted sufre las cosas, usted va a ser santo. No estoy tratando de decirle eso porque todos vamos a sufrir. Todos vamos a sufrir. Todos nos vamos a enfrentar con sufrimiento. Tarde o temprano, de una u otra forma, vamos a tener que enfrentarnos con cosas que nos van a hacer sufrir, y mucho. El mecanismo del sufrimiento es muy variable dependiendo de la edad, dependiendo de muchas cosas. Pero Pablo no está hablando de eso. Pablo nos está diciendo que los sufrimientos ahora tienen un propósito, que un cáncer tiene un propósito, que a mí no me está dando cáncer o no le está dando una enfermedad a alguien, simplemente para que crea que su vida es una desgracia y que su vida no sirve para nada. Tiene que aprovechar ese cáncer, tiene que aprovechar esa circunstancia o esa situación difícil en la vida. Una vez me despidieron del trabajo por Bocón, por abrir la bocota, cuando no tenía que haberla abierta. Qué bueno fue para mí que me hayan despedido esa vez. Qué bueno fue para mí aprender que no todas las cosas hay que decirlas simplemente porque uno esté enojado. Aprendí de eso. Más o menos. Pero yo necesito que usted me capte esta mañana que cuando Pablo se está refiriendo a esto, y ya va a ver por qué, Pablo se está refiriendo a que usted asuma y entienda que el sufrimiento tiene un objetivo y que sufrir tiene un propósito. Y nos enseña dos cosas. Y son las dos cosas que vamos a ver en estos tres versículos. Nos regocijamos en los sufrimientos porque sabemos que los sufrimientos y empieza a armarnos, noten que empieza a armarnos lo que se llama una ruta crítica. Nos enseña a entender para qué sirve vivir la vida y para qué sirve enfrentarse con dificultades y situaciones duras. Hablar de paciencia en el 2023 es utópico. A la gente no le interesa tener paciencia. Todo lo queremos ya. Antes había que ir al banco, acuérdense, para sacar la plata, hacer filas, para sacar la plata, para hacer el pago. Ahora todo se hace por Internet. Todo se ha simplificado. Absolutamente todo, gente. De manera tal de que de una forma muy solapada hay cosas en usted y en mí que ya no se están formando. ¿Por qué? Porque existe una cosa que se llama la oferta de mercado. Y en la oferta de mercado el diablo se está encargando de que todo el mundo pueda ver la vida de una manera muy rápida, muy fácil. Y yo quiero que usted me entienda, perdón, yo quiero ser muy claro con ustedes aquí, porque pararse aquí, estar aquí parado y decirles a ustedes, ustedes tienen que tener paciencia y aprender a sufrir, eso es muy fácil. Pero mis rollos personales, los míos, también tienen que estar siendo procesados por esto que estamos conversando. Sí me estoy comunicando. ¿Les digo por qué? Es muy fácil que yo me le vaya encima a Ignacio y le esté diciendo, por favor Ignacio, por favor papá, deje de estar jugando tanto con la computadora, es muy fácil. Lo que yo le estoy pidiendo a él es que él sepa clasificar el tiempo que él tiene de manera tal que él logre acomodar el tiempo y que el tiempo de juego no sea mayor que el resto de su vida, a eso me refiero. Pero es muy fácil para mí desde aquí hablar de él. Sí me comunico. Y yo, y mi realidad, y las cosas que yo también tengo que dejar. Es que es muy fácil señalar a alguien y yo sí necesito que usted me entienda que lo que está haciendo Juan, Pablo, es enseñándonos dos cosas. Número uno, a partir de ahora, si usted tiene paz con Dios, si usted es hija de Dios y es hijo de Dios y es salvo, usted necesita entender que todo dolor en la vida y todo sufrimiento y toda situación tiene un propósito, una enseñanza y es por algo. Y se la voy a poner más bonita. Algunas de las cosas, a mí me ha tocado escuchar muchachos decir, hasta que papá no murió no me di cuenta del valor que tenían las cosas. ¿Me doy a entender? Punto número uno. Pablo está loco. ¿Cómo va a decir Pablo? ¿Y ahora cómo le está viendo? Mal, como un quebrado. Ando arruinado, no tengo plata, estoy enfermo. Hasta el perro está enfermo. El carro está jodido. Le estoy echando agua al champú del pequeño mundo. Eso es crítico, eso es crítico. Y dice Pablo, regocíjese, regocíjese en los sufrimientos. Primera lección de esta mañana. Todo sufrimiento es por algo. Vamos con el segundo. ¿Qué pasa cuando sufro? ¿Qué tiene que pasarme? ¿Por qué? ¿Por qué tengo que pasar por aquí? Dice el texto. ¿El sufrimiento qué me produce? Paciencia. Verso cuatro. La paciencia produce en mí resistencia. La misma palabra que se usa en griego, que está usando el apóstol en griego, la está usando y es la misma palabra para hablar de carácter probado. ¿Me la aguanto? Me la aguanto. ¿Es fácil? No. Don Alan, Don Alan me decía, Don Alan me decía, Pastor, me acordé que era hijo de Dios porque le iba a bajar los dientes a ese hombre. Y los que lo conocimos saben que Don Alan sí era capaz de bajarle los dientes a ese hombre. Casi se los baja un primo mío. Se lo dijo a mi primo, si usted no toca a él, a los dos nos llevan al hospital. Y mi primo se quedó. Y mi primo era más grande que Alan. Y yo estaba vacilando. Hermanos, dice la Biblia que el segundo proceso del sufrimiento o la segunda lección aquí es que la paciencia produce carácter probado. Y que ese carácter probado me tiene que llevar a una posición donde yo digo, yo ya pasé por ahí, yo sé lo que eso significa, yo sé con lo que estoy luchando. Todos, todos los seres humanos, todos los seres humanos somos adictos al carbohidrato. Y algunos somos más adictos a los carbohidratos que otros. Para muestra un botón, no me digan amén. Tengo que ver cómo hago para bajar de peso de una u otra manera y estoy tratando de hacerlo. Y vuelvo a decir lo que les acabo de decir. Les estoy hablando del rollo mío con el peso. Ese es el más fácil de contar. Pero necesito que usted note que la Biblia dice que debo de entrenar, no me gusta la siguiente palabra, no me gusta, es una palabra grosera, pero la voy a usar. Debo adiestrar, adiestrar mi carácter para que mi carácter, mi paciencia produzcan esperanza. La segunda lección de esta mañana, damas y caballeros, es, está el sufrimiento en donde nos vamos a tener que enfrentar con cosas inesperadas. Está el sufrimiento donde nos van a decir, es una enfermedad grave. Está el sufrimiento donde nos van a decir, la niña se perdió, el niño se perdió, la persona falleció. Está el sufrimiento donde te llega una nota que te dice que se procede al remate de la propiedad, y eso produce una desesperación impresionante. Hay cualquier cantidad de cosas que usted y yo vamos a enfrentar en nuestras vidas, que son cosas muy duras y muy difíciles, y que uno no sabe si va a estar listo para poderlas enfrentar. Pero llegamos a la segunda lección de esta mañana. Hay un tipo de sufrimiento que se llama sufrimiento voluntario, donde yo escojo sufrir para agradar a Dios. No oye el amén. Y cuando yo escojo abstenerme, cuidarme, o no ir, o no estar, o no hacer para agradar a Dios, hermanos, vamos a sufrir. Ahora con el tema de la Semana Santa, le están diciendo a las personas por redes sociales que haga yuno, pero que haga yuno de Netflix, que haga yuno de Disney, que haga yuno de teléfono. Se llama sufrimiento voluntario. Todos en este lugar, todos en este lugar necesitamos sufrir, porque el sufrimiento produce paciencia, y la paciencia produce resistencia, y la resistencia produce esperanza. Hace 40 años, yo me acuerdo que los sermones eran, no fume, no beba guaro. Hermanos, esto requiere de una pregunta importante a Dios, ¿qué Dios espera? ¿Qué es lo que Dios espera que yo suelte, deje? Y algunos, yo no sé, hermanos, yo no sé, yo no sé, pero hoy tenemos tantos vicios. El cuerpo es vicio, el pelo es vicio, la ropa es vicio, el teléfono es vicio, el amén fuera fusivo, la tele es vicio. Yo, yo soy vicio, yo, yo. Mi arrogancia, mi actitud, mi pedantería, mi forma tan grosera de ver la vida y las cosas. La Biblia dice, termina versículo 5, y el versículo 5 dice Pablo, y no se preocupe, nadie que pague un precio formando su paciencia, armándose de carácter probado, y alcanzando esperanza, va a ser defraudado. Pablo termina en el versículo 5, diciendo una frase, un versículo, una afirmación, es el Espíritu Santo, Pablo dice, que la esperanza, escúcheme, que la esperanza que es producto de la paciencia, que es producto del carácter probado, y que es producto del sufrimiento, nunca va a quedar sin respaldo. Porque vamos a descubrir, no solamente la paz con Dios, sino la paz de Dios, y el amor de Dios, y si esa esperanza no lo defrauda, porque Dios ha derramado, y no dice, hermanos, noten por favor que no dice, Dios ha puesto de su amor en nosotros, la palabra que utiliza es sin medida, derramar. Dios ha derramado, su amor, en nuestro corazón, por el Espíritu Santo, que nos ha dado. No entendí, venga Alain Esteban, venga, venga un toque, ayúdenme, no entendió, se lo explico así, el tiene que irse hoy con dos lecciones, lección número uno, todo sufrimiento es por algo, amén. Lección número dos, él necesita también reconocer que hay una cosa que se llama sufrimiento voluntario, en donde él va a tener que tomar alguna decisión, y decirle a su corazón, lo que siempre hacía y lo hacía de esta manera, ya no lo voy a hacer más. Y eso produce en él paciencia, y esa paciencia produce carácter probado, y ese carácter probado produce en él esperanza, y cuál es esa esperanza, la esperanza que Dios al derramar su Espíritu Santo, le está diciendo a él, vas bien papá, vas bien. La confirmación de que lo que está haciendo, es lo que hay que hacer, por medio del Espíritu Santo que ha puesto en nosotros, su amor se está viendo en cada uno de nosotros, se está reflejando, lo estamos viviendo, no quiero usar la palabra sentir, porque Dios nos ama, lo sintamos o no, nos ama. Todo lo que estoy haciendo, lo voy a hacer para que Dios me haga sin espalda y me diga, vas bien. Diera que hay mucha gente en la calle, que no sabe quién es, son EY, son LGT, HD, no saben quién es, no saben para dónde van, no saben quiénes son, no saben qué va a seguir, pero hay gente en esta tierra, que Dios le está diciendo, vas bien. ¿Me está entendiendo?, repaso, es una ruta, hay que sufrir, vamos a sufrir. Dos, vívalo, vívalo, pregúntese por qué, por qué estoy pasando por esto, que me quiere enseñar a mi Dios con esto, inicia con paciencia, siga, siga. La paciencia produce carácter probado, el carácter probado produce esperanza, y la esperanza, certeza de vida, esta es la palabra de Dios, así de sencilla. Señor, te doy gracias, en esta mañana, al ser las 12 y 15 de la mañana, Señor, 12 y 10 de la mañana, quiero darte gracias, Señor. Y te pido, Señor, que te vamos a entender estas cosas. Subtítulos realizados por la comunidad de Amara.org