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Olivo Verde is a community in Costa Rica focused on the systematic and respectful study of the Bible. Their production content is based on a verse-by-verse analysis of the biblical text. The community emphasizes the importance of understanding and applying the teachings of God's word. The speaker discusses the challenges of interpreting a complex passage in the book of Romans and highlights the need for clarity and understanding when studying Scripture. The importance of not being prideful and judgmental towards others is emphasized, and the idea that faithfulness to God's word is more important than external religious practices is discussed. The speaker also mentions that the passage in Romans 3:1 is not originally numbered and discusses the significance of being entrusted with God's words. The speaker encourages deeper reflection on the text and acknowledges the complexities of understanding it. La siguiente es una producción de la comunidad Olivo Verde, Costa Rica. Olivo Verde es una comunidad enfocada en el estudio sistemático y respetuoso de la palabra de Dios. El contenido de su producción se basa en el trabajo verso a verso del texto bíblico. Somos Olivo Verde, Costa Rica. Olivo Verde es una comunidad que se basa en el estudio sistemático y respetuoso de la palabra de Dios. El contenido de su producción se basa en el trabajo verso a verso del texto bíblico. Olivo Verde es una comunidad enfocada en el estudio sistemático y respetuoso de la palabra de Dios. Olivo Verde es una comunidad enfocada en el estudio sistemático y respetuoso de la palabra de Dios. Olivo Verde es una comunidad enfocada en el estudio sistemático y respetuoso de la palabra de Dios. Olivo Verde es una comunidad enfocada en el estudio sistemático y respetuoso de la palabra de Dios. Olivo Verde es una comunidad enfocada en el estudio sistemático y respetuoso de la palabra de Dios. Olivo Verde es una comunidad enfocada en el estudio sistemático y respetuoso de la palabra de Dios. Olivo Verde es una comunidad enfocada en el estudio sistemático y respetuoso de la palabra de Dios. Olivo Verde es una comunidad enfocada en el estudio sistemático y respetuoso de la palabra de Dios. Olivo Verde es una comunidad enfocada en el estudio sistemático y respetuoso de la palabra de Dios. Olivo Verde es una comunidad enfocada en el estudio sistemático y respetuoso de la palabra de Dios. Olivo Verde es una comunidad enfocada en el estudio sistemático y respetuoso de la palabra de Dios. Olivo Verde es una comunidad enfocada en el estudio sistemático y respetuoso de la palabra de Dios. Olivo Verde es una comunidad enfocada en el estudio sistemático y respetuoso de la palabra de Dios. Olivo Verde es una comunidad enfocada en el estudio sistemático y respetuoso de la palabra de Dios. Olivo Verde es una comunidad enfocada en el estudio sistemático y respetuoso de la palabra de Dios. 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Es más, un autor que estoy exigiendo que lo respeto a morir, se brincó todo. Se lo brincó. Él dice, Pablo hace algo muy interesante. Este autor llega y dice, Pablo reafirma sus ideas anteriores y da a entender que nadie se puede orgullecer de las cosas externas y brinca. Y se la jugó. Y para decirles a ustedes quién es y quién haya hecho eso, me tiene muy decepcionado, pero también admiro la inteligencia de este hombre John Stott. Impresionante. Entonces, lo tercero que les voy a decir es esto. Lo que ustedes van a ver en las pantallas, lo que ustedes van a escuchar aquí, no se hace. Eso no se debe de hacer, porque lo que yo voy a hacer es poner en mis palabras lo que la Biblia dice para que todos podamos entender, porque es bien duro entenderlo. Va a haber por qué. Ya les dije que Pablo viene con una idea. A Roma, a Roma les dice, judíos, ustedes no pueden seguir creyendo en las cosas que ustedes creen, creyéndose lo que son, simplemente porque están circuncidados, simplemente porque tienen la Torah, simplemente porque son judíos y conocen a Abraham, a Moisés, porque saben quiénes son. Ustedes no pueden menospreciar al resto de la gente. Y lo peor, ustedes critican a los gentiles por las cosas que hacen y ustedes también las hacen de una u otra manera. Es más, el corazón con que ustedes hacen las cosas, tal vez no hagan lo mismo, pero es el mismo corazón y ¡pum! se los apeo. Entonces, a partir del capítulo 3, Pablo hace 3, 4 preguntas. ¿A quién se las hace? Pablo se las hace a él mismo. Pablo se imagina las preguntas para que eventualmente, cuando alguien le dijera algo, las preguntas respondieran las objeciones o los cuestionamientos que alguien pudiese tener. Número 3, Pablo está haciendo una generalización de la forma en cómo la gente esquiva y evade las cosas con tal de no tener que comprometerse. Número 4, Pablo siendo fariseo, siendo judío y siendo romano, Pablo se está diciendo al mismo que si hubiese cuestionado a él al escuchar lo que él mismo está diciendo. Desde los cuatro puntos de vista que yo le estoy dando, usted siéntase en libertad de pensar cómo es que él lo está viendo. Le recuerdo que esto es una carta que él está escribiendo, que él no ha estado en Roma hasta este momento. Entonces empieza en el capítulo 1, perdón, otro punto importante. Este capítulo 3, verso 1, esto no existe. Romanos 3, 1 no existe. Eso lo pusieron ahí los editores de las Biblias para que la gente se ubique. Pero viene escrito una sola idea. ¿Me estoy dando a entender? O sea, los numeritos que están ahí, no me vayan a jugar hoy el 31 porque entonces sí que las vemos todas. Los numeritos no están en los originales. Pablo escribió, bueno, Pablo dictó, escribió la carta diciendo estas cosas de una sola manera. ¿Cuánto duró Pablo escribiendo esto? Pues calculo yo que pudo haber llevado tal vez un buen rato, pero para leerlo se lee toda la carta en media hora. Voy, continúo la idea. Viene siempre Pablo recriminando a los judíos. Entonces inmediatamente Pablo se imagina que a él le van a decir, entonces, a los romanos, la carta a los romanos que son judíos y son gentiles, la pregunta es, entonces qué ventaja tiene, puede ser judío. ¿De qué nos aprovecha la circuncisión? A Olivo Verde, ¿de qué sirve ser evangélico? ¿De qué sirve ser digamos cristiano? ¿De qué sirve decir soy hijo de Dios? ¿De qué sirve andar con la Biblia? Sí, más o menos, eso es lo que Pablo nos está tratando de mostrar sobre esa base de estas preguntas, pero son preguntas que Pablo las está sacando de la manga para evitar que la gente busque esto para decir, simplemente yo hago con mi vida como yo quiera y avanzamos. Pablo se contesta, mucho desde cualquier punto de vista. En primer lugar a los judíos se les confiaron las palabras mismas de Dios y noten que sencillamente Pablo dice, lo bueno de ser judío es que los judíos son los receptores del texto. 3,800 años después de la creación del universo, la primera ley escrita, 613 leyes escritas para gobernar un país y dar leyes morales, Dios se los da al pueblo de Israel en el éxodo. Y entonces noten ustedes que obviamente ellos se sentían un pueblo sumamente privilegiado por eso. Dios mismo, el creador les había dado a ellos la ley. Entonces Pablo le contesta, claro, mucho, muy importante, desde cualquier punto de vista. En primer lugar a los judíos se les confiaron las palabras mismas de Dios. Va a ver usted como conforme avanzan los textos, el asunto se va poniendo más y más complicado de entender. Ahora, yo le digo una cosa, si usted se sienta 15 minutos con ese texto ahí, usted va a ir entendiendo. Yo estoy usando inclusive una versión de fácil lectura para que también ustedes puedan ir viendo que aún con una fácil lectura Pablo va poniéndole y poniéndole y poniéndole, agregando a las preguntas una complejidad que es muy interesante, es extraña. Porque está hablando del valor de ser judío, para nosotros el valor de ser cristianos, ¿verdad? Y lo importante es que la palabra haya sido confiada a los judíos y en este caso al Nuevo Testamento a los cristianos. Y en este caso al Nuevo Testamento a los cristianos, y entonces dice, pues sí, y entonces si a alguno le faltó la fe, ¿acaso su falta de fe anula la fidelidad de Dios? Entonces empiezan a hacerse la pregunta, ¿qué tiene que ver eso con lo anterior? Por decirlo así, entre el versículo 2 y el versículo 3 hay un razonamiento que él está haciendo que no está escrito. Muy bien, sigo. De ninguna manera, dice Pablo, se contesta, si a alguno le faltó la fe Dios no va a cumplir con su fidelidad. De ninguna manera Dios es siempre veraz, aunque el hombre sea mentiroso. Así está escrito, por eso eres justo en tu sentencia y triunfarás cuando te juzguen. Pablo se reafirma en entender que lo que Dios dice se cumple y que lo que el hombre hace es esencialmente muy circunstancial y obedece a que vamos a ser inconstantes, a que vamos a ser infieles. Hay que decir amén en esta parte, por favor. Gracias. Verso 5 Pero si nuestra maldad sirve para poner de relieve, nos brinca a la maldad personal, brinca a la moral personal, brinca a la pregunta que el judío o que él mismo se puede hacer con respecto al tema que viene hablando. Noten que extraño, pero si nuestra maldad sirve para poner de relieve que Dios es justo, ¿qué diremos? Que Dios es injusto cuando nos castiga y dice, y aquí le enredó, estoy hablando en criterios humanos. Hijo de Dios. La maldad sirve para poner de relieve que Dios es justo. ¿Qué diremos? Que Dios es injusto cuando nos castiga. Si yo me porto mal, cuando yo me porto mal, la gente ve más cosas buenas de Dios. Por lo tanto, si yo me porto mal, entre más me porte mal, la gente ve más a Dios. Por ahí va. Pablo dice, de ningún modo. Pues de otra manera, ¿cómo juzgaría a Dios al mundo? Pablo contesta. Verso 7 Vuelve a hacer una reafirmación sobre el mismo concepto. Noten. Si mi mentira sirve para que la verdad de Dios resulte todavía más gloriosa, ¿por qué se me juzga a mí como pecador? Si yo soy falso y mentiroso, y eso hace que la gente, al descubrirme a mí, al conocerme a mí, honre a Dios, ¿por qué entonces Dios me juzga a mí si hay gente que también la está, que hay gente que la está buscando a Dios? Voy a volverles la tortilla para explicarles esto. Cuando a mí me llaman y me dicen que la casa está endemoniada, y que son demonios, y que en la noche oyen cosas, y me jalan la cobija, y hay olores raros, y cuando la gente a mí me llama eso, yo les digo que saluden al bicho que esté ahí, ¿cuál es el problema? Entonces me dicen, pero ¿cómo saluden? Es que no es el diablo. ¿Cómo no es el diablo? No, el diablo no asusta para que la gente busque a Dios, ¿me voy a entender? Si el diablo asusta, la gente busca a Dios, y ora. Y lo que el diablo no quiere es que la gente ora y busque a Dios. El diablo se presenta en forma de bola de fútbol, y Francia, y sí, ¿me voy a entender? No es cierto, el Señor no va ni con Argentina ni con Francia. Así se inquen en la cancha y hagan así, Dios no va con ninguno. El Papa sí, es argentino. Esto es algo muy parecido a eso, pero es duro de entender. Cierro el versículo 8, dice, en tal caso, en tal caso, ¿por qué no hacer lo malo para que venga lo bueno? Y Pablo se contesta, eso es precisamente lo que algunos para desacreditarme dicen que yo enseño, pero tales personas merecen la condenación. Ok, sinceramente, en el tiempo en el que estamos, a la velocidad que lo vimos, ¿Usted entendió? Sí se entienden cosas, claro que sí. Pero es muy complicado. ¿Por qué? Porque hay razonamientos detrás de la pregunta que no están escritos. Pero el razonamiento es evidente. Entonces, por favor, yo me di a la tarea de entender, Entonces, por favor, yo me di a la tarea de con muchísima calma empezar a desmenuzar cada una y en unos minutos les voy a mostrar cómo es que Pablo está planteando su argumento de las objeciones que la gente tiene para no comprometerse con Dios. Número uno, voy a hacerlo de esta manera. Las cuatro preguntas, cada pregunta tiene un concepto. Por ejemplo, primer concepto. ¿Cuál es el verdadero valor de nuestra realidad como hijos de Dios? O sea, en el 2023, ¿Usted qué va a hacer valer? ¿Su carrera o su posición como hijo de Dios? ¿Sus habilidades y sus capacidades? ¿O verdaderamente su condición como hijo de Dios? ¿Sus años de experiencia? Y claro, noten que Pablo se va directo en la forma en que él lo plantea, nuestro valor real y compromiso. Entonces, primera pregunta, ¿qué Pablo hace? Pregunta. Aquí la pregunta se la hace Federico a Pablo, lógicamente para que todos entendamos. O sea, Pablo, ¿de nada sirve ser cristiano y leer e intentar centrar la vida en la Biblia? Primera pregunta, lo acabamos de leer, lo estoy ubicando de otra manera. Respuesta. No, Federico, eso no es lo que yo le estoy diciendo. Eso no es lo que yo vengo diciendo desde el verso 2, 18. Yo no estoy diciendo eso, yo no estoy diciendo que ser cristiano, hijo de Dios, que leer la Biblia, que pulsearla, que orar para comer, que hacer todas las que hacemos, eso no es importante, yo no estoy diciendo eso. Ustedes, como hijos de Dios, pueden hacer, atención, ustedes, nosotros, como hijos de Dios, podemos hacer lo que muchos no quieren ni pueden hacer, y lograr con la palabra y la vida. Esto es lo que Pablo está diciendo. Los cristianos, hermanos, ustedes y yo, vamos a interpretar y entender la vida. Yo sé que es Navidad, yo sé que es muy lindo, yo sé que es muy... y las luces, y ahora hay pique de parques, entonces ya no hay noches, porque el parque está iluminado, y entonces yo entiendo que es la época y todo lo demás, pero nosotros no dependemos de la época. Para nosotros no se fundamenta nuestra felicidad y nuestro gozo en el mejor momento del año. Montse me decía un día de estos, para mi papá, este era el mejor momento del año. Lo mejor que pasaba en el año. ¿Qué otra cosa tenía el Señor? Mire, yo me acuerdo, chiquillo, yo no soy el Grinch. Vean, pusimos hasta árbol en contra de la Academia de los Circuncisos. Pusimos árbol. En 20 años nunca hemos puesto un árbol. ¿Por qué? ¿Por qué nunca hemos puesto un árbol? Porque a usted no le gusta. ¿Qué me importa a mí que pongan árbol? ¿Acaso que eso nos va a hacer más buenos o más malos? Si fuera como le entran al tema del árbol, le entraran otros temas, uno diría, bueno, de ahí, no, no, no pongamos el palo porque aquí la gente está pensando de otra manera. Hermanos, yo chiquillo contaba los días para el 24 de diciembre, y me llevaban a comprar los regalos y me los metían en un closet, yo sabía donde estaban, y yo esperando que el niño me los trajeran. Vean el nivel de inocencia en el cual uno crece. Hermanos, la Palabra de Dios nos ha sido dada a nosotros para que nosotros no nos amoldemos a este mundo y nosotros no dependamos de lo que el resto de la gente depende. En estos días, para mí, llega Navidad, y yo, sin ti, en esta soledad. Y claro, puede imaginarse usted lo que la gente vive a partir del hecho de saber de que su estado está en función del momento y de la época. Y adivinen qué, no todo el mundo tiene plata. ¿Ustedes saben por qué Costa Rica fue considerado hace seis años el país más feliz del mundo? Porque toda la investigación la hicieron en diciembre y todo el mundo tiene que ser 100 pesos más. Lo primero que Pablo le dice a la gente es, no, no, no, no, no. O sea, ustedes entiendan que ustedes son portadores de la Palabra de Dios, pero no solamente es para que ustedes vivan, sino también para que sean capaces de compartir esa Palabra con otras personas. Y le digan a la gente la realidad de lo que Dios es en el corazón de las personas. Segundo concepto, viene la segunda pregunta. Pablo se hace una segunda pregunta. ¿Usted cree que Dios está esperando que usted reaccione? Dios no está atrasándose para que yo reaccione, me ordene o sirva. Voy a predicar de otra cosa, porque como la gente no vino porque está el fin del partido, entonces, no, no, no, no, no, no, no. Si hubiesen venido tres, ustedes me conocen, yo hubiese... Llevo tres semanas con este texto, noches, madrugadas enteras. Y si vinieron tres, Dios me mandó tres para que entendieran esto. Y Jesús no le predicaba a la multitud. Dice la Biblia que Jesús le predicaba a multitud y se volvía y les explicaba a los apóstoles en qué planeta vivimos. Y todo el mundo oyendo a Jesús así. Terminaba Jesús de predicar y se volvía y les decía, chiquillos, mira, esta gente no entendió lo que yo quise decir. Esta gente no entendió lo que yo quise decir. ¡Hello! Segunda pregunta. Pablo, Pablo, explíqueme algo. Pareciera que sólo es uno el que cree, nosotros, los 28 que estamos aquí en la mañana. Pareciera que somos los únicos que creemos en la Palabra y tanta gente que cree en la Palabra y falla. Es más, nosotros fallamos. Entonces, por los que no creen y los que fallamos, las promesas de Dios no se van a cumplir. Y Pablo le contesta a Federico. Vea Federico. Vea mijito. A pesar inclusive de que el pueblo de Dios, ni siquiera su pueblo ha creído en él, sus promesas de salvación y reino siguen avanzando. Dios no ha cambiado. De hecho, por nuestra inconstancia, y aquí viene la forma en que lo vamos a entender, por nuestra inconstancia e infidelidad que podemos ver de algún modo lo comprometido que está Dios con su verdad. Ahora sí. Lo maravilloso de saber los chanchos que somos, es que constantemente al ver la fidelidad de Dios y al ver el compromiso de Dios con su Palabra, nos damos cuenta que simplemente Dios no está por nosotros. Dios está por su propia Palabra y por eso Él se sostiene cuidándonos a nosotros a pesar de nosotros mismos. Y ve todo lo que ha hecho y sigue haciendo por nosotros. ¿Qué fácil es señalar a Gabriel? ¿Qué fácil es señalar a Gabriel, meterle el dedo a Gabriel y hacerle así? ¿Qué fácil cuando Gabriel peca de forma diferente a la que nosotros también pecamos o hacemos otras cosas? Entonces Pablo, simplemente al avanzar al versículo 9, que obviamente no lo vamos a ver hoy, lo que Pablo está haciendo es haciéndonos creer. Obviamente no lo vamos a ver hoy, lo que Pablo está haciendo es haciéndonos entender que no hay ninguna persona con ninguna condición especial y que cada uno tiene que ser responsable de sus actos, pero también darse cuenta que tenemos que perseverar porque somos hijos de Dios. El que persevere hasta el fin será salvo. Pero solo los hijos de Dios perseveran. ¡Qué detalle! Siguiente pregunta. ¿Cuál es la siguiente pregunta? Yo he estado, una vez me duré como ocho horas hablando sobre un tema y bueno, sudaba, y no había ni almorzado ni nada, hablando y hablando, y al final un señor se me acercó para preguntarme que sí, que qué creía yo de los ovnis. ¿Ustedes se imaginan lo que es yo hablando de los ovnis? Ese hombre y yo hablando de otra cosa. Hermanos, porque entiéndanme, la gente va a encontrar objeciones, yo tengo mucho trabajo, yo estoy muy ocupado, yo no entiendo la Biblia, no es para mí, yo estoy en otro momento de mi vida, estoy con la universidad, estoy con la novia, estoy con el novio, estoy con el marido, con la mujer, tengo un proyecto de la casa, yo no puedo, me metí a estudiar, yo ya no puedo comprometerme, tenemos un millón de excusas para desviar lo que sea, simplemente para decir, yo no puedo comprometerme. Como que si simplemente estamos hablando de este edificio, cuando estamos hablando de mi realidad, en todos lados donde nosotros estamos. Entonces la pregunta, inmediatamente Pablo hace la pregunta, y es entonces, perdón, Federico hace la pregunta, entonces si nuestra infidelidad e injusticia pone de manifiesto la justicia de Dios, sería injusto que Dios nos juzgue por eso. Si yo haciendo lo malo que estoy haciendo, la gente se da cuenta de que Dios está ahí, porque Dios me va a castigar, y Pablo me responde. Eso no es el principio bíblico, eso no es lo que está escrito. Si ese fuese el principio escrito o lo revelado, pues obviamente Dios no juzgaría a nadie, claro que no, no se puede. Por eso los homosexuales, cuando dicen, es que yo nací así, así Dios me hizo. Dios no me puede castigar porque Dios me hizo homosexual. Yo nací homosexual, por lo tanto Dios no me puede castigar. Aquí está, es lo mismo. Lo explico así. Todos, todos los que estamos aquí sentados esta mañana, tenemos alguna desviación, alguna. Aquí no hay ninguna persona que haya nacido sin algo raro, algo extraño. Todos tenemos algo, todos sin excepción. Usted verá que alimenta en su vida. El que no es agresivo es mentiroso, el que no es mentiroso es envidioso. ¿Cómo sabe usted que usted es envidioso? ¿Cómo sabe usted que usted es envidioso? Porque usted quiere tener el teléfono que tiene Maureen, que ojalá lo diga. Y yo no lo vi, yo dije, es mío, es mío, es mío, mío, mío de juzgar tú. No, usted sabe que usted es envidioso, no porque usted le desea el teléfono a Maureen, es porque usted no quiere que Maureen tenga ese teléfono. Usted ya tiene un problema en el corazón, bravo. El que no es envidioso, mentiroso, exagerado, violento, adivinen qué. Árbol, árbol venga, árbol venga, arbolito venga. Están muertos en vida, no hacen nada, son pasivos. Es de día, sí, es de noche, sí, son las once, sí. Está lloviendo, sí, está seco, sí. El que no es mentiroso, malcriado, agresivo, pasivo, impulsivo, celoso, controlador, majadero, de homosexual también. Todos son desviaciones, no lo estoy diciendo yo, lo dice la Biblia. Entonces Pablo está diciendo, no, no, no, perdón, así no son las cosas. Usted peca porque usted quiere. Si ese fuese el principio o lo revelado, pues obviamente Dios no juzgaría a nadie y no se podría. Pero se juzga a los religiosos por su soberbia y doble moral. Ahí está, amparada en los signos externos de esta verdad de Dios. ¿De qué me sirve a mí pararme aquí para decirles a ustedes que yo soy lo más santo del mundo? Cuando ustedes me conocen. Y por eso y nuestras obras vamos a ser juzgados. Cuarta pregunta. Y les voy a pedir aquí un poquito de paciencia. Les voy a robar cinco minutos más del tiempo que tenemos establecido para esto. En la última pregunta Pablo hace una cosa supremamente bellísima. Y les dice, hay dos tipos de cristianos. Claro, así no lo dice, lo dice de una manera, dentro de lo que está conversando, de la forma en que hace la pregunta, dice, hay dos tipos de cristianos. Los que viven de la misericordia y los que viven de la gracia. Pero vamos a la pregunta. No es lo mismo vivir de la misericordia de Dios que de la gloria de Dios. No es lo mismo. Y algunos vivimos a pura misericordia. Entonces la pregunta es así. La pregunta que Federico le hizo a Pablo es esta. Entonces si yo al pecar hago que Dios se vea mejor, se le busque más, se adore más, debo de pecar más para que Dios sea más grande y se note más. Pablo me responde, han querido culparme de decir y enseñar algo tan falso como eso. Y la verdad es que no. Han querido enseñar algo tan falso como eso. Y la verdad quien sea, y la verdad, quien vea las cosas así, está ante una actitud condenable y falsa. Nadie puede pecar para que Dios lo ame. Nadie puede pecar para que Dios lo ame. Lo que significa que algunos de nosotros estamos viviendo a pura misericordia. ¿Es malo vivir de misericordia? No. Dice la Biblia, la misericordia nos enseña a funcionar en el momento de la crisis. La misericordia es muy importante, pero noten que está para el momento de la crisis. Dice así, acerquémonos confiadamente al trono de gracia para recibir misericordia. Y noten inmediatamente lo que dice, y hallar la gracia que nos ayude en el momento que más la necesitamos. No es constante, es un momento de necesidad. La misericordia, bendito Dios por la misericordia, pero la misericordia tiene que sacarnos de algo. Sacarnos de algo. La misericordia nos enseña a ver a los demás con respeto y consideración. Mateo 9.13 dice, pero vayan y aprendan qué significa esto. Ojo, ojo, no sigan leyendo, noten lo que Jesús está diciendo. Vayan y aprendan lo que significa esto. O sea, ¿sabe qué Jesús está diciendo? Hasta que usted no se dé cuenta de su propia realidad y se dé cuenta usted de quién es, y la clase de dicho que es usted, y la clase de persona que es usted, usted no va a aprender esto. Porque usted y yo nos creemos buenos. Lo que pido de ustedes es misericordia y no sacrificios. Porque no he venido a llamar a justos, no he venido a llamar a justos. ¿De qué está hablando Jesús? De lo mismo que está hablando Pablo. No he venido a llamar a justos. Justos significa que la persona cree que no necesita de lo que Jesús está dando, y eso es un problema. La persona se llama a sí misma justa. Yo estoy bien. Ya no fumo, ya no digo puchis, ya no veo a las mujeres celos. Ya estoy bien. Jesús dice, con usted no puedo tratar. Usted ya piensa que está bien. Si no vine a llamar a los pecadores, ¿quién se asigna la etiqueta de justo de pecador? ¿De usted mismo? La misericordia nos enseña cuál es la razón, la actitud del corazón que podemos tener para congregarnos. La actitud del corazón para congregarnos y para servir. La actitud del corazón para congregarnos. ¿Qué espera Dios cada vez que usted busque a Dios? ¿Qué es lo que Dios espera de cada uno de nosotros? Sencillo. Lo hemos leído una y mil veces. Por lo tanto, hermanos, hermanos, no es a la calle, tomando en cuenta la misericordia de Dios. O sea, solamente por la misericordia de Dios podemos presentarnos aquí. Usted no vino hoy, no porque no le guste el fútbol. A mí no me llaman la atención, a mí no me vuelve loco, pero a mí me hubiera gustado ver la mejenga, y me siento a ver la mejenga. Pero la misericordia de Dios me trajo hoy aquí. Les ruego, hermanos, en cuenta la misericordia de Dios que cada uno de ustedes se presente en adoración espiritual. Oigan el nivel. Adoración espiritual. Ofrezca su cuerpo como sacrificio vivo, santo y agradable a Dios. ¿Qué es lo que Dios espera de usted? Que usted aplique la misericordia para que usted se dé cuenta que muchas de las cosas que van a suceder en su vida, la misericordia es lo que hace que se abra para usted. Pero note que cada una de las referencias con relación a la misericordia que le estoy mostrando son circunstanciales. Nótelo. Pero cuando estamos hablando de la gracia y la gloria de Dios, estamos hablando de otra cosa, otro nivel. Y perdón que lo diga así, no es más importante la gracia que la misericordia. No, son igual de importantes. Lo que pasa es que una lleva a la otra. ¿Y por alguno nos quedamos en nivel uno? Por ejemplo, la gracia nos enseña, la gracia de Dios en nosotros, la gloria de Dios en nosotros nos enseña a usar la inteligencia espiritual. Ah, ya salió como un invento de psicólogo. No es un invento de psicólogo. El concepto de inteligencia espiritual es de Pablo, no es mío. Libro de Colosenses. Pero usted no lo conoce porque usted no sabe Pero usted no lo conoce porque usted no sale de los mismos huecos de siempre. Usted no lo conoce porque su vida no va más allá porque con usted no se puede contar. Una cosa es la gente que sirve a Dios y otra cosa es que Dios está viendo cómo hacer para sacarlo de las broncas. Y hay momentos en que Dios tiene que sacarnos de las broncas a todos. Pero Dios no lo saca a usted de las broncas para que siga pagando recibos. Me estoy dando a entender. O sea, usted está diciendo que en el cielo también hay gente que lo único que hizo fue pagar recibos. Pero en el infierno, sí, no hacían nada, solo pagar recibos. La gracia de Dios nos enseña a usar la inteligencia espiritual. Él me dijo, te basta con mi gracia. En la manifestación más clara de tu estupidez y tu insensatez, mi gracia suple lo que nunca vas a aprender de ninguna manera. Pues mi poder se perfecciona en la debilidad. Por lo tanto, gustosamente haré más bien al arde de mis debilidades para que permanezca sobre mí el poder de Cristo. Si tuviéramos la misma oportunidad de pasarle la secadora y la plancha al corazón, siempre, otro gallo cantaría. Si pudiéramos teñirnos el corazón o hacerle rayitos de vez en cuando, hay cosas que solamente Dios las va a hacer. Véalo. Pero la gracia de Dios se manifiesta en el hecho de lo absurdo y inesperado y en lo absurdo y lo... perdón por la palabra, pero la palabra que voy a usar es lo insensato que soy con mi propia vida. La gloria de Dios, la gracia de Dios en nosotros, la gloria de Dios en nosotros, la gracia de Dios en nosotros pone en nosotros características y condiciones que nadie puede darte ni las puedes aprender de ninguna forma. Mi vida dura setenta años, no dura mil. Y algunos vamos a ser monstruos sesenta y cinco y cinco cuando ya estemos bien, cuando ya el cuerpo no nos dé. Yo sí que fui jodida. Yo sí que fui jodido. Ahí estábamos ayudando a localizar a un hijo de una señora, en todo esto que estamos viviendo en estos días. Entonces una señora se puso muy grave a localizar al hijo y esto y lo otro. Y cuando nos pusimos a encontrar al hijo y se encontró al hijo, el muchacho dijo, ¿a mí qué me importa que esa vieja se muera? Vieja desgraciada que se muera, ¿a mí qué me importa? ¿Qué voy yo a cuidar a nadie? Es una vieja infeliz. Viera que el chiquillo dijo, sí, sí, es que vieran que jodido que fui yo. ¿Puede usted estar agonizando en una cama reconociendo lo jodido que fue? No le estoy diciendo que la gracia de Dios, que la gloria de Dios en usted y en mí pone características y condiciones que a usted nadie se las va a dar. Vea, vea, ya conocen la gracia de nuestro Señor Jesucristo, que aunque era rico, por causa de ustedes se hizo pobre. Noten esto, para que mediante su pobreza aquí hay realmente un profundo, profunda aclaración, una profunda aclaración teológica. El Señor está diciendo que como Él logró morir por nosotros, nos está dando a nosotros la oportunidad de no ser lo que nosotros somos. Eso es lo que verdaderamente está diciendo. Si no ser lo que Él nos hace ser por causa de lo que Él hizo, ¿me estoy dando a entender? Entonces la maravilla de lo que usted es no está en lo que usted es. La maravilla de lo que usted es está en lo que Dios es en usted. Por eso a la gente le gusta, a la gente le cuadra que le digan que usted es una vencedora, un vencedor, que usted va a lograr, que usted es una guerrera. Ahí no dice eso. Ahí dice que el guerrero es Cristo. Ahí dice que el vencedor es Cristo. Ahí dice que es Cristo quien se fregó por usted y por mí para que usted sea rico. Apenas tengan un chance, siéntense a conversar con Ernesto y que Ernesto les cuente cómo se vino de Venezuela y quién es Ernesto. Pero así que terminan de ver con Ernesto, siéntense con Nuri para que le cuente todo lo que le ha aguantado Ernesto. Yo creo que Nuri ha visto a Ernesto morirse unas tres veces, cuatro o cinco veces en su vida. No es menos, pero la grandeza y la maravilla de lo que hay en Ernesto no está en función de lo que Ernesto dejó, está en lo que Dios está haciendo en él y en mí, en cada uno de nosotros. Esto es lo más cercano, esto es lo más cercano a lo que yo puedo entender que es Romanos 3, del 1 al 8. Piénselo, piense de qué está usted viviendo, ¿de la gracia, de la gloria de Dios o de la misericordia? Ya dije, si alguien vive de la misericordia de Dios, no está mal, pero ahí no se puede quedar usted toda la vida. Pablo lo dice, ya no podemos seguir viviendo de rudimentos en donde se habla del albautismo y la salvación. Señor, te doy gracias en esta mañana oficial del mes de diciembre.
