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Radio Fe is a Cuban radio station that broadcasts the message of the Gospel. They have a variety of programs including music, sermons, interviews, and news. One of their programs is called "Sonaditos de luz" which is aimed at children. In one episode, the story of two mice named Pirín and Porón is told. They find a coin that belongs to a girl and decide to return it to her, showing the importance of not taking what doesn't belong to you. The program also includes greetings to listeners and encourages them to write in with their thoughts and suggestions. The episode ends with a message about God's love and the importance of having a relationship with Him. Esta es Radio Fe, desde Cuba, la mayor de las santillas, llevando el mensaje del Evangelio por nuestros campos y ciudades. Radio Fe, Cuba. Somos la señal que lleva al lienzo de vida. Tenemos todo lo que quieres escuchar, siempre pensando en llevarte la mejor propuesta. Alabanzas con artistas de diferentes nacionalidades. Prédicas con invitados especiales. Entrevistas de lujo. Noticias del acontecer cristiano. Reflexiones que restauran. Diferentes programas radiales para niños, jóvenes y adultos. Quédate aquí, en la radio que marca tendencia. Radio Fe, Cuba. Hola amiguitos, bienvenidos. ¿Quién quiere gozar al Señor? Hola, hola mis amiguitos y amiguitas. Bienvenidos a... ¡Sonaditos de luz! ¿Cómo están ustedes? ¡Bien! ¡Qué alegría! Eso me pone muy, pero muy feliz. ¡Payasita Lía! ¿Y tú cómo estás? Yo estoy bien, ¿y tú? ¡Payasita Lía! ¿Y tú cómo estás? Yo estoy bien, mi amiguito Tilín. Gracias por preguntar. Eres un niño muy bueno. Tilín, ¿y te has fijado cuántos niños están escuchándonos en el día de hoy? Sí, como hay, hasta están con sus padres. ¡Gloria a Dios! Pero aquí nos faltan los payasitos. ¿Qué les habrá sucedido? Ellos son muy puntuales. ¡Aquí estamos llegando, llegando! No vayan a empezarse nosotros, queremos escuchar la historia. Y también traemos muchos saludos de estrellitas para todos en el tiempo de la correspondencia. Ahora sí Lía, ya puedes comenzar. Dios les bendiga, payasitos. No se preocupen, que aún no hemos comenzado la historia. ¿Verdad que no, Tilín? ¡Claro que no! Pero ya que estamos todos, pues que comience la historia. Así que, ¡tan tan tan tan! Espera Tilín, no seas tan apurado. ¿No crees que falta algo antes de contar la historia? ¿Verdad que sí? ¿Cómo se me olvidaba? Primero debemos orar, para que sea papá Dios guiándonos en todo momento. Muy bien, amiguito. Si ya estás listo, cierra tus ojos y ustedes también en casa. Oremos. Señor, te damos gracias en esta hora por tu amor, por tu misericordia. Gracias por tu sacrificio en la Cruz del Calvario. Gracias papá, por tu resurrección. Mi Dios, venimos delante de tu presencia en esta hora, para pedirte por cada uno de los niños que están conectados a Sobladitos de Jesús, programa de Radio Fé. Señor, una emisora que se está levantando para glorificar y honrar tu santo nombre. Mi Dios, te venimos también pidiéndose, hay algún niño que en este momento esté enfermito, algún niño que esté triste. Mi Dios del cielo, para que seas tú sanándole, para que seas tú ayudándole, mi Dios, y dándole fortaleza. Porque sabemos que en ti todo lo podemos. Bendice este tiempo, bendice todo lo que va a acontecer acá, papá. Y que las palabras, Señor, que vamos a estar transmitiendo, llegan a los corazones de cada una de las personas que van a estar escuchando, mi Dios. Porque todo lo que estamos haciendo es para glorificarte a ti, Rey de Reyes y Señor de Señores. En el nombre poderoso de Jesús a ti te damos gracias y te decimos, Amén. Ahora sí, que comience la historia de hoy. Pues, amiguitos, siéntense cómodos, oídos en atención, que ya comenzamos. El cuento que les traigo hoy se titula, Debemos devolver lo que no es nuestro. Había una vez, cerca de un basurero, unos ratones que eran hermanos. Sí, así como les cuento, uno se llamaba Pirín y el otro Porón. Pirín era delgado y de color negro y Porón, como su nombre lo indica, era gordito y su color era blanco con manchas negras. Estos siempre jugaban juntos y también iban cada día al basurero para ver qué podían encontrar. A él le gustaba mucho buscar entre los desechos que tiraban las personas, pero un día, mientras registraban, llegó una niña y botó algunos de sus juguetes que ya estaban rotos. Pero, sin darse cuenta, se le cayó una moneda de su bolsillo y Pirín, que era muy habilidoso, enseguida se dio cuenta y le dijo a su hermano, ¿Viste lo que se cayó? ¡Oh, la, la! ¡Me lo voy a quedar! ¡Cuántas cosas pudiera comprarme! ¡Mmm! ¡Hasta un rico queso! ¡Mira que hace tiempo que no como y tengo un hambre! ¿Pero qué es eso, Pirín? ¿Qué dirían nuestros padres de lo que acabas de decir? Recuerda lo que nos enseñaron de pequeños, Santos 18-24, por lo cual me ha recompensado Dios conforme a mi justicia, conforme a la limpieza de mis manos, delante de su vista. Es verdad, ¡qué vergüenza tengo! Tienes razón, ¿cómo olvidar lo que nuestros padres nos enseñaron sobre la palabra del Señor? No estés triste, lo importante es que estás arrepentido y reconoces tu error. Sí, es verdad, no me voy a culpar más porque en la palabra de Dios dice que se olvida de nuestros errores cuando nos arrepentimos de corazón. Y entiende nuestros pecados en un baúl en el fondo del mar y nunca más se acuerda de ellos. Pues vamos a la casa de la niña a entregar la moneda que yo sé dónde vive. Y así hicieron, fueron a la casa de la niña y colocaron la moneda en su mesita de noche. La niña luego de jugar subió a la casa y cuando fue a su cuarto vio su moneda y expresó con gran alegría. ¡Gracias a Dios, encontré la moneda que me regaló mi papá para comprar mi libro favorito! ¡Creí que la había perdido! Porón y Pirín escucharon todo lo que la niña dijo y con lágrimas en los ojos se abrazaron. Fue un gran día, recordaron a sus padres y las enseñanzas que le dejaron por la palabra de Dios. Recuerden amiguitos, no podemos coger lo que no nos pertenece. ¡Qué bonita historia, Lía! ¡He aprendido mucho! ¡Ya sé que a Dios no le agrada que me quede con cosas que no son mías! Chicos, llegó el tiempo de la correspondencia. Queremos enviarles saludos estrictos a todos los niños que nos escuchan y les pedimos a sus padres que los ayuden para que escriban sus nombres de abajo en el bot de comentarios. También pueden escribirnos nuestro correo electrónico y enviarnos lo que les gustaría que mencionemos para colocarlo en nuestro próximo programa. Hoy comenzamos saludando a unos niños llamados Valentina, Rosángela y Cafiel. ¡Besitos, besitos! Yo también tengo por acá que no se pierdan un programa de Soldaditos de Jesús. Besitos para David, Luis Enrique, Valeria, Glader y Lader. Y para nuestros fieros seguidores Christopher, Anthony y Angelo, un baúl cargado de muchos colores. ¡Los queremos mucho, amiguitos! Y un saludo para todos los que ahora mismo están conectados a Radio F disfrutando de Soldaditos de Jesús. Hasta aquí la correspondencia de hoy. ¡Los amamos, amiguitos! ¡No dejen de escribirnos! ¡Nos gusta mucho saludarles! ¡Dios les bendiga, soldaditos! ¡Bendiciones! Bueno, y ya no hay tiempo para más. ¡Hasta aquí el programa de hoy, amiguitos y amiguitas! ¡Les deseamos una semana bendecida en el Señor! ¡La cita es exactamente en una semana! ¡No se pierdan su programa favorito! ¡Somos Soldaditos de Jesús! Subtítulos realizados por la comunidad de Amara.org ¡Hola a todos los amigos y amantes de Radio F! ¡Les saluda desde Ciudad de Ávila, su hermano de Andrés Caballero! ¡Le damos la bienvenida a Semilla de Fe! ¡Programa para que usted se acerque más al Evangelio de nuestro Señor Jesucristo! ¡No sea parte de la sintonía! ¡En breve comenzamos! Y quiero compartir con usted una Semilla de Fe que se encuentra en la Palabra de Dios en el Evangelio según San Juan capítulo 3, versículo 16, donde dice Porque de tal manera amó Dios al mundo que ha dado a su Hijo unigénito para que todo aquel que en él cree no se pierda mas tenga vida eterna. Y quiero hablar acerca del amor de Dios hacia la humanidad. Cuando comenzamos a estudiar las Escrituras las Escrituras nos enseñan que Dios aparte de ser Dios y Padre de toda la raza humana nos enseña también que Dios es el Juez Justo del Universo. La Biblia nos enseña que su trono está fundado sobre la justicia y la verdad. O sea que Dios no se parcializa. Dios es un Dios que siempre obra a partir de la verdad de su palabra y de las leyes que él estableció. El Dios del Cielo en la Biblia es conocido como el Dios de Amor. De hecho, la Carta de Juan dice que Dios es amor. Por tanto, el primer punto que quiero hablar en este día es acerca del amor de Dios. El amor de Dios fue la causa de la creación del ser humano. Dios dio origen a la raza humana a través de su poder. Lo creó con sus propias manos y la causa de la creación fue su propio amor. No porque Dios estaba solo, no porque Dios necesitaba la ayuda de nadie, sino porque Él es amor y el amor tiene la necesidad de compartirse. Y Dios creó una criatura a su imagen y semejanza con la cual pudiera compartir su amor y pudiera compartir su herencia. Y ese es el ser humano. Mi primer mensaje para usted, amigo querido, es que Dios le ama. Tenga la plena seguridad de que Dios le creó para amarle. Esa fue la razón por la cual Dios no destruyó a Adán y Eva el día en que pecaron. Como me preguntó un amigo, ¿por qué si Adán y Eva pecaron, Dios no los destruyó? Y yo le respondí, por la misma razón que no te destruye a ti hoy, es porque te ama. Porque cada ser para Dios es único y Adán y Eva eran únicos como nosotros somos únicos. Y el amor de Dios hacia la humanidad es tan grande que Dios no está dispuesto a perdernos a ninguno de nosotros. Ese ser humano que Dios creó a su imagen y semejanza y colocó en el jardín, en un hogar de gloria, donde todo lo tenía porque bajo la gloria de Dios el hombre no tiene necesidad de nada, un día tomó la terrible decisión de obedecer a Satanás. Dios le había puesto una ley que no comieran del árbol de la ciencia del bien y el mal. Y el día que el hombre decidió obedecer a la serpiente, pecó y allí entró la muerte y la destrucción para la raza humana. El hombre murió espiritualmente porque perdió su relación con Dios. Murió moralmente porque somos seres morales y fuimos creados para mostrar la naturaleza de Dios en nuestro carácter. Así que a partir de que el hombre perdió su relación con Dios, la moral del hombre viene muriendo y deteriorándose hasta los días de hoy. También el hombre murió físicamente. La enfermedad, la destrucción de los cuerpos humanos entraron el día en que el hombre tomó la decisión de salirse de la gloria de Dios a causa del pecado. Ahora bien, el pecado causa condenación y el Dios eterno, el Dios que tiene su trono fundado en la justicia y la verdad, tiene que juzgar el pecado donde quiera que lo encuentre. Y esta fue la razón por la cual el Hijo de Dios tuvo que venir a esta tierra. Dice la siguiente parte del versículo. Él ha dado a su Hijo un Ingenito. Hay dos razones por las que Jesús tuvo que venir a esta tierra. La primera razón es la justicia de Dios. ¿Por qué? Dios no puede ir en contra de su palabra. Y donde esté el pecado, Dios tiene que juzgarlo. El pecado no puede habitar en su presencia. Y la segunda razón por la que Jesús murió en la Cruz del Calvario fue por el amor tan grande que Dios siente por la humanidad. De hecho, el versículo comienza diciendo, de tal manera amó Dios al mundo. Así que el primer mensaje de la Cruz del Calvario para nosotros es que Dios odia el pecado. Es un mensaje de juicio. El pecado siempre tendrá que ser juzgado. Y mire lo que costó. Costó el sufrimiento de la persona más maravillosa que tocó la faz de esta tierra, el Hijo de Dios. Murió en gran sufrimiento y en gran agonía pagando el precio de nuestros propios pecados. Éramos nosotros los que merecíamos esta clase de muerte. Sin embargo, Jesús murió en nuestro lugar. Y el segundo mensaje de la Cruz del Calvario es el amor que Dios siente hacia nosotros. O sea, Jesús tomó nuestro lugar en la Cruz del Calvario. Él pagó el precio de nuestros pecados. Por eso Isaías en el capítulo 53 dice, más herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados. El castigo de nuestra paz fue sobre él y por su llaga fuimos nosotros jurados. Ahora, ¿qué tiene que hacer el hombre? El mensaje sigue en este versículo. Dice, para que todo aquel que en él cree no se pierda. Así que no tienes por qué perderte, amigo querido. Hay alguien que dio su vida en la cruz por ti. Dice, para que todo aquel, no importa tu raza, no importa tu cultura, no importa nada de lo que hayas hecho en la vida. Simplemente la Biblia dice que tienes que creer para que todo aquel que en él cree no se pierda. Todo está pagado. Jesús pagó el precio de nuestro pecado. Pagó el precio de nuestra salud. Pagó el precio de nuestra libertad. Dice la Biblia, en quien tenemos redención por su sangre y el perdón de nuestros pecados. Y dice que el premio para aquel que cree es vida eterna en Cristo Jesús. Así que hay un premio para aquellos que creen y reciben en su corazón el sacrificio del Hijo de Dios. Y es la vida eterna. O sea, la vida de Dios habitando en nosotros. Cuando la vida eterna de Dios viene a morar en nuestro corazón, habrá comunión con Dios. Porque es la vida eterna la que nos permite tener relación con el Dios del cielo. Nuestro espíritu será vivificado y seremos conscientes de la existencia de Dios. Comenzaremos a ver a Dios como un ser real y no simplemente como una historia. Tenemos la capacidad a través de la vida eterna de disfrutar lo que Dios es en lo más íntimo. De nuestro corazón. Segunda cosa que tendremos a través de esta vida es que nuestra moral será resucitada. No importa cuánto el pecado nos haya destruido. No importa cuánto daño haya recibido nuestra moral. Hay un lugar donde nuestra moral podrá ser recuperada y es en una relación con Dios. Es habitando en la vida eterna de Dios. Y número tres, también dice la Biblia que Él murió por nuestras enfermedades. La enfermedad llegó como consecuencia del pecado. Nunca fue el plan de Dios la enfermedad, ni la maldición, ni la destrucción de los cuerpos humanos. Por eso el hombre resiste estar enfermo. No se siente cómodo cuando una enfermedad toca su vida. Pero Jesús en la cruz también hizo provisión para que nuestros cuerpos sean sanados. Por eso dice el versículo, por su llaga fuimos nosotros curados. Así que este es el día en que tú puedes abrir tu corazón y recibir el amor divino ofrecido en este versículo de Juan 3.16. Que el Señor le continúe bendiciendo en este día. Si usted oyó esta palabra y su corazón se ha llenado de fe al oír la palabra del Señor, es una buena oportunidad para que recibas a Jesús en tu corazón. Ahí donde quiera que estés, cierra tus ojos y confiesa con tu boca la fe que ahora mismo hay en tu corazón. Y di esta oración, Señor Jesús, yo te abro mi corazón y te recibo como mi Señor y Salvador. Límpiame con tu sangre de todos los pecados que me han separado de ti. Y escribe mi nombre en el libro de la vida eterna. Yo creo que tú eres el Señor que moriste por mis pecados y que resucitaste de los muertos al tercer día. Gracias por recibirme. Amén. Dice la Biblia en Juan 1.12 a todos los que le recibieron, a los que creyeron en su nombre, Dios le ha dado la potestad de ser ellos hijos de Dios. Bienvenidos a la familia de Dios. Que Dios le continúe bendición. Hasta un próximo encuentro de este programa Semilla de Fe. Dios les bendiga. Amados hermanos y radio oyentes, escuchan Radio Fe Cuba, una estación cristiana que está siendo de bendición para nuestra bella y hermosísima isla de Cuba, irradiando la luz del Evangelio del Señor a todo pueblo y nación en estos tiempos finales. Estamos cantando el Evangelio porque luchamos por el reino de los salados. Cuba será el salvador. ¡Impactante! ¡La gloria de Jesús es más impresionante! ¡Sin imaginar su poder y cómo Él nos lo da! ¡Ni jamás lo habrá! ¡Impactante! ¡Los dientes abrimos y osceles en este mismo instante! ¡La gloria de Jesús llegó aquí! ¡Se va a educar, se va a curar y restaurar! ¡Se va a impactar! ¡Sí! ¿Cómo es que conoces al Señor? Porque ni aún estabas al lado de tu mamá, estabas en otro país. ¿Y cómo fue que el Espíritu Santo te tocó? ¿Qué fue lo que experimentaste? Ahora yo, ya con poco más de conocimiento, me voy dando cuenta de que el Espíritu Santo me fue guiando poco a poco. Pero sé que solo gracias a la gracia y a la misericordia del Señor y a las oraciones de mi madre que hoy yo puedo estar caminando en los caminos del Señor y pude haber nacido de nuevo. Yo recuerdo que en Houston mi mamá siempre me enviaba palabras, siempre me hablaba, pero yo le prestaba poco atención a las cosas del Señor. Yo recuerdo que me aburrían esas cosas, las predicas, las palabras que mi mamá me enviaba. Y no conocía al Señor, estaba en el mundo y siempre yo como que pensaba que, bueno, más adelante, cuando tenga 40 o 50 años, ella cuando ya esté más viejita que tranquilice y que le pedía perdón al Señor. Pero bueno, eso lo puede decir solo alguien que no conocía al Señor, porque hoy sé que servirle al Señor es lo más gratificante y lo mejor que nos puede pasar. Yo recuerdo que un día ya me empezó a hacerse inquietud y estaba sintiendo una sensación o algo que quería conocer la verdad. Yo recuerdo que yo buscaba muchas cosas en mi teléfono y en el teléfono hablaba mucho de que si los extraterrestres, que si las religiones, que si los illuminatis, que si el infierno, que si Dios. Y como que algo me empezó a inquietar mucho. Yo quería encontrar la verdad, quería encontrar la verdad, hasta que encontré a Jesucristo. Bueno, él me encontró a mí. Recuerdo que un día yo estaba manejando y yo le mando ese mensaje a mi mamá. Mi mamá se conecta y me llama. Yo llevaba a la que era mi esposa en ese momento, yo la llevaba al trabajo. Yo estaba con el teléfono en la mano, pero estaba dando tiempo a yo dejarla ahí en el trabajo. Cuando yo la dejo ahí en el trabajo, yo me pongo a hablar con mi mamá, ya solo con mi mamá. Yo empiezo a llorar y ahora hablando con ella y recordando ese momento, recuerdo como si fuera hoy, como yo empecé a temblar, me palpitaba prácticamente todo el cuerpo y yo no entendía qué pasaba. Yo lloraba. Era un llanto, un llanto distinto. Era un lloro como lo había vivido en otros momentos. Y mi mamá fue la que me explicó en ese momento. Me dijo, cálmate, mi hijo mío, que es el Espíritu Santo, que está hablando contigo, que le está tocando. Y ya yo me calmé, me tranquilicé. Recuerdo que unas millas más adelante, recuerdo que todo se me puso en blanco. Yo estaba mal en ánimo y todo se me puso en blanco, como cuando se enciende así la luz de un estadio. Y yo pienso que en ese momento yo estuve sellado con el Espíritu Santo porque todo se me puso en blanco y yo sentí algo que no tengo palabras como explicarlo. Y ya luego llegué a la casa buscando videos y encontré un pastor de Miami que estaba haciendo un video muy interesante y cuando ese pastor terminó de decir ese video que te dijo la oración de fe, yo la repetí con él. Y yo volví a sentir esa misma experiencia sobrenatural después que el pastor dijo la oración de fe y yo sentí como fueron perdonados todos mis pecados y yo sentí un alivio inmenso en todo mi ser. Y desde ese día el Señor puso en mí un sentir de buscar de Él una seriedad. Fueron abiertos mis ojos. Yo me di cuenta de todo lo malo que yo estaba haciendo, de la vida que yo tenía y abrí los ojos al mundo real, a ese mundo con conciencia de lo natural de lo que vivimos carnal y el mundo espiritual y todas las cosas banales que yo estaba haciendo todos los planes que yo tenía basado en la vanidad, basado en las cosas del mundo y le abrí los ojos a lo realmente importante que es a la familia, a la moda, a la búsqueda del Señor y a esos pequeños detalles que muchas veces golpeamos por el afán de este mundo. Al pasar de los días ya yo fui buscando una iglesia donde congregarme. Mi mamá me iba ayudando, mi mamá era la que me explicaba muchos detalles, muchas cosas de la Palabra y yo busqué una iglesia, la primera iglesia de Evangelia que me salió en esa iglesia y yo llegué y cuando llegué a esa iglesia ahí me dieron una Biblia y yo recuerdo que en esa Biblia, en la primera hoja cuando yo hablo de esa Biblia ahí lo que me estaba ocurriendo en ese momento yo escucho que estaba puesto ahí en esa Biblia y yo estaba leyendo lo que me estaba ocurriendo entonces yo siento una voz que me habla en mi oído derecho hacia mi espíritu que me dice Iván, tranquilo si tú no quieres que la gente piense que tú estás loco actúa como si fuera un loco y me parecía tan interesante lo que yo estaba leyendo que como que yo mandé a callar a esa Biblia y le dije mira por favor como que no puedo hacer las dos cosas después me di cuenta cuando hablé con mi mamá que era Dios que me estaba hablando en ese momento y le pedí perdón porque prácticamente lo mandé a callar pero fue una experiencia muy bonita y fue la primera y única vez que he escuchado la voz de Dios a un disco hablándome calmándome porque en ese momento yo andaba muy eufórico porque no es lo mismo escuchar que Dios existe y tú ya tener el conocimiento y la experiencia con Dios yo trataba como que explicárselo a las personas que me rodeaban a las personas que tenían cerca a mi hermano a mi ex a mi amigo y al frente de mi casa este señor me llamó a calmarme en ese momento ya luego hasta el corriente del día el señor poco a poco fue tratando conmigo las cosas que tenía que ponerme las cosas que me debía ponerme en la iglesia donde debía confesarme yo lo único loco que yo tenía recuerdo que un día yo estaba hablando con mi mamá en el parqueo allá del garage donde yo vivía y recuerdo que yo estaba en esa lucha con el tema de Cidadro y de momento me empiezan a hablar eran miles y miles y miles de voces en mis dos oídos que era un constante murmullo en mis dos oídos que yo rápidamente me puse a cuenta con el señor y dije por favor Señor no permita yo estaba luchando con el tema de Cidadro mi mamá me decía que lo dejara en manos del señor y yo no sabía porque yo me arrodillaba y lloraba y le decía Señor yo sé que Tú existes por favor ayúdame con el tema de Cidadro ayúdame a dejar de fumar y mi mamá me decía déjalo en sus manos déjalo en sus manos hasta que un día yo entendí comprendí lo que mi mamá me decía yo me arrodillé en mi cuarto y le dije mira Dios mío yo no puedo con mi fuerza en ese mismo momento yo tuve una visión cuando yo me vi dando la noticia a mi mamá que había dejado de fumar y sentí en mi espíritu una voz que me dijo cada vez que tenga ganas de fumar di gracias Dios mío automáticamente cuando terminé de escuchar eso yo sentí como prácticamente sobrenaturalmente se me fue a disipar toda la nicotina salió de mi cuerpo yo lo sentí y desde ese momento yo dejé de fumar el señor me quitó ese vicio de Cidadro pero como si nunca hubiese fumado sin ninguna ansiedad sin nada solo en dos ocasiones yo simplemente pensé en eso dije lo que el señor me dijo que dijera gracias Dios mío y ya se lo disipaba ese pensamiento luego el señor poco a poco me fue guiando fui guiando cada uno de mis pasos cada uno de mis decisiones y estoy tomando el control de mi vida en todos los aspectos recuerdo que yo fui agil yo estoy empezando yo fui a mi hermano al principio fui por cuestiones de negocio y de trabajo pero bueno ya no vire más el señor quiso que yo me quedara ahí el señor yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me 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quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba yo me quedaba Dios te guarde Dios te guarde y bendiga y bendiga que tenga su amor que tenga su amor y te muestre el favor y te muestre el favor Dios te mire Dios te mire con agrador con agrador y se va Amén Amén Amén Amén Amén Amén Amén Amén Amén Amén Amén Amén Amén Amén Amén Amén Amén Amén Amén Amén Amén Amén Amén Amén Amén Amén Amén Amén Amén Amén Amén Amén Amén Amén Amén Amén Amén Amén Amén Amén Amén Amén Amén Amén Amén Amén Amén Amén Amén Amén Amén Amén Amén Amén Amén Amén Amén Amén Amén Amén Amén Amén Amén Amén Amén Amén Amén Amén Amén Amén Amén Amén Amén Amén Amén Amén Amén Amén Amén Amén Amén Amén Amén Amén Amén Amén Amén Amén Amén Amén Amén Amén Amén Amén Amén Amén Amén Amén Amén Amén Amén Amén Amén Amén Amén Amén Amén Amén Amén Amén Amén Amén Amén Amén Amén Amén Amén Amén Amén Amén Amén Amén Amén Amén Amén Amén Amén Amén Amén Amén Amén Amén Amén Amén Amén Amén Amén Amén Amén Amén Amén Amén Amén Amén Amén Amén Amén Amén Amén Amén Amén Amén Amén Amén Amén Amén Amén Amén Amén Amén Amén Amén Amén Amén Amén Amén Amén Amén Amén Amén Amén Amén Amén Amén Amén Amén Amén Amén Amén Amén Amén Amén Amén Amén Amén Amén Amén Amén Amén Amén Amén Amén Amén Amén Amén Amén Amén Amén Amén Amén Amén Amén Amén