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Romanos 1 17 Dom 9 Oct 2022

Romanos 1 17 Dom 9 Oct 2022

00:00-39:11

Todos piensan que la justicia de Dios es algo abstracto, incomprensible, pero es la maravilla de su inteligencia y sabiduria ante un mundo vacio que no toma en cuenta a Dios.

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La siguiente es una producción de la comunidad Olivo Verde, Costa Rica. Estamos haciendo un esfuerzo por estudiar el libro de Romanos verso a verso. Llegamos al versículo 16 y el versículo 17. El versículo 16 es un versículo muy importante porque el versículo 16 nos dice que el Evangelio no es para todo el mundo. Les acabo de mostrar con la lectura de Juan 9, que el Evangelio no es para todo el mundo. Les acabo de mostrar con la lectura de Juan 9, que el Evangelio no es para todo el mundo. Les acabo de mostrar con la lectura de Juan 9, que el Evangelio no es para todo el mundo. Les acabo de mostrar con la lectura de Juan 9, que el Evangelio no es para todo el mundo. Les acabo de mostrar con la lectura de Juan 9, que el Evangelio no es para todo el mundo. Les acabo de mostrar con la lectura de Juan 9, que el Evangelio no es para todo el mundo. Les acabo de mostrar con la lectura de Juan 9, que el Evangelio no es para todo el mundo. Les acabo de mostrar con la lectura de Juan 9, que el Evangelio no es para todo el mundo. Les acabo de mostrar con la lectura de Juan 9, que el Evangelio no es para todo el mundo. Les acabo de mostrar con la lectura de Juan 9, que el Evangelio no es para todo el mundo. Les acabo de mostrar con la lectura de Juan 9, que el Evangelio no es para todo el mundo. Les acabo de mostrar con la lectura de Juan 9, que el Evangelio no es para todo el mundo. Les acabo de mostrar con la lectura de Juan 9, que el Evangelio no es para todo el mundo. Les acabo de mostrar con la lectura de Juan 9, que el Evangelio no es para todo el mundo. Les acabo de mostrar con la lectura de Juan 9, que el Evangelio no es para todo el mundo. Les acabo de mostrar con la lectura de Juan 9, que el Evangelio no es para todo el mundo. Les acabo de mostrar con la lectura de Juan 9, que el Evangelio no es para todo el mundo. Les acabo de mostrar con la lectura de Juan 9, que el Evangelio no es para todo el mundo. 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Les acabo de mostrar con la lectura de Juan 9, que el Evangelio no es para todo el mundo. Les acabo de mostrar con la lectura de Juan 9, que el Evangelio no es para todo el mundo. Cuando la Biblia dice la justicia de Dios, damas y caballeros, está hablando de algo que generalmente va en contraposición de todo lo que usted y yo vamos a entender. Básicamente hay un modelo que ojalá todos lo entendamos y que es un modelo que es siempre, siempre de una u otra manera. Tenemos que tenerlo presente. Justicia significa lo que merecemos. Diga, por favor, lo que merecemos. Muy bien. Misericordia nos salva de lo que merecemos. Me están siguiendo. La misericordia nos salva de lo que merecemos. Pero la gracia nos da lo que no merecemos. Esas son las tres cosas que esencialmente siempre tenemos que tener presentes cuando estamos hablando de lo que es y cómo es. Pruébame a ver. Chantal me ofendió. Yo estoy esperando que ella llegue y me bese el anillo. De rodillas, ¿verdad? Para yo otorgarle, ¿entienden? Otorgarle el perdón. Hermanos, llevamos 50 años enseñando eso, enseñando sanidad interior y enseñando esto, que las personas tenemos que humillarnos y sí tenemos que hacerlo. Pero la Biblia dice otra cosa. La Biblia está diciendo que nosotros, que yo no necesito el perdón, yo no necesito que Chantal se humille, yo no necesito que Chantal haga nada, yo ya la perdoné, si yo me di por ofendido, Dios me dice a mí dos cosas. Una, no se dé por ofendido. Dos, pase por alto, páselo por alto. Estoy hablando de justicia de Dios. Pero siempre que se habla de la justicia de Dios, damas y caballeros, hay que entender la justicia de Dios en tres teles. Número uno, está la justicia absoluta de Dios. Justicia absoluta de Dios. La justicia absoluta de Dios, escuche, la justicia absoluta de Dios es, a mí me toca morir por mis pecados y mi condenación es el infierno. A mí me toca morir por los pecados. Romano 3, 26 dice, pero en el tiempo presente ha ofrecido a Jesucristo para manifestar su justicia. Pero en el tiempo presente ha ofrecido a Jesucristo para manifestar su justicia. ¿Quién? El Padre. ¿Por qué no ofreció a Jesucristo? Porque el que merecía morir soy yo. Un compañero de Ignacio se roba una computadora en el colegio, eso es un supuesto, eso no ha pasado. Un compañero de mi hijo se roba una computadora en el colegio. Cuando llega el OIJ, yo le digo a mi hijo que se ponga de pie y que él se haga responsable por la computadora que se robó el otro. Cuando él me vuelve a ver a mí, mi hijo me va a decir a mí, pero cómo me voy a hacer yo responsable de la computadora que se robó aquel otro. Lean hermanos. Dice que la justicia de Dios, que Dios es justo, nótenlo. Dice, pero en el tiempo presente ha ofrecido a Jesucristo para manifestar su justicia. De este modo, nótenlo, de este modo, de este modo Dios es justo. Y a la vez el que justifica a los que tienen fe en Jesús. Con la diferencia que lo que está en juego no es una computadora sino la vida de los seres humanos. El Señor puso a su propio Hijo como Salvador. La primera cosa que tenemos que entender con respecto a la justicia de Dios es que la justicia de Dios es absoluta porque nos salva correspondiéndonos a nosotros el castigo. Segundo tipo de justicia o la segunda forma de ver la justicia de Dios se llama justicia circunstancial de Dios. Estamos hablando de la justicia circunstancial de Dios. Estamos diciendo que también la justicia de Dios podría ser circunstancial o como lo dicen los teólogos se llama justicia de actividad divina. Entonces se acercó al Señor y le dijo, de veras vas a exterminar al justo? Se acercó al Señor y le dijo, de verdad vas a exterminar al justo junto con el malvado? Quizá haya cincuenta justos en la ciudad, exterminarás a todos y no perdonarás a ese lugar por amor a los cincuenta justos que allí hay y el Señor le contesta, si hubiesen cincuenta justos yo no extermino la ciudad. Esta es la historia de Sodoma y Gomorra. Dice la Biblia que el pecado llegó al Señor y que lo que va a hacer es a destruir la ciudad. Abraham detiene la destrucción y le dice, Dios, a lo mejor allá hay cincuenta y se va bajando y se va bajando hasta que había solamente uno. Dios interviene y la ciudad es destruida. Lot es sacado de allí y Lot no sufre el castigo que sufrió la ciudad. Estamos hablando de una justicia circunstancial, estamos hablando hermanos que no sabemos muchas veces cuando alguien o de qué manera puede estar siendo procesado por esto de una u otra forma. Número tres, yo creo que es lo que nos ocupa en esta mañana y lo que creo que vinimos a hacer aquí con el versículo diecisiete que estamos estudiando, número tres, Filipenses tres nueve nos dice lo siguiente, existe una justicia de Dios que se llama justicia redentora, justicia libertadora, la justicia de Dios tercer tipo, estamos hablando de tres justicias, les dije está la justicia absoluta de Dios, nos corresponde el castigo, Dios nos salva, está la justicia circunstancial, y hermanos estamos viendo en la Biblia lo que se llama la justicia redentora, liberadora, justicia del orden de vida, que es lo que les acabo de explicar con Chantal aquí sentada, donde les estoy explicando que a usted y a mí nos enseñaron que nosotros tenemos que andar pidiendo y andar pidiendo perdón y ojalá tengamos la madurez para hacerlo. El problema no es que usted pida perdón, el problema es que usted espere que le lleguen a pedir perdón. Filipenses tres nueve dice, y encontrarme unido a Él, y encontrarme unido a Él, no quiero mi propia justicia que procede de la ley, no te digo, la justicia que procede de la ley, sino la que se obtiene mediante la fe, se obtiene mediante la fe en Cristo, la justicia que procede de Dios basada en la fe. ¿Por qué razón? Atención. ¿Por qué razón? Si ella me ofendió, y ella me agredió, y ella me insultó, o me robó la plata, o lo que fuera, ¿por qué razón si Chantal hizo eso? Y a mí todo el mundo me dice que yo tengo que esperar que ella venga y se humille y me pida perdón. ¿Por qué razón yo no voy a seguir funcionando? ¿Por qué yo voy a ignorar el hecho de que ella me pida perdón a mí o no? ¿Por qué, hermanos? Por una razón que se llama la fe. Nótelo. La palabra de Dios dice que nosotros actuamos diferente, nosotros actuamos diferente. A ver, ¿qué dice la Biblia? ¿Qué dice, a ver? ¿Qué dice el mundo que es el amor? El amor es un sentimiento. ¿Por qué yo no creo lo que el mundo dice que es el amor? ¿Por qué yo no creo lo que los psicólogos dicen que es? El amor es una decisión. ¿Por qué no? Porque la Biblia dice, la Biblia dice que el que ama es, y va hasta la esencia de la identidad del ser humano, no es lo que siente, ni es lo que hace, sino es lo que es. Me estoy dando a entender. ¿Cómo yo entiendo esto así? Por una cosa que se llama fe en la palabra de Dios. Hermanos, nosotros no entendemos el Evangelio. Nosotros pensamos que estamos aquí sentados esta mañana para ser más buenos y ser más cachetones y más pura vida. Pero cuando yo les digo a ustedes que somos monstruos, es porque nosotros hemos adoptado los mismos valores y criterios del mundo y los seguimos viviendo igual. Los cristianos, yo no soy tonto, yo no soy menso. En el mundo dicen que el líder es el que tiene bonita voz, que habla bonito, que está guapo, que está bonita, que ha estudiado, eso es un líder. La Biblia dice que el que quiera ser líder, que sirva. Me estoy dando a entender por qué nosotros creemos en la segunda y no en la primera. Por fe. Y encontrarme unido a Él. No quiero mi propia justicia que procede de la ley, que es la ley y el mundo, lo mismo. La ley tiene dos acepciones, la positiva y la negativa. La positiva, la acepción positiva de la ley, es que la ley regula. La justicia que procede de Dios, basada en la fe. Dice que procede de la ley, sino que se obtiene mediante la fe en Cristo. La justicia que procede de Dios, basada en la fe. Justicia que procede de Dios, basada en la fe. ¿Siempre vamos a reaccionar igual? No. El verso 17 nos está diciendo, lo importante del verso 17, que el evangelio revela la justicia de Dios. Entonces todos aquí, como les dije anoche a los hermanos, no se queden con lo que yo les estoy diciendo. Porque lo que yo les estoy diciendo no lo dice nadie. Vaya a YouTube, vaya a YouTube y usted le ponga ahí el perdón. Y lo primero que usted va a ver es a mi compañero y amigo de trabajo, Tito Porras, diciéndole a la gente que si usted perdona, usted se libera. Porque él simplemente está oyendo lo que los psicólogos dicen. Y lo que la palabra de Dios dice es que cuando usted perdona, usted lo que permite es que el reino de Dios siga caminando y usted no necesita que nadie llegue a usted a pedirle perdón, porque usted ya perdonó. Pero que es más fácil, ver a Jorge humillado, ver a Jorge humillado aquí, diciéndome cuando yo estuve aquí. La primera prédica fue el 19 de marzo del año 2005. Un pastor de la iglesia la mandó a decir que si él quería que esta iglesia creciera, que si yo quería que esta iglesia creciera, que le fuera a pedir perdón a él. ¿Por qué? Porque yo no fui, yo no fui. Porque yo soy un orgulloso. No, hermanos, es porque así no funcionan las cosas. Atención, no estoy hablando del perdón, estoy hablando de la justicia de Dios. Y la justicia de Dios tiene que hacernos pensar de otra manera. Vea, vea. El capítulo 5 del libro de Mateo. Mateo, acuérdense que Mateo no se habla de reino. Porque les digo a ustedes que no van a entrar en el reino de los cielos. Oiga, no van a entrar en el reino de los cielos a menos que la justicia de ustedes supere a lo de los fariseos y maestros de la ley. Esto es imposible. Porque los fariseos y los maestros de la ley eran perfectos. Solo había una manera de superar a estas gentes. ¿Cuál era? El sacrificio del Señor. Los fariseos ayunaban tres veces por semana. Algunos de ustedes ni siquiera saben que es el ayuno. Y yo menos con esta panza. Ya me volvéis a ver así. ¿Qué pasa? Te estoy viendo. Los fariseos diezmaban hasta de lo que no se te puede usted imaginar lo que diezmaban. Los fariseos oraban tres o cuatro o ocho las veces que fue al día. Los fariseos tenían presupuesto de limosna. Tenían versículos bíblicos memorizados. Cuando tenían trece años, parte del barbisba que tenían que cumplir era recitar versículos bíblicos. Hermano, la gente no entiende la justicia de Dios. La gente no entiende que somos bajo esa justicia. Isaías 64, 6. Todos somos como gente impura. Todos nuestros actos de justicia son como trapos de inmundicia. ¿Saben qué es el trapo de inmundicia? El trapo de inmundicia es el cótex que usaban las mujeres en ese tiempo. Por eso se llama trapo de inmundicia, la toalla sanitaria. Todos nos marquitamos como hojas. Nuestras iniquidades nos arrastran como el viento. De hecho, de hecho, en el Evangelio se revela la justicia que proviene de Dios, la cual es por fe, de principio a fin. ¿Y dice qué? ¿Qué dice? Que el justo no va a vivir por los mismos criterios que vive el resto de la gente. Voy a usar un ejemplo que no me gusta usar porque no hay peor cosa que un predicador, un pastor, un orador que hable de sí mismo. Eso es lo peor que puede pasar. Hace algunos años pagué en una bomba, en la bomba que estaba en la California, y usaba una... el banco me dio una tarjeta de crédito de 10 mil dólares en el año 90 y no sé cuándo. La tarjeta de crédito que el banco me dio era para uso de las cosas del banco. Yo podía echar gasolina y podía echar algunas cosas, pero tenía que presentar los recibos. Eché gasolina, me fui y dejé la tarjeta en la bomba. El tuistero agarró la tarjeta y le metió los 140 mil pesos a la tarjeta. En este momento, 140 mil pesos me lo regalan y yo no se los agradezco, ¿usted me entiende? Son plata. Y eso fue en el año 93 o 94. Como yo no sabía dónde había dejado la tarjeta, puse la denuncia. Puse la denuncia, presenté la denuncia y los oficiales de la OIJ fueron a la bomba. Y el tuistero todavía tenía la tarjeta y los vouchers de las cosas que había comprado. Y le compró a la mamá una olla de arroceras. Compró una licuadora. Compró una olla de presión. Y le llevó todas las cosas a la mamá el mismo día. Entonces, cuando me llamaron de la OIJ para que fuera a ver lo de la tarjeta, quien me recibía a mí es el gerente de Daria, de las gasolineras, el cual pensó que yo iba a hacer una denuncia, una demanda en contra de la bomba, porque también lo podía haber hecho. Me dieron la lista de las cosas que había comprado. Me pasó como la mamá de Leidy. Comidas, ollas, y no se me olvida que cuando yo revisé la lista, fui con el gerente de la bomba, Fernando Calderón se llamaba, no se me olvida, gerente de la bomba Shell. Estoy con el agente de la OIJ y estoy leyendo la lista de cosas que compró. Le metió 140 mil pesos a la tarjeta. Yo la lista y yo dije, ¿qué voy a hacer? Vivía solo con la mamá. Él cuidaba a la mamá. Si yo firmaba el acta de parte, lo iban a meter a la cárcel, lo iban a procesar, porque el güil hasta había confesado. Reunimos unas cosas, un diario, unas cosas, y fuimos a dejar al güil en la casa, y era en donde vivía. Hermanos, yo no siempre he actuado así, es mentira. Yo no siempre he actuado de esa manera. Ha habido momentos en que he sido agarrado, cochino, mezquino, hasta sinvergüenza. Pero yo quiero que usted me entienda que cuando estamos hablando de la justicia de Dios, dice justo vive por la justicia de Dios, que se revela en el Evangelio. Me estoy dando a entender. Eso es lo que yo vengo a decir esta mañana. Dicele justo por la fe vivirá. ¿Por qué les digo eso? ¿Usted ha escuchado ese libro que dice mil maneras de caer mal? Ok, esta es la 999. Todo lo que sigue a partir de ahora en el libro de Romanos requiere que usted entienda que no va a entender ni papas si no es a través del filtro de la fe. El versículo 17, en la introducción de Pablo a los romanos, es el versículo que lanza el resto de la carta, pero el resto de la carta es un viaje. Y usted no lo va a entender si usted no entiende que esto se entiende por fe. Finalmente el Wililla, ese amigo de mi, me llamaba todos los cumpleaños para decirme feliz cumpleaños. Cuando se metieron a robar, cuando yo vivía aquí en la casa del centro, que vivía aquí en el puro frente de Merecumbe, se metió a robar a un muchacho, lo agarramos, a los 15 días estaba fincado. La justicia de Dios es otra cosa, hermano. Por favor, se lo pido con mucho corazón, de mucho corazón, entienda que el justo por la fe vivirá. Y algunos de nosotros no tenemos fe, somos simpatizantes, nos gustan estas cosas. La fe produce otra cosa en usted y mí. Señor, te doy gracias en esta mañana, que se haga tarde. Ayer como tú benditos, me guardas tu fidelidad. Es una comunidad enfocada en el estudio sistemático y respetuoso de la Palabra de Dios. El contenido de su producción se basa en el trabajo verso a verso del texto bíblico.

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