
Todos piensan que la justicia de Dios es algo abstracto, incomprensible, pero es la maravilla de su inteligencia y sabiduria ante un mundo vacio que no toma en cuenta a Dios.
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La siguiente es una producción de la comunidad Olivo Verde, Costa Rica. Estamos haciendo un esfuerzo por estudiar el libro de Romanos verso a verso. Llegamos al versĆculo 16 y el versĆculo 17. El versĆculo 16 es un versĆculo muy importante porque el versĆculo 16 nos dice que el Evangelio no es para todo el mundo. Les acabo de mostrar con la lectura de Juan 9, que el Evangelio no es para todo el mundo. Les acabo de mostrar con la lectura de Juan 9, que el Evangelio no es para todo el mundo. Les acabo de mostrar con la lectura de Juan 9, que el Evangelio no es para todo el mundo. Les acabo de mostrar con la lectura de Juan 9, que el Evangelio no es para todo el mundo. Les acabo de mostrar con la lectura de Juan 9, que el Evangelio no es para todo el mundo. Les acabo de mostrar con la lectura de Juan 9, que el Evangelio no es para todo el mundo. Les acabo de mostrar con la lectura de Juan 9, que el Evangelio no es para todo el mundo. 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Les acabo de mostrar con la lectura de Juan 9, que el Evangelio no es para todo el mundo. Les acabo de mostrar con la lectura de Juan 9, que el Evangelio no es para todo el mundo. Cuando la Biblia dice la justicia de Dios, damas y caballeros, estĆ” hablando de algo que generalmente va en contraposición de todo lo que usted y yo vamos a entender. BĆ”sicamente hay un modelo que ojalĆ” todos lo entendamos y que es un modelo que es siempre, siempre de una u otra manera. Tenemos que tenerlo presente. Justicia significa lo que merecemos. Diga, por favor, lo que merecemos. Muy bien. Misericordia nos salva de lo que merecemos. Me estĆ”n siguiendo. La misericordia nos salva de lo que merecemos. Pero la gracia nos da lo que no merecemos. Esas son las tres cosas que esencialmente siempre tenemos que tener presentes cuando estamos hablando de lo que es y cómo es. PruĆ©bame a ver. Chantal me ofendió. Yo estoy esperando que ella llegue y me bese el anillo. De rodillas, Āæverdad? Para yo otorgarle, Āæentienden? Otorgarle el perdón. Hermanos, llevamos 50 aƱos enseƱando eso, enseƱando sanidad interior y enseƱando esto, que las personas tenemos que humillarnos y sĆ tenemos que hacerlo. Pero la Biblia dice otra cosa. La Biblia estĆ” diciendo que nosotros, que yo no necesito el perdón, yo no necesito que Chantal se humille, yo no necesito que Chantal haga nada, yo ya la perdonĆ©, si yo me di por ofendido, Dios me dice a mĆ dos cosas. Una, no se dĆ© por ofendido. Dos, pase por alto, pĆ”selo por alto. Estoy hablando de justicia de Dios. Pero siempre que se habla de la justicia de Dios, damas y caballeros, hay que entender la justicia de Dios en tres teles. NĆŗmero uno, estĆ” la justicia absoluta de Dios. Justicia absoluta de Dios. La justicia absoluta de Dios, escuche, la justicia absoluta de Dios es, a mĆ me toca morir por mis pecados y mi condenación es el infierno. A mĆ me toca morir por los pecados. Romano 3, 26 dice, pero en el tiempo presente ha ofrecido a Jesucristo para manifestar su justicia. Pero en el tiempo presente ha ofrecido a Jesucristo para manifestar su justicia. ĀæQuiĆ©n? El Padre. ĀæPor quĆ© no ofreció a Jesucristo? Porque el que merecĆa morir soy yo. Un compaƱero de Ignacio se roba una computadora en el colegio, eso es un supuesto, eso no ha pasado. Un compaƱero de mi hijo se roba una computadora en el colegio. Cuando llega el OIJ, yo le digo a mi hijo que se ponga de pie y que Ć©l se haga responsable por la computadora que se robó el otro. Cuando Ć©l me vuelve a ver a mĆ, mi hijo me va a decir a mĆ, pero cómo me voy a hacer yo responsable de la computadora que se robó aquel otro. Lean hermanos. Dice que la justicia de Dios, que Dios es justo, nótenlo. Dice, pero en el tiempo presente ha ofrecido a Jesucristo para manifestar su justicia. De este modo, nótenlo, de este modo, de este modo Dios es justo. Y a la vez el que justifica a los que tienen fe en JesĆŗs. Con la diferencia que lo que estĆ” en juego no es una computadora sino la vida de los seres humanos. El SeƱor puso a su propio Hijo como Salvador. La primera cosa que tenemos que entender con respecto a la justicia de Dios es que la justicia de Dios es absoluta porque nos salva correspondiĆ©ndonos a nosotros el castigo. Segundo tipo de justicia o la segunda forma de ver la justicia de Dios se llama justicia circunstancial de Dios. Estamos hablando de la justicia circunstancial de Dios. Estamos diciendo que tambiĆ©n la justicia de Dios podrĆa ser circunstancial o como lo dicen los teólogos se llama justicia de actividad divina. Entonces se acercó al SeƱor y le dijo, de veras vas a exterminar al justo? Se acercó al SeƱor y le dijo, de verdad vas a exterminar al justo junto con el malvado? QuizĆ” haya cincuenta justos en la ciudad, exterminarĆ”s a todos y no perdonarĆ”s a ese lugar por amor a los cincuenta justos que allĆ hay y el SeƱor le contesta, si hubiesen cincuenta justos yo no extermino la ciudad. Esta es la historia de Sodoma y Gomorra. Dice la Biblia que el pecado llegó al SeƱor y que lo que va a hacer es a destruir la ciudad. Abraham detiene la destrucción y le dice, Dios, a lo mejor allĆ” hay cincuenta y se va bajando y se va bajando hasta que habĆa solamente uno. Dios interviene y la ciudad es destruida. Lot es sacado de allĆ y Lot no sufre el castigo que sufrió la ciudad. Estamos hablando de una justicia circunstancial, estamos hablando hermanos que no sabemos muchas veces cuando alguien o de quĆ© manera puede estar siendo procesado por esto de una u otra forma. NĆŗmero tres, yo creo que es lo que nos ocupa en esta maƱana y lo que creo que vinimos a hacer aquĆ con el versĆculo diecisiete que estamos estudiando, nĆŗmero tres, Filipenses tres nueve nos dice lo siguiente, existe una justicia de Dios que se llama justicia redentora, justicia libertadora, la justicia de Dios tercer tipo, estamos hablando de tres justicias, les dije estĆ” la justicia absoluta de Dios, nos corresponde el castigo, Dios nos salva, estĆ” la justicia circunstancial, y hermanos estamos viendo en la Biblia lo que se llama la justicia redentora, liberadora, justicia del orden de vida, que es lo que les acabo de explicar con Chantal aquĆ sentada, donde les estoy explicando que a usted y a mĆ nos enseƱaron que nosotros tenemos que andar pidiendo y andar pidiendo perdón y ojalĆ” tengamos la madurez para hacerlo. El problema no es que usted pida perdón, el problema es que usted espere que le lleguen a pedir perdón. Filipenses tres nueve dice, y encontrarme unido a Ćl, y encontrarme unido a Ćl, no quiero mi propia justicia que procede de la ley, no te digo, la justicia que procede de la ley, sino la que se obtiene mediante la fe, se obtiene mediante la fe en Cristo, la justicia que procede de Dios basada en la fe. ĀæPor quĆ© razón? Atención. ĀæPor quĆ© razón? Si ella me ofendió, y ella me agredió, y ella me insultó, o me robó la plata, o lo que fuera, Āæpor quĆ© razón si Chantal hizo eso? Y a mĆ todo el mundo me dice que yo tengo que esperar que ella venga y se humille y me pida perdón. ĀæPor quĆ© razón yo no voy a seguir funcionando? ĀæPor quĆ© yo voy a ignorar el hecho de que ella me pida perdón a mĆ o no? ĀæPor quĆ©, hermanos? Por una razón que se llama la fe. Nótelo. La palabra de Dios dice que nosotros actuamos diferente, nosotros actuamos diferente. A ver, ĀæquĆ© dice la Biblia? ĀæQuĆ© dice, a ver? ĀæQuĆ© dice el mundo que es el amor? El amor es un sentimiento. ĀæPor quĆ© yo no creo lo que el mundo dice que es el amor? ĀæPor quĆ© yo no creo lo que los psicólogos dicen que es? El amor es una decisión. ĀæPor quĆ© no? Porque la Biblia dice, la Biblia dice que el que ama es, y va hasta la esencia de la identidad del ser humano, no es lo que siente, ni es lo que hace, sino es lo que es. Me estoy dando a entender. ĀæCómo yo entiendo esto asĆ? Por una cosa que se llama fe en la palabra de Dios. Hermanos, nosotros no entendemos el Evangelio. Nosotros pensamos que estamos aquĆ sentados esta maƱana para ser mĆ”s buenos y ser mĆ”s cachetones y mĆ”s pura vida. Pero cuando yo les digo a ustedes que somos monstruos, es porque nosotros hemos adoptado los mismos valores y criterios del mundo y los seguimos viviendo igual. Los cristianos, yo no soy tonto, yo no soy menso. En el mundo dicen que el lĆder es el que tiene bonita voz, que habla bonito, que estĆ” guapo, que estĆ” bonita, que ha estudiado, eso es un lĆder. La Biblia dice que el que quiera ser lĆder, que sirva. Me estoy dando a entender por quĆ© nosotros creemos en la segunda y no en la primera. Por fe. Y encontrarme unido a Ćl. No quiero mi propia justicia que procede de la ley, que es la ley y el mundo, lo mismo. La ley tiene dos acepciones, la positiva y la negativa. La positiva, la acepción positiva de la ley, es que la ley regula. La justicia que procede de Dios, basada en la fe. Dice que procede de la ley, sino que se obtiene mediante la fe en Cristo. La justicia que procede de Dios, basada en la fe. Justicia que procede de Dios, basada en la fe. ĀæSiempre vamos a reaccionar igual? No. El verso 17 nos estĆ” diciendo, lo importante del verso 17, que el evangelio revela la justicia de Dios. Entonces todos aquĆ, como les dije anoche a los hermanos, no se queden con lo que yo les estoy diciendo. Porque lo que yo les estoy diciendo no lo dice nadie. Vaya a YouTube, vaya a YouTube y usted le ponga ahĆ el perdón. Y lo primero que usted va a ver es a mi compaƱero y amigo de trabajo, Tito Porras, diciĆ©ndole a la gente que si usted perdona, usted se libera. Porque Ć©l simplemente estĆ” oyendo lo que los psicólogos dicen. Y lo que la palabra de Dios dice es que cuando usted perdona, usted lo que permite es que el reino de Dios siga caminando y usted no necesita que nadie llegue a usted a pedirle perdón, porque usted ya perdonó. Pero que es mĆ”s fĆ”cil, ver a Jorge humillado, ver a Jorge humillado aquĆ, diciĆ©ndome cuando yo estuve aquĆ. La primera prĆ©dica fue el 19 de marzo del aƱo 2005. Un pastor de la iglesia la mandó a decir que si Ć©l querĆa que esta iglesia creciera, que si yo querĆa que esta iglesia creciera, que le fuera a pedir perdón a Ć©l. ĀæPor quĆ©? Porque yo no fui, yo no fui. Porque yo soy un orgulloso. No, hermanos, es porque asĆ no funcionan las cosas. Atención, no estoy hablando del perdón, estoy hablando de la justicia de Dios. Y la justicia de Dios tiene que hacernos pensar de otra manera. Vea, vea. El capĆtulo 5 del libro de Mateo. Mateo, acuĆ©rdense que Mateo no se habla de reino. Porque les digo a ustedes que no van a entrar en el reino de los cielos. Oiga, no van a entrar en el reino de los cielos a menos que la justicia de ustedes supere a lo de los fariseos y maestros de la ley. Esto es imposible. Porque los fariseos y los maestros de la ley eran perfectos. Solo habĆa una manera de superar a estas gentes. ĀæCuĆ”l era? El sacrificio del SeƱor. Los fariseos ayunaban tres veces por semana. Algunos de ustedes ni siquiera saben que es el ayuno. Y yo menos con esta panza. Ya me volvĆ©is a ver asĆ. ĀæQuĆ© pasa? Te estoy viendo. Los fariseos diezmaban hasta de lo que no se te puede usted imaginar lo que diezmaban. Los fariseos oraban tres o cuatro o ocho las veces que fue al dĆa. Los fariseos tenĆan presupuesto de limosna. TenĆan versĆculos bĆblicos memorizados. Cuando tenĆan trece aƱos, parte del barbisba que tenĆan que cumplir era recitar versĆculos bĆblicos. Hermano, la gente no entiende la justicia de Dios. La gente no entiende que somos bajo esa justicia. IsaĆas 64, 6. Todos somos como gente impura. Todos nuestros actos de justicia son como trapos de inmundicia. ĀæSaben quĆ© es el trapo de inmundicia? El trapo de inmundicia es el cótex que usaban las mujeres en ese tiempo. Por eso se llama trapo de inmundicia, la toalla sanitaria. Todos nos marquitamos como hojas. Nuestras iniquidades nos arrastran como el viento. De hecho, de hecho, en el Evangelio se revela la justicia que proviene de Dios, la cual es por fe, de principio a fin. ĀæY dice quĆ©? ĀæQuĆ© dice? Que el justo no va a vivir por los mismos criterios que vive el resto de la gente. Voy a usar un ejemplo que no me gusta usar porque no hay peor cosa que un predicador, un pastor, un orador que hable de sĆ mismo. Eso es lo peor que puede pasar. Hace algunos aƱos paguĆ© en una bomba, en la bomba que estaba en la California, y usaba una... el banco me dio una tarjeta de crĆ©dito de 10 mil dólares en el aƱo 90 y no sĆ© cuĆ”ndo. La tarjeta de crĆ©dito que el banco me dio era para uso de las cosas del banco. Yo podĆa echar gasolina y podĆa echar algunas cosas, pero tenĆa que presentar los recibos. EchĆ© gasolina, me fui y dejĆ© la tarjeta en la bomba. El tuistero agarró la tarjeta y le metió los 140 mil pesos a la tarjeta. En este momento, 140 mil pesos me lo regalan y yo no se los agradezco, Āæusted me entiende? Son plata. Y eso fue en el aƱo 93 o 94. Como yo no sabĆa dónde habĆa dejado la tarjeta, puse la denuncia. Puse la denuncia, presentĆ© la denuncia y los oficiales de la OIJ fueron a la bomba. Y el tuistero todavĆa tenĆa la tarjeta y los vouchers de las cosas que habĆa comprado. Y le compró a la mamĆ” una olla de arroceras. Compró una licuadora. Compró una olla de presión. Y le llevó todas las cosas a la mamĆ” el mismo dĆa. Entonces, cuando me llamaron de la OIJ para que fuera a ver lo de la tarjeta, quien me recibĆa a mĆ es el gerente de Daria, de las gasolineras, el cual pensó que yo iba a hacer una denuncia, una demanda en contra de la bomba, porque tambiĆ©n lo podĆa haber hecho. Me dieron la lista de las cosas que habĆa comprado. Me pasó como la mamĆ” de Leidy. Comidas, ollas, y no se me olvida que cuando yo revisĆ© la lista, fui con el gerente de la bomba, Fernando Calderón se llamaba, no se me olvida, gerente de la bomba Shell. Estoy con el agente de la OIJ y estoy leyendo la lista de cosas que compró. Le metió 140 mil pesos a la tarjeta. Yo la lista y yo dije, ĀæquĆ© voy a hacer? VivĆa solo con la mamĆ”. Ćl cuidaba a la mamĆ”. Si yo firmaba el acta de parte, lo iban a meter a la cĆ”rcel, lo iban a procesar, porque el güil hasta habĆa confesado. Reunimos unas cosas, un diario, unas cosas, y fuimos a dejar al güil en la casa, y era en donde vivĆa. Hermanos, yo no siempre he actuado asĆ, es mentira. Yo no siempre he actuado de esa manera. Ha habido momentos en que he sido agarrado, cochino, mezquino, hasta sinvergüenza. Pero yo quiero que usted me entienda que cuando estamos hablando de la justicia de Dios, dice justo vive por la justicia de Dios, que se revela en el Evangelio. Me estoy dando a entender. Eso es lo que yo vengo a decir esta maƱana. Dicele justo por la fe vivirĆ”. ĀæPor quĆ© les digo eso? ĀæUsted ha escuchado ese libro que dice mil maneras de caer mal? Ok, esta es la 999. Todo lo que sigue a partir de ahora en el libro de Romanos requiere que usted entienda que no va a entender ni papas si no es a travĆ©s del filtro de la fe. El versĆculo 17, en la introducción de Pablo a los romanos, es el versĆculo que lanza el resto de la carta, pero el resto de la carta es un viaje. Y usted no lo va a entender si usted no entiende que esto se entiende por fe. Finalmente el Wililla, ese amigo de mi, me llamaba todos los cumpleaƱos para decirme feliz cumpleaƱos. Cuando se metieron a robar, cuando yo vivĆa aquĆ en la casa del centro, que vivĆa aquĆ en el puro frente de Merecumbe, se metió a robar a un muchacho, lo agarramos, a los 15 dĆas estaba fincado. La justicia de Dios es otra cosa, hermano. Por favor, se lo pido con mucho corazón, de mucho corazón, entienda que el justo por la fe vivirĆ”. Y algunos de nosotros no tenemos fe, somos simpatizantes, nos gustan estas cosas. La fe produce otra cosa en usted y mĆ. SeƱor, te doy gracias en esta maƱana, que se haga tarde. Ayer como tĆŗ benditos, me guardas tu fidelidad. Es una comunidad enfocada en el estudio sistemĆ”tico y respetuoso de la Palabra de Dios. El contenido de su producción se basa en el trabajo verso a verso del texto bĆblico.
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