Ricitos de Oro_Johanna Carreño

Once upon a time, there was a family of bears living in a cute little house in the forest. One day, the bears went for a walk while their porridge cooled down. Meanwhile, a girl named Goldilocks arrived and entered their house without permission. She tried the porridge from three different bowls and found the one that was just right. She also tried sitting on three different chairs and found the one that was just right for her. Finally, she found a bed and fell asleep in it. When the bears returned and found her, they were upset. Goldilocks woke up, got scared, and ran away. The story ends with "and they all lived happily ever after." Ositos de Oro Era una vez una familia de osos que vivían en una linda casita en el bosque. Papá oso era muy grande, mamá osa era de tamaño mediano y osito era pequeño. Una mañana mamá osa sirvió la más deliciosa avena para el desayuno. Pero como estaba demasiado caliente para comer, los trece osos decidieron ir de paseo por el bosque mientras se enfriaba. Al cabo de unos minutos una niña llamada Ricitos de Oro llegó a la casa de los osos y tocó la puerta. Al no encontrar respuesta abrió la puerta y entró a la casa sin permiso. En la cocina había una mesa con tres tazas de avena, una grande, una mediana y una pequeña. Ricitos de Oro tenía un gran apetito y la avena se veía deliciosa. Primero probó la avena de la taza grande, pero luego la avena estaba muy fría y no le gustó. Luego probó la avena de la taza mediana, pero la avena estaba muy caliente y tampoco le gustó. Por último probó la avena, no estaba ni fría ni caliente. Estaba en perfecto estado la avena pequeña. Estaba tan deliciosa que se la comió toda sin dejar ni un poquito. Después de comer el desayuno de los osos, Ricitos de Oro fue a la sala. En la sala había tres sillas, una grande, una mediana y una pequeña. Primero se sentó en la silla grande, pero la niña era muy alta y no le gustó. Luego se sentó en la silla mediana, pero la silla era muy alta y tampoco le gustó. Entonces encontró la silla pequeña y se sentó en ella. A la silla de atrás le echó la munición y la puso cerca. Buscando un lugar para descansar, Ricitos de Oro subió a las escaleras al final del pasillo. Encontró una cama y decidió acostarse en una de ellas. Después los tres osos subieron la escalera. Al entrar en la habitación, papá oso dijo, Alguien se ha acostado en mi cama. Y mamá oso exclamó, Alguien se ha acostado en mi cama también. Y Osito dijo, Alguien ha estado durmiendo en mi cama. Y se puso a llorar desconsoladamente. El llanto de Osito despertó a Ricitos de Oro, que muy asustada salió de la cama y corrió a las escaleras. Abajo hasta llegar al bosque para jamás regresar a la casa de los osos. Colorín colorado, este cuento se ha terminado.