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COMENTARIO DIARIO A LA PALABRA DE DIOS
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COMENTARIO DIARIO A LA PALABRA DE DIOS
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COMENTARIO DIARIO A LA PALABRA DE DIOS
Palabra de vida hoy, miércoles decimoquinto del tiempo ordinario, al pan por la palabra. Del libro del éxodo. En aquellos días en Ángel del Señor se apareció a Moisés en una llamarada entre las zarzas. Moisés se fijó, la zarza ardía sin consumirse. Moisés se dijo, voy a acercarme a mirar este espectáculo admirable a ver cómo es que no se quema la zarza. Viendo el Señor que Moisés se acercaba a mirar, lo llamó desde la zarza. Moisés, Moisés, el clamor de los israelitas ha llegado a mí, y he visto cómo los tiranizan los egipcios. Y ahora, marcha, te envío al faraón para que saques a mi pueblo. Moisés replicó a Dios. ¿Quién soy yo para acudir al faraón o para sacar a los israelitas de Egipto? Respondió Dios, yo estoy contigo. Del Evangelio según San Mateo. Te doy gracias, Padre, Señor de cielo y tierra, porque has escondido estas cosas a los sabios y entendidos, y se las has revelado a la gente sencilla. ¿Y quiénes son esa gente sencilla? ¿Los menos relevantes y significativos? ¿Los menos dotados intelectualmente de nuestro entorno? ¿Los menos brillantes? Desde la meditación y el estudio de la Sagrada Escritura, los autores de obras de espiritualidad dicen que Dios es el ser más sencillo, simplicísimo, porque es quien es, sin mezcla, doblez o ficción alguna. Recordando las palabras de San Agustín, corazón sencillo es corazón puro, quizá podamos comprender de una forma diferente lo que significa la pureza de Dios, como la sencillez de la autenticidad más radical, y así, quizá, cuando digamos de nosotros que no somos de los sencillos, lo digamos no ya con vanidad, sino con un tanto de sanrojo. Los creyentes sencillos no son aquellos que con la fe del carbonero aceptan cualquier contenido de fe que se les propone, sin espíritu crítico ni intento alguno e inquietud por comprender la coherencia y el significado de esos contenidos de fe. Los sencillos para Jesús son los que reconocen que Dios es Dios y ellos no lo son, que Dios es el sumo bien, y que tomarle como señor y maestro de vida es mirar por uno mismo de la mejor de las maneras, porque obedecerle a él y en todo buscarle siguiendo su palabra, es el mejor modo de ponerse en camino de serena y plácida plenitud. La fe sencilla es pura, limpia, sin intereses mundanos, sin afectos personales que se antepongan al afecto primero a Dios. La fe sencilla no encuentra lugar para la falsa prudencia que antepone la propia voluntad o comodidad al querer de Dios. En la primera lectura Yahvé le pide a Moisés creerle con esa fe cuando le envía con una misión que sobrepasa su capacitación y sus fuerzas. Cuando vivir nuestra fe requiera de nosotros una opción o una renuncia que sentimos nos sobrepasa. Es el momento de ser sencillo y recordar sencillamente las palabras de San Pablo. Todo lo puedo en aquel que me conforta, ya que si Dios está con nosotros, ¿quién contra nosotros? Aprendamos a vivir como hijos de Dios siendo sencillamente eso, para ser más y más auténticos como cristianos. Vuestros hermanos menores desde Toledo os saludan franciscanamente con la paz y el bien. Subtítulos realizados por la comunidad de Amara.org