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cover of NUEVAS FUERZAS 26 feb 2023
00:00-43:48

Pero los que esperan a Jehová tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán” (Isaías 40:31)

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The pastor is giving a sermon about finding new strength in God. He references Isaiah 40:31, which talks about those who wait on the Lord gaining new strength. He encourages the congregation to have faith in God and trust in His promises. He emphasizes the importance of resting, eating well, and taking care of oneself physically. He also mentions the significance of the eagle as a symbol of strength and encourages the congregation to soar like eagles in their spiritual journey. Dios les bendiga, hermanos y amigos, con ustedes la iglesia de Dios Pentecostal M.I. del barrio Yehuada de Camuy, su pastor Luis Gerardo Arroyo, con ustedes una prédica dominicana. Yo les voy a invitar a que estemos en la posición de pie y busquemos en nuestras Biblias, gracias a nuestro hermano Juan por darnos la mano hoy. Estamos haciendo lo posible para siempre que podamos poder proyectar las imágenes. Y busquen en su Biblia, en el libro de Isaías, el capítulo 40, el versículo 31. Oiga bien, en esta mañana, palabra de Jehová es esta, Isaías 40, 31, para aquellos que no lo tienen pueden mirar a la pizarra y ahí está presentada. Quiero agradecerle a los hermanos que me ayudan en esto, en ocasiones hermano Joven, en ocasiones hermano Juan. Estamos trabajando para unas cositas para el futuro. Glorias al Señor para que una vez tengamos el Internet, pues podamos proyectar la imagen directa al celular. Isaías 40, 31. Oiga bien, voy a leer en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. Pero los que esperan en Jehová, en algunas versiones bíblicas dice, pero los que esperan a Jehová, grite conmigo, grite, tendrán nuevas fuerzas, tendrán nuevas fuerzas, levantarán alas como las águilas, correrán y no se cansarán, caminarán y no se fatigarán. Quiero que usted ponga la Biblia a su lado, se quede de pie y en esta mañana vamos a hacer un ejercicio espiritual. Y aquellos que están, glorias al Señor, que tengan alguna condición, pues esperamos que se vayan esas artritis o esos dolores musculares o esos pasmos. Yo quiero utilizar el tema en esta mañana, nuevas fuerzas. Oiga bien, nuevas fuerzas. Y yo quisiera que usted, si no puede levantar los brazos arriba, pues tenga media asta. Y cuando yo diga nuevas fuerzas, usted las levanta hacia arriba. Vamos a hacer una práctica, nuevas fuerzas. Ah, pero qué lindo quedó eso, ¿viste? Tranquilo, que ahorita vamos a volar como las águilas. Hasta ahora está ahí, ¿no? Vamos, vamos. Dígalo, nuevas fuerzas. Una vez más, nuevas fuerzas. No, una vez más, una vez más, me gustó. ¡Nuevas fuerzas! Dios te bendiga y toca al que está a su lado, dígale, recibe nuevas fuerzas. Pueden sentarse. Pero los que esperan a Jehová, los que esperan, ¿quiénes son los que esperan? Nosotros. Oiga, nosotros. El mundo no espera a Jehová, no espera a Dios. El mundo está distraído, el mundo está envuelto en otra cosa. Dígale, yo espero a Jehová. Una cosa es esperar a Jehová y otra cosa es esperar en Jehová. Porque la palabra esperar en Jehová es darle el tiempo necesario para que Él haga la obra en mi vida y que haga lo que tenga que hacer. Nuevas fuerzas. Es tener la confianza de que Él regresará. Yo no sé si usted lo está esperando, pero yo lo estoy esperando. Y todo mi alrededor me indica que algo está por suceder. Hay montones de noticias, no vamos a entrar en tiempo porque vamos corriendo, pero hay montones de noticias, como hablamos el domingo pasado, que nos deben despertar en nosotros el deseo de buscarle a Dios cada día. Tener la confianza de que Él regresará. Aun así, mientras esperamos, Él nos dará las herramientas para sostener nuestra fe en el Señor. Nuestra fe no está basada en un sistema religioso, en los hombres. Nuestra fe está puesta en el Señor. Nosotros dependemos de Dios. Bueno, yo le voy a decir algo. Nosotros no estamos obligados a alabar a Dios, pero el libro de los Salmos, el Salmo 150, el versículo 6, dice, no, no, yo no, usted lo sabe, pues dígalo, todo lo que respire los pajaritos alaban a Jehová. ¿Usted sabía eso? Los pajaritos alaban a Jehová. ¿Usted ha escuchado a los pajaritos en la mañana? Es una cosa hermosa, el que vive en el campo tiene la oportunidad de escucharlo, eso es algo espectacular, el ruido, el silbido. Aleluya. Nos da la herramienta, significa unirse con el Señor y entrelazarse con sus propósitos y promesas. ¿Qué significa los que esperan en Jehová? Entrelazarse con sus propósitos y sus promesas. Para cada uno de nosotros hay promesas divinas, promesas que nuestros ojos verán, promesas que aunque quizá nuestros ojos no verán, nuestros hijos la verán. Usted se va al Antiguo Testamento y Dios le hablaba a Israel, pero cuando le hablaba a Israel, le decía, tú y tus hijos, tú y tu generación, tú y tu descendencia, muchos murieron sin ver la promesa, pero sus hijos, sus nietos, su generación vio la promesa. Aleluya. Ese es el sueño de Dios, que sus hijos vean lo que Él dijo, cumplirse nuestras vidas. Así que cuando usted escriba esto en su Biblia, dice, los que esperan en Jehová, significa entrelazarse con sus propósitos y promesas. Ahora viene la segunda parte de esa porción bíblica, dice, tendrán nuevas fuerzas. Llegará a nuestras vidas el cansancio, el dolor, la frustración, la impotencia, la decepción. Levante la mano, ¿a quién no le ha llegado todo eso? A todos nos ha llegado, de alguna manera u otra, nos ha llegado esos momentos duros en nuestra vida, a todos, por las razones que sean, nos ha llegado. Pero oiga bien, pero yo Jehová os doy nuevas fuerzas, no el hombre, Jehová os da nuevas fuerzas. Miren qué interesante, amados, las nuevas fuerzas significan tres cosas que usted debe tener en mente. Uno es aliento, aliento. ¿Cuántos tienen un dolor muscular? Si usted se unta una pomada, y si no se sana, le alivia, ¿cierto? Claro, hay condiciones que requieren otro tratamiento, no me malinterprete, porque alguien pudiera decirme, muchacho, a mí no me hace nada el Bengay, a mí no me hace nada el dragón. Son cosas que usted consigue para aliviar. Pero mire bien, las nuevas fuerzas significan aliento. Diga conmigo, Dios me da aliento, me da vida. Usted tiene vida porque usted respira, porque su cuerpo camina. Oiga bien, amados, usted tiene vida porque el Señor le ha regalado un día tras del otro. Y lo tercero que te da las nuevas fuerzas es la esperanza en el Señor. Oiga, la esperanza de que algún día vas a recibir nuevas fuerzas. O sea, estas tres palabras encierran esta frase que dice, cobrad ánimo, cobrad ánimo, cobrad ánimo. Y si usted va al libro de Primera de Reyes, el capítulo 19, el versículo 7, es en esta porque se lo traje yo acá, el ángel le habló al profeta Elías, basándome en lo que estoy hablando, y le dijo, come, bebe, que largo camino te resta. Toca el que está a su lado y dígale, come, bebe, que largo camino te resta. Alguien adora a Dios conmigo. Oiga eso y sigue porque aún no ha terminado tu misión. Cada uno tenemos un trabajo que hacer. Vaya a donde usted dejó el trabajo, cójalo y échele ganas. Póngale entusiasmo, póngale interés. Qué bueno es el Señor. Y le dice, sigue porque tu visión no ha terminado. Elías, oiga esto, el profeta Elías experimentó fatiga y cansancio. Eso nos da a nosotros, seguro que sí. Pero yo no sé si usted había leído esto a profundidad. Eso produjo en él una tristeza luego de haber obtenido dos victorias, no una, dos grandes victorias. Quiere eso decir que los procesos del ser humano, la victoria significa una lucha individual, una batalla, una guerra, un conflicto. Pero eso te trae qué, cansancio, fatiga. Aun así el ángel de Jehová, diga conmigo, el ángel de Jehová le habló. El ángel de Jehová te habla en esta mañana. Le dice, cobra ánimo. Le dice, recibe nuevas fuerzas. Le dice, come y bebe. Esto yo voy a decir, va a gustar, va a gustar. Sin duda alguna, el remedio para el cansancio físico, ¿cuál es? ¿Descansar? Alguien adora a Dios conmigo. ¡Descansar! Es una vitamina natural, ¡descanse! No le sigue poniendo cargas al cuerpo, no trabaje de más, no se exceda. Tenga cuidado, porque más allá de ser humano usted está dañando el cuerpo que es templo del Espíritu Santo. No me malinterprete, pero en ocasiones se le va la mano a usted. A su nombre, Dios le diga amén. ¡Una vitamina que debe tener todo el mundo! ¡Comer! Algunos no comen bien, otros sí comen bien, ¡demasiado de bien! Alguien puede adorar al Señor. A mí me envían fotos todos los días, mira lo que estoy comiendo. Y yo le digo, Dios te bendiga. Alguien adora al Señor. ¡El dormir! Ay, yo con una siestecita por las tardes, 10, 15 minutos, apago, pero cuando me levanto, un restart. Sí, no diría que es vacancia, porque yo trabajo los 7 días de la semana. Alabo al Señor conmigo. ¡Dormir, oiga, y beber agua! Beber agua. Usted sabe que hoy en día mucha gente está tomando bebidas energizantes, y eso es bien dañino al cuerpo. Un día esto en la mañana nos puede dar una orientación sobre eso. Yo veo gente que está dependiendo de bebidas energizantes para mantenerse despierto. ¡Se hacen un daño a la salud! ¡Acelera el ritmo cardíaco! Y aparte de eso, saben malas. Hasta hoy como usted lo sabe, porque un día bebí una y dije, no, no me gusta esa cosa. Y hay como mil de ellas ahora. Y es porque la gente se las toma como si nada, y pastillas. ¡Oiga, cómese esto en esta mañana para usted! ¡Descanse, duerma, coma y beba agua! ¡Aleluya! Yo creo en la fuerza del Señor. Yo creo que Dios levantará a cada uno de sus siervos. Yo sé que Dios nos dará la fuerza necesaria, pero muchas veces el exceso de trabajo trae un agotamiento físico. Y hay gente que está caminando como ojera, como cargando una cruz. Alguien adora a Dios conmigo. ¡Eso es algo normal! ¡Mira lo que le dice el ángel de Jehová al profeta Elías! Acaban de obtener dos victorias. Se traen un cansancio físico, mental. ¡Pero esto no ha acabado aquí! ¡Come! ¡Bebe! ¡Descansa! Porque largo camino te resta. Alguien puede levantar la mano y adorar a Dios. Tenga cuidado porque hay mucha gente que dice, ¡ay, yo estoy loco por morirme ya! ¡Señor, llévame de aquí! ¡Señor, acabó mi tiempo ya! Alaba al Señor conmigo. Alguien puede adorar a Dios. ¡Oye, tendrá nueva fuerza! Ahora, oye bien lo que dice la palabra. ¡Levantará nadas como las águilas! Le pedí a nuestros hermanos Juan una ilustración. Yo quiero que usted lea lo que se va a poner en pantalla. Porque tenemos que hablar del águila para conocer bien qué hace el águila. ¿Lo tiene por ahí? ¿Qué fue? ¡Qué bueno! ¡Mire bien! Yo lo voy leyendo de aquí mientras usted lo lee de allá y si no lo alcanza a su vista, lo escucha. El águila, como todas las aves de presa, las águilas poseen un pico grande, poderoso y puntiagudo, para desprender la carne de su presa. Alaba al Señor conmigo. Cuentan también con tartorzos y garras poderosas. Llama también la atención la fuerza de las águilas. ¿Está bien? ¡Qué lindo es el Señor! Alábalo. ¡Qué les posibilita asar el vuelo a presas mucho más pesadas que ellas! Oiga lo que el Señor nos está hablando en esta mañana. Porque hay que traer la ilustración del águila para que usted entienda por qué en la Biblia dice, levantarán alas como las águilas. A su nombre gloria. Los noto muy calladitos. Dice más, poseen una vista extremadamente aguda que les permite visualizar potenciales presas a distancia. Palabra sencilla es su admisión. A su nombre gloria. Por ejemplo, posee dos puntos focales en sus ojos, uno para mirar de frente y el otro para localizar la mirada hacia los costados, escrudiñando a distancia. ¿Alguien puede adorar a Dios conmigo? Dígalo conmigo, levantarán alas como las águilas. Curiosamente el pastor tiene una águila aquí. No vaya a pensar que la traje de casa. Está en la oficina de hace un tiempo, pero es mía. Me la regalaron hace unos años atrás en un viaje que di como ministro. Y decía, las bendiciones del Señor son nuevas cada mañana. Renuévate como el águila. Está intacto, lleva años conmigo. La tengo ahí en la oficina. No tengo una idolatría sobre las águilas, no me malinterprete. Es que simplemente fue un regalo curioso, bonito, detalle, fino, y me lo traje. Y cuando en esta mañana, yo estaba desde ayer preparando el mensaje y estaba repasando, me acordé que yo tengo una águila en la iglesia. Pero cuando comienzo a leer, oye, nuevas fuerzas. El ejemplo bíblico dice que te compares con un águila. Y una de las cosas que el águila hace es abrir sus alas. Alguien puede adorar a Dios. Aquí es que viene lo bueno. Abra sus alas. Ábrala, ábrala, ábrala. Ay, pastor, yo no tengo alas. Ay, por favor, esto es simbólico. Abra, abra, abra. Extienda sus brazos entonces. Extienda sus brazos. Porque ahora viene lo bueno. Ahora viene lo bueno. Cuando el águila nota que tiene plumas viejas, ¡se sacude! ¡Ay, Dios mío! ¡Eh! Levanta las águilas, ¡se sacude! Y se golpea contra las piedras. Alguien puede adorar a Dios conmigo. ¡Oh, Dios mío! ¡Oh! Sabía que el águila puede volar horas, días y hasta millas prolongadas sin detenerse, ¡sin comer! Y el Señor nos dice en Su Palabra, levantarán alas como águilas. ¡Wow! ¡Oh, gloria a Dios! ¿Pastor, que usted no quiere decir que somos águilas? ¡No, no, no! ¡El águila siempre está en las alturas! ¡Oh, gloria a Dios! Bueno, estoy llegando, estoy llegando. Extiende sus alas para emprender un viaje. Lo acabo de mencionar, lo repito. El águila puede volar días, horas sin detenerse. Incluso viaja largos caminos. Los atributos de un águila es un animal astuto. ¡Wow! Tiene una gran visión, conoce su presa y sabe cuál es la presa que más aprecia el águila, la serpiente. ¡Pastor, ¿y dónde usted sacó eso? De google.com. ¡Sálgase un poco de YouTube y de Facebook y léelo, estúdielo, está ahí! Y dice que cuando el águila, oye, para que el plumaje nuevo se sacude, extiende sus alas, se da contra la pared, es porque sabe que viene, ¡wow!, una gran presa que la puede devorar y necesita nueva fuerza. ¡Escuche esto, malo, qué interesante! ¡El águila conoce la serpiente! Toma su presa, la eleva lo más posible. ¿Está entendiendo eso, madre? Lo más posible, entre más alto está, asfixia a su presa. ¡Wow! Allá arriba, mientras va volando, la hace pedazo. Y hace lo mismo que hace que en ocasiones la revienta contra la pared y la agaja en el aire otra vez. Muchos de nosotros tenemos que sacudirnos en esta mañana. Muchos de nosotros vamos a tener que darnos contra la pared. ¡Ay, Señor amado! Muchos de nosotros vamos a tener que sacudirnos bien sacudidos. ¡Ah, no, no, pero usted no quiere nueva fuerza! Si usted quiere nueva fuerza, llévese el ejemplo del águila, y es un ejemplo bíblico, mi amado. ¿Y por qué pastor dice eso? Porque cuando usted va al profeta Isaías, cuando él estaba hablando, el profeta decía, el ser humano tiende a cansarse con facilidad, a quejarse con facilidad, a no mirar lo que hay de frente, sino simplemente a dejarse llamar de lo que está a su alrededor. ¿Cómo es posible que el águila, a cierta distancia, pueda ver su presa y atraparla, la visión? Pero usted no se ha dado cuenta que el profeta Isaías está comparando al cristiano común como el águila. ¿A su nombre gloria? Alguien puede levantar la mano y adorar al Señor. Alguien puede tocar a alguien y decirle, recibe nueva fuerza, recibe nueva fuerza, recibe, recibe, recibe nueva fuerza, recibe, recibe. ¡Qué lindo es el Señor! El libro de los Salmos, el Salmo 34, el versículo 19, mire bien, amados, mire bien. Dice, muchas son las aflicciones del justo, pero de todas ellas, el liberario va. ¿Cuántos han estado afligidos? Yo he estado afligido en determinados momentos. Yo soy un ser humano, afligido por cosas normales. Ahora, no me atribulo tan fácil como se atribulan dos o tres, a su nombre gloria. No me enojo tan fácil como se enojan muchas personas. No me ofendo tan fácil como otras personas se ofenden. ¿Alguien puede adorar a Dios? Porque en el camino tú vas adquiriendo conocimiento. Dice, muchas son las aflicciones del justo, pero de todas ellas, no de una, no de dos, no de tres, no de cuatro, diga conmigo, de todas. Dígalo, de todas. De todas los librará Jehová. Saber que el oportuno socorro, saber que la respuesta divina, saber que el Dios que me da nueva fuerza, me librará de todas las aflicciones. Somos seres humanos, lloramos, nos sentimos, nos da dolor, nos da molestia, coraje. Eso es normal. No se desquite con Dios, no se desquite con la iglesia, no se desquite con el hermano, no se desquite con el vecino, no se desquite con los hijos, no se desquite con el compañero de trabajo, no se desquite con el jefe, mucho menos. Vaya de rodillas. Toma un tiempo y ore a Dios. Y si la oración no está llegando, levántese. Asuma posición. Parece fuerte. Usted tiene un poder más grande que no tiene nadie, y es el poder de reprensión. Usted puede ser tentado, pero puede reprender la tentación. ¿Está conmigo, amado? Todos somos tentados, pero usted tiene la autoridad para reprender la tentación. De vez en cuando hay que sacarlo así fuerte de dentro. ¡Satanás, Dios te reprenda! Sí. Muchas veces somos como que muy débiles en asumir posturas. Salmo 29, 11, mire lo que dice ahí. Para aquel que aún no haya recibido fortaleza, dice, Jehová dará fortaleza a su pueblo. ¿Quién es su pueblo? Nosotros. Dígalo, yo recibo fortaleza en esta mañana. Yo la recibo, yo la recibo. Y dice más, y dice más, y Jehová bendecirá a su pueblo con paz. En medio de la prisión recibe paz. En medio de la batalla recibe paz. Usted no se ha puesto a pensar cómo Ucrania ha aguantado casi un año una guerra. Han perdido ya la mitad de la población. Han perdido todo su dinero, agricultura. Una de las escasez que está habiendo el mundo en muchas de las áreas es producto de esa guerra. Y aunque algunos quizás no quieran achacarle a lo bíblico o a lo profético, ahí hay unas cosas proféticas que se están dando. Porque detrás de la intención de este individuo es llegar a Jerusalén. La intención de él es llegar a donde está el pueblo de Dios. Pero hay una palabra que dice, hay de aquel que toque a mis ungidos. Pero ellos están ahí en esa batalla. Usted no se ha puesto a analizarles que casi no dan noticias de Ucrania y han destruido la ciudad. Con pocos soldados, con poco armamento, se han mantenido de pie. Ahora está llegando ayuda de otros países. Estados Unidos mandó unos tanques ahora en enero y creo que llegan en abril. Pero ¿qué es eso? A los que llega la ayuda los acaban. Pero ellos siguen peleando. Hay gente que se desanima tan fácil. Y yo veo gente que deja de congregarse. Y yo veo gente que deja de buscar el rostro de Dios. Y yo veo gente que deja de estar conectado con el Señor. Yo voy a decir esto no por nadie en específico. No lo malinterprete. Yo me senté ayer en mi casa y le dije, Señor, ¿pero qué semana esta tan fuerte? Hoy yo necesito nuevas fuerzas. Eso sin encontrar que hay que estudiar con la nena, sin estudiar, sin dejar que hay que hacer compras, pagar biles, trabajar. Ah, no, porque ¿qué se creen? Que a mí me lo dan todo. No, yo tengo que tostar el producto, empacar el producto y vender el producto y esperar que me paguen también. ¿Alguien adora a Dios conmigo? Sí. Y yo me sentí ayer explotado. Esa pasión, esa palabra es boricua, ¿verdad? Disculpan. Explotado. ¿Sabe? Cansado. Y dice, Señor, ¿cómo yo pude hacerlo en una semana tan cargada? Dios bajen mi luz y mi salvación. Guau. Vayan al libro de Isaías, el capítulo 41, el versículo, y voy terminando. No, no, no es muy largo. Es que yo quería llevarles esta enseñanza sobre el águila. Ahorita vamos a hacer ejercicio espiritual. Si usted no lo quiere hacer, no está obligado a hacerlo. Pero muchas veces queremos que la artritis se vaya tomándonos la misma pastilla. ¿Alguien adora a Dios? Uh, Isaías 41, 10 dice, No temas, porque yo estoy contigo. No desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo. Siempre te ayudaré. Siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia. Alguien levanta la mano y agarra esa promesa bíblica. Guau, qué lindo es el Señor. Dígalo, dígalo, no temas, no temas, no temas. Háblele a usted mismo, háblele a usted mismo. Gerardo, no temas. Háblele a usted mismo. Gerardo, no temas. Háblele, háblele, háblele a usted mismo, háblele a usted mismo. Isaías 41, no temas. Mire, si hay algo que usted puede estar tranquilo en esta mañana, es que usted está en las manos del Señor. Usted no depende del gobierno. Usted no depende de nada. Usted depende de la ayuda de Dios. Guau, yo quiero llevarlo al libro de 2 Corintios, capítulo 12, versículo 9. Ese texto bíblico me encanta. Para aquellos que están débiles, cansados, tristes, atribulados, perezosos. Usted lo va a ir a todos lados. No me malinterprete, pero es así. Y me ha dicho, dígalo, dígalo conmigo, bástate de mi gracia, porque mi poder. Dios mío, qué medicina es esa. Guau, yo quiero, por favor, si lo tiene en su Biblia, léalo. Si lo tiene en la pared, léalo conmigo. Y me ha dicho, vamos por partes, léalo. Y me ha dicho, bástate de mi gracia. Pare, pare ahí, no siga para adelante, hay una coma. Pare, pare ahí, pare ahí. Bástate de mi gracia. Siguiente, no necesitas nada más. Bástate de su gracia. Qué lindo es el Señor. Ahora diga conmigo, porque mi poder. Oiga bien lo que usted está leyendo. Mi poder se perfecciona, aunque no dice en tú, pero dice en la debilidad. Qué lindo es eso. Su poder se perfecciona en tu debilidad. Su poder se perfecciona en tu debilidad. Lo voy a repetir una vez más. Su poder se perfecciona en tu debilidad. Estos pueden adorar a Dios. Sigo, sigo, sigo. Ay, Cristo amado. Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades para que repose sobre mí el poder de Cristo. Lo voy a repetir. Diga al débil. No, no, no, no. Diga al débil. Quiero en esta mañana que usted analice lo siguiente, amado. Cada vez que usted se sienta triste, afligido, melancólico, con dolor. ¿Cuántos han experimentado un dolor de muela? Eso es horrible. ¿Verdad? Que usted no quiere ni comer. Y después llama al dentista y le da cita por aquí a tres meses, y se le va el gozo a cualquiera. Es la realidad. Se atribula a cualquiera. Por tanto, en medio de su circunstancia, oiga, su poder se hace fuerte en tu debilidad. Pero cada vez que usted se sienta débil, aquí estoy yo muriéndome otra vez. No, no, no, no. Aquí estoy yo pasándola de cariño. Usted no sabe lo que está diciendo. Estoy pasándola de job. No diga eso jamás. Porque usted no ha perdido ni el ganado, ni la finca, ni los hijos, y no tiene una depra. Alaba al Señor conmigo. A su nombre, Gloria. Analícelo, analícelo, estudielo bien. O sea, su poder se perfecciona en mi debilidad. Busque el libro de los Salmos, el Salmo 92, 10, dice, ¡Aumentará mis fuerzas! Usted está aquí. ¿Alguien ha visto un búfalo? Primero que en Puerto Rico no está. A menos que haya un zoológico que lo tenga, aunque en Puerto Rico el zoológico está cerrado y no se sabe si lo van a abrir o no, pero no hay. Yo no sé si usted en esta mañana puede entender lo que el Señor le está diciendo. Le dice, te aumentaré las fuerzas como la del águila. Ya hablé lo del águila y no lo voy a repetir. Pero ahora dice, tú aumentarás mis fuerzas como la del búfalo. El búfalo es resistente a todas las temperaturas. Y en el frío es cuando más él es fuerte. Aun con la nevada que hay y negativo bajo cero que sea, el búfalo trabaja como un animal común y corriente. ¿Alguien puede bendecir el nombre del Señor? Dígalo, dígalo. Aumenta mis fuerzas como la del búfalo. Lindo, ¿verdad? Aumentará mis fuerzas como la del búfalo. Y luego dice, y seré ungido con aceite fresco. En la próxima buscamos la imagen de un búfalo y la ponemos ahí para que vean el animal. No es un animal muy lindo. Mucho más fuerte que un toro. No tiene cuernos. Pero tiene un pelaje sumamente fuerte. Y de hecho es un animal grande. Yo estoy hablando de un animal grande. En un viaje evangelístico, el dueño de la casa me dijo, mira, le voy a llevar a un establo que hay más abajo. Y me llevó y le voy a enseñar los búfalos. Sí, porque la gente rápido piensa en búfalos, como son así fresitas, chiquitas. No, eso es un nombre que le pone. Estamos hablando de un animal grande, robusto, fuerte, pesado. Y el Señor te dice, te doy fuerzas como la del búfalo. ¡Wow! Te digo, extiende tus alas como el águila. Y todavía hay gente que dice, Señor, ¿cómo voy a salir de esta crisis? Mi alma adora y glorifica el dulce nombre del Señor. Levante la mano y adora el Señor. Levante la mano y adora el Señor. ¡Levante la mano y adora el Señor! Mateo 10, 16 dice, ¡He aquí yo os envío como ovejas en medio de lobo! ¡Sé pues! Dígalo. ¡Sé pues prudentes como serpientes y sencillos como palomas! ¡Wow! Y eso es bueno hablarlo, porque una cosa es ser manso y otra cosa es ser menso. Usted lo entendió, ¿verdad? No tengo que explicarlo, pero lo entendió. Hay gente que se hace los mensos. Y hay gente que se hace mansos, pero cuando tú los tocas, se encrespan. Sí, sale el viejo hombre a relucir. Eso pasa. ¿Alguien ha visto la matita esa del moribibí? La moribibí tiene unas espinitas. Si usted no sabe lo que es, búsquela. Y cuando vea una, póngale la mano y luego me llama, ¿está bien? ¡El moribibí, una matita chiquita! ¡Usted le pasa por encima! Se duerme, se esmonguilla todo. Pero en cuestión de segundos, vuelve y se levanta. Y vuelve y afila. ¡Ay, Dios mío! Esas espinitas para el próximo que venga. ¿La avispa o la abeja? ¿Alguno ve a una abeja y sale cogiendo? Si tú no la acucas, no te va a picar. La gente ve a una abeja y pega, ¡pa! ¡Y pa! ¡Saca, saca, saca de aquí! Digo, esto no es un chiste, pero es una realidad. Algunos ven la cucaracha y salen cogiendo y se le acaba el mundo. ¡Dios mío, se le está acabando el mundo! Pobre cucaracha, las paga todas. Entonces es que es un animal, bueno, está bien, pero tranquilo, no te va a comer. Porque la gente cree que porque te cae encima, te va a agajar por la greña y te va a llevar a pasear. Yo tengo ese problema en casa, aquí, por si acaso. Sí, porque la gente ve. ¡Ay, Cristo amado! La gente ve el animal y se vuelve loco. ¡Wow! Tranquilo, lo que va a hacer es pararse encima de ti. Ni te va a comer, ni te va a lamber, ni te va a agajar y te va a llevar para afuera. ¡Wow! Bueno, voy terminando, que esto está interesante. Pero dice, dice, voy al principio. Correrán y no se cansarán. Caminarán y no se fatigarán. El avivamiento cuesta. La bendición cuesta. Todo requiere tiempo y sacrificio, amados. Y si en algún momento dado en tu vida tú estás débil, caído, deprimido, recuérdate de este mensaje. Los que esperan en Jehová tendrán. Los que esperan en Jehová tendrán. Levantarán alas como las águilas. Aquí viene la parte interesante, que la dejé para lo último. Correrán. ¡Wow! Alguien puede adorar a Dios conmigo. Alguien puede levantar la mano y adorar al Señor. Correrán y no se cansarán. Caminarán y no se fatigarán. Hay gente fatigada. Es que hay unas hermanas que van a caminar, ¿verdad? Todavía van a caminar. Es más, no sé si va a caminar por ahí. Yo las felicito porque son dos hermanas. Yo las veo en la pista caminando. Yo voy al mall y a lo que entro y salgo ya estoy fatigado. Es verdad. Unos años atrás jugaba cualquier deporte y no me pasaba nada. Ahora estoy fatigado porque el cuerpo obviamente no pesa lo que antes pesaba menos. Eso no es culpa mía, es que la comida se ve agradable y uno... No sé por qué dije eso, pero usted lo entendió. Como de momento todo el mundo piensa en lo mismo. Un plato de arroz con gandules, con un pollito asado y una... ¡Aleluya! Alguien puede adorar a Dios. Termino, termino en esta mañana. Recibe nuevas fuerzas. Oye, oye, recibe nuevas fuerzas. Gracias por sintonizarnos. Esta fue una predica dominical de la Iglesia de Dios Pentecostal MI del barrio Yehuada de Camuy. Su pastor Luis Gerardo Arroyo. Para mayor información puede contactarnos a 787-627-3250 787-627-3250 Dios les bendiga.

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