Reciban todos un cordial saludo. Este podcast es realizado con un proyecto de los estudiantes de grado décimo de la Joraja de la Tarde, de la institución educativa Ana Josefa Morrea de Tucumán, de Santander de Quilchao. Mi nombre es Francisco Sampos. Soy docente de tecnologÃa y informática de la institución educativa Ana Josefa Morrea de Tucumán. Historias Frente a la Hoguera es un proyecto para recuperar esa antigua tradición de las familias colombianas, de contar historias frente al fuego de un fogón, en épocas donde los medios de comunicación y las tecnologÃas no eran parte de la vida cotidiana de muchos.
No hay una temática especial en el contenido de estos audios, solo historias contadas por parte de los estudiantes, esperamos que sean de su agrado. No habiendo dicho más, empecemos. Historias Frente a la Hoguera. Buenas tardes, mi nombre es José Manuel Tecullu, les voy a hablar sobre el cuento La Sombra. Un hombre joven pero muy sabio decidió pasar un tiempo en un paÃs cálido, ya que vivÃa en una región muy frÃa y estaba deseando vivir dÃas más largos y soleados.
Una vez que llegó al paÃs cálido en donde las personas son de color caoba o incluso negras comprendió que durante el dÃa apenas se podÃa hacer vida, ya que el calor era sofocante y en cuanto el sol se ponÃa y se abrÃan las estrellas, las calles se llenaban de bullicio. Asà que el sabio pensaba mucho tiempo durante el dÃa, en su habitación observando el balcón que tenÃa al joven dibujando con su propia escombra, que en dÃa evidentemente se movÃa al tiempo que él lo hacÃa.
Cuando él se estiraba la sombra la tocaba hasta casi tocar el techo. Cuando él se sentaba la sombra, cuya luz de los bombillos señalaba detrás y dirigÃa hacia adelante, casi rozaba el balcón de hermosos colores de cada dÃa observando el estante. El hombre, aburrido de pensar tanto tiempo allà solo, comenzó a hablar con su propia sombra. Ahà si al menos pudiera mirar que hay dentro de esa casa. El joven sabÃa llamaba mucho tiempo la atención de ese balcón, cuya puerta siempre estaba semiabierta, las flores eran delicadas y hermosas y bien cuidadas, pero nunca habÃa conseguido ver a nadie, ¿quién vivÃa allÃ? ¿por qué? habÃa preguntado.
Nadie parecÃa tener respuesta, de hecho esa vivienda no se podÃa desver de ninguna forma, ya debajo sólo habÃa tiendas y no habÃa ningún portal, desde luego era un misterio.