Home Page
cover of Desayunando con Jesus "David y Betsabet II"
Desayunando con Jesus "David y Betsabet II"

Desayunando con Jesus "David y Betsabet II"

00:00-18:33

En este podcast terminamos de observar los hechos que sucedieron entre David Y Betsabet, aprenderemos que los hechos que se narran en la Biblia nos muestran que somos insuficientes como seres humanos para alcanzar a estar a cuentas con Dios y que solo por medio de Cristo Jesús tenemos ese acceso, a pesar de que no lo merecemos.

20
Plays
0
Downloads
1
Shares

Transcription

In this discussion, the speaker reflects on the story of David and Bathsheba from the book of 2 Samuel. They emphasize that when our thoughts and actions are not guided by the Holy Spirit, we tend to do evil. The speaker also highlights the importance of repentance, humility, and recognizing our need for Jesus Christ in order to be in right relationship with God. They draw attention to the fact that David and Bathsheba were alone when their sinful actions took place, reminding us that God sees all, especially when we are alone and make decisions contrary to His will. The speaker concludes by pointing out that David's sin of not worshiping God led him down a dangerous path, and highlights the need for us to constantly be aware of our thoughts and actions, as they can lead us astray. Bendiciones familia, muy buenos días, hoy en Desayunando con Jesús vamos a continuar viendo los hechos que se dieron entre David y Betsabé que están relatados en Segunda de Samuel once y que habíamos analizado y visto ayer de cómo todos los pensamientos que tuvo David, las acciones que tuvo Betsabé, las acciones que tuvo Joab nos dan a entender que ciertamente todos nuestros caminos, nuestros pensamientos, nuestras emociones cuando no están gobernadas por el Espíritu Santo de Dios tendemos siempre a hacer el mal y esto es de lo que se trata toda la Biblia y esto es de lo que se trata la obra de redención de Cristo Jesús, la obra magnífica de sacarnos de nuestra condición humana y llevarnos hacia una condición de arrepentimiento, de humildad, de reconocimiento que no podemos hacer nada para poder llegar a estar a cuentas con Dios y de la necesidad imperiosa de tener a Cristo Jesús porque es el único camino, verdad y vida para llegar a Dios. Esto lo habíamos visto porque Cristo Jesús nos dice en Marcos 7, 20 al 23, dice lo que sale de la persona es lo que la contamina porque de adentro del corazón humano salen los malos pensamientos, la inmoralidad sexual, los robos, los homicidios, los adulterios, la avaricia, la maldad, el engaño, el libertinaje, la envidia, la calumnia, la arrogancia y la necedad, todos estos males vienen de dentro y contaminan a la persona, Marcos 7 del versículo 20 al 23, todo lo que acabamos de narrar se encuentra en este texto de 2 Samuel 11 porque ahí vemos inmoralidad sexual, vemos homicidios, adulterios, avaricia, maldad, engaño, libertinaje, envidia, en fin, esto es dicho por Cristo Jesús porque Él al tener un conocimiento muy alto de lo que es la naturaleza humana y al humanarse, Él sabe exactamente qué es lo que puede pasar con un ser humano en las condiciones, digamos así, en las que nos desenvolvemos nosotros día a día. David, en el mejor momento de su reinado, habían pasado trece años donde él había tenido conquistas, había sido ungido rey, había huido de Saúl, había sido librado y protegido por la mano de Dios un montón de tiempo, tiene un día la certeza y la seguridad de decir, ok, ahora me siento más rey que nunca, entonces en primavera manda a su ejército a pelear con los samonitas cuando él debió haber ido encabezando el ejército y una tarde cuando estaba en un estado muy relajado, gozando de sus, digamos así, beneficios de ser rey, se levantó después de una siesta y empezó a caminar por la terraza del palacio y mira a Betsabé, cómo se baña y automáticamente la desea. Vamos a ver qué pasó con Betsabé, ¿por qué Betsabé se da un baño en el patio de su casa? ¿Qué es lo que estaba haciendo Betsabé? Bueno, Betsabé es una judía y como judía estaba cumpliendo, esto está en tres líneas, el rito de purificación de sus días de menstruación, los siete días de menstruación las judías se purificaban y realizaban baños para poder estar, digamos así, sin contaminar a la gente, algo que definitivamente está anotado, porque Betsabé recién había terminado los ritos de purificación posteriores a su periodo menstrual. Estos ritos eran tomar un baño micbé, que es una piscina pequeñita que tiene agua correntosa donde por un lado entra el agua, se represa en una piscina y por otro lado sale, entonces eso hacía que las mujeres, los hombres, puedan bañarse y cumplir un rito de purificación. Bien, entonces, ¿por qué Betsabé se está bañando desnuda en su casa? Bueno, en ese tiempo no había los baños como tenemos en casa ahora, duchas, tinas, en fin, y de hecho en ningún momento se podría observar, incluso ahora, que alguien tome un baño desnudo frente al mundo entero, y no espere tener consecuencias de eso por algún comentario o alguna mala interpretación de ese hecho, y Betsabé lo hizo, bueno. Esta es la forma como pensó ella que podría hacerlo, es decir, pensó solamente que eso era lo correcto y lo hizo, David pensó que era lo correcto no ir con su ejército y enviarlos y lo hizo, David pensó que era bueno pasear por la tarde en su palacio y lo hizo, olvidaron sus obligaciones y su sentido común, algo en ellos siempre estaría manifestándose de que esto no era correcto, porque hay que resaltar un hecho muy importante, los dos estaban solos, David en su palacio, no estaba con nadie, estaba solo él en ese lugar, estaba solo él, y Betsabé, ella sola en su casa, su esposo estaba en la guerra. Recuerda que Dios mira todo el tiempo, aún más cuando estamos solos, y es ahí muchas veces cuando estamos solos donde tomamos decisiones y nuestros pensamientos y nuestras acciones no están conforme a lo que Dios quiere para nosotros como cristianos que conocemos Su Palabra. Este relato sigue y sigue y sigue, y ¿cómo termina? Termina el capítulo 11 diciendo pero el Señor estaba disgustado con lo que David había hecho, y vamos a ver en el día de hoy qué es lo que pasó, y el profeta Natán, enviado por Dios, reprende a David, y lo reprende de una manera muy interesante, porque primero le cuenta una historia, y la historia dice había dos hombres en cierta ciudad, uno era rico y el otro era pobre, el hombre rico poseía muchas ovejas, Natán le está contando a David, y ganado en cantidad, el pobre no tenía nada, solo una pequeña oveja que había comprado, él crió esa ovejita, la cual creció junto a sus hijos, la ovejita comía del mismo plato del dueño y bebía de su vaso, y él la cuidaba como a una hija, cierto día llegó una visita a la casa del hombre rico, pero en lugar éste de matar un animal de su propio rebaño, o de su propia ganada, tomó la ovejita del hombre pobre, la mató y la preparó para su invitada, al oír esto David se puso furioso, y dijo esto, tan cierto como que el Señor vive, cualquier hombre que haga semejante cosa merecerá muerte, debe reparar el daño dándole al hombre por lo menos cuatro ovejas por las que le robó, y por no haber tenido compasión, ahí es donde entra Natán y le dice a David, tú eres ese hombre, el Señor Dios de Israel dice yo te ungí rey de Israel y te libré del poder de Saúl, te di la casa de tu amo, sus esposas, los reinos de Israel y Judá, y si eso no hubiera sido suficiente te habría dado mucho más, ¿por qué entonces despreciaste la palabra del Señor e hiciste este acto tan horrible? Pues mataste a Urias elitita con la espada de los amonitas y le robaste a su esposa, de ahora en adelante tu familia vivirá por la espada porque me has despreciado al tomar a la esposa de Urias para que sea tu mujer, eso dice el Señor, por lo que has hecho haré que tu propia familia se revele en tu contra, ante tus propios ojos daré tus mujeres a otro hombre y él se acostará con ellas a la vista de todos, tú le hiciste en secreto pero yo lo haré, esto que suceda abiertamente a la vista de todo Israel, hasta aquí vamos a leer el día de hoy. Bueno, sorpresa no, Dios es omnisciente, omnipresente, omnipotente, David pensó que había llegado a un nivel de intimidad con Dios en el que podría permitirse ciertos privilegios y es más creo yo que llegó en un momento a sentirse abrumado por ser tan atendido por las bondades y generosidades de Dios que perdió el sentido de su existencia y esto nos vuelve a lo que muchas veces vimos en Deuteronomio, cuando dice en Deuteronomio 6, en Deuteronomio 8, ten cuidado cuando ya Dios te haya dado todo, no sea cosa que te olvides de tu Señor y es por esto que en Lucas 4 cuando Cristo es tentado al decirle a Satanás te daré la gloria de estos reinos y autoridad sobre ellos que son míos para dárselos a quien yo quiera, te daré esto si me adoras, y Jesús le responde, la Escritura dice, adora al Señor tu Dios y sírvele únicamente a Él. David se olvidó de esta parte, que Cristo Jesús, al momento de ser tentado con todo lo que tiene David y ha dado por Dios, ojo, porque Dios es el único que le podía dar, la mentira del diablo es decirle a Cristo que Él es el dueño de estas cosas y ya lo revisamos en ese audio, pero acá David le pasa lo mismo, sin necesidad de ser tentado por el enemigo, sólo se presentó, se acomodó, le dio así en el trabajo básicamente, y al momento de sentirse seguro, de sentirse rey, cometió uno de los crímenes más grandes, ¿cuál fue éste? Dejar de adorar a Dios, el momento en que dejamos de adorar a Dios, dejamos de saber o nos hacemos los que no sabemos, que de Dios depende cada una de todas las formas de existencia en este planeta, en el universo, en lo que vemos y en lo que no vemos, ese mismísimo instante somos un blanco perfecto para caer en tentación, y nuestra máquina de generar todo esto es el pensamiento, como lo dijo Cristo Jesús, de ahí nace todo, David maquinó todo su pecado, y se olvidó de Dios, y así estamos todo el tiempo, claro, mientras estamos en esto, pues nos auto justificamos, que no hay justificación de paso, sólo encontramos posibles, incluso razones absurdas, como decir, bueno, es que no soy perfecto, todos nos equivocamos, soy ser humano, así pasa, no hay que exagerar, esto fue un momento así, o esta es una mentirita así, o esto como es un pensamiento, pues nadie lo ve, pero está ahí, ahí, ahí, pero ¿quién sí lo ve? ¿Quién está pendiente de todas las cosas? Dios mismo, entonces, si tendrías vergüenza de alguien que descubre tu pecado, y pasa como a David, Dios no va a hacerlo así tan sencillo, porque a David le dice, yo conozco lo que hiciste, y por haberlo hecho en secreto, ni siquiera, ni siquiera esto llega al punto de decirle, de reclamarle que lo hizo, sino el reclamo de Dios va a David por decirle, me lo ocultaste, o sea, fuiste tan ingenuo, que pensaste que podrías ocultarte de mí, y es el mismo David que luego dice, a dónde huiré de tu presencia, si subiré a lo más alto, ahí estás, si voy hasta el fondo del mar, ahí estás, y en fin, es por esto que dice David todas estas cosas, y Dios le reclama y le dice, me has ocultado, o sea, has querido ocultarme, cuando sabes que yo soy omnipresente, omnisciente, omnipotente, tu mente, que trabaja en contra de todo lo que es mi soberanía, mi voluntad y mis atributos, es la que te fabricó todo el tema, y claro, caldo de cultivo para aquel, pone las cosas, y ni siquiera tiene que llegar a tentarlo como llegó a Cristo Jesús, sólo dejó que las cosas sucedan, pero esto no se queda así, y ustedes pueden seguir leyendo en los capítulos subsiguientes, 13, 14, 15, toda la debacle de David, y David va impicada, porque primero pierde el hijo que engendró con Betsabé, luego insiste en tener una relación con ella, y va a tener una relación con ella, y de ahí nace Absalón, nacen otros hijos que se rebelan en contra de él, sale otro que viola a una de sus hijas, es decir, se vuelve una tragedia brutal, ¿y es por qué? Porque Dios decidió que eso es lo que él merecía, perdonó su pecado, por supuesto, pero las consecuencias se fueron dando, y ahí es donde David empieza nuevamente a tener un sentido de conciencia, bendito sea Dios que a través de estas historias nos pone una alerta, una alarma fuerte, Cristo Jesús ya nos pone una, y nos dice, lo que contamina al hombre es lo que se genera dentro de sus pensamientos, de ahí nace todo, de ahí nace toda la concupiscencia, de ahí nace toda la perversión, cuando esto no está siendo regido por el poder del Espíritu Santo de Dios, y esto nos enseña, nosotros nunca vamos a dejar de tener pensamientos de esa naturaleza, pero cuando tenemos el Espíritu Santo de Dios, nos duele, reconocemos, confesamos a Dios nuestro pecado, porque esa es la parte que no hacemos cuando no tenemos al Espíritu Santo de Dios. ¿Cómo tenemos al Espíritu Santo de Dios diciéndonos, ven, lléname? No, reconociendo que somos incapaces de llegar a tener el nivel de justicia que Dios demanda por nuestros errores, y que sólo por medio de Cristo Jesús llegamos a tener esa gracia, ese regalo inmerecido, de poder tomar esa ventaja de que Cristo Jesús tomó nuestro lugar, Él vivió, murió y resucitó por nosotros, y con ese acto pagó el precio de mis pecados y los tuyos, y ahora, por la promesa hecha a nosotros, Él envía al Consolador, nos llena con Su Santo Espíritu, para que el momento en que tengamos errores tan grandes como estos en nuestra cabeza, nos lleve a cumplir la voluntad de Dios, y nos aleje de esa voluntad innata que tenemos de hacer el mal. Bueno, David no hizo caso, porque saben una cosa, no somos títeres de Dios, en medio de esto juega el libre albedrío, el libre albedrío que es la decisión de a quién sigo, ¿a mis pensamientos o a la voluntad de Dios que me está dando por medio del Espíritu Santo? Uno que no tiene a Cristo, va a decidir siempre por el mal, y siempre va a buscar una razón para decir, lo siento, pero no hay un arrepentimiento genuino, porque no va a poder encontrarlo, porque el arrepentimiento viene en el momento en que ya está trabajando en tu vida el Espíritu de Dios, haciéndote mirar a Cristo Jesús, y haciéndote ver que Él es el único camino verdad y vida. Si no lo has hecho, te invito a que hagas esta oración y hagas una concientización de que el regalo más grande que Dios ha dado a la humanidad es Su Hijo. Señor Jesús, gracias por morir en mi lugar, gracias por ser quien eres, gracias por aceptarme siendo yo un hombre o una mujer lleno de inmundicia delante de Dios. Me has lavado y me has limpiado con Tu sangre, y ahora yo puedo decir que Tú eres mi Señor, mi Salvador y mi Dios. Gracias Dios por tantas y tantas cosas que no merezco, pero que en Tu amor nos has dado. Tu amor se refleja al librarnos del brazo tan fuerte de Tu ira. Cristo Jesús soportó todo eso por mí. Bendito seas por siempre y para siempre. Bendiciones familia. Subtítulos realizados por la comunidad de Amara.org

Listen Next

Other Creators