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Voces del Coyo Machuchu is a podcast that explores the world of coffee production. They discuss the process of growing and harvesting coffee, as well as the challenges faced by coffee farmers. The guest, Erasto Santiago Francisco, talks about the importance of coffee and how he grows and cares for his plants. He mentions the decline in interest in coffee farming among younger generations and the impact it could have on communities. Erasto also mentions his involvement in a cooperative called Castil. Overall, the episode highlights the hard work and dedication that goes into producing a good cup of coffee. Esto es Voces del Coyo Machuchu, donde la palabra emana de aquellas voces nunca antes escuchadas. La hora del café Todos los días nos gusta despertar con una taza de café. Antes de comenzar con nuestras labores buscamos su aroma. Antes de cualquier bocado ansiamos su sabor. Pero, ¿te has puesto a imaginar qué hay detrás de una taza de café? ¿Sabes quién procesa y trabaja el café que consume tu familia? ¿Cuál es el tipo de café que te gusta tomar y cómo lo consigues? Platiquemos con un café no tan cargado. La planta que llegó del otro lado del mundo hace muchos años atrás, en un tiempo difícil donde existía el dominio extranjero y la esclavitud, no sólo llegó para quedarse, sino que además con el tiempo hemos aprendido a relacionarnos con la planta, con el grano, con la tierra y a generar lazos de convivencia. Por medio del café se viven bastantes cosas buenas y algunas no tan buenas, como el hecho de soportar año con año los precios bajos que el mercado le pone a nuestro grano, ver más baratado nuestro trabajo y que el comprador etiquete a su gusto la cereza que se cosecha. También en cada taza que consumimos están las familias cafetaleras que conocen el proceso y cuidan de la planta. ¿Conoces qué hace el cafetalero para que el café se prepare en tu casa y puedas sentarte en tu mesa a disfrutarlo? El cafetalero tiene que realizar la limpia del terreno, sembrar la planta, cuidar y esperar entre 3 y 4 años su crecimiento, cortar la cosecha, despulpar la cereza, lavar la pulpa, limpiar el grano y, finalmente, tostar en el comal y moler el café. Pareciera que tomar café no es gran cosa, sin embargo no es así. Sentarnos con los demás a dialogar con un café es bastante, porque con cada taza de café se cuenta una historia diferente, hablamos de cómo nos fue en el trabajo, en la escuela, nos remonta a una experiencia. Es decir, que vivimos no sólo económicamente del café, sino que también está presente en nuestro día a día. Sírvete otra taza de café, como tú prefieras preparártelo, y descubre que el secreto de un buen café no sólo lo determina la altura, el tipo de grano, el aroma, su sabor, su textura, sino que, lo importante, son las cucharadas de valor y aprecio que nosotros le pongamos a este rico grano. Por eso, ahora que estamos viviendo la feria del café en el municipio de Guguetla, pensemos, qué nos tendría que preocupar más, nuestros cafetaleros y cafetaleras, o quiénes serán las futuras reinas del café. Siéntate, que todavía hay mucho café para tomar. Agradecemos a los cafetaleros que compartieron su voz en este episodio. ¿Nos puede decir su nombre, por favor? Erasto Santiago Francisco. ¿Cuántos años tiene? Tengo 55 años. ¿De qué comunidad? Soy de La Loma, La Cama. Don Erasto, platícanos por qué es importante para usted el café. Pues yo he trabajado como 10 años, pero más o menos ahí lo llevo. Pues yo estoy sembrando, y estoy costando, y la cuido. Hay mucha gente que ya no le gusta trabajar. Porque antes se trabajaba mucho por el café, porque antes se daba puro piollo. Ahorita, pues ya la gente, pues todo, ya no quieren trabajar. Y las demás gentes, si trabajaran así bien, bien en el café, pues estarían bien ahorita. Entonces, la gente se va, se van a Puebla, porque ya dejan el terreno y ya no quieren trabajar. Buscan, ellos dicen que es más mejor allá. ¿Y cómo se sembraba antes el café, y cómo se siembra ahora? Antes se sembraba el café, hacían la gente de 40 por 40 el hoyo, y las hendidas eran de 2.50 por 2.50. Entonces en el café la gente se trabajaba puro criollo. Pero antes, aquel tiempo, pues ahorita ya no. En aquel tiempo, pues, igualía el precio, y pues le gustaba la gente. ¿Como en qué años? Año con 1975, por acá. Y se vino a terminar como, como en el 80, por allá. Y en aquel tiempo, pues, se pagaba bien el café. Y en aquel tiempo, pues, se dejó de sembrar a la gente porque, ya se terminó, decíamos, los socios, los campesinos, que les ayudaba mucho la gente. Mandaba al gobierno de México y apoyaba a la gente. Ese dinero, pues, anticipaba para el café. No, pues ahorita ya no, se acabó todo eso. Ya no hay apoyo, ya no hay una. Es lo que vino a dejar a la gente. Pensaron a ir mejor para el pueblo, para donde quiera se fuera. Se ahorita ya, lo dejaron el café, ahorita ya metieron pura milpa, están sembrando. Pues ya volvieron a empezar otra vez, como ya, este, es el precio el busca la gente. Si pagan el café, bueno, pues ya empiezan a sembrar otra vez. Antes, aquel tiempo, pues, todo el café criollo lo acabaron, lo cortaron. Prefirieron meter milpa. Sí, es todo lo que vino a pasar en ese, aquel tiempo. Ahorita, pues, andan viendo la gente otra vez, empiezan a sembrar otra vez. Y quién siembra, pues, más o menos le va bien. Y buscan el precio de la gente y a dónde va a vender. ¿Por qué usted decidió trabajar el café? Pues, a mí me gustó porque el precio, cuando se pone el precio del café, pues, buscamos a vender donde quiera. ¿Y nos puede platicar cómo siembra su café y cómo lo cuida? No, pues, yo, este, cuando empiezo a sembrar mi café, pongo mi pesatilla, la pongo a llenar mi bolsa, la bolsa con abono, la revuelvo con tierra. En esa pesatilla, pues, ya cuando están derechitas las raíces, la pongo en la bolsa. Y ahí, pues, te la dejo, ahí la voy cuidando. Más o menos, como, ¿cuánto tarda? Ahorita, cuando pongo la bolsa en la pesatilla, tarda como 5 o 6 meses, ya, para ponerla a sembrar, ya. Si ahorita se siembra y es pura, nomás es pura escarabó. Hoy es chiquito, sí, ya. ¿Qué tipo de café siembra? Pues, ahorita estamos en un tipo de café pura Costa Rica y Marselleza, Salchimón. Es lo que está trabajando aquí la gente. Y hay otras variadas, pues, que se me ha llegado. Yo veo el café, hay variadas, pero el café es igual de sabor que tiene. No cambia de sabor, más o menos. ¿Y después de sembrar la pesatilla, qué hace con su planta de café? Pues, yo puedo sembrar. Si no, pues, alguien me pide, pues, yo vendo. Yo con eso vivo, con eso trabajo. ¿Pero cómo cuida la planta? Tiene que sembrar y ver, limpiar. Cuando ya está la tierra ya sembrada, hay que meter chilehuite para que no le pegue mucho el sol. Tiene que tener sombra. Hay que meterse cada 5 metros, 5 por 5, o 10 por 10 hay que meter chilehuite. ¿Usted utiliza agroquímicos? No, puro orgánico. Yo he hecho puro abono. ¿Por qué cree que es importante echar abono y no agroquímicos? Sí, porque más mejor, porque el sabor tiene más mejor. Si echamos otro abono, pues, no nos sirve. ¿A qué problemas se ha enfrentado cuando siembra y cuida la planta del café? La plaga, que así como estamos platicando, hay que cuidarla, hay que limpiarla. Hay que meter la gente, más bien, si está grande el café, hay que meter la gente de paga. Porque si es que nos ayuda a limpiar. ¿Qué otros trabajos hace usted para cuidar su planta? Hay que, si está grande el chilehuite, hay que resojarlo. Para que también que pegue el sol también. Porque nomás pura sombra también, pues no, no florea el café. ¿Y cada cuándo se limpia el café? Se puede limpiar tres veces al año o cuatro veces cuando están chiquitos. Cuando están grandes, pues ya le puedes meter el chapote dos veces al año. Y dependiendo hay que, a ver, hay que cuidarla. ¿La planta cuánto tarda en queder el café? Pues, en queder el café, ya más o menos pura, este café se va a dar ya como cuatro, en tres años se empieza. En tres años ya empieza poquito, cuatro años ya te da más, cinco años más. Va variando cuando se carga. Dependiendo cómo la cuida uno, si la sigues cuidando. Hay que saber también poner las pesadillas. ¿Aparte de usted, su familia trabaja el café? Sí, todos lo trabajamos. ¿Usted cree que las nuevas generaciones están aprendiendo a sembrar y cultivar el café? Pues quién sabe, ahorita los jóvenes quién sabe. Los que vivieron antes sí les gustaba trabajar. Ahorita los jóvenes casi ya no, ya no les gusta trabajar. Solamente que lo enseña uno, pues que así se hace, pues así se trabaja. Y si no, ¿quién lo va a enseñar? Todos los dejan, se dejan sin hacer nada. Como les protege, hay muchos que hacer y que cuidar, todo eso. Siempre cuando cosecha uno, pues el café rojo, si está lejos hay que echarle la bolsa limpia. Hay que traer, si está lejos hay que meter la bestia para que cargue. Si no, trae uno con la bolsa, se viene uno cargando. También la gente, pues si está grande, pues metes gente que te ayuda a ayudar a cortar. Y esa gente, pues tienes que buscar su dinero porque les pagas el corte. Y si no, pues ya vendes el café y sale para que le pagues a la gente. O sea, con el café no hay mano vuelta. No, ese no, ese no tienes que pagar la gente porque, dependiendo de cómo se deja también la gente. Si le gusta cortar a mano vuelta, pues qué bueno, si no, no. Hay que buscar la gente quien les pasa a pagar el corte. ¿Cómo cree usted que sería la vida de las comunidades si se deja de sembrar y cultivar y trabajar el café? Pues la gente que no le gusta trabajar, pues ahí se queda. No le gusta sembrar su café, pues qué va a vender. Si la gente que le gusta trabajar, pues ya tiene poquito con qué va a vender. Va a negociar todo eso. Pero si la gente no, pues no, no tiene nada que vender. ¿Usted pertenece a un grupo de personas que trabaja el café o solito, después de muchos años ha trabajado? No, solito. Solito trabajé más de 6 años y ahorita estamos asociados ahorita. Ahí en la bodega, pues ahí estamos trabajando. ¿Tiene nombre su café? La cooperativa se llama aquí Castil. ¿Cuántos años? Ahorita se fundó ahí, ya llevo como 5 o 6 años ahí. Estamos yendo a trabajar ahí. ¿Cuántas personas? Cuando empezamos éramos como 40, pues la gente se vino bajando, porque a veces hay juntas y no le gusta a la gente que se pierde su tiempo. Y a la gente le gusta que les pagues. Pues ahí íbamos seguido ahí, pues cada 15 días, cada 15 días íbamos. Como la gente se cansaba, pues ya además ahorita nos quedamos como 20. ¿20 son los que continúan trabajando? 20, todos trabajando ahí. ¿Usted cree que su café es bueno? Pues sí, porque va a estar bueno porque estamos trabajando ahí. ¿Pero su café en general es bueno? ¿Considera que tiene buena calidad? Pues lo que vale es el sabor, por eso compra la gente. Doña Rosa, usted que trabaja junto al señor Erasmo el café, ¿usted recomendaría su café? Sí, porque nosotros trabajamos con café. Acá cuando empiezo a cosechar café, lo costamos, lo secamos. Cuando ya está así, cuando le tostamos un comal así, pues ya cuando se ponemos a tostar, ya sacamos el polvo y ya vendemos así, por de caridad. Pues muchísimas gracias, les agradecemos su palabra. Subtítulos realizados por la comunidad de Amara.org