VIERNES XXI T.O

Palabra de Vida hoy, Viernes 21º del Tiempo Ordinario, 1º de Septiembre y comienzo del mes de la Creación. Al pan por la Palabra. De la Primera Carta a los tesalonicenses. Habéis aprendido de nosotros cómo proceder para agradar a Dios, pues proceded así y seguid adelante. Esto quiere Dios de vosotros, una vida sagrada. Que os apartéis del desenfreno y que nadie pase por encima de su hermano ni se aproveche con engaño. Porque el Señor venga a todo esto. Como ya os dijimos y aseguramos, Dios no nos ha llamado a una vida impura, sino sagrada. Del Evangelio según San Mateo. A medianoche se oyó una voz, que llega el Esposo, salid a recibirlo. Entonces se despertaron todas aquellas doncellas y se pusieron a preparar sus lámparas. Y las necias dijeron a las sensatas, dadnos un poco de vuestro aceite que se nos apagan las lámparas. Pero las sensatas contestaron, Por si acaso no hay bastante, para vosotras y nosotras mejor es que vayáis a la tienda y os lo compréis. Mientras iban a comprarlo, llegó el Esposo, y las que estaban preparadas entraron con él al banquete de bodas, y se cerró la puerta. Más tarde llegaron también las otras doncellas, diciendo, Señor, Señor, ábrenos. Pero Él respondió, Os lo aseguro, no os conozco. Por tanto, velad, porque no sabéis el día ni la hora. Las verdaderas y más preciosas riquezas de las que se pueden hacer acopio en esta vida, las riquezas que sólo se atesoran dentro de la persona, son siempre intransferibles, a no ser, que la voluntad de entrega de quien las posee coincida con la apertura y el deseo de acogida de quien las necesita y solicita. Las vírgenes necias de la parábola evangélica de hoy optaron por dedicar su vida a ese dolce farmeante que llena a la persona sólo de la dulce paz de la indolencia burguesa. Por ello, las riquezas personales acumuladas por las vírgenes sensatas a través de una vida dedicada a agradar a Dios y a sacralizar cada aspecto, cada relación y cada decisión de cada día, eran intransferibles. No se podían compartir, ya que quienes las pedían en el último momento habían optado por vivir encastilladas en un solixismo egocéntrico semejante al que nos propone hoy la sociedad occidental bajo el edulcorado título de sociedad del bienestar. Arrepentidos quiere Dios, pero hasta para la vuelta a la misericordia de Dios hay puntos de no retorno que establecen no sólo los actos puntuales, sino el estilo de vida con el que uno decida configurarse perseverando en él hasta la pertinencia. La primera lectura sigue desgranando aspectos de esa amistad social con que el Papa Francisco denomina a la fraternidad universal como actitud y pauta de comportamiento del creyente, que lo es más, y con mayor gozo y sencillez, cuanto más aprende, a fuerza de gracia y voluntad, a mirar a las criaturas como las mira Dios, amándolas a todas pero a ninguna como a cada criatura humana. El desenfreno del que nos habla hoy San Pablo es codicia, consumismo, materialismo, pansexualismo, insolidaridad, etc., y es la contraposición a la vida sagrada la que está llamado todo aquel que pertenezca a Cristo por un bautismo revivido y renovado en cada decisión que busca hacer la voluntad del Padre, lo que le agrada por ser bueno en sí mismo y hacer bien a quien lo pone por obra y a quienes reciben sus consecuencias. La vida sagrada que San Pablo presenta como distinta y distante de la impureza es la forma de vivir que no busca otra cosa que lo bueno según Dios, para regir el propio caminar de cada día según las huellas de aquel hombre de Nazaret que pasó por nuestra tierra haciendo el bien a todos, a cada paso, con cada pequeña y grande obra, pues con todas y cada una, acercaba a los hombres a Dios para que ellos se acercaran unos a otros, reconciliados con el único que los podía reconciliar entre sí, con el familiar vínculo de la fraternidad. En el tiempo de la creación que comenzamos hoy, combatamos esa forma de polución contaminante de la que proceden todas, creer que las cosas a mi alcance son sólo mías y que mi vida y mis actos no tienen nada que ver con la paz y el bien en la vida de los demás moradores de la hermana Madre Tierra. Con San Francisco de Asís, vuestros hermanos menores desde Toledo os abrazan con la paz y el bien. Subtítulos realizados por la comunidad de Amara.org