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COMENTARIO DIARIO A LA PALABRA DE DIOS
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COMENTARIO DIARIO A LA PALABRA DE DIOS
The main ideas from this information are: - The importance of forgiveness and not holding grudges towards others. - The idea that feelings should not dictate relationships, as they lack freedom and can be immature. - Feelings are amoral and should be managed to prevent negative impact on behavior. - It is important to embody the feelings of Christ and strive to do good for others, even if they don't reciprocate. - The message concludes with greetings of peace and well-being from the Franciscan brothers in Toledo. Palabra de vida hoy, domingo vigésimo cuarto del tiempo ordinario, celebrando el tiempo de la creación, al pan por la Palabra. Del Libro del Sirácida Furor y cólera son odiosos, el pecador los posee. Del vengativo se vengará el Señor y llevará estrecha cuenta de sus culpas. Perdona la ofensa a tu prójimo y se te perdonarán los pecados cuando lo pidas. ¿Cómo puede un hombre guardar rencor a otro y pedir la salud al Señor? ¿No tiene compasión de su semejante y pide perdón de sus pecados? Del Salmo responsabial Bendice alma mía al Señor y todo misera a su santo nombre. Bendice alma mía al Señor y no olvide sus beneficios. Él perdona todas tus culpas y cura todas tus enfermedades. Él rescata tu vida de la fosa y te colmo de gracia y de eternidad. De la Carta a los Romanos Ninguno de nosotros vive para sí mismo y ninguno muere para sí mismo. Si vivimos, vivimos para el Señor. Si morimos, morimos para el Señor. Del Evangelio según San Mateo Señor, si mi hermano me ofende, ¿cuántas veces le tengo que perdonar? ¿Hasta siete veces? Jesús le contesta. No te digo hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete. ¿Cuánta libertad se pierde cuando uno se deja mover por los sentimientos o evalúa las relaciones precisamente por el tipo de sentimientos que experimenta? Frases como, ya no siento nada por ti, ya no estoy enamorado, te dejo, son fruto de una mentalidad adolescente víctima del ideal peliculero del amor romántico que toma los sentimientos como lo más importante de una relación cuando una cosa de la que carecen los sentimientos es de libertad y tomar opciones sin libertad es, cuando menos, poco inteligente y menos aún maduro adulto. Nadie elige de quién se enamora o por quién experimenta algo tan abieso como el odio pues lo que se siente es fruto y consecuencia de la interacción con las otras personas. Según es lo que esa persona pone en mi vida y lo que yo soy capaz de poner en la suya así surgen hacia ella unos sentimientos u otros. Las relaciones se forjan por un acto de libertad con el que cada uno, sintiendo lo que sienta se autodetermina a poner algo de lo mejor de sí en dicha relación según sea el tipo de relación y lo que signifique para el propio proyecto de vida. Lo que me construye como persona no es lo que siento sino con qué tipo de sensaciones, emociones y sentimientos consiento y con cuáles de ninguna manera me configuro por muy intensos que sean. Los sentimientos son amorales, es decir, carecen de calificación moral en sí mismos porque no implican la voluntad libre de quien los experimenta. Si bien se pueden calificar como buenos o malos en función de a qué nos induzcan y hasta donde su fuerza pretenda inclinar a nuestra voluntad. Como peligroso y digno de alerta es un sentimiento romántico hacia una tercera persona en alguien casado o consagrado, es peligroso siempre y digno de alerta para todos cualquier sentimiento relacionado con la ira, el odio, la cólera resatada pues nos deforman y deshumanizan mientras no los gestionemos para que no tengan repercusión en nuestra conducta. Si vivimos para el Señor, si nuestro Maestro de vida nueva es Jesucristo sintamos lo que sintamos hacia las personas que interaccionan con nosotros hemos de tratar de encarnar los sentimientos de Cristo y consentir con todo aquello que nos mueva hacia Dios. Hemos de ser libres para poner en la vida de los demás siempre algo bueno aunque ellos hagan justo lo contrario pertinamente. Para asumir y empezar a aceptar y vivir el mandamiento del amor fraterno y la exigencia de perdonar siempre a todos No tenemos más que buscar esos rasgos en Jesucristo e intimar más con Él para que Su Santo Espíritu forje sin descanso en nosotros la faz de Aquel que pasó por este mundo haciendo el bien siempre a todos. Con estos deseos de fraternidad universal encendidos vuestros hermanos franciscanos desde Toledo os saludan con la paz y el bien.