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The speaker tried every possible strategy to help their daughter, including both public and private therapies. Access to these strategies and tools is difficult without money, as there are long waiting lists for public healthcare in Spain. They took out loans to pay for their daughter's treatments. Lack of money can lead to the death of someone with mental illness. The most difficult part of their daughter's recovery was accepting that she had a mental health problem. The easiest part was being confined during the pandemic, which saved her life. The speaker believes that the pandemic helped their daughter and other young people depending on their home situation and parental understanding. The advice for parents of mentally ill children is to never give up and always be there for them. It may have been easier for their daughter's recovery in a previous generation without social media and prevalent drug use. The speaker believes that the younger generation is more exposed, not necessaril Bueno, ¿y qué estrategias utilizasteis para ayudar a Anoa? Pues yo creo que no me quedó ninguna estrategia por probar. Probé todo el público y todo lo privado. Cualquier terapia que me decían que podía ayudar a mi hija, la probamos. Costara lo que costara. Si ha habido que pedir préstamos, se han pedido. Pero todo era para salvarla. ¿Y es de fácil o difícil acceso todo este tipo de estrategias y herramientas para ayudar? Cuando no tienes dinero, es bastante difícil acceso. Porque la seguridad social en España tiene unas listas de espera impresionantes. Y si no tienes oportunidad económica, pues es muy, muy complicado. Nosotros no teníamos nada... No nadábamos en dinero, pero hicimos todo lo que estuvo en nuestra mano. Y sacamos el dinero a base de préstamos para poder pagar todos los tratamientos de mi hija. ¿Crees que una persona enferma mentalmente podría llegar a morir por el hecho de no tener dinero? Sí. Es triste, pero es así. ¿Y qué fue lo más difícil y lo más fácil en la recuperación de Noa? Lo más difícil en la recuperación de Noa fue que Noa aceptara el hecho de que tenía un problema de salud mental. Porque ella luchaba contra eso. Ella se negaba a aceptar que tenía un problema. Que tenía un trastorno de alimentación. Era simplemente que ella quería estar delgada. Y con el consumo de drogas, ella consideraba que podía llegar a ese punto y a ese nivel. ¿Y lo más fácil en la recuperación? Lo más fácil... Yo creo que no hubo nada fácil en la recuperación de Noa. Sinceramente, fueron reto tras reto. Lo más fácil fue cuando nos confinaron en la pandemia. En un principio pensé que iba a ser como una olla a punto de explotar. Y fue todo lo contrario. Fue su salvación. El hecho de estar tres meses en casa, metidas, conociéndonos 24 horas al día, juntas, sin poder hacer nada más que estar compartiendo tiempo. La salvó la vida. ¿Crees que el caso de Noa fue un caso excepcional en cuanto a la pandemia? ¿O crees que ayudó a muchos más jóvenes? Yo creo que en el caso de Noa, por supuesto que le ayudó. En el caso del resto de jóvenes, pues dependerá de la situación que tuviera en casa, de la comprensión de los padres. Porque hay veces que los padres no afectan el hecho de que tienen un hijo enfermo. Y entonces es mejor mirar para otro lado y hacer como si no existiera el problema. Yo creo que ha habido de las dos cosas. Y ya por último, ¿qué consejos le darías a un padre o a una madre que tiene un hijo enfermo mentalmente, de cualquier manera, para fomentar la empatía y el apoyo hacia su hijo? Que nunca tire la toalla. Porque los hijos no decidieron venir al mundo, los trajimos nosotros. Y por tanto tenemos que estar ahí para ellos siempre. ¿Algún otro consejo que le quieras dar a los padres? Confiar en que los niños se van a recuperar y quererles y estar para ellos siempre, pase lo que pase. ¿Crees que la recuperación de Noa, si hubiera sido en otra generación, hubiera sido más difícil o más fácil? En tu generación, por ejemplo. Pues no sabría qué decirte. Quizás hubiera sido más fácil la recuperación, puesto que no hubiera habido redes sociales. El tema de las drogas no estaba tan, tan, tan como ahora. Y yo creo que, aunque le hubiera costado más el hecho de reconocer que tenía un problema de salud mental, a mí me hubiera costado mucho más diagnosticárselo. Porque en mi época no se hablaba nada de esto. Pero sí que es cierto que hubiera sido más fácil. Yo creo que sí que hubiera sido más fácil. Menos información, menos exposición. ¿Por tanto crees que la generación de tu hija, la generación Z, está más abierta a hablar sobre la salud mental? No he dicho que esté más abierta. He dicho que están más expuestos. Vale. Pues si quieres decir algo para despedirte. Bueno, que mucha suerte a todos esos padres que en estos momentos no ven la luz, pero asegúrate que al final del túnel siempre llega. Muchísimas gracias, Garanza.