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El poder de la raiz

El poder de la raiz

Paula Andrea RiveraPaula Andrea Rivera

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The speaker is excited to be back on the air and is grateful for the support they have received. They talk about their journey of overcoming fear and the importance of confronting and identifying the roots of their fears. They specifically mention the fear of failure and how it has affected their life. They share their personal experiences of feeling overwhelmed and the process of confronting their fears. They express their desire to inspire others through vulnerability and announce that future episodes will include interviews and strategies to help listeners become the best version of themselves. They invite listeners to join them in the next episode with their first guest, Geraldine Martínez Rivera. Hola, hola. Después de un largo tiempo de no estar con ustedes al aire, de no comunicarnos y de tanto tiempo que no me dediqué a inspirarlos, sino a inspirarme a mí misma para poder llegar a este capítulo que quiero iniciar. Porque es un capítulo, no será un episodio más, es un capítulo que quiero abrir y va a tener muchas cosas que de verdad siento que vienen de parte de Dios para todos ustedes que me escuchan. Quiero decirles que estoy de nuevo emocionada después de altos, bajos, de muchas cosas donde tuve que sentarme primero a replantear algunas situaciones, algunas motivaciones que estaba teniendo para hacer este proyecto. Pero aquí estoy de nuevo, de nuevo porque sé que el objetivo principal por el cual nació Respírate es claro y sigue siendo el mismo, inspirarte a ti que me escuchas, a demasiadas cosas positivas que sé que este proyecto va a lograr. Así que, bueno, primero quiero dar gracias a toda la gente linda que me ha escrito por interno, por diferentes medios para pedirme que siga adelante, que muchos, muchos cuando escuchan estos podcasts se sienten animados y se sienten inspirados a muchas cosas. Así que, bueno, entre todo lo que ha sido difícil manejar, siento que este es un momento donde hay que ser valiente y seguir adelante con cosas que trascienden, con cosas que tienen un sentido real de la vida y eso es lo que me anima a seguir adelante. Les doy gracias por estar allí porque literal cuando empecé esto yo pensé que me iba a escuchar mi mamá, mi esposo, mi hija y pues de pronto un par de amigos por ahí, pero no pensé que la respuesta fuera a ser tan grande. Pero como lo dije antes, si esto llega a ti, a tu corazón y a un par más, habrá cumplido su sentido y eso me tiene agradecida. Así que, pues, entremos en materia de una vez. Hoy quiero hablarte acerca de un tema bastante conocido pero realmente muy silenciado y es el temor. Para ser más específica me quiero referir al miedo. Para esto quiero que recordemos un poco de lo que ya hemos hablado en los episodios pasados. Recordemos que vimos la importancia de reconocer, identificar también las raíces con las que crecimos, de confrontarnos con las semillas que fueron sembradas a lo largo de los años y de hacernos conscientes de cuáles de ellas están manifestando con poder en nuestro día a día. También recuerdas que te conté un poco de mi vida y aquí quiero hacer un paréntesis para decir que de verdad exponerte parte de mis debilidades fue un proceso muy retador y es precisamente por eso que hoy quiero compartirte algo más de mi vida. Creo que es importante que lo conozcas para que podamos ver este capítulo y cada episodio desde otras perspectivas. Me refiero al miedo al fracaso. Este miedo caminó conmigo toda mi vida y descubrí que era un miedo constante a no alcanzar aquello que para mí significaba éxito. Guau, de verdad que me vi de frente con una realidad que me estaba ahogando. Estuve leyendo que el miedo es una sensación de angustia provocada por la presencia de un peligro real o que te imaginas. Es un sentimiento de desconfianza que te impulsa a creer que las cosas ocurrirán de manera contraria a lo que estás deseando. Y así me la pasé yo mucho tiempo, muchos años, escondiendo ese temor debajo de otras capas de otros temores y escondiéndome detrás de falsas seguridades. Incluso te cuento que cuando este tema empezó a rondar mi cabeza para este episodio, sentí de nuevo miedo porque sabía que me estaba introduciendo en un tema bien, bien complicado. Ya sabes por el episodio anterior que crecí con un sentimiento de sobreestima y una necesidad constante de cumplir con estándares que se me entregaron desde diferentes entornos a lo largo de mi formación. Esto me hizo caminar midiendo siempre todos mis resultados y obviamente poniéndome metas pues que quizá demostraban cosas pero no necesariamente me hacían feliz. Todo mi entorno estaba lleno de felicidad pero yo seguía interiormente buscándola porque siempre tenía que conseguir hacer algo que la produjera y no identificaba que esta felicidad debía provenir de lo que yo soy y no de lo que hago. Después de caminar muchos años en esta lucha, Dios en su amor permitió que se diera un cambio en mi vida que en ese momento sólo él sabía lo que causaría después. Pero sabes antes de seguir, quiero que analicemos algo. Tú y yo sabemos que los cambios no se dan de la noche a la mañana o por lo menos cuando lo analizamos bien. Los cambios en realidad se empiezan a originar lentamente cuando hay un sentimiento de frustración o un cansancio interior. Puede ser cansancio en muchas cosas. Ahora mismo yo quiero que pienses qué cosas te tienen cansado o cansada emocional o físicamente y piensa que constantemente te planteas posibles cambios que podrías intentar para acabar con eso. Es como si como si uno soñara despierto como con las posibles soluciones. No sé si esto me pasa sólo a mí, yo creo que nos pasa a todos, ¿cierto? A eso me refiero. Hubo un momento donde yo empecé a sentirme cansada de tantas cosas de mí misma y en ese estado creo que Dios aprovechó el proceso familiar que estaba viviendo en medio de la lejanía, de la gran distancia que tenía con todo ese entorno en el que había crecido lejos de mis papás, de mi hermano, de mis amigos, de todo lo que yo conocía y pues controlaba perfectamente. Sí, creo que él aprovechó esa temporada para originar en mí ese inicio, para tener un encuentro real conmigo. De un día para otro sentí que el piso se me movió. Aunque tenía a mi esposo y mi hija a mi lado, me encontré sola en otro país, con otro idioma, con otras personas, ante otros retos tanto personales como laborales y sobre todo ante muchísimas situaciones donde mis capacidades eran superadas y donde me sentí realmente chiquitica y débil. En medio de muchas experiencias que he vivido, que sé que a lo largo de los siguientes episodios estaré compartiendo, me vi de frente con ese yo que se había estado escondiendo detrás de esas falsas seguridades que te dije y que ahora pues sólo se estaba quedando expuesto, sin máscaras, en cada momento de tensión que esta nueva vida me ponía en el camino, pues este yo solamente se estaba desenmascarando. Te confieso que por mucho tiempo luché y peleé muchísimo con Dios. No entendía o no quería, mejor dicho, entender cuál era el propósito de que ahora estuviera viviendo esto, porque nada de lo que yo sabía o creía saber hacer me daba seguridad para sentirme fuerte y tampoco quería entender por qué era tan necesario vivir este proceso. Recuerdo que intenté ser fuerte por mí misma y seguir adelante con mi terquedad, usando todavía las mismas herramientas que siempre usé, mi autosuficiencia, mi alta estima, representada en formas silenciosamente rebeldes de actuar. Lo que en un momento determinado nuevamente me hizo ahogar y, por supuesto, literal sentir que me faltaba el aire. Así respirara de manera normal. Este episodio se alargaría demasiado si te cuento cada detalle de este proceso, pero lo que sí quiero decirte es que a partir del siguiente episodio empezaré a desarrollar diferentes situaciones que me han llevado a ser la mujer que hoy día soy. Quiero relatarte algunas cosas de lo que viví para que puedas verme desde otra perspectiva. Lo que al principio me propuse en Respírate fue inspirarte desde mi vulnerabilidad, no desde esas fortalezas que tengo, sino de esas debilidades y eso es lo que quiero en adelante seguirte dejando ver, porque siento que allí puedes identificarte conmigo en diferentes circunstancias y es allí donde Dios puede mostrar su gloria. Así que te espero en el siguiente episodio porque a través de algunas estrategias que voy a usar como las de entrevistas, poder hablar con otras personas, a través de todas estas estrategias quiero llegar a tu corazón y darle un aire más dinámico a este podcast con el que tú puedas día a día, semana a semana, inspirarte y tener fuerza para seguir adelante siendo cada vez la mejor versión de ti mismo o de ti misma. Me encantó de nuevo encontrarme contigo y te espero de nuevo en el siguiente episodio de este capítulo con nuestra primera invitada, Geraldine Martínez Rivera.

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