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This is a lecture on the Book of Romans, specifically focusing on Chapter 7. The speaker emphasizes the importance of understanding the purpose of studying the Bible and the need to recognize and process sin in our lives. The speaker also discusses the role of the law in revealing sin and the importance of obedience to God's word. Overall, the main message is the importance of recognizing and repenting from sin in order to grow in Christ. La siguiente es una producciĂłn de la Comunidad Olivo Verde, Costa Rica. Este capĂtulo 7 del Libro de Romanos, recuerden que estamos en la semana 31 del Libro de Romanos. Hemos estado estudiando el Libro de Romanos, hemos estado leyĂ©ndolo de forma consciente, hemos estado tratando, hemos estado intentando que el Libro de Romanos cumpla el propĂłsito original para el cual fue compartido. Es un libro muy particular, es un libro muy complicado en el sentido de que la gente le tiene pereza, al decir la gente me refiero a los pastores, le tienen pereza en el sentido de que el libro tiene sus complicaciones teolĂłgicas. Pablo es complicado, Pedro lo dice, Pablo tiene su complicaciĂłn. Y lo más importante no es que el libro sea complicado, es cuál es el corazĂłn que usted tiene. Voy a empezar asĂ porque este capĂtulo 7 y lo que sigue, no, usted se va a ir de aquĂ igual de como entrĂł, si usted no me pone atenciĂłn, en esta parte. Si esta parte no es para usted lo que genuinamente deberĂa de ser. Para poder entender lo que esta noche es, el capĂtulo 7, verso, eso es verso, hoy empezamos, hoy seguimos con el 7, capĂtulo 7, verso 7 del Libro de Romanos para poder entenderlo. Usted tiene que entender que nosotros aquĂ no estamos estudiando la Biblia ni estamos tratando de leer la Biblia para ser buenos evangĂ©licos o para no ser catĂłlicos o para ser gente menos mala. Pero nosotros no estamos con la Biblia aquĂ porque nosotros pensamos que la religiĂłn, es que la religiĂłn y la Biblia es importante y entonces le da unos buenos consejos y lo ayuda en las cosas de la vida y eso, pero la Biblia, no, no, no. Dice la Biblia que hace más sabio al sencillo, hace sabio al sencillo. AquĂ hay un problema grave. ÂżPor quĂ©? Pues aquĂ hay una pregunta que hace cuando se está leyendo que dice que la Biblia hace sabio al sencillo. ÂżCuál es la pregunta que usted se hace? ÂżQuĂ© es ser sencillo? ÂżQuiĂ©n es sencillo? Y empezando por nosotros los pastores somos un montĂłn de arrogantes, pachocos, repugnantes, en muchos sentidos. Dice Salmo 19.7, Salmo 19.7, dice Salmo 19.7, dice, oiga, la enseñanza del Señor es perfecta, note, es perfecta. La enseñanza del Señor es perfecta. Reavivan el alma. Si le diga a usted quĂ© libro dice eso, pantalones cortos, pantalones cortos. Dice, los decretos del Señor son confiables. Dice, hacen sabio al sencillo. Los mandamientos del Señor son rectos. Y oigan esto, traen alegrĂa al corazĂłn. Entonces yo quisiera que esta noche usted me entienda que cuando Pablo se refiere a la ley y está hablando de la ley, Ă©l tiene en mente esto que yo le estoy mostrando. Por favor, tome nota esta noche que cuando yo le digo a usted que estamos hablando de la Palabra de Dios, yo no estoy pensando que la Palabra de Dios es un libro que está por debajo de los libros de psicologĂa porque los grandes doctores y pensadores de la psicologĂa están muy por encima de la Biblia. Le estoy diciendo que no hay punto de comparaciĂłn. La Palabra de Dios está por encima de todo. Por encima. Por eso es que la gente, es el problema que hay. La gente cree más en la sanidad interior que en la madurez. ÂżDe quĂ© habla la Biblia? De madurez, no de sanidad interior. ÂżPero quĂ© es más chiva? Si hacemos un seminario aquĂ, que ya hicimos uno hace unos 500 años. Si hace un seminario de sanidad interior. Haga un seminario de madurez espiritual y no llega nadie. ÂżSĂ? Por eso es que hay tantĂsimas cosas, hermanos. Porque la gente se cree las cosas en funciĂłn del beneficio personal y no queremos pasar por cosas y enfrentarnos a nuestras propias realidades, a todo lo que queremos. Y ninguno, yo tampoco, no queremos dejar las cosas que Dios quisiera que nosotros dejemos. Entonces dicen que las enseñanzas del Señor son perfectas, reavivan el alma, los decretos del Señor son confiables. La segunda cosa, dice, JosĂ© 1.8. JosĂ© 1.8. Dice que la palabra es garantĂa de Ă©xito y logro de la vida. JosĂ© 1.8, ponga la expresiĂłn en este texto. JosĂ© 1.8, vea. Es un texto conocidĂsimo. Dice, estudia, estudia, y no dice lea, dice estudia. Me gusta esta versiĂłn, estoy leyendo la nueva traducciĂłn viviente. Me gusta esa versiĂłn por ese tipo de cosas. Se va al grano del concepto y eso me gusta. Estudia constantemente este libro de instrucciĂłn. No dice lealo, dice estudielo. Medita en Ă©l dĂa y noche para asegurarte de obedecer todo lo que allĂ está escrito. Oigan, solo entonces, pero note el tiempo. En el primer tiempo dice, estudia constantemente este libro de instrucciĂłn. Medita en Ă©l dĂa y noche para asegurarte de obedecer todo lo que allĂ está escrito. Solo entonces, vean quĂ© fuerte, vean quĂ© terrible, vean quĂ© difĂcil, vean quĂ© duro, vean quĂ© responsabilidad. Ahora, no les he dicho lo que yo veo que es importante extraer de este texto. Solo entonces prosperarás y te irá bien en todo lo que hagas. Una pregunta. Una pregunta. Si no nos está yendo tan mal en la vida, y estamos gordos y cachetones empezando por aquĂ del servidor, ÂżquĂ© será lo que entiende Dios por bien que nosotros seguramente no hemos entendido por bien que no necesitamos del libro de la forma en que el libro dice que necesitamos de Ă©l? Me estoy dando a entender. El concepto que tenemos de lo bien que nos va, no es Ă©ste. ÂżMe están siguiendo? No es Ă©ste. Éste es otro. Tenemos un concepto de que nos va bien, de porque yo andaba en Steven, que ahĂ estaba en Manizales, me escribĂa de Manizales, Colombia, y por allá me escribe este, y por allá. ÂżPor quĂ© es su trabajo? ÂżPor quĂ© es su vida? ÂżPor quĂ© le está yendo bien? Y cuando yo comparo, como yo creo que me está yendo en funciĂłn de como le está yendo al otro, algo está raro, porque aquĂ dice que le va a ir bien en todo lo que haga, pero el concepto de ir bien que está aquĂ no es el mismo, hermanos. Porque el concepto que está aquĂ de irnos bien está basado en estudiar constantemente... VĂ©anlo, ahĂ está. Estudia constantemente este libro de instrucciĂłn. Medita, estudia, medita en el dĂa y noche, para asegurarte de obedecer. Estudia, medita y obedece todo lo que ahĂ está escrito. Solo hasta ese momento nos va a ir bien. Noten el momento en que nos va a ir bien. Entonces aquĂ hay que preguntarse, Âża dĂłnde estarĂ© yo? Hay uno más para esta noche. No importa si no arrancamos y con el versĂculo, con el que es, no se preocupen. Tenemos toda la vida. Tercera, tercer requisito para poder entender Romanos 7.7. Dice el Salmo 119.99. Salmo 119.99. Dice el Salmo 119.99. Que aprendo a ver inclusive lo que otros no ven y tendrĂ© más sabidurĂa que los ancianos. Oigan. Salmo 119.99. Salmo 119.99. Oigan, asĂ es. Tengo mejor percepciĂłn que mis maestros. Oigan, quĂ© interesante. Tengo mejor percepciĂłn que mis maestros. Porque siempre pienso en tus leyes, refiriĂ©ndose a la palabra. Hasta soy más sabio que los ancianos, porque he obedecido tu palabra. He obedecido tus mandamientos. Entonces, yo quiero que usted me entienda. Y yo meto acceso en la cabeza. Yo no estoy aquĂ promoviendo que usted sea una mejor persona. QuĂtese eso de la cabeza. Yo estoy promoviendo aquĂ que en usted y en mĂ se forme la imagen de Cristo. Que es lo que la Biblia dice que tiene que suceder. Por lo tanto, no hay un concepto de una mejor persona. Eso es un concepto psicolĂłgico. No me interesa. No tiene razĂłn de ser. No tiene sentido. En los versĂculos anteriores, capĂtulo 7, del 1 al 6, Pablo introduce, recuerden que lo que dice habla sobre el asunto del matrimonio y nos hace entender que el matrimonio está vigente mientras la persona estĂ© viva. Y ese es el ejemplo que Ă©l usa para empezar. Dice en el capĂtulo 7, verso 1. Ahora bien, hermanos y hermanas, ustedes que conocen la ley, no saben que la ley se aplica sĂłlo mientras una persona está viva. Por ejemplo, cuando una persona se casa, la ley la une a su marido mientras Ă©l viva. Pero si Ă©l muere, las leyes del matrimonio ya no se aplican a ella. AsĂ que mientras su marido viva, ella cometerĂa adulterio si se casara con otro hombre. Pero si su esposo muere, ella queda libre de esa ley y no comete adulterio cuando se casa de nuevo. Por lo tanto, mis amados hermanos, la cuestiĂłn es la siguiente. Ustedes murieron al poder de la ley cuando murieron a Cristo, haciendo referencia al bautismo, haciendo referencia al momento de reconocer que nosotros queremos seguir al Señor. Dice, ahora están unidos aquel que fue levantado de los muertos. Como resultado, podemos producir una cosecha de buenas acciones para Dios. Cuando vivĂamos controlados por nuestra vieja naturaleza, vivĂamos controlados. ¡A caray! Los deseos pecaminosos actuaban dentro de nosotros y la ley despertaba esos malos deseos que producĂan una cosecha de acciones pecaminosas, las cuales nos llevaban a la muerte. Pero ahora fuimos liberados de la ley, porque morimos a ella y ya no estamos presos hasta su poder. Ahora podemos servir a Dios, no segĂşn el antiguo modo que consistĂa en las obras, en obedecer la letra de la ley, sino mediante uno nuevo, el de vivir en el EspĂritu. Claro, cuando usted oye esto, pareciera que Pablo está en contra de la ley y está diciendo que la ley no servĂa para nada. Al oĂr esto asĂ rápidamente, leĂdo rápido, la semana pasada, al leer este tipo de mensaje que Pablo está dando, usted cree que lo que Pablo está diciendo es que la ley más bien es un problema y Pablo no quiere que eso sea de esta manera. De hecho, Ă©l empieza en el versĂculo 7, dice, ahora bien, aquĂ empieza diciendo, ahora bien, Âżacaso sugiero que la ley de Dios es pecaminosa? No, no, no, de ninguna manera. De hecho, fue la ley la que me mostrĂł mi pecado. Yo nunca hubiera sabido que codiciar es malo si la ley no dijera, no codicies. Pero el pecado usĂł este mandamiento para despertar toda clase de deseos codiciosos dentro de mĂ. Si no existiera la ley, el pecado no tendrĂa ese poder. Verso 9, hubo un tiempo en que vivĂ sin entender la ley. Sin embargo, cuando aprendĂ, por ejemplo, el mandamiento de no codiciar, el poder del pecado cobrĂł vida, y yo morĂ. Entonces me di cuenta de que los mandatos de la ley, que supuestamente traĂan vida, trajeron en cambio muerte espiritual. El pecado se aprovechĂł de esos mandatos y me engañó. UsĂł los mandatos para matarme. Sin embargo, la ley en sĂ misma es santa, y sus mandatos son santos, rectos y buenos. Verso 13, Âżpero cĂłmo puede ser acaso la ley que es buena? ÂżCĂłmo puede ser acaso la ley que es buena provocĂł mi muerte? Por supuesto que no, el pecado usĂł lo que era bueno a fin de lograr mi condena de muerte. Por eso podemos ver que terrible es el pecado, que se vale de los buenos mandatos de Dios para lograr sus propios fines malvados. Entonces, noten que, noten que, básicamente, en los versĂculos anteriores hay un orden. NĂşmero 1, si usted no entiende la realidad del pecado, de su pecado, o cree que no tiene pecado, o no es importante, usted no entiende. NĂşmero 1. NĂşmero 2, si usted no reconoce la necesidad de reconocerlo y procesarlo de algĂşn modo. Si usted no... ÂżUsted tiene pecado? A ver, yo nacĂ en el 66, y como en el 68 yo creo que yo dije un par de mentiras. AhĂ, ÂżquĂ© es eso tan santo y tan puro? Entonces, básicamente, básicamente, Âżde dĂłnde nos trae Pablo? Nos trae a que, si no entiende usted la realidad del pecado, o de su pecado, o cree que no tiene, o no es importante, usted tiene problemas. Lo peor, si usted no ve que algo está mal, si usted no ve la realidad, si usted no ve el mal, o lo malo, o se le ocurre llamar a lo bueno o malo, usted no ha entendido. Si le da igual, no ha entendido. Y estoy diciendo no ha entendido para hacerlo suavecito, pero realmente lo que tengo que decir es, usted no es salvo. Porque una de las principales caracterĂsticas de los hijos de Dios es reconocer el pecado en sus vidas. Es entender que lo que les interesa es agradar a Dios. Es entender que la vida de Dios es una vida santa, pero que la palabra santa significa no ser igual al resto. Y cuando nos hablan del pecado y nos dicen que nosotros somos pecadores, inmediatamente empezamos con las muletillas, usted tambiĂ©n, lo cual es cierto. Cuando nos dicen que todos pecamos, decimos sĂ, igual que todos los seres humanos, y como que encontramos una forma de hacer las cosas, y nos escudamos en el hecho de que hay una generalidad. Pero realmente lo que Pablo está tratando de decir es que hay gente que procesa el pecado en su vida y hay gente que no. Y eso es lo que de alguna forma Ă©l está tratando de que no pase. 7-7, Romanos 7-7, y me voy exactamente a lo que nos toca hoy. Ahora bien, estoy sugiriendo que la ley de Dios es pecaminosa de ninguna manera. De hecho fue la ley que me mostrĂł mi pecado. Ojo, y ojo el ejemplo. Yo nunca hubiera sabido que codiciar es malo si la ley no me dijera no codicies. ÂżLa ley es mala? No. No, lo que es malo es el pecado. Lo que es malo es no entender que hay cosas que nosotros somos, hacemos, decimos, y no hacemos que son pecados y que a Dios no le gustan. Recuerden lo que les he venido diciendo semanas atrás. Hay más gente en el infierno por lo que no hizo, por lo que no dijo. Hace 6 años muriĂł Gato FĂ©lix. Nadie se acuerda de Gato FĂ©lix. Don Hugo se acuerda de Gato FĂ©lix y don... Era un bicho. Era un bicho, pero es que Gato FĂ©lix era un maleante, era un carterista y fue responsable, por ejemplo, de algunos asaltos asĂ importantes, pero era un hombre con ciertas caracterĂsticas. El dĂa que muriĂł Gato FĂ©lix, en Facebook, mucha gente lo puso. AhĂ lo está, el diablo en el infierno. Y no se me olvida que yo leĂ con un pastor hace algunos años y me contĂł que Ă©l estuvo en un momento en que Gato FĂ©lix muriĂł y Ă©l entregĂł su vida al Señor, no ese dĂa, sino desde antes. Y Ă©l le dijo al pastor, amigo mĂo, le doy gracias a Dios porque yo tengo mucho de quĂ© arrepentirme. Y si usted no tiene de quĂ© arrepentirse, perdĂłnenme. Si el Señor viniera hoy, usted se queda. Porque ese es el problema con lo que llaman hoy la iglesia, damas y caballeros, señoras y señores. El problema es que nosotros pensamos que somos gente buena. Y la ley no es mala, lo malo es el pecado. Si la ley, dice Pablo, si la ley no mostrara, si la ley no mostrara el pecado, vean por quĂ© es tan importante la ley. Si no hubiese nada escrito, y Steven Roberts, pregĂşntenle a su abogado, Âżsabe quĂ© me va a decir Ă©l? Si no hay ley que lo condene, ley que no se lo permita, no puede haber proceso. ÂżSĂ o no? No hay una ley que lo condene. Pero Dios no lo deja entrar al cielo. ÂżUstedes saben por quĂ©? A ver, va de nuevo, va de nuevo. Va de nuevo. Dice la Biblia, vea, ahora bien, Âżacaso sugiero que la ley de Dios es pecaminosa? De ninguna manera. De hecho, fue la ley que me mostrĂł mi pecado. Yo nunca hubiera sabido que codiciar es malo, si la ley dijera no codicies. Entonces, Âżes mala la ley? No, gracias a Dios la ley está, porque la ley me permite el proceso. Porque ante ustedes, yo no he hecho nada malo, pero cuando yo lleguĂ© delante de Dios, dice la palabra que la ley está basada en la realidad natural de lo que Dios ha escrito en el corazĂłn de todos los hombres. Y que quien no tiene ley, es ley para sĂ mismo. Ups. Ups. Quiere decir que antes del SinaĂ, aquĂ está el SinaĂ, no matarás. Si alguien matĂł, ÂżdĂłnde está? Y no se arrepintiĂł, ÂżdĂłnde está? En el infierno. Pero no habĂa ley. SĂ, no habĂa forma de castigar la ley porque no habĂa. Pero dice que la ley mostrĂł el pecado. Ahora, Pablo no está hablando de eso, Pablo está diciendo que la ley me avispĂł de las cosas. Por eso es que le estoy mostrando, si la ley no mostrara, habrĂa transgresiĂłn y condenaciĂłn, pero no habrĂa oportunidad. ÂżVen por quĂ© es importante la ley? O sea, más fácil, Âżven por quĂ© es importante la palabra? Termina Pablo diciendo, ahora sĂ, ven el ejemplo que pone, Âżcuál es el ejemplo que pone? No codiciar. Sigue la explicaciĂłn. Dice, pero el pecado usĂł ese mandamiento, oigan, pero el pecado usĂł ese mandamiento. Hermanos, quiero decirles algo. Esto es tan profundo, que los psicĂłlogos no saben que esto está en la Biblia. Y aquĂ dice, antes de que cualquiera se le ocurriera cualquier cosa, Âżcuál es el proceso por el cual pasan las personas para hacerse daño y para hacer daño? Dice, pero el pecado usĂł ese mandamiento para despertar toda clase. Como nos va tan bien con el sonido. Pero el pecado usĂł ese mandamiento para despertar toda clase de deseos codiciosos dentro de mĂ. Entonces, noten que dice, si no existiera la ley, el pecado no tendrĂa ese poder. Entonces, desear es malo, codiciar es malo. Es pecado, no está diciendo que sea malo, está diciendo que es pecado. Ahora, hay una gran diferencia entre una cosa y la otra. Porque yo uso para decirles que es malo para que ustedes se porten bien. Pero usted lo que no está entendiendo es que lo hace, lo hace, vea, vea, vea. Cuando Pablo dice el pecado, Âżse está refiriendo a quiĂ©n? A mĂ, a lo que yo soy por dentro. Yo aprendĂ, yo aprendĂ. Mi papá siempre me dijo, no toque nada, nada, usted no toque nada, nunca, nunca devuelva todo lo que sea ajeno, nunca toque nada. Una vez me traje un desodorante del más por menos, no el de aquĂ, no existĂa. Y yo lleguĂ© y salĂ del más por menos y no se me olvida que era un Menem, un Speed Stick de Menem, en aquellos años. Y yo sudaba y yo sentĂa aquella cosa, Âżverdad? Y yo... Porque es que es el... Dicen los especialistas que se llama miedo consciente. Miedo consciente. Vea. Vea el ejemplo. Ponga atenciĂłn. Si se legaliza la marihuana, Âżla gente deja de fumar marihuana? No. Baja el consumo, pero si se pierde el interĂ©s. Eso sĂ. Porque ya no es un tabĂş. Ya no es un tabĂş. Es que el pastor dijo que habĂa que... Yo no estoy diciendo nada, yo no digo tonteras. Estoy explicando que legalizar la marihuana tiene dos efectos. En los lugares donde la marihuana se ha legalizado, bajĂł el consumo. No, se organizĂł, se regulĂł. Pero ya no anda nadie en la calle asĂ como... Y entonces... Y claro, al bajar, al quitarle la ley que condena el consumo de marihuana, Âżadivinen quĂ©? El preso se va al suelo. El ser humano es bien complicado, hermanos. El ser humano es bien complicado. No tardan en decirle no toque, toca. No vaya, va. Amanda, yo les contĂ©, Amanda tenĂa cuatro años. Hicimos una pizza en la casa. Y entonces yo saquĂ© la pizza, lo que hicimos fueron pizzas con medias tajadas de baguette. Y entonces las pusimos sobre unas bandejas cuadradas y ahĂ estaba la pizza en las tajadas de baguette y hay que esperar a que se enfriara. Y entonces en el baguette, imagĂnense, el pan de baguette es asĂ de graso, el asunto se ve riquĂsimo, con la cebolla y con la salchicha y la cosa. Y entonces dice Amanda, Âżpuedo tocar el molde? Mi amor, se va a quemar. Y yo no sĂ© quĂ© fue lo que hice yo, vivĂamos en Guadalupe, di la vuelta, cuando la veo que está haciendo asĂ, me dice mi amor, te vas a quemar la mano, no toques eso, te vas a quemar, está muy caliente. Al gato me dice, Âżya vamos a comer? Me dice, no, yo quiero tocar el molde. TĂłquelo. ÂżY ahĂ viene quĂ©? Dice, que no. Porque esa es nuestra naturaleza, hacer todo lo contrario. AsĂ somos todos, de una u otra manera. Miren, no hay versĂculo más controversial que el versĂculo que dice, esposas estĂ©n sujetas a su marido. No, y empiezan a volar, quĂ© barbaridad, quĂ© machismo, quĂ© relajo. Eso es una forma mala de interpretaciĂłn. MuriĂł Timothy Keller. Les recomiendo, si en algĂşn momento tienen la oportunidad de leer literatura cristiana buena, busquen material de Timothy Keller. MuriĂł ayer. Y casualmente en el momento en que estaba falleciendo, cuando falleciĂł a los minutos, en la oficina de Ă©l, yo estoy suscrito a una cosa de correo de Ă©l, me mandaron un correo diciendo, acaba de fallecer el hermano Timothy. Timothy Keller ha sido uno de los grandes, grandes, grandes defensores del trabajo de la mujer en la iglesia. Y lo han criticado al punto tal de que yo ya vi un comentario, vi un comentario que decĂa, seguramente se está quemando en el infierno porque Ă©l ponĂa a las mujeres a predicar. Entonces, para que usted me entienda el punto de cĂłmo son las cosas. TĂ©cnicamente, tĂ©cnicamente, pues, las personas se resisten, la gente se resiste. Cuando le dicen a uno, no haga, la gente trata de seguir haciendo las cosas. Entonces, note, mi segunda, si no existiera la ley, si se legaliza la marihuana, tal vez no baje el consumo, pero pierde el interĂ©s. Y ese es el morbo, hermanos, ese es el problema con lo que hay. A mĂ me hace mucha gracia porque a mĂ me llaman las esposas y me dicen, es que viera que cochino mi marido. Anoche lo encontrĂ© en el telĂ©fono viendo unas viejas chingas, unas cochinadas. Digo, a la cuña, quĂ© problema. SĂ, yo le preguntĂ©, ÂżquiĂ©n estaba haciendo? ¡El cristianito! Hermanos, el mismo morbo que se necesita para ver pornografĂa es el mismo morbo que se necesita para ver la casa de papel, pelĂculas de miedo, novelas, es el mismo. Lo mismo. ÂżQuĂ© está esperando uno en una novela? Que entonces llegĂł y la sirvienta le dijo al dueño de la casa, yo soy hija suya. ÂżQuĂ©? ÂżEn serio, sĂ? Yo soy la hija de... ¡No! Y entonces es la heredera de todo. ÂżPor quĂ© la heredera de todo? Son buenĂsimas, no voy a entender. ÂżY le mantienen a usted los ánimos asĂ? Es lo mismo. Yo no estoy diciendo que... Yo le dije, vea señora, Âżusted ve novelas? SĂ, sĂ veo novelas. ÂżUsted ya vio Juego de Tronos? Si ustedes no saben quĂ© es eso, Juego de Tronos es una cosa que ustedes no tienen que ver, yo les voy a explicar otro dĂa quĂ© es eso. ÂżUsted vio Juego de Tronos? No, yo no le dije eso. Yo le dije, vea señora, es un problema. Hable con Ă©l, pĂłngase de acuerdo con Ă©l, porque esto hay que... y hay que ver quĂ© se hace. Bueno, exactamente, esa es el morbo de las cosas, el morbo, la forma en que el pensamiento... por eso es que es tan... por eso es que es tan complicada y tan peligrosa la religiĂłn. Porque la religiĂłn, externamente, quiere que ustedes me vean a mĂ santo, puro y bueno. Y eso no es cierto. Eso no es cierto. Verso 9 Hubo un tiempo en que vivĂ sin entender la ley. Hubo un tiempo en que vivĂ sin entender la ley. Y aquĂ viene la clase, aquĂ viene la lecciĂłn, aquĂ viene lo importante que hay que entender. Claro, por supuesto, es que Dios es extremadamente inteligente y sabio. Más al yo decir que Dios es inteligente, estoy diciendo una aberraciĂłn. ÂżPor quĂ©? Él es la inteligencia. Dios no es sĂşper inteligente, Él es la inteligencia. Dice, hubo un tiempo en que vivĂ sin entender la ley. Noten, sin entender la ley. El mandamiento de no codiciar el poder del pecado, cobrĂł vida. Y claro, vean, Pablo, no solamente nos está diciendo que cuando Ă©l vio que la ley decĂa que codiciar es pecado, Ă©l se dio cuenta de quiĂ©n era Ă©l, de cĂłmo Ă©l actuaba. Esto que le estoy mostrando, pĂłngame atenciĂłn porque le voy a decir una cosa pesadita. ÂżRecuerdan que Pablo dice que Ă©l tenĂa un aguijĂłn en la carne? Y que el aguijĂłn en la carne, entonces los teĂłlogos dicen que es que Ă©l era ciego, que Ă©l no veĂa bien. Hubo un teĂłlogo que decĂa que es que Ă©l tenĂa cierta preferencia por los chiquillos. AquĂ, Ă©l está reconociendo que es con lo cual Ă©l estaba luchando. Y hubo un tiempo en que vivĂ sin entender la ley. Sin embargo, cuando aprendĂ, por ejemplo, el mandamiento de no codiciar, el poder del pecado cobrĂł vida. O sea, ÂżquĂ© está diciendo Pablo? Que Ă©l estaba luchando con la codicia. Ahora, la codicia, damas y caballeros, la codicia es complicadĂsima. Y yo morĂ. Y sigue diciendo. Entonces me di cuenta de que los mandatos de la ley, que supuestamente traĂan vida, trajeron en cambio muerte espiritual. Viene. Para empezar, Pablo está ubicándonos en un tiempo. Y yo necesito que usted entienda que Pablo empieza diciendo que nos ubica en un tiempo para decirnos que hay algo que aprender. Hay algo que aprender de nosotros y de eso. Es más, Âżcuánto nos dura la codicia? ÂżCuánto nos dura el hecho de creer que no somos codiciosos o no darnos cuenta de que lo somos? Mucho de lo que hacemos lo hacemos por codicia. Y no solamente estamos hablando de dinero o sexo. Estamos hablando de que muchas cosas es un problema. La persona codiciosa es una persona envidiosa. Y el problema con el envidioso es que el envidioso no es que quiere tener... El envidioso no es que quiere tener lo que el otro tiene. El envidioso no quiere que usted tenga lo que usted tiene. Pero lo más grave de la codicia no es el tema material o el tema del dinero, que es codicia. Y que muchos de los pensamientos y las cosas que tenemos las hacemos por codicia. Lo más complicado es la adicciĂłn a la codicia. Y todo es adicciĂłn. Todo. El uso de drogas, la televisiĂłn, el uso del telĂ©fono, es adicciĂłn, es codicia. Ahora, yo no estoy hablando de plata, pero algunos estamos ceñidos en que el asunto econĂłmico es A, es B o es C. Por eso puse. ÂżSeremos conscientes de eso? ÂżEn quĂ© tiempo nos daremos cuenta de estas cosas? Vean. Noten que Ă©l empieza diciendo en ese texto que hay algo que entender y algo que aprender. Noten, hermanos, que lo que Pablo está diciendo, lo que Dios me está mostrando que es pecado, que es la codicia, en vez de traer mi vida a mĂ, lo que me trae es muerte. ÂżPor quĂ©? Porque me doy cuenta de cĂłmo yo soy y me conozco. Yo toda la vida he sido de pelito, ralito. Yo no tengo mucho pelo. A mĂ se me ven las ideas aquĂ. A mĂ se me ha hecho un toque, Âżverdad? Se me ven un toque las ideas aquĂ. Nunca se me olvida que yo me cortaba el pelo en un lugar en San JosĂ© y pagaba 3000 colones en aquellos años. Estamos hablando de los años 88. ImagĂnense, 3000 pesos. Eso es plata hoy. AquĂ hay un lugar en San RamĂłn que vale 1500 pesos y la corte de pelo todavĂa. Yo pagaba 3000 pesos para cortarme el pelo. Nunca se me olvida que habĂa una foto en la pared de un muchacho con el pelo y yo siempre le decĂa al que me cortaba el pelo que me lo cortara asĂ. Él me agarraba, me sentaba y me hacĂa como que me hacĂa y me sacaba y yo decĂa quĂ© raro, no me muevas. Yo lo veĂa y yo decĂa y yo venĂa ahĂ. Un dĂa lleguĂ© y le dije yo quiero pero que me quede igual y me decĂa papá, me debes decir una cosa. Él tiene pelo, usted tiene hebras. No espere que con esas hebras le voy a hacer eso. AsĂ es que le voy a hacer ahĂ un recortado. No me olvido de ese viejo. No espere que con esas hebras le voy a hacer ese corte. Usted no tiene pelo. Pero me abriĂł los ojos gente. Me los abriĂł. Yo no puedo parecerme a Ă©l. Y adivinen quĂ© es esto. Dice no puedo usar todos los ejemplos que pueden existir de codicia. ÂżPor quĂ©? Porque yo estoy seguro que yo le enseño a Cabetto un mule de raquete ping pong que vale 75 dĂłlares y Cabetto va a dejar que lo peguen una cosa ahĂ para que para que le parte y Ă©l ni sabe quĂ© es. Digo, Cabetto es un mule de raquete ping pong vale 75 dĂłlares. Le voy a decir sacĂł el chinado para que la comprĂł. Él está botando la plata. Porque la codicia de cada uno de nosotros es diferente. Algunos codiciamos que nuestros hijos sean yo vi un caso de una mamá que querĂa que su hija fuera reina de belleza y en cuanto concurso habĂa adivinen quĂ© y no, la abuela ya no era señora pero era una necesidad de la mamá de querer ver a la abuela modelando y siendo bella. Esa es la mamá. Es codicia. Ahora sepan que lo que Pablo está diciendo aquĂ lo dejamos, ya termino aquĂ lo dejamos no voy a seguir porque seguirĂ© toda la noche más yo. Lo que Pablo está diciendo es que la palabra de Dios no solo despierta en nosotros que nos demos cuenta quĂ© es lo que Dios quiere que aprendamos de Él sino que tambiĂ©n la palabra de Dios nos enseña a conocernos y darnos cuenta de lo peligrosos que podemos ser y quĂ© es y por quĂ© estamos por quĂ© estamos actuando y cĂłmo actuamos de las cosas. No estoy hablando de sexo no estoy hablando de plata pero son los dos importantes elementos algunos de nosotros por plata hacemos lo que sea y por sexo ni que se diga entonces noten que en este versĂculo Ă©l lo dice Ă©l termina el pecado claro lo está diciendo de una manera para que nosotros entendamos lo que explica en el 8 y en el 9 que hay una ley en mi cuerpo que me hace a mĂ ser asĂ dice el pecado se aprovechĂł de sus mandatos y me engañó usĂł los mandatos para matarme claro donde dice me engañó definitivamente cuando usted oye un pastor que le está diciendo a la gente que Dios te quiere hacer millonario y que Dios te quiere hacer un hijo del rey y que Dios te va a llevar a Rusia y a China y a las naciones y que Dios te quiere ver hay más de una ovejita angurrienta y la verdad hermanos es que dice aquĂ que nos van a engañar y eso nos engaña y nos engañamos a nosotros mismos ÂżcĂłmo Dios nos va a querer que estemos bien? cuando yo lleguĂ© a San RamĂłn yo no sĂ© quien me encontrĂ© en una americana y me dice pastor pastor ÂżquĂ© está haciendo aquĂ? Âżpor quĂ©? y me dice es que los pastores de San RamĂłn no van a las americanas y yo digo Âży por quĂ©? y dice Âżpor quĂ© no? Âżpor quĂ©? Âżporque los quĂ© guaras de gente? si el 60% del guardarropa que tenemos es de AmĂ©rica enchuica ÂżquĂ© le pasa? hermanos la codicia de la que Pablo está hablando aquĂ es por encimita lo que Ă©l está reconociendo de Ă©l pero el tema de la codicia en cada uno de nosotros va desde las cosas que usted no se puede imaginar ÂżcĂłmo es posible que una mujer se haga 18 operaciones? ya no tiene donde ponerse más manteca si me voy a entender ÂżcĂłmo es posible que la gente ya no le quepa un hueco más Âżpor quĂ©? pero ven que fácil es hablar de los tatuajes y de la gente Âży esta panza? codicia Âżsi me voy a entender? pero esto es Pablo hermanos este es Romano abriĂ©ndole la gente los ojos diciendo pero no, no, sabe todo que usted usted piensa que usted es una persona que todo el mundo tiene que volverla a ver y verla a usted y usted es una que es muy buena que es muy profesional que es codiciado eso es Romano señor todo y gracias en esta noche