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La autojustificacion la mas grave de las religiones.
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La autojustificacion la mas grave de las religiones.
Olivo Verde is a community focused on studying the Bible systematically and respectfully. They believe in the value of the entire word of God. The speaker discusses the importance of respecting the text and understanding it was written in a specific way. He emphasizes the need for humility and acknowledges that everyone has their own sins and faults. He warns against judging others and highlights that God knows the true intentions and motivations of each person. He mentions that sin prevents spiritual growth and causes unnecessary suffering. The speaker encourages self-reflection and understanding that our lives are in God's hands. La siguiente es una producción de la comunidad Olivo Verde, Costa Rica. Olivo Verde es una comunidad enfocada en el estudio sistemático y respetuoso de la palabra de Dios. El contenido de su producción se basa en el trabajo verso a verso del texto bíblico. Somos Olivo Verde, Costa Rica. La carta a los Corintios se escribe en el año 64, 65 más o menos. La carta a los Corintios Pablo la escribe en el año 65. Pero la carta a los Romanos se escribe en el año 56. Son casi 10 años. Quiere decir que la iglesia en Corinto solamente tuvo, pero la iglesia de Romanos tuvo la carta 10 años sin tener ninguna otra carta. Hubo iglesias que nunca tuvieron todas las cartas juntas. Me estoy dando a entender. Una pregunta. Si solo tenían, si solo tenían esta carta, una pregunta, ¿cuántas veces creen ustedes que la leyeron? 800,000, 521 veces. Lo que me impresiona más es que cuando lleguemos al cielo, vamos a encontrar manos que pertenecieron a esa iglesia que solo tenían una carta. ¿Usted me puede entender que lo mínimo que nosotros podríamos hacer es respetar el texto y darnos cuenta que el texto fue escrito de una sola forma? Nosotros creemos en esta congregación que la palabra de Dios es muy valiosa en partes y en todas sus partes. Nosotros creemos que cuando alguien envía un mensaje de texto y al final del mensaje de texto dice, y no se le olvide traer pan y traer leche. Y Kender llega en carrera todo sudado, ¿verdad? Llega con la chiquita, de recogerla y todo, y lo primero que le dice es, ¿y la leche? Y entonces, ¿qué le va a decir Kender? ¡Ay, no lo leí todo! O sea, yo quiero que usted me entienda que una de las razones por las cuales estudiamos el texto verso a verso, es porque estamos tratando de tomar la Biblia con alguna seriedad, pero sobre todo con humildad. Entonces, le estamos diciendo a quien la escribió, lo que usted escribió es importante para nosotros. Todo. Y me toca duro hoy. Me toca duro hoy porque el tema en Romanos 2.1 es un tema muy difícil para mí. Siempre ha sido muy fácil señalar a las personas, inclusive en este mismo recinto, hace algunos años, hace ya bastantes años, se cometieron terribles injusticias. Una de esas injusticias fue que una pareja quedó embarazada, la muchacha, y cuando se conoció en la iglesia del embarazo, un domingo los llamaron aquí adelante, a los dos, y delante de toda la iglesia, les dijeron, pecaron. Y al día de hoy, ni la persona, ni la muchacha, ni el muchacho, hasta el día de hoy, se han vuelto a integrar a ninguna iglesia. Cállense de espaldas, la criatura que nació, la criatura que nació, viene aquí de vez en cuando. Señalar a las personas es muy fácil, juzgar a la gente es muy fácil. Hoy no vino Daisy, pero Daisy tiene el pelo rojo con morado y amarillo, y hay gente que lo verá bellísimo, bellisísimo, hay gente que lo verá horrible. Aquí está Cintia, Cintia es experta en hacer uñas, y me imagino yo que le piden cosas rarísimas a Cintia. Amados hermanos, es muy difícil señalar a la gente, porque también cuando uno señala, uno tiene que acordarse que también uno tiene rabo que le majen. Es muy fácil decirle a las personas las cosas desde un púlpito, gritarle a la gente y decirles cualquier cantidad de cosas. Es muy fácil decirle a las personas que nosotros somos santos como Dios nos ve, pero no reconocer lo que uno hace, o al menos tener la sabía de señalar gente y no reconocer lo que uno es o hace. Para peores, como lo dijimos hace ocho días, tristemente tengo que señalar que el infierno está lleno de gente, en el infierno hay más gente que no hace que la gente que sí hace. Porque la gente que hace, las personas que hacen cosas, al menos dicen, qué clase de estúpidos soy, qué fue lo que hice, Dios mío. La gente, la gente al menos, que hace cosas, a veces tiene la sensibilidad de decir, me la pelé. Pero el problema está que la gran mayoría de nosotros somos personas que no creemos que hacemos. Nosotros vivimos bajo una religión que se llama, yo no soy tan malo como Jorge Rojas. Yo no soy tan malo como Madruga Zamora. Yo no hago las cosas que hace Kender Méndez, yo no hago esas cosas. Y tristemente nos damos cuenta en nuestras oraciones, los que se acuerdan de orar de vez en cuando, que en nuestra oración no existe un momento para decirle a Dios, Señor perdóname por ser un inútil, por no hacer nada, por no servir para nada. A ninguno de nosotros se nos ocurre eso, a mí menos. Y el primer inútil soy yo. Dice la Biblia que hacemos lo que tenemos que hacer, ni siquiera hacemos un poquito más. Entonces yo les voy a hacer muy francos, damas y caballeros, el capítulo 2 del libro de Romanos, que estamos estudiando verso a verso, no es cualquier libro, no es cualquier capítulo, es un capítulo de la Biblia en donde el apóstol Pablo le está hablando a la iglesia en Roma, y la iglesia en Roma tenía una clasificación interesantísima. La mitad eran judíos y la otra mitad aparentemente, parece que eran más judíos que gentiles. Gentiles son personas que no eran judías. Aparentemente los judíos estaban sumamente indignados de cómo era posible que los romanos adoraran a Marte y a Zeus, y los romanos adoraran al Sol, y los romanos fueran tan brutos y adoraran las cosas creadas. Pablo en el capítulo anterior, todo el capítulo anterior, todo el capítulo 1, Pablo señala que la gente se desvía, que la gente sin Dios hace tonteras, que la gente sin Dios se mata, se suicida, la gente sin Dios se hace daño. Perdón, cuando yo estoy hablando de que la gente se hace daño, si nos hacemos daño nosotros, que la estamos pulseando, imagínense ustedes las personas sin Dios. En el capítulo 2, de alguna manera, vamos a ver algunas cosas, básicamente vamos a ver 6 cosas, vamos a ver 6 cosas esta mañana, porque la mayoría de nosotros aquí presentes tenemos un problema serio, severo, terrible, pensamos que somos buenos. La autojustificación es una religión, la autojustificación es una religión, hay que tener fe para creer las cosas. La gente se cree buena, número 2, la gente critica a otras personas que piensan diferente a mí, yo no soy chismoso, yo no soy lengua larga, pero a mí me gustan las mujeres. Entonces, para mí es muy fácil irmele al cuerpo a cualquiera, diciéndole que es una gran chismosa, ¿me están escuchando?, que es una gran chismosa, que es una gran lengua larga, pero yo no estoy viendo lo que yo soy. Y sobre esto está tratando Pablo, de que nosotros abramos la cabeza, porque Pablo le está diciendo, perdón, aquí no hay nadie que se vaya a salvar de la condenación, o porque hace las cosas que hace, y las hace de forma indiscriminada, o... pues no hacen ni papa. La autojustificación es el tema fundamental que Pablo está introduciendo, y le dice a la gente que cuando la gente se pone a juzgar, la gente que juzga se está condenando, de una vez, porque nosotros estamos acostumbrados a decir, si yo juzgo, si yo juzgo a Sergio, Sergio me puede juzgar a mí, no, la Biblia dice que si yo juzgo a Sergio, yo me condeno por juzgar a Sergio. Ahora, yo les dije hace ocho días, que la Biblia no evita que usted juzgue, le está diciendo que lo haga de forma justa, y que lo haga de forma objetiva, y que lo haga pensando en su propia realidad. Inicia el versículo 1, el capítulo 1, diciendo, por lo cual es inexcusable, hombre, mujer, quienquiera que seas, que tú juzgas, pues en lo que juzgas a otro, te condenas a ti mismo, porque tú que juzgas, haces exactamente lo mismo. Claro, cuando usted se refiere a que es lo mismo, porque dice hacer lo mismo, Pablo no se está refiriendo a la lista que está en el capítulo anterior, en el capítulo anterior, en la lista dice que hay gente que es inmoral, gente que es grosera, que no es obediente, hace una lista enorme, pero lo que Pablo está diciendo es, es cierto, Eugenia no hace lo mismo, Eugenia no hace lo mismo, pero en el corazón de Eugenia, en el corazón de Pablo, en el corazón de cada uno de nosotros, sí existen estas cosas, son hombres y mujeres que tienen su propio razonamiento, tienen su propio razonamiento, dijo Ricky Martin, cuál es el problema de la Biblia, ya la Biblia no sirve para poder establecer principios en una sociedad, y cáiganse de espaldas, tiene razón, ¿por qué tiene razón? Porque somos los cristianos quienes deberíamos de marcar la diferencia en si la palabra de Dios funciona o no en una sociedad, y adivinen qué, somos un montón de chismosos, y un montón de alboroteros, y un montón de cosas rarísimas. Estuve el martes, estuve el miércoles y el jueves en una conferencia allá en Venecia de San Carlos, con un grupo de pastores y una congregación muy interesante, se reúnen en un dispensario de verduras, es un galeroncito chiquitito, es un poquito más grande que una cochera, y tienen dos meses de estar ahí, cuando le alquiló al dueño del dispensario, le alquiló el lugar, el dueño le dijo que se lo alquilaban en ochenta mil pesos, le dice, ¿por qué tan barato? me dice, porque lo van a sacar en unas semanas, porque toda la gente que vive al frente son católicos de hueso colorado, y apenas sepan que lo que usted va a poner es una iglesia, lo van a hacer sacado, tiene dos meses ya de estar ahí. Entonces yo le pregunté, el pastor se llama Jonathan, y le digo, Jonathan, una pregunta, ¿por qué es que no te han sacado? me dice, porque yo he tratado de ser prudente, escuchar a un cristiano decir que trata de ser prudente, hermano, les voy a decir una cosa, Dios está a punto de venir, el Señor está a punto de venir, no existe la prudencia entre nosotros, igual en una iglesia lo tiran a usted al suelo y le escupen la cara, y a usted lo tiran para atrás, igual lo agarran y lo sientan ahí cincuenta minutos para decirle que usted es un desgraciado, que usted es un ladrón, que usted le roba a Dios, que usted no diezma, y que un hijo de Dios que no diezma es un ladrón, y la gente sale con la mano metida en el corazón, deshecha por lo que le dijeron, y como se lo dijeron con base en la Biblia, ¿cree que es cierto? No hay escrúpulos en las congregaciones para poder escuchar y decir las cosas tan terribles que le dicen a las personas, terriblemente. Dios tiene algo con esa gente, yo estaba dando una, me tocaba a mí una enseñanza, y estaba el grupo de personas frente a mí, y les dije, vean, vamos a hacer un ejemplo, o es un ejemplo, imaginémonos que el Señor de ahí al frente, digámosle que se llama don Horacio, y que se está muriendo de cáncer, y al mismo tiempo todo el mundo hizo así, ¡uy! y yo ¿qué dije? ¿qué fue? y entonces me dicen, es que el Señor de ahí al frente, se llama Horacio y se murió hace dos meses, ¿quién le dijo? Jonathan, y yo le digo, no, nadie, es un ejemplo, pues les dije, voy a poner un ejemplo, y les dije, se llama Horacio y se está muriendo de cáncer, ya se murió, murió hace dos o tres meses, y el viejillo era el que más fregaba. La gente razona las cosas, vuelvo a repetir lo que he repetido y no me cansaré de decirlo, si la iglesia se va a penales con un partido mundial, si la iglesia se va a penales con visitas, si la iglesia se va a penales con un paseo, si la iglesia se va a penales, pierde siempre la iglesia, la iglesia debería ser la excusa para faltar a todo, hermanos, aquí nos reunimos una hora, y ahora hacemos el culto, empezamos a las 9 y media, después a las 10 y media, después a las 11, y ahora es a las 11, después a las 11. Tenemos razonamiento para todo, razonamos las cosas para todo, son personas que afirman ser sabios y son gente necia, son personas que prefieren el placer inmediato, diversión inmediata, ¿por qué venir a la iglesia es aburrido? Porque no pasa nada, vacilón. Como en Niflis, o en Disney, o en Tik, o en Tik, Talk, Tik, se nos está yendo la vida a todos, pegados a los teléfonos, no oye el amén, perdón, ¿no oye el amén? Gracias, empezando por mí, se nos está yendo la vida a todos, metidos en redes sociales, todos metidos en redes sociales. Vive de sus propias pasiones, dice la Biblia, son personas mentalmente depravadas, mentalmente depravadas. Entonces inmediatamente, lo que estamos tratando de entender es que lo que Dios está viendo es la raíz, y por ahí es donde parte el apóstol para ir y arrancar con el capítulo 2. Más sabemos, dice, más sabemos que el juicio de Dios, el juicio de Dios, ¿qué está viendo Dios? La raíz. ¿Qué está viendo Dios? Lo que verdaderamente hay en algunas cosas. Algunos de nosotros podríamos ser bien malos simplemente con decir, no contesto, no contesto, pero conteste, sufríte, no me da la gana. ¿Qué está diciendo? No me da la gana. ¿Están tocando? Cállese y no abra. Me mandó un mensaje a las 7 y media de la mañana, no me da la gana de contestárselo. Tome chichi. Perdón, ¿de qué está hablando? Estamos hablando de maldad, estamos hablando de gente que de alguna forma expresa maldad, y eso es lo que Dios está viendo, que hay maldad en nuestro corazón de una u otra manera, y que esa maldad no la podemos ocultar simplemente echándole tierra y basura a otra gente. Ese es el mensaje de Pablo. Somos malos. La Biblia dice que somos gente mala que a veces hace cosas buenas. La religión dice que somos gente buena que a veces hace cosas malas. Por eso dice el texto, sabemos que el juicio de Dios contra los que practican tales cosas es un juicio justo. Dios sí sabe por qué no contestamos ese mensaje. Dios sí sabe por qué no atendimos la llamada. Dios sí sabe por qué no nos dio la gana hacer A, B o C en ese momento. Una mamá me decía a mí, si mi chiquita va a salir, yo prefiero que no salga, a mí no me gusta que salga. Entonces cuando la llaman esas mierdosas, dice, cuando la llaman esas mierdosas y yo contesto, yo no le digo que la llamaron. Se llama maldad, gente. Se llama ser malo. Se llama tener, ¿saben? Quieren una expresión bien, bien clara. Eso es ser mala leche. Gente con mal corazón. Hermanos, yo no puedo ponerme a decirle a Pablo en este momento los pecados que él tiene, porque si yo le señalo a él 10, Dios me está señalando a mí 20. Pero Dios nos está diciendo a Pablo y a mí esta noche, esta mañana, nos está diciendo que el problema no está en que las cosas que se nos notan, el problema está en lo profundo del corazón. Y entonces, ¿qué es lo que nos está diciendo? Las cosas que se nos notan, el problema está en lo profundo del corazón. Y entonces, noten que el texto lo dice de una forma, no solamente en romanos, sino lo dice a través de la palabra. A cada uno, a cada uno le parece correcto su proceder. A cada uno le parece correcto su proceder. Pero el Señor juzga sus motivos. Proverbios 16, 2, Jeremías 17, 10, Yo, el Señor, sondeo el corazón y examino los pensamientos para darle a cada uno según sus acciones y según el fruto de sus obras. Vuelvame a ver. ¿Por qué hay negocios que no salen? ¿Por qué hay tratos que no salen? Porque Dios conoce el corazón de nosotros. Y Dios no solamente sabe que es muy probable que nos estemos llevando entre las patas a alguien, como se dice aquí, sino que si ese negocio se hace, quien más bajo va a caer soy yo. Vea, este texto lo acabo de aprender a ver. Nunca en mi vida lo había visto. Este texto jamás lo había visto. Es un texto bellísimo. Tú oirás en los cielos, oigan, tú oirás en los cielos, en el lugar de tu morada, perdonarás y actuarás, perdonarás y actuarás. Darás a cada uno cuyo corazón tú conoces, conforme a sus caminos, porque sólo tú conoces el corazón de todos los hijos de los hombres. Sólo tú conoces el corazón de todos los hijos de los hombres. Sólo tú conoces el corazón de todos los hijos de los hombres. Ah, lo que usted está diciendo es que no pequemos. No se puede. Todos vamos a pecar. Ahora, yo quiero aclarar algo. A ver. Cuando yo crecía, hace 500 años, cuando yo crecía, mi mamá me decía que si yo me portaba mal, a mí el niñito no me traía nada para el 24 de diciembre. Entonces, yo me quedé con el pensamiento de que mis pecados, lo que evitan son los premios. Vuelvame a ver. Mis pecados evitan los premios de Dios. Eso se llama la teología de la recompensa. Esa teología no existe. No está en la palabra de Dios. Dios no quiere que nosotros pequemos por tres razones. Número uno, porque vamos a sufrir de forma innecesaria. Número uno, Dios no quiere que nosotros suframos. Número uno, vamos a hacer sufrir personas inocentes. No escuche el amén a gritos. Vamos a hacer sufrir personas inocentes. Dos, Dios no quiere que pequemos porque atrasamos el proceso de inteligencia espiritual en la vida de cada uno de nosotros. Esto nunca se lo han dicho en ningún lado. Se lo estoy diciendo yo porque lo dice el libro de Colosenses. Dos, Dios no quiere que pequemos porque atrasamos el proceso de inteligencia espiritual en cada uno de nosotros. Algunos de nosotros somos espiritualmente brutos porque tenemos un pensamiento de Dios basado en una religión. Somos totalmente brutos. La inteligencia espiritual, dice el libro de Colosenses, es la capacidad de poder hacer que nuestro corazón sea formado a la imagen del Señor y seamos personas sencillas, encantadoras, transparentes, puras. La tercer razón por la cual el Señor no quiere que nosotros pequemos es porque el pecado nos hace estúpidos, tontos, de una u otra manera. Entonces, hermanos, noten que no hay excusa. Dice el Señor, nos pagará cada uno conforme se está dando. Ahora, el texto sigue aclarando, damas y caballeros, el mismo texto, Pablo sigue aclarando, que Dios en vez de castigarnos, Dios en vez de agarrar la faja y en vez de castigarnos, Dios tiene paciencia y espera. Y en el periodo en el cual Dios está esperando, pensando que lo que estamos haciendo es lo correcto, porque a mi Dios me está permitiendo que yo haga esto, y si yo hago esto, escuché una vez a un homosexual decir, si Dios estuviera bravo conmigo porque yo soy homosexual ya me hubiese matado. Interesante afirmación. No, dice el versículo 3, Y piensas esto, oh hombre, tú que juzgas a los que tal hacen y haces lo mismo, que tú escaparás del juicio de Dios, ¿no ves que desprecias las riquezas, no ves que desprecias las riquezas de la bondad de Dios, de su tolerancia, de su tolerancia y de su paciencia, al no reconocer que su bondad quiere llevarte al arrepentimiento? Ahora esto es grave gente, esto que estamos viendo aquí es grave, porque la mayoría de los que estamos sentados aquí esta mañana pensamos que somos buenos, la mayoría que estamos aquí esta mañana no tenemos, no tenemos culpa de nada, porque la culpa es un mecanismo que opera en nosotros para que nosotros nos de vergüenza, y al darnos vergüenza decimos Señor perdóname, pero ese mecanismo solamente funciona si usted se da cuenta de las chanchadas que yo hago. Y Dios está diciendo tenga cuidado, porque este mecanismo debería de funcionar simplemente porque la palabra de Dios está siendo expuesta y su corazón está siendo expuesto a la palabra de Dios. Algunos de ustedes no me están entendiendo, el pecado más grande que usted comete es pensar que a usted no le está pasando nada, que usted está bien. Puede ir uno por la vida con el moco agachado, la cabeza agachada pensando que es un pecador desgraciado, que no vale un cinco, que es un maldito toda la vida, no, también es pecado. No se puede. Dios espera de usted y de mí que simplemente entendamos que nuestra vida está en manos de Él día y noche. Dios espera de usted y de mí que usted se dé cuenta de que si usted no pecó porque no mintió, porque no chismió, porque no fornicó, porque no violó, porque no asesinó, porque no... Dios espera que usted funcione de alguna forma también. Y entre mayores somos, más buenos nos creemos. Y lo que estamos haciendo es desperdiciando la riqueza de la paciencia de Dios y lo que Dios quiere es llevarnos a un punto en donde entendamos que nosotros no estamos aquí, ¿para qué? Nosotros no estamos aquí, vuélvanme a ver, para que hable bien mal, ahora sí, si no vuelven nunca más yo voy a entender. Nosotros no estamos aquí para que Dios nos bendiga, nosotros estamos aquí para que nosotros reflejemos la gloria de Dios. Y a veces nos va a bendecir, y ahí viene qué, y a veces no. Dios no es colacho, hermano, Dios no es colacho. Pero tu dureza y por tu corazón no ha arrepentido, lo es, ¿qué es un corazón arrepentido? ¿Qué es un corazón arrepentido? Un corazón arrepentido empieza cuando una persona se queda callada viendo mucho de lo que está viendo, porque muchas veces cuando señalamos a otra persona lo que estamos señalando es exactamente lo mismo que nosotros hacemos o que en algún momento hicimos o pasamos por ahí, pasamos por ese momento y dijimos, ¡qué barbaridad! ¡Qué relajo! Tu dureza y tu corazón no arrepentido atesoras para ti mismo ira para el día de la ira y de la revelación del justo juicio de Dios. Biblia para probarlo, segunda de Pedro 3.9 dice, Señor, el Señor no retarda su promesa. Según algunos la tienen por tardanza, sino que es paciente para con nosotros. No queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento. Y el Señor no retarda su promesa, según algunos la tienen por tardanza, sino que es paciente para con nosotros. No queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento. Salmo 86.15, clave, dice, Mas tu Señor Dios misericordioso y clemente lento para enojarte y grande en misericordia y verdad. Dios está esperando que reaccionemos y que dejemos de estar pensando que somos buenos porque Dios odia a la gente que dice que es buena y que nunca hace nada de lo malo que hace Jorge y que hace Flori y que hace Cintia y que hace Federico. Vean, voy a decir una cosa. Tenga criterio con lo que está a punto de oír. Cada vez que se va a limpiar el auditorio, hay un equipo de servidores que está viniendo a hacerlo. Y los servidores están pidiendo a gente que venga. Hay cosas que hacer, no solamente hay cosas que hacer, hay cosas que hacer. Y los servidores están pidiendo a gente que venga. Hay cosas que hacer, no solamente hay como dar cables, hay que pintar esa cosa horrorosa que se ve espantosamente fea, hay que hacer muchas cosas. Es un día. A ninguno nos gusta limpiar baños, a ninguno nos gusta barrer. Son cosas que de alguna forma uno dice, yo no, yo puedo hacer otra cosa. Yo canto. Hermanos, con el pasar de los años, y Anita que está aquí sentada, que estuvo a cargo del grupo de servidores por muchos años, no me deja mentir. Vean, yo estoy convencido de algo. Algunos de nosotros necesitan primero aprender a servir, primero aprender a servir para poderse enfrentar y resolver muchas cosas en sus vidas. Una persona que se fue de aquí, le dijo a Doña Roxana, tiempo después le dijo, yo voy a regresar, pero voy a regresar a limpiar baños, voy a regresar a limpiar, y ella le preguntó, le dice, ¿por qué tan alto? ¡Wow! Yo pienso que la iglesia ofrece la oportunidad de venir y servir un día, o dos días. Pero también yo pienso que usted no ha entendido que cada uno de nosotros es portador del mensaje de Dios, de una u otra manera. Cada uno de nosotros tiene familiares y amigos que necesitan escuchar la versión inteligente de la voz de Dios a sus vidas, no la versión de un psicólogo que lo que va a hablar es de la estúpida autoestima, o de la sanidad interior, o le va a decir a la gente que lo que necesita es perdonar el pasado. Un hijo de Dios y una hija de Dios agarrada de la palabra de Dios es capaz de levantar a un muerto. No es fácil hablar del capítulo dos del Romano sin desafiar el corazón de todos nosotros, hermanos. Tenemos que pintar la tapia, ahí está la pintura, ayer la traje el miércoles. Allá están las latas, las cuarenta y cinco latas que se necesitan. Y no se le ha pedido un cinco a nadie, diciéndoles que si traen las latas Dios los va a bendecir. ¿Eso no es cierto? La palabra de Dios nos enseña que nosotros somos juzgados, somos salvados por gracia, pero somos, somos, somos juzgados por obras. Y yo no estoy hablando de salvación, estoy hablando de responsabilidad. Sigue el verso seis y dice, ¿Cuál pagará cada uno conforme a sus obras? Y esto que sigue es lo más bello que tiene el texto, en el capítulo dos. Dice, vida eterna a los que perseverando en bienhacer, buscan gloria, honra e inmortalidad. Pongan atención a la palabra buscar. Vida eterna a los que perseverando en hacer las cosas buenas, buscan gloria, honra e inmortalidad. ¿Por qué buscan gloria, honra e inmortalidad? Porque la gente que hace las cosas buscando la gloria de Dios, busca la realidad de Dios y lo que Dios es y Dios enseña y cómo son las cosas. Honra, porque buscamos la aprobación de Dios e inmortalidad, porque esperamos el cumplimiento de Dios en nuestras vidas y su propósito en nuestras vidas. Inmediatamente paso a que usted entienda esto, porque es necesario que todos comparezcamos ante el tribunal de Cristo, para que cada uno reciba según lo que haya hecho, mientras estaba en el cuerpo, sea bueno o sea malo. Vamos a ser juzgados por obras. No está hablando de salvación, ya estamos con Cristo en el tribunal. Pero a algunos nos van a dar un paño y un jabón, me estoy dando a entender. ¿Y qué hay de malo que le den un paño y un jabón a uno estando en el cielo? Bueno, cuando lleguemos hablamos. Primera de Pedro 1, 17, Ya que invocan como Padre al que juzga con imparcialidad, las obras de cada uno vivan con temor reverente, mientras sean peregrinos en este mundo, todo lo que hacemos va a ser juzgado de una u otra manera. Termino, termina el capítulo 2 del libro de Hechos, perdón, no termina el capítulo completo, pero si termina el verso 11. La gente se confunde, versículo 8, Pero ira, ira enojo a los que son contenciosos y no obedecen a la verdad, sino que obedecen a la injusticia. Tribulación y angustia sobre todo ser humano que hace lo malo, sea judío o sea griego. Verso 10, y agrego un elemento más, honra, gloria, inmortalidad y paz, pero gloria, honra y paz a todo el que hace lo bueno, ya sea judío primeramente o griego. Termino con el verso 11. Porque para Dios no es más importante el pastor que Lorena, ni el que canta que Jorge, para Dios no es más importante el que predica que el que limpia, si el que predica no le pone y el que limpia no le pone ante Dios, dará cuenta de lo que hace. Dios no hace excepción de personas nunca. Para Dios no hay preferidos, para Dios no hay gente especial. Dios está esperando de nosotros, básicamente, ¿qué espera? Dejemos de auto justificarnos, todos somos malos y todos necesitamos servir a Dios y a los hermanos, vuélvanme a ver, servir a Dios y a los hermanos. Número 2, en el antiguo testamento se decía que si uno le rompía, le asesinaba a alguien, le golpeaba a una persona, era culpable de juicio. Jesús le dijo a la gente, si usted le dice a una persona que es tonta, que es una persona, ya es culpable de juicio. No hacer las cosas simplemente con solo pensarlo es pecado y el Señor lo cuenta como pecado y el pecado nos hace actuar de una forma fea. La terapia de la paciencia tiene un tiempo, no se lo olvide, estamos en terapia de la paciencia. ¿Por qué se llama terapia de la paciencia? Porque Dios está tratando con nosotros por su paciencia. Él está esperando que usted reaccione, Él está esperando que usted se discipline, que si usted va a ver los partidos del mundial, hay unos que son a las 3 de la mañana, así como se levanta a las 3 de la mañana, también entienda que usted necesita la palabra de Dios todas las semanas. Todos decimos que tenemos fe, todos decimos que tenemos fe, todos. Pero dice la Biblia que la fe va a ser juzgada por las obras. ¿Me escuchó? Nuestra fe va a ser juzgada por las obras. Aprendimos esta mañana que Dios no manda a nadie al infierno, que solo, solo, solito, solo, solo, solo va para el infierno. Que solo se condena, que solo se amarga, que solo se llena su vida. Dios no condena a nadie que solo se condena. Buscar lo de Dios produce honra, gloria, eternidad y paz. Romanos 2, del 1 al 11. Perdonenme lo lento de este mensaje, perdónenme lo disperso del mensaje, pero así está escrito. Y Pablo se va directo, directo a la gente y diciéndoles, abran los ojos. Ustedes saben por qué. Porque cuando usted logra meterse al capítulo 1 y al capítulo 2 y logra entender su corazón, usted va a entender el resto del mensaje de Romanos. Estos son los mensajes que hace 40 años ponía uno a la gente de pie y les decía, bueno, los que fuman, pasen adelante para que dejen de fumar. Entonces venían dos o tres y uno decía, China fumí, China, y eso sabía que China con razón, de vez en cuando. Los adultos pasen adelante, claro, adiós libre, no pasaba ninguno. Los borrachos pasen adelante, esos venían como siete, ocho. Hermanos, no voy a pasar a nadie adelante, pero yo quiero que usted me entienda, que esta mañana todos tenemos que hacer alguna reflexión con este corazón. Agradecemos su atención. Si este material ha sido útil para usted, le rogamos que lo pueda compartir. Somos Olivo Verde, Costa Rica.