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Sesión Clara

Sesión Clara

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MINDIFICAT is a podcast that focuses on health, self-care, and mindful eating. The host, May Morón, aims to provide inspiration, motivation, and advice to help women improve their overall well-being. In a recent episode, the guest Clara Cárdenas, a nutritionist, shares her personal journey with food and how she struggled with restrictive eating patterns and diets. She discusses her experience with the RealFooding movement, which emphasizes eating real, unprocessed foods. However, Clara found that labeling foods as "good" or "bad" only intensified her anxiety and guilt around eating. She eventually realized that a healthy relationship with food goes beyond just the type of food you eat, but also includes your mindset and emotions towards eating. MINDIFICAT. Salud, autocuidado y alimentación consciente para todas. Hola hola hola, bienvenida al costa de las MINDIFICAT donde hablaremos de salud, autocuidado y alimentación consciente para todas. Libre de presiones, complejos y estereotipos. Yo soy May Morón y seré tu copiloto particular en este viaje de crecimiento personal y amor propio. Un viaje que no te recomiendo recorrer en solitario. Por eso cada semana mis invitadas y yo vamos a nutrir de buenas dosis de inspiración, motivación y consejos para convertirte en la reina del bienestar íntegro. Y si tienes hambre de cambio y quieres sacar todo el juguito posible puedes suscribirte a la My Letter en maymorón.com donde además te llevarás un novio regalo para empezar a transformar tu relación con la comida y con tu cuerpo. Te dejaré los enlaces en la descripción. Y vamos al grano porque hoy tengo una invitada muy especial. Ella es Clara Cárdenas. Hola Clara. Hola que tal May. Y es una nutri muy particular así que vamos a exprimirla hoy y vamos a sacarle hoy también todo el juguito. Pues muchísimas gracias por estar, por dejarte embaucar como yo digo y ser parte de estas personas bonitas que vienen a compartir y podamos ojalá, Clara, salpicar a otras personas para que se lleven algo al final de este episodio. Bueno, Clara tiene un currículum que vaya a la telita. Ella es nutricionista, estudió aquí en Sevilla. Tiene formación en clínica vegetariana, especialista en terapia motivacional que después nos explicará qué es eso. También en nutrición deportiva y un máster en salud global. Ella empezó a estudiar nutrición que eso nos explicará también ahora, pensando que iba a ordenar su alimentación y creo que fue como durante un tiempo. Tuvas en una pausa porque tuvo ahí algún desorden que nos va a contar ahora. Y bueno, vamos a dejar ya que esto fluya. Bueno, Clara, cuéntanos quién es Clara. El otro día me hacía esa pregunta una mentora que tengo ahora en imagen personal y me decía, ¿Quién es Clara? Y digo, no lo sé. Estoy intentando encontrar mi yo ahora mismo en esta nueva etapa como nutricionista que además trabajo con un enfoque totalmente diferente, pero además la maternidad, además lo que es la familia. Bueno, estoy ahí encontrando un poco, pero soy nutricionista y estoy con la misión de ayudar a mujeres que tienen ansiedad por la comida a sanar esa relación con la comida que muchas veces viene dañada por la cultura de dietas. Clara, ¿por qué hablas tú o por qué cuando hemos estado hablando? Porque yo he tenido la suerte de que nos hemos conocido a nivel presencial también y conectamos mucho desde donde hacemos las cosas y estamos muy alineadas en lo que hacemos y a quién queremos ayudar. Entonces, Clara, cuando tú dices que tuviste durante, empezaste la carrera, yo creo que con mucha gana, como empezamos muchas. Y de repente eso que tú pensabas o esas expectativas que tú tenías, que tú además te metiste un poco por el tema de poner un modo como, oye, si estudio nutrición, voy a tener una nutrición súper ordenada. ¿Qué pasó durante la carrera para que a ti se te desordenara un poco el tema o para que tus expectativas no fueran las que tú tenías en mente cuando empezaste? ¿Qué pasó ahí para que tú tuvieras que hacer ese parón? Claro, yo, a ver, todo al final, por ponerlo en contexto, yo venía de una educación bastante restrictiva con la alimentación, donde a mí solo se me permitía comer dulces los viernes. Si comía galletas, eran tres galletas los viernes. Y si eran chuches, pues chuches, pero en cantidad muy limitada. Entonces, cuando yo luego empecé la carrera, yo ya venía con una relación con la comida que no estaba del todo establecida, porque yo no era dueña de mi alimentación, sino que mi madre, en este caso, era la que decidía lo que yo comí. Entonces, yo tenía ese miedo de cuando yo me fuera a independizar, ¿cómo me gestiono yo mi alimentación? Porque nunca he aprendido a hacerlo. Con lo cual, aprender nutrición para mí era, pues, algo muy importante. Y por tanto, decidí, bueno, pues lo hago a nivel personal, pero también a nivel profesional. El tema es que cuando yo empecé a estudiar, empecé a acumular muchísima información sobre dietas, que al final eso es lo que se estudia en nutrición. Y cuando yo empecé a estudiar eso, que yo no estaba cómoda con mi cuerpo, pues iba probando una recomendación, otra recomendación, una dieta, otra dieta. Una te quita los hidratos, otra te dice que no puedes comer a determinados horarios, otra te quita otro alimento. Entonces, al final, mi alimentación era cada vez más restrictiva. Que yo ya venía de una base restrictiva, pero me di cuenta con el paso del tiempo que esto me estaba generando mucho malestar. Porque entre todas esas restricciones, yo ya no sabía cómo moverme con mi alimentación. Sentía constantemente que me estaba pasando, que decir, que estaba comiendo más de la cuenta. Y llegó un momento en el que empecé a perder el control. Que cuando comía algo que yo tenía prohibido, por ejemplo galletas, o cuando me fui de casa finalmente y convivía con personas que compraban Nutella, que compraban cereales de chocolate, no era capaz de gestionar esas situaciones. Y comía muchísimo. Comía sin control, básicamente. Entonces, ahí empezó todo y al final seguí buscando soluciones. Que ahí fue cuando di con el RealFooding. Donde ahí era como la primera corriente que se alejaba un poco de la corriente de la dietética. Y que decía, no hay que mirar las calorías, que es lo que todas hemos aprendido haciendo dietas, sino que hay que fijarse en la calidad de los alimentos. Entonces yo en ese momento contacté al creador del movimiento, a Carlos Ríos, y entré con él. Y al principio parecía que me ayudó, pero todo eso simplemente lo agravó. Y ahí fue ya cuando yo ya sentí, mira, llevo cinco años buscando soluciones a nivel formativo, incluso no solo a nivel individual, sino formándome. Y no sé qué hacer con todo esto. A mí no me funciona, no me funciona la dieta, no me funciona el RealFooding, no me funciona nada. ¿Qué es lo que está pasando? Entonces, como te puedes imaginar, Aniel. Para quien no sepa qué es el RealFooding, es un movimiento que sacó un nutricionista de aquí, de Andalucía. Yo no sé si es de Sevilla o es de Huelva, pero bueno, Huelva o Sevilla porque estudió aquí en Sevilla. Y se ha hecho muy famoso en ese tema y es comer comida real. Es decir, no es una dieta, está basada en que la mayor parte de tu alimentación, él habla de un 90-10, ¿no? O de un 80-20, pues sea basada en alimentos que sean comida real. Y bueno, y ahí se basa un poco la alimentación. Y está siendo un poco controvertida pues porque, bueno, para no explicar a tú un poco, ¿no? Que al final pues seguimos etiquetando de alguna manera también el alimento, ¿no? Aunque sea comida más saludable que otras que no están etiquetadas como tal, ¿no? Totalmente. Sí, sí. Entonces, yo en ese momento en el que yo ya, cuando yo ya pensé que la solución final era el RealFooding porque era muy revolucionario a nivel, no solo era un movimiento en todos los países hispanohablantes, pero es cierto que la raíz y la idea inicial venía de Brasil, que es donde la nutrición está más avanzada, donde se estudia más. Entonces, todo eso venía de Brasil y parecía que era la solución y al final me di cuenta que tanto para mí como para personas que eran seguidoras del movimiento no hizo más que generar muchas veces una peor relación con la comida. Entonces, ahí fue cuando yo dije necesito tomar distancia de todo esto y dejar a un lado las dietas y encontrarme a mí misma con mi alimentación sin tantas normas, sin tantas reglas, que al final no eres libre cuando vives bajo tantas reglas alimentarias. Y qué te llevó, bueno, supongo que te llevó a trabajar con Carlos Ríos, el que tú pensabas que eso te hacía a ti bien también a nivel de tu alimentación, ¿no? Como dices, oye, en esto yo creo, porque parece como, hombre, pinta bien, es comida real, es saludable. ¿Qué es lo que tú no veías bien de ese tipo de alimentación? El tema de etiquetar los alimentos, ¿qué es lo que hay ahí? ¿O qué es lo que no compartes? Claro, yo de esto me he dado cuenta a posterior y yo en el momento no lo veía. Yo solo veía los efectos negativos tanto en mí como en seguidoras del movimiento, que era que aumentaba la ansiedad por la comida, que aumentaba la culpa cuando comían algo que estaba etiquetado como malo. Y entonces ahora que lo veo desde la distancia y que lo veo desde otra perspectiva, que yo ya me he ido formando en otra dirección, alejada de las dietas, me doy cuenta de que cuando tú etiquetas alimentos como buenos o malos, igual que en las dietas se etiquetan como alimentos que engordan, alimentos que adelgazan, pues en Real Fooding etiquetaba alimentos como comida real, comida fake food, comida falsa. Entonces, cuando tú etiquetas los alimentos y resulta que comes ese alimento que no está etiquetado como bueno, te sientes culpable porque sientes que lo estás haciendo mal. Y tú al final quieres lo mejor para ti, para tu salud. Entonces, el efecto que tuvo el mensaje de alimentos buenos, alimentos malos, fue precisamente ese. Empezamos a recibir muchísimos mensajes de mujeres y hombres también, pero especialmente de mujeres, que escribían que desde que habían comenzado con el Real Fooding, se sentían mucho más culpables, perdían más el control con la comida, en fin, que su relación con la comida había empeorado. ¿Y tú crees, Clara, que en parte puede ser también porque ya venían progresos? Es como que eso lo que hizo fue destapar el problema que ya había de dentro, ¿no? O son personas, me refiero, cuando una persona no tiene una relación ordenada, equilibrada, armoniosa, en paz con la comida, da igual que sean alimentos muy reales o, bueno, en este caso, me refiero, por mucha comida saludable, el desde donde lo estás haciendo, que es donde yo me enfoco mucho, no es sano, ¿no? Por muy saludable que sea lo que estás comiendo. Si tú no lo estás comiendo con esa sensación de salud, sino porque estás pensando por obligación, o porque es lo que toca, o porque lo otro puede ser malísimo. Entonces, ¿tú crees que esas personas que tuvisteis esos conflictos es porque teníais ya un problema de fondo y que lo que hizo el Real Fooding fue destaparlo más? ¿O porque realmente hay una obsesión ahí con la comida saludable y al final genera un problema donde no la habías? Seguramente dependerá del caso. Es cierto que muchas personas seguramente sufrieron esto simplemente porque se acentuó el problema, porque ya en sí tenían a lo mejor una falta de autoestima o se sentían mal con su cuerpo, estaban buscando algún modo de hacer las cosas bien, ¿no? Porque es cierto que en la sociedad se valora mucho el ser saludable, tener un estilo de vida que promueva la delgadez porque eso es símbolo de éxito, símbolo de, incluso, un poco de superioridad moral, ¿no? Es como quien se cuida es mejor que el que no se cuida, quien está delgado es mejor que el que no lo está. Entonces, el Real Fooding simplemente sumó a eso. Al final, todas estas personas que se unieron al Real Fooding también lo hicieron, seguro que algunas lo hicieron por salud, no lo dudo, pero muchas porque buscaban una alternativa a la dieta tradicional, buscaban una alternativa al contar calorías y el Real Fooding se lo dio. Entonces, para muchas seguramente simplemente fue una consecuencia más del historial que ya llevábamos de haber intentado varias dietas, pero hay algo que es indiscutible y es que las ideas, los pensamientos o creencias que tengamos relacionados con la alimentación y con los alimentos influyen sobre la forma en la que comemos. Con lo cual, en el momento en el que alguien pone una etiqueta a un alimento, eso cambia tu percepción del alimento y hace que tú lo comas con otro sentido. Simplemente da igual que no lo estés haciendo, como tú dices, desde el lugar que lo haces es importante. Es importante si lo haces desde el amor o desde el castigo, porque estás enfadada con la vida y te castigas comiendo algo malo, es algo que es bastante común. Pero da igual, incluso si lo quieres hacer desde el autocuidado, desde el amor, pero lo único que tienes por delante es una pizza, porque no tienes ahora mismo acceso a otra cosa, aunque tú no lo estuvieras haciendo desde un lugar malo, o malo no, un lugar dañino para ti, si tú tienes la idea de que ese alimento es malo, es probable que te sientas culpable o que incluso comas. En otras épocas mías, hacía más tiempo, yo era capaz de no comer, me podía amar, la fuerza de voluntad, y esto es malo o esto no es bueno para mí. Lo que pasa es que yo lo veía como que me estaba cuidando, que era un autocuidado que no era tal cual, igual que el deporte. Entonces, yo me di cuenta de que desde donde yo me relacionaba con la comida, no era ese autocuidado que yo ahora, por ejemplo, entiendo. Era capaz, y porque además era capaz totalmente de decir no lo como porque eso no es bueno, y me iba a mi casa sin cenar y todo el mundo podía estar cenando una cosa o lo que fuera, o de dejar de ir a ciertos sitios porque se comían cosas que para mí no eran sanas, pero claro, te quitas de una vida social, te quitas de un montón de cosas. Lo que pasa es que yo en ese momento estaba tan concienciada con eso, que yo pensaba que me estaba cuidando, y que para mí eso era lo bueno. Y después te das cuenta la de cosas que pierdes, pero claro, eso me he dado cuenta mucho después, y lo llevaba además unido con el deporte. Si no hacía deporte, parecía que no había duchado hace días. Es una sensación de, Dios mío, he hecho algo malo. Entonces, claro, y te das cuenta de que en ese momento, incluso ves que las personas lo están comiendo, y tú diciendo que los que están cenando lo malo son ellos. Totalmente. Yo soy la sana, ellos no. Totalmente. Y eso ocurrió mucho en esa época. Ya te digo, esto fue un movimiento muy, muy grande. Al final, cuando las personas empezaron a interiorizar que había alimentos buenos y alimentos malos, hubo personas que empezaron a juzgar a otras en base a lo que comían. Y recuerdo publicaciones de influencers, que a lo mejor hacían una colaboración con por acá o lo que fuera, y que personas que seguían el movimiento del fooding iban y atacaban a esas influencers parándose con ellas por haber promovido algo que era malo. Entonces, de ahí, cuando tú piensas que algo es bueno o algo es malo, empiezas a juzgar lo que hacen los demás igual. Y tenemos que entender que la alimentación de cada uno no la podemos juzgar. Ni siquiera yo, que soy nutricionista, puedo juzgar lo que está comiendo la persona de frente porque un alimento es mucho más que calorías y es mucho más que calidad de los nutrientes. Es valor cultural, valor social, valor emocional. Puedes encontrar muchísimo valor en ese alimento mucho más allá de lo que hemos aprendido en la cultura de dietas, que es alimento bueno o malo, alimento que engorda o que adelgaza. Entonces, teniendo en cuenta todos esos valores que tiene realmente la alimentación, tú no sabes qué significa para la persona cuando está decidiendo comerse esa pizza, o cuando está decidiendo no comer pizza y comer una fruta. Entonces, de ahí, muchos hemos caído en juzgar la alimentación de los demás y es importante que no lo hagamos. ¿Qué es para ti, Clara, hablando ahora de qué estamos hablando? Porque claro, yo entiendo que además, entre que se prueban… Porque hay dietas que parecen como… Claro, fíjate que esto no es una dieta. Tú dices Real Pudding, comida real, suena como súper healthy y súper saludable. O cuando nos ocultan o nos disfrazan, que si el ayuno intermitente y al final hay gente que está haciendo el ayuno intermitente, pero lo está haciendo como una dieta, con esa intención de dieta y de bajar peso. O la dieta keto y lo están haciendo. Entonces, al final… O incluso una dieta vegetariana. Yo el otro día estaba escuchando personas que se meten con el tema del veganismo y no por amor a los animales, sino porque piensan que les va a adelgazar. Entonces, al final, volvemos a lo mismo, ¿no? ¿Desde dónde lo hacemos? ¿Qué es para ti, ahora que sabes tanto, que has estudiado tantas dietas, que incluso has estado con una persona que tenía buena pinta dentro de todo? Dices tú, ostras, el Real Pudding es lo más parecido a, oye, a largo plazo de poder llevar una vida saludable bien. Es decir, no es un concepto de dieta de restricción, pero claro, sí lo lleva oculto, ¿no? ¿Qué es para ti ahora mismo, en este momento, con todo lo que tú sabes y todos tus conocimientos, una comida saludable? Un estilo de vida saludable o una relación con la comida saludable. Un estilo de vida saludable o una relación con la comida saludable empieza desde el autoconocimiento. Desde conocerte a ti misma y saber qué es lo que tú necesitas, tanto a nivel de autorrealización, ¿no? Es decir, yo en mi día a día necesito estos diferentes momentos de autocuidado. Y definir tu estilo de vida saludable desde ahí. E igual con la alimentación. Entonces, lo primero que me hace pensar tu pregunta es, ¿un estilo de vida saludable no es igual para todo el mundo? Sino que tú tienes que primero conocerte y saber qué necesitas. Y desde ahí decidir qué hábitos te gustaría instaurar en tu vida siempre que sean adaptados a ti, ¿no? Porque cuando caemos en la comparación muchas veces buscamos un nivel más, un nivel más para realmente tener el mismo cuerpo o la misma alimentación que la otra persona. Y la alimentación saludable para mí es aquella que surge desde el autoescucha, conociendo de nuevo tus necesidades. Permitirte comer cuando tienes hambre. Parar de comer cuando ya no te apetece más. Decidir conscientemente qué comer, no en base a normas alimentarias, sino en base a lo que tu cuerpo te está pidiendo. Porque cuando ya desarrollas cierta autoescucha eres capaz de saber lo que tu cuerpo necesita. Y básicamente sería eso. También es cierto que para muchas, primero para llegar a ese punto tenemos que pasar a un proceso de sanación, que es eliminar todas esas reglas, normas alimentarias que hemos aprendido y aceptar que las dietas no son la solución para nuestros problemas de autoestima o problemas de cómo nos sentimos con nuestro cuerpo o incluso para nuestros problemas de salud. Claro, pero aquí, claro, aquí volvemos porque cuando una persona se mete normalmente, ¿no? O por regla general, cuando una persona empieza por una dieta es porque hay una insatisfacción con el cuerpo. Entonces yo muchas veces digo que vino antes el huevo o la gallina. A estas alturas ya da igual porque al final la relación con el cuerpo no es muy saludable, ¿no? O sea, porque yo por lo menos con la gran mayoría de mujeres con las que trabajo desgraciadamente viene de la infancia y de esas épocas que ahí nosotros no tenemos ese control de decidir, ¿no? Sino que nos dejamos aconsejar, llevar, influenciar o es más, o nos imponen unas normas, ¿no? Entonces, si nuestros problemas, nuestras creencias vienen de ahí y ahora a lo mejor tenemos 40, 50 años o ya una edad que llevamos haciendo dieta, pues imagínate, hay personas que empezaron con 5 o 6 años su primer endocrino, pues imagínate, ¿no? Y ahora tienen 50 y así tengo yo muchas claras, como si te quitaran parte de tu identidad incluso. Porque tú no sabes quién eres si tú no haces dieta. Y además, claro, ellos siguen pensando como que todavía hay alguna esperanza en algún momento de que van a tener ese cuerpo y que va a llegar una dieta milagrosa, fantástica, que la va a llevar a tener esa talla, ese cuerpo, ese peso y no va por ahí. Entonces, claro, decirle, dietas no y además tienes que aceptar tu cuerpo en este momento tal cual es, que eso no significa que tu cuerpo después baje esos kilos, que tu cuerpo, o sea, si tu cuerpo ahora mismo tiene esos kilos, ¿por qué los tiene que tener, no? Entonces, cuando nos metemos en, claro, en este tipo de personas, de mujeres, ¿no? Digo mujeres porque desgraciadamente hay más mujeres que hombres en este rollo de las dietas y del culto al cuerpo, ¿no? Cuando te ponen ahí, Clara, ¿cómo empezar? Porque dices tú, vale, sí, casi todo el mundo sabe ya lo que es sano, lo que es menos sano. Llevan tanto tiempo haciendo dieta que las dietas incluso le engordan más porque son más vulnerables a la hambre emocional, a la ansiedad por la comida. Pagan sus malestares, sus bienestares. La comida es su amante, su amigo, su premio, su castillo, es todo. Claro, tú lo has dicho también, que la comida va más allá de la comida en sí, de nutrientes. La comida es compañía, la comida es nuestras alegrías, la comida muchas veces nos llena un vacío existencial, la comida es premio, la comida es celebración, es compartir. La comida es culturalmente, en cada país y en cada sitio significa una cosa. ¿Cómo empiezan esas personas que ahora incluso les sobran, Clara? No sé, incluso 20 o 30 kilos. Dicen, sí, claro, pero es que tú no tienes 20 o 30 kilos como yo. Yo ahora mismo estoy en una menopausia y tengo mucha ansiedad o estoy entrando en ese periodo. No me puedo casi mover y las articulaciones las tengo tal. ¿Qué le dirías a esas mujeres que hay muchas, Clara? En ese momento. Dicen, vale, no hago dieta, pero ¿qué hago? Porque yo tengo que adelgazar. Y el médico, aunque yo vaya para cualquier cosa, me dice, tengo que adelgazar. Él, ¿tengo qué? ¿Debería? Como tú dices, implica un momento de duelo. Porque primero darte cuenta que esto que tú has estado haciendo no te ha ayudado. Y al final eso es un proceso que tú tienes que hacer. Es decir, no va a servir nunca nada que tú o yo vayamos y le digamos a la mujer, tienes que dejar de hacer dieta. La solución es el autoconocimiento. Eso es como, mira, déjame, porque no me estás aportando nada. Y encima me estás diciendo que la única posible solución que conozco no es. Entonces, lo primero que tiene que hacer esa mujer es, de hecho es un ejercicio que recomiendo, que si lo estás escuchando lo puedes hacer, es coger un folio y escribir los pros y los contras de las dietas. Y sé sincera contigo misma. Dite verdad. Porque si tú te pones a analizar, casi seguro que te das cuenta que quizás la primera dieta te funcionó. La segunda te funcionó, pero un poquito peor. La tercera te funcionó, pero ya todavía peor. Y ya cada vez más fue más difícil y ya no te está funcionando. Entonces, en el momento en el que tú te das cuenta de que realmente no te está funcionando, puedes ser capaz de ver más allá y de estar preparada para ver otra solución. Entonces, pero primero tienes que pasar por ese momento de tu darte cuenta de que realmente la dieta te está ayudando. Y ahí también es cierto que, bueno eso que dicen de que la esperanza es lo último que perdemos, y con las dietas es igual. Siempre tenemos la esperanza de que la siguiente dieta me funcionará. Esta no me funcionó, pero seguro que si lo empiezo de nuevo, me funciona. Y al final la mujer tiene que estar preparada. Y para estar preparada, primero tiene que darse cuenta. Yo creo que ese es el primer paso, pero para todo. Esa toma de conciencia. Y además te he dicho una cosa muy importante y es cuéntate verdades, cuéntate honesta contigo misma. Si tú ahora mismo tienes, da igual que tengas 30, 40, 50, 60, hay una vida más allá de las dietas. Está más que visto y comprobado que las dietas no funcionan. Otra cosa es que después hay un marketing fantástico, maravilloso, que nos la meten ahí por todos lados, que nos están metiendo ahora que si, no sé, la cultura de la dieta al final implica, bueno, pues no solo las dietas de moda, sino que la cultura de la dieta es una manera de pensar y está rodeado de muchas creencias. La cultura de la dieta también es, tengo que tener este cuerpo porque si no, no encajo en la sociedad y esas comparaciones y todo eso. Entonces, da igual que hayas hecho 10 dietas, que hayas hecho 20 o que lleves una vida haciendo dieta. También preguntarte, ¿esto me hace libre? Porque esto no me hace libre. Es decir, ¿esto me da paz? Porque eso no te da paz. Y a partir de ahí, claro, yo entiendo clara que la persona quiere adelgazar y lo veo también cuando a mí me llegan con ese, con esa, se abren y encanadicen. Es que yo quiero estar delgada o quiero estar más delgada. Y yo digo, vale, pero es que el camino no es ese y tu peso bajará como consecuencia cuando tú entres en ese periodo de autocuidado, de autoconocimiento y de empezar a comer cuando tú estás escuchándote tus señales y cuando tú empiezas a escucharte de verdad y a un nivel interno y tú no empiezas a escucharte si no te has escuchado en la vida o has estado tapando tus señales de hambre y saciedad, ahí hay un proceso también. Exactamente. Que es para mañana. Exactamente. Es un proceso y hay que verlo como un proceso. A ver, aquí, para que nos escuche, pueda entender un poco qué es lo que está pasando. Cuando tú empiezas una dieta, cuando tú empiezas a comer acorde a unas reglas externas, te estás alejando de tus propias reglas internas de tu cuerpo. Todos nacemos con la capacidad de comer de forma intuitiva, como comen los animales, como comen los niños, que los niños pequeños, si tú no interfieres en su alimentación, son capaces de comer cuando tienen hambre y cuando ya no tienen hambre dejan de comer. Así sea una galleta, así sea una fruta, porque están conectados todavía con sus señales de hambre y de saciedad. En el momento en el que empezamos a hacer dieta, empezamos a medir nuestra comida con respecto a unas pautas que un nutricionista o un endocrino o quien sea nos ha dado. Entonces, si tú, por ejemplo, en tu dieta pones que tienes que comer 200 gramos de pollo y 150 de arroz, tú piensas que eso es lo que tu cuerpo necesita porque otra persona, que por cierto no te conoce, no sabe qué necesidades tienes, no sabe en qué momento emocional estás, si tienes la regla, si no la tienes, si has dormido bien, si no has dormido bien. Esa persona te ha dado unas pautas, pero esa pauta no es realista, eso es lo primero. Pero lo segundo es que cuando tú comes con respecto a esa pauta, ya te estás desconectando de tu necesidad real. Tu necesidad real la conoces escuchando esas señales de hambre y de saciedad. ¿Qué pasa? Que si tú llevas 30, 40 años desconectada de esas sensaciones porque nunca has aprendido a escucharlas, porque desde pequeña ya te enseñaron a que tenías que terminar el trato, que no podías comer antes de la hora que toca porque si no luego no ibas a comer en la comida con la familia, ¿no? Cosas que hemos ido aprendiendo que incluso aunque no hayas hecho dieta como tal, te han desconectado de esas señales de hambre y de saciedad. Y que por tanto te hace mucho más propensa a sufrir momentos de descontrol con la comida, momentos de ansiedad. Entonces, cuando tú entiendes que las dietas te han desconectado de eso, puedes empezar a ver la solución que es reconectarte. Y cuando tú te reconectas con esas señales de hambre y de saciedad, empiezas a ser capaz de regular tu alimentación y de comer cantidades que están aptas para ti. Y como tú dices, en ese momento tu cuerpo se regulará y encontrará su mejor peso. Que su mejor peso es aquel peso en el que tú estás cuando vives una vida feliz, lleno de momentos de autocuidado y que te hacen estar bien. Entonces, pero muchas veces pensamos que nuestro peso ideal es cuando yo peso 57. Y a lo mejor yo ahora que puedo pesar, imagínate, yo no sé mi peso, pero imagínate que peso 63, pienso tengo que bajar 5 kilos. Pero es que para bajar 5 kilos tengo que entrenar 6 veces a la semana, pasar un poco de hambre todos los días, saltarme el postre cuando vaya a cenar con mis amigos. No sé, tengo que hacer un montón de cosas que a lo mejor eso a mí no me hacen feliz. Y que no se sostienen a lo mejor en el tiempo tampoco. Exactamente, exactamente. Entonces, tenemos que entender que no existe el peso ideal como tal, pero sí el mejor peso. El mejor peso está relacionado con tu genética, tu programación biológica, del tipo de cuerpo que tú tienes que tener, el tamaño, la estatura, todo eso influye. Pero especialmente es ese peso en el que tú estás en equilibrio contigo misma. Que no sientes que te está restringiendo y que tampoco sientes que estás descuidándote por completo por miedo a pasar hambre, que muchas veces hacemos lo contrario. Como que nos revelamos, nos enfadamos con la cultura de dietas y decimos ¡Al carajo! Yo como todo y me da igual. Entonces, es ese punto medio donde tú estás conectada contigo misma y desde la autoescucha y el cariño. Yo creo que además, fíjate, que además la palabra auto, autoconocimiento, autocuidado, autoescucha, es algo fundamental. Nadie mejor que tú para ser tu propia coach, tu propia nutricionista, tu propia… Todo. Y además también, claro, hay una cosa importante que también depende… Tú has hablado de ese peso sostenible, que no existe el peso ideal y yo ahí estoy totalmente de acuerdo. Y que además eso va a cambiar, depende de tu edad también. Es decir, no es lo mismo. Por ejemplo, tú que has sido mamá y una edad joven, o la maternidad, o entrando ya en una perimenopausia, menopausia, entonces tu estilo de vida y tu estilo de alimentación va a ir cambiando. Por lo tanto, es que tú vayas adaptándote al estilo de vida y tu estilo de vida vaya adaptándote también a tu edad y a tus circunstancias personales, porque no siempre se está tan bien en las mejores circunstancias. Y también una cosa importante, claro, muchas veces incluso llegamos a ese peso ideal, del que llaman ideal para las personas, y yo eso lo he vivido conmigo, y el miedo tan horroroso que se tiene a no engordar te hace que sigas restringiéndote muchísimo y es que no hay fin. Entonces yo digo, ¿dónde está la línea? Es que no la hay, por eso hay que encontrar ese equilibrio del que tú hablas. Y la palabra equilibrio, para llegar ahí, tienes que pasar primero, yo creo, incluso por desequilibrio, al principio. Sí, sí, totalmente. Porque al final es un proceso de autoconocimiento, entonces vas de un lado a otro. Por aquí no, por aquí tampoco. Al final es donde tú encuentras entre la restricción y la libertad absoluta, que tampoco eres libre cuando sientes que le estás haciendo daño a ti misma, porque si estás desconectada de ti misma, pues es imposible que te estés respetando, con lo cual es eso, ¿no? Tú vas a un extremo, hacia otro, y al final es cuando tú te encuentras en el punto medio. Es cuando tú mejor te vas a encontrar. Y sobre todo porque, mira, yo creo que se ha demonizado también mucho, de hecho el otro día escribí algo sobre ello, se ha demonizado mucho el hambre emocional, y el hambre emocional no es mala, parece como que es algo de, controla el hambre emocional, libérate del hambre emocional, somos seres sintientes y las emociones van a la mesa y las emociones van contigo. Otra cosa es cuando acudimos a la comida como el único recurso para gestionar nuestras emociones, pero el hambre emocional no es para nada malo, entonces muchas veces tenemos ansiedad y a lo mejor la calmamos con la comida, pero a lo mejor esa ansiedad no viene por, viene por otras muchas cosas, por eso creo que es fundamental lo que has dicho antes, y es la toma de conciencia y el autoconocimiento. Si tú te conoces bien, y sabes en este momento de tu vida que está pasando en tu vida, y eres honesta contigo misma, te haces preguntas honestas, tú vas a saber perfectamente qué te ha llevado a comer, y muchas veces has estado a lo mejor restringiéndote durante mucho tiempo y a lo mejor esa ansiedad te la está dando el haberte prohibido y restringido, pero también muchas veces esa ansiedad viene por temas no resueltos en tu vida y que a lo mejor tienes que meterle también mano. Exactamente, de hecho yo considero que la alimentación emocional es una oportunidad buenísima para saber qué está pasando en tu vida, porque si tú de repente empiezas a sentir que estás comiendo con más ansiedad, que estás más desconectada cuando estás comiendo porque estás pensando en otra cosa, si tú muchas veces para esto vas a necesitar ayuda, un acompañamiento de un profesional, pero si tú ahí eres capaz de cuando te ves en esa situación parar y pensar qué es lo que realmente me está pasando, la comida es un aviso para ti, simplemente de que en tu vida está pasando algo, pero igualmente la alimentación emocional para mí tiene una función brutal que es puede ser un momento de autocuidado, es decir, yo he utilizado la alimentación de forma emocional a conciencia, es decir, necesito prepararme algo que esté rico porque he tenido un día muy malo y necesito reconectar un poco y cuidarme y entonces irme al supermercado, comprar ingredientes para hacer una pizza y hacerme una pizza tan feliz, pero claro, la alimentación emocional puede convertirse en ese momento de autocuidado y voy a tener este ratito para mí con mi comida y disfrutarla a la vez que reflexiono sobre qué es lo que está pasando en mi vida o lo que muchas veces se convierte en un momento de evasión que por lo general la evasión es un problema en nuestra sociedad es que buscamos evasión cuando comemos, estamos en vez de pensando en los sabores, en disfrutar lo que estamos comiendo pues nos evadimos con la pantalla, con el teléfono, la televisión, lo que sea, entonces la alimentación emocional si se convierte en un momento de evasión, seguramente no te está aportando nada no estoy diciendo que sea mala, pero no te está aportando nada porque podrías aprovecharla para reconectar contigo misma y identificar qué es lo que te está pasando realmente ¿Y si lo utilizas como tal? Yo lo veo como algo súper beneficioso Para mí ha sido una manera de para mí fue mi viaje del autoconocimiento, el cómo yo me relacionaba con la comida, hablaba constantemente de cómo me estaba relacionando conmigo misma constantemente porque yo por ejemplo en este caso si era muy controladora podía llevarme, claro podía controlar muchísimo lo que comía y lo que dejaba de comer, lo que pasa que después al descontrolar hay una línea muy fina y eso hablaba de mi propia vida en ese momento yo creo que cuando te metes aire lleno en ese viajazo es muy chulo porque te da muchísima información sobre ti no para machacarte más ni mucho menos, sino para decir vale, en este momento de mi vida estoy pasando con esto vengo de aquí y también reconocer, oye, porque has tenido una madre a lo mejor porque eran muy exigentes o bueno o en tu casa a lo mejor pasaron mucha hambre porque puede haber una madre que su amor era come, come, come, come y tienes que comértelo todo y al contrario no comas porque yo te quiero tanto que quiero que estés súper delgada porque no vayas aquí en el cole y te hagan bullying o te vayas a cansar o qué sé, que hay de todo y saber que en toda creencia por muy limitante que sea también hay una intención positiva, es decir, que si tú has acudido a la comida, que si en tu casa te han dicho lo que te hayan dicho de alguna manera es porque también ha habido una parte de quererte proteger, que ahora tampoco podemos echarle las culpas, es que por mi madre es que por mi padre, es que en mi infancia ahora se trata desde la adulta que eres de decir, oye, cojo la pena a mi vida y voy a usar la alimentación como una vía de conocimiento y de ver qué está pasando en mi vida, como tú bien dices, que la has explicado estupendamente y bueno y cómo me estoy relacionando con mi cuerpo también hablaré y cómo me estoy relacionando conmigo misma son dos grandes impulsores de conocimiento el cuerpo y la comida yo sin ir más lejos cuando estaba en pleno postparto, los tres meses postparto yo tenía que estar en reposo hace un año y medio, o sea que fue hace poco y en ese momento pues no me encontraba bien con mi cuerpo pero porque simplemente por el proceso de parto tu cuerpo, tu identidad o sea es una transformación que seguro que cualquier madre que me esté escuchando se puede sentir identificada pero cambian cosas a nivel interno, a nivel externo, cambia todo luego por otra parte tenía ese mandado que tenía que estar en reposo con lo cual yo que venía a haber entrenado seis, cinco, a veces cuatro pero muchas veces por semana de repente no podía y ahí hablando de nuevo de lo que es el estilo de vida saludable, para mí antes un estilo de vida saludable era entrenar cinco veces por semana, en pleno postparto mi estilo de vida saludable era estar en reposo y a medida que pude incluir cinco minutos de estiramientos al día ese era mi estilo de vida saludable y es cierto que en ese momento para mí la alimentación fue mi brújula de cómo yo estaba porque era muy sustante porque disfruto mucho comiendo literalmente disfrutando de la comida disfrutando de mi plato de repente nunca podía comer sola siempre tenía un bebé en brazos y tenía que comer con el bebé en brazos en cinco minutos porque estaba llorando y tenía que irme corriendo de repente ese momento de autocuidado ya no lo tenía y me di cuenta que estaba empezando a sustituir eso por en cuanto Olivia, mi hija, se dormía vas a ir corriendo a la cocina porque tenías cinco o diez minutos para comer sin nadie encima y comer yo ya estaba saciada no tenía hambre pero era como que estaba buscando ese momento de mi autocuidado pero es cierto que también me di cuenta de que estaba empezando a tener como más hambre emocional de lo normal pero no me machacé, simplemente lo identifiqué y dije vale, está pasando esto, ahora mismo necesito llenar ese momento de autocuidado que antes era la comida con otra cosa porque no quiero comer más de lo que mi cuerpo necesita con otra cosa que podía ser momentos de lectura momentos de escuchar podcast mientras estaba con ella en brazos, cualquier cosa que a mí de algún modo me diera disfrute en toda esa pausa impuesta que tenía en mi vida que era entre pausa y no pausa porque al final con un bebé no puedes no puedes pausar pero que tenía que estar quieta y yo estaba acostumbrada al movimiento y ahí lo que te digo, la alimentación se convierte en mi brújula, en decir estoy recurriendo a la comida pero ya estoy saciada, significa que necesito algo que me aporte felicidad o luz estímulo que a mí me llene un placer también de alguna manera y tú en ese momento te has quitado de la ecuación hay algo más importante que tu bebé en ese momento y tu salud exactamente que bonito estas son las cosas incluso personas que están trabajadas personas que se conocen bien y también muchas veces nos vemos ahí y es importante también a mí me pasa eso sobre todo con el deporte no me doy cuenta Clara hasta que punto de hecho lo hablábamos antes yo por ejemplo ahora que he tenido un problema con el cosis y tal muchas veces no te das cuenta hasta que punto llega porque hay que hacer deporte eso no es autocuidado porque tu cuerpo ahora mismo te está pidiendo que descanses y hoy no toca y llegar a ese extremo o a ese punto es también decir bueno pues me voy a quedar hoy o voy a andar o voy a hacer algo diferente porque mi cuerpo está cansado, mi cuerpo está dolorido y hay que escucharse y eso lo sabes cuando realmente te conoces y no hace falta decir hoy es que hay que hacer esto porque hay que comer todos los días sano y hay que hacer todos los días ejercicio y no, todos los días no todos los días tienes que escucharte para ver que te está pidiendo tu cuerpo y desde donde lo estás haciendo que es lo importante también totalmente totalmente y en ese mismo momento de posparto cuando empecé cuando yo me sentí un poco más en desequilibrio con mi alimentación aunque rápidamente lo redirigí a no se trata de la comida sino de que necesito ese autocuidado que no estoy teniendo por la maternidad volvieron mis fantasmas del pasado con las dietas y empecé a pensar en ponerme a dieta porque era como si no me puedo mover no voy a volver a mi yo en mi vida y digo esto porque cuando una sana esa parte siempre, la herida está ahí y sin querer metes el dedo en la herida o pasa algo que te activa de nuevo esos pensamientos esos recuerdos, esa esperanza de que esta vez te funcione nunca volví a hacer dieta igualmente porque yo sé porque yo tengo muy claro porque yo hice muy bien ese ejercicio de qué beneficios me aporta la dieta qué perjuicios me aporta la dieta yo tengo claro que si yo hago una dieta después me voy a volver a sentir culpable cuando coma normal en fin entonces supe muy bien que ese no era mi camino pero cuando tú empiezas este viaje de liberarte de las restricciones a veces pueden volver esas heridas del pasado yo creo que a ti te ha pasado también y sobre todo yo he hecho un trabajo ahora muy chulo y ha sido más por la edad yo he cumplido los 50 ya y es curioso porque yo me he dado cuenta no ahora tal cual pero si en los últimos años y sobre todo después ya del COVID que yo había perdido muchísimas amistades y había dejado de ir a la feria aquí en Sevilla y a mil cosas porque más joven era como cualquier coñazo porque hay que comer cosas que además no son comida real y son cosas muy poco saludables y no o dejo de ir a ciertos sitios porque no entonces claro yo me di cuenta ahora cuando he llegado ya como diciendo wow la de amigos y de personas que he perdido en el camino por tener un cuerpo mega normativo tengo un cuerpo muy normativo pero yo esto ya lo comentaba en una sesión me ha merecido la pena tanto si ahora lo veo desde fuera y digo pues a lo mejor no porque incluso la maternidad yo me planteo realmente yo no he querido ser madre y eso fue una pregunta que yo me hice fuerte y muy honesta conmigo misma no he querido ser madre por no estropearme o no he querido ser madre vale y ahí tuve mis lagrimitas porque claro llegas a una edad y ya no te toca ser madre en esta vida no entonces ahora esto si que no lo vas a poder cambiar jamás entonces ahí te entran vienen muchos fantasmas del pasado y dices tú oye me ha merecido pero fue más un trabajo de introspección decir me ha merecido la pena la cantidad de cosas que me he perdido literal eh por esto y dices pues a lo mejor no porque puedo llegar a 80 o 90 años muy sexy, muy guapa, muy estupenda más maravillosa pero sola o sabes entonces esa sensación y eso lo tuve en una visualización que hice hace mucho tiempo y digo no sé hasta que punto eso merece la pena no merece la pena no merece la pena una risa, no merece la pena una compañía, no merece la pena ese disfrute de ese momento y eso no digo que te vayas ahí y te lo comas ni te lo bebas todo por Dios que yo creo mucho en el cuidado de una ¿no? y el deporte y el mover tu cuerpo y el comer de una manera saludable por regla general pero que a veces dentro de un contexto ese vino ese pastel, ese no hacer deporte es mucho más sano que quitarte de ahí y prohibirte o restringirte o quitarte ese ratito de quedar con alguien porque tienes que hacer deporte porque si o no porque esto no me lo puedo comer no te va a engordar, por si solo un alimento no tiene la capacidad de engordarte o de adelgazarte engorda malos pensamientos yo creo entonces es una una reflexión que yo se los invito a hacer sobre todo a todas las personas que son incluso más jóvenes ¿no? de si piensa la de cosas que te puedes estar perdiendo por delegar tu poder interior al número que marca una báscula a una talla o a un cierto tipo de comida, no merece la pena te lo digo de verdad ahora que he cumplido mis 50 ¿no? y bueno, y esto lo hablo con personas incluso mayores y no, no merece la pena de verdad totalmente yo pienso en mi abuela que tiene 84 y que todavía se siente culpable cuando ha hecho una comida familiar que a ella le encanta cocinar, preparar la comida tal y cuando después hemos terminado de comer suelta ese comentario de esta noche no ceno he comido demasiado y pienso ¿de verdad? ¿de verdad? tiene 84 años y todavía sigue ahí la pobre pues a decir es como me da pena y también me indica la importancia porque no es la única, la abuela de mi marido es igual y entonces hay muchas mujeres que están ya en esos 80 90 años que exigen con esa preocupación constante por su cuerpo, por la comida, por cómo se ven, por si están gordas o si están delgadas y es lo que tú dices ¿merece la pena? no, no, no merece y de verdad te lo digo ¿eh? y esto no significa que yo soy súper pro de cuidarte ¿eh? que no quiero ir por el otro extremo claro que hay que cuidarse pero que el autocuidado como tú y hemos hablado todo el tiempo las dos el autocuidado es una cosa que depende de cada contexto y cada momento y autocuidarte pues un día no ir a entrenar como yo no he ido por ejemplo hoy y eso para mí hoy ha sido autocuidado y autocuidado es comerte un pastel si estás en una operación y te apetece irse autocuidado y a lo mejor a veces el autocuidado es decir no, no me lo como porque yo elijo no comérmelo entonces nadie mejor que tú, yo lo digo siempre pero eso no va a salir o esa decisión no va a salir de dentro si tú no te conoces bien porque no sabes que lo estás haciendo por el otro, por agradar, por pertenecer, por encajar o porque te lo ha mandado el nutricionista o tu madre o la vecina de enfrente entonces para llegar a ese punto de autoconocimiento que realmente te conoces bien tienes que dejar de mirar hacia afuera tienes que dejar de buscar pautas en internet tienes que dejar de compararte con redes sociales otras mujeres, dejar de compararte con la persona que tienes enfrente por ejemplo es muy común mi amiga come menos que yo será que yo voy a engordar, cualquier cosa estamos constantemente comparándonos y buscando respuestas fuera que alguien nos diga cuál es el método cómo voy a lograr qué es lo que tengo que hacer para pero si tú de verdad quieres llegar a ese punto en el que tienes un equilibrio con tu alimentación donde ni pasas hambre ni pierdes el control que simplemente te encuentras bien contigo misma y poder conocer lo que es el bienestar real tienes que dejar de buscar fuera y empezar a escucharte Oye Clara, ¿qué es lo de la terapia motivacional? Antes de que no quiero que se me pase y lo dejo por ahí no lo había escuchado nunca La terapia motivacional es se utiliza en psicología especialmente y es una terapia que se utiliza para ayudarte a encontrar tu motivación para hacer algo porque entendiendo que en el sistema sanitario somos muy de dar recomendaciones. El médico te dice tienes que tomarte la pastilla y a lo mejor la persona que está enfrente dice, ¿cómo que me tengo que tomar la pastilla? A lo mejor no me apetece porque no sé qué beneficio me va a dar a lo mejor no me apetece porque pienso que me va a dar efectos secundarios o a lo mejor no me apetece hacer ejercicio que tú me estás diciendo para el dolor de espalda porque no sé cómo incluirlo en mi vida entonces la terapia motivacional cambia el foco y es un proceso donde tú acompañas a la persona a encontrar su porqué, el porqué quiere hacer algo y a introducirlo en su vida desde sus propias condiciones, no la condición del profesional sino sus propias condiciones porque es mucho más efectivo que la persona lo haga desde ese autoconocimiento que estamos hablando de a mí me encaja tomarme la pastilla pero solo si es por la mañana bueno pues ahí has encontrado tus condiciones y eso es mucho más beneficioso a que el médico te diga cómo lo tienes que hacer porque sí entonces la terapia motivacional te ayuda a encontrar esa motivación y es muy efectivo cuando tienes resistencia a hacer un cambio en tu vida y muchas veces la mayor resistencia es dejar las dietas o la mayor resistencia puede ser dejar de comer hamburguesas todos los días por ejemplo entonces ayuda a la persona a tomar sus propias decisiones de forma consciente y con motivación es como una manera de empoderar a la propia persona que se sienta que ella es la que está viviendo y que hay una motivación de origen eso es por ejemplo en la terapia motivacional no tiene sentido que yo si alguien si alguien me viene a contar un logro no tiene sentido que yo le diga que orgullosa estoy de ti que es algo que cuando es más paternalista esa relación pues si le diría que orgullosa estoy de ti sin embargo en la terapia motivacional le ayudas a reconectar con su propio beneficio bueno y cómo te sientes entonces simplemente estás alimentando esa autoestima pero no desde el yo estoy orgullosa estás orgullosa de ti mismo entonces le das la vuelta es mucho más empoderador y bueno para ir terminando por hacer un resumen hemos hablado de muchas cosas súper interesantes y esto daría para un parado de voces más que seguro que habrá otro momento de compartir y yo estaré encantada pero hemos hablado de dieta no, has hablado de un ejercicio muy chulo es que cojan un papel y lo dividan en dos de los beneficios y los no beneficios los pros y los contras de haber hecho dieta y cuánta dieta y si eso te ha merecido la pena el tomar conciencia y ser honesta con una misma para que las propias respuestas están dentro de ti y si tú haces ese ejercicio de introspección y de honestidad te vas a dar cuenta si te han funcionado si no te han funcionado si necesitas hacer un cambio en tu vida y dejar la dieta ya de una vez que no hay dieta que funcione ni siquiera la más sana y la más real del mundo mundial porque al final todo lo que lleve etiquetas ya sea por restricción, privación que te esté quitando algún alimento por muy saludable que sea eso muchas veces no es sostenible en el tiempo esa sensación de encontrar nuestro equilibrio interno y hay que mirar hacia adentro y a lo mejor durante un tiempo tu vida va a estar un poco más desequilibrada hasta que encuentres ese punto que no existe el peso ideal lo que existe es tu momento en el que tú puedas mantener ese estilo de vida saludable ya sea con ejercicio con alimentación en tu día a día y que tú lo puedas llevar en tu momento que tú has hablado de tu maternidad y por ejemplo en ese momento tu autocuidado era estar en la cama y no podías hacer ejercicio como la alimentación consciente también que eso me ha parecido muy chulo es un impulsor para conocernos y decir, oye, en este momento yo puedo usar la alimentación emocional para ver qué está pasando interiormente y en mi vida y no sé si se me olvida algo más algo más que... No, yo creo que lo has resumido todo muy bien añadiría precisamente eso que el estilo de vida saludable no es algo que sea siempre estático sino que tienes que adaptarlo a cada momento según las posibilidades que tú tengas en ese momento y las necesidades que tengas en ese momento también ¿Y alguna cosilla más que quieras dejar? Mira, yo insistiría a todas las mujeres que nos estén escuchando que hagan una limpieza del armario y que se quiten de en medio toda la ropa que tienen ahí recordándole que tienen que bajar de peso porque eso al final es una energía negativa que tú tienes cada vez que tú abres tu armario y que te impide vivir tu vida de forma libre y que además te sienta una base de energía negativa en cuanto abres el armario por la mañana entonces les diría, haz limpieza del armario, quítate toda esa ropa que te queda pequeña o que nunca te has sentido bien con esa ropa y elige ropa cómoda que te haga sentirte bien en tu cuerpo y con eso ya puedes notar una mejoría enorme en tu día Pues, muy buen consejo y además verdad, porque hay personas que tienen hasta varios tallas Sí, sí, sí, dos para arriba dos para abajo Bueno Clara, a ti te pueden encontrar en tu, donde estás más activa es en Instagram, ¿no? Sí, exactamente clara.nutricionista.clara Yo de todas formas le voy a poner lo dejaré puesto y bueno, Clara tiene además que te puede descargar un audio y está muy activa y comparte muchísimas cosas de valor, muy enfocado a lo que hemos estado hablando ahora te dejaré por ahí las redes y bueno, muchísimas gracias Clara porque yo de verdad que me encantan las conversaciones así de mujer a mujer que podamos salpicar a muchas más mujeres porque al final tú por ejemplo que eres madre, salpicarás a Olivia, Olivia salpicará es decir que esto se trata de salpicar para bien y hagamos pues ruido, pero un ruido diferente un ruido de quiérete, respeta tu cuerpo, respeta tus señales de comida no te compares con nadie y como yo digo siempre eres lo más valioso que tienes y es importantísimo el que este viaje de la vida lo hagas bien contigo misma, si no fíjate si hay mucha desconexión tu cuerpo está desconectado de alguna manera de la vida así que muchísimas gracias y bueno, dejaré todas en la descripción y un placer tenerte Clara espero repetir en breve y yo creo que queda muchísimo más por hablar mucho, mucho así que bueno, aquí termina el episodio de hoy pero tu autocuidado no termina nunca lo importante es seguir mejorando, avanzando y sobre todo disfrutando de cada pasito del camino hacia un bienestar integral antes de irte no te olvides de visitar mi cajita virtual mymom.com donde además de unirte a la myletter te vas a llevar un audio regalo para empezar a transformar esa relación con la comida y sobre todo también con tu cuerpo, por último si te ha gustado pues este bocadito semanal hoy de la mano de Clara, pues deja una valoración positiva deja tu comentario que estaremos encantadas de contestarte y sobre todo pues comparte así llegamos a muchas más personas bonitas gracias por escuchar y te espero en el próximo bocado

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