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This transcription is about a community project called "Hacia el Buen Trato desde la Acción Comunitaria en Casar de Cáceres, el calendario Violeta" that aims to promote gender equality and eliminate gender-based violence in the municipality. The initiative began in 2014-2015 and involved local educational centers, adult education associations, parents' associations, the University, and the Municipality of Casar de Cáceres. It was recognized as a good practice against gender-based violence by the Ministry of Health and the Spanish Federation of Municipalities and Provinces. The project involves sensitizing and educating the local community about coeducation and the prevention of gender-based violence. Students took the initiative to plan and implement the project, which included activities such as analyzing the recognition of women in the town's streets and reflecting on gender stereotypes in professions. The project resulted in the renaming of streets to honor women and raised awarenes Hola a todos, mi nombre es Mario Cancho. ¿Qué tal están? Espero que súper bien y les doy la bienvenida un día más aquí a nuestro podcast, Aprendiendo a Aprender. El proyecto de Aprendizaje Servicio que se ha seleccionado y sobre el que vamos a hablar en el capítulo de hoy, se encuadra dentro del programa Hacia el Buen Trato desde la Acción Comunitaria en Casar de Cáceres, el calendario Violeta. La iniciativa comenzó durante el curso de los años 2014-2015 en el que participaron los tres centros educativos locales, el Centro Infantil Sarapico, el Colegio de Educación Infantil y Primaria León Leal Ramos y el Instituto de Educación Secundaria Obligatoria Vía de la Plata, además de la Asociación o Escuela de Educación para Adultos de Casar de Cáceres, la Asociación de Madres y Padres, la Universidad Popular y el propio Ayuntamiento de Casar de Cáceres. En 2015 llegó a ser premiada como buena práctica en la lucha contra la violencia de género en el ámbito local por parte del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad y la Federación Española de Municipios y Provincias. Además, gracias a todo esto que acabo de contarles, la comunidad educativa de Casar de Cáceres recibió también ese mismo año formación en APS, es decir, en Aprendizaje y Servicio, y fue a partir del curso escolar de 2016-2017 que se llevan desarrollando proyectos de este ámbito en los tres centros educativos mencionados anteriormente, entre los que se encuentra el Instituto de Educación Secundaria Obligatoria Vía de la Plata, que son los encargados de presentar dicha propuesta. Se preguntarán cuáles son los objetivos de esta gran iniciativa comunitaria y, bueno, principalmente podemos destacar que tratan de avanzar en la igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres y fomentar así el principio de trato entre ambos, por lo que ponen el punto de mira en luchar a favor de la eliminación de la violencia de género en el municipio y la erradicación también de todos los obstáculos que dificulten la igualdad perseguida, partiendo siempre desde el propio ámbito educativo, intentando implicar a toda la comunidad local en un ambiente que se caracterice por la tolerancia, la convivencia, la colaboración y, por supuesto, del respeto de los derechos y de las libertades fundamentales, inspirando y transmitiendo todos estos valores en el alumnado. Podemos destacar también que se persigue sensibilizar y formar a la comunidad local y educativa sobre la importancia que tiene en nuestra sociedad hoy en día la coeducación y la prevención de la violencia de género, ya que, desgraciadamente, ojalá no tuviera que decir esto hoy y aquí, aunque da mucho por avanzar. Las mujeres siempre han sido relegadas a un segundo plano, invisibilizadas y siempre se les ha restado importancia a las grandes aportaciones que han llegado a realizar ellas en numerosos ámbitos que nos confirmen, como es la ciencia, la literatura, la cultura y diversos ámbitos más, por no hablar de que se siguen produciendo hoy en día ataques por violencia de género contra ellas a diario y en todo el mundo. Es por toda esta violencia desmesurada que se lleva a cabo hoy en día por lo que estos grandes alumnos y alumnas se dieron cuenta de la gran importancia y necesidad de poner en marcha un programa de este tipo, tratando de luchar así por los derechos humanos, la integridad y la dignidad personal de las mujeres. Porque, aunque se puede decir que cuentan con un reconocimiento de igualdad de cara a la ley, en muchas ocasiones parece ser inexistente y escaso, ya que hay numerosas investigaciones y, cuando decimos numerosas investigaciones, decimos una cantidad indecente, demuestran que aún siguen muchos aspectos en trámite, por decirlo de alguna forma, ya sea la violencia de género, la discriminación salarial, el mayor desempleo femenino, la escasa presencia de las mujeres en los puestos de alto mando o responsabilidades políticas, culturales o económicas. Y, por otro lado, también problemas de conciliación entre la vida laboral y familiar. Todo esto que nos sigue demostrando que la igualdad entre mujeres y hombres no termina de ser plena y que aún a día de hoy constituye una asignatura que todos y todas tenemos pendiente. Según los datos de los que disponemos, sabemos que la idea surgió en clases de tutoría, pero es bastante curioso porque después se llegó a extender a clases del resto de asignaturas, llegando a integrarse en física y química, lengua castellana e incluso en biología. Por supuesto, ni que decir cabe que, antes de todo, los alumnos tuvieron ciertas clases en las que aprendieron a identificar el término APS o Aprendizaje de Servicio para tratar de comprenderlo mejor y adaptarse a la situación, tomando ellos y ellas la iniciativa desde el principio y siendo los protagonistas de todo el proceso, por supuesto. Por lo que empezaron a repartirse las tareas, se organizaron en diferentes grupos, realizaron reuniones incluso fuera del horario escolar y llevaron a la práctica todo lo que tenían planificado. Tal y como venimos comentando, la metodología que emplearon fue el APS en el desarrollo de proyectos, dándole un enfoque tanto a las actividades como al programa en sí, en el que se ponen en juego la transversalidad, la inclusividad, la participación, el acuerdo y la sistematización, elementos fundamentales no solo en este tipo de proyectos, sino en cualquier otro que se lleve a cabo y en el que estén implicados tanto un grupo de personas como una comunidad. Una vez que se recopiló toda la información, fue enviada a la prensa local para que la publicaran y difundieran y se llevó a cabo una jornada de convivencia en el propio centro educativo, donde acudieron múltiples personas e instituciones que pudieran implicarse también en él, como por ejemplo el Ayuntamiento del Pueblo, el Centro de Vía y las familias protagonistas para observar la presentación del proyecto y también llevar a cabo una especie de diálogo sobre los diferentes trabajos que los alumnos llevaron a cabo. En cuanto a su temporalización, este se llevó a cabo desde febrero, el mes en el que el proyecto fue preparado, hasta junio de 2017, que fue cuando se presentó a las diversas entidades colaboradoras. Como espacios podemos destacar las salidas por diferentes recursos naturales, como hemos dicho, las visitas al Colegio de Educación Infantil y Primaria León Leal Ramos, al Centro de Vía, al Ayuntamiento de Casar de Cáceres, los domicilios de las diferentes abuelas y las calles de la localidad. Principalmente utilizaron la observación directa y la realización de entrevistas tanto al alumnado como a los diferentes profesores y profesoras, así como a las propias familias, recolectando todos los datos en un registro anecdótico para poder evaluar después a todas las personas implicadas. El Instituto Vía de la Plata desarrolló el programa a través de tres actividades, cuya finalidad era mirar desde la igualdad, tratando de encontrar una mirada reflexiva y crítica sobre nuestra realidad, detectando las diferentes formas de desigualdad que se siguen produciendo hoy en día para tratar de transformarla y que el resto de niños y niñas puedan llegar a desarrollarse y vivir en una igualdad de derechos y oportunidades que sea realista y plena, tanto en nuestro entorno más próximo como en el mundo global. Entonces, ¿cuáles fueron esas actividades? Tenemos tres, muy interesantes, necesarias y con una gran carga social. La primera la titularon un pequeño paso para el Ayuntamiento, un gran paso para la igualdad, y en ella el alumnado del programa de mejora del aprendizaje y del rendimiento se encargó de analizar el grado de reconocimiento público que reciben las mujeres en base al callejero del pueblo en el que ellos habitan. Tal y como ha pasado durante mucho tiempo, pues se dieron cuenta de que efectivamente apenas se valoran y se tienen en cuenta el papel de la mujer en la infinidad de campos o ámbitos de estudio en los que ésta se ha desarrollado, y es por eso que se usó la necesidad de restablecer la situación y tratar de acabar con dicha desigualdad. Tras llevar a cabo la actividad, valoraron los términos recogidos en las diferentes calles y realizaron un ofrecimiento al Ayuntamiento para llevar a cabo un cambio en los nombres de dichas calles o rotulando las nuevas que pudieran surgir con nombres que verdaderamente honren la figura y la memoria de la mujer. Entre ellos propusieron tres nombres, y hay que destacar que el Ayuntamiento las ha llevado a pleno y ha conseguido aceptarlas, por lo que el trabajo y el esfuerzo de estas chicas y estos chicos ha dado sus frutos, y gracias a ellos y ellas las nuevas calles recibieron el nombre de Caracampo Amor, la Sin Sombrero y el Rincón de la Igualdad. ¡Maravilloso, ¿no creéis? La necesidad social de esta actividad es demostrar la escasez de calles que hay dedicadas a las mujeres en el pueblo y desarrollar iniciativas para intentar cambiar la realidad. ¿Cómo? Pues a través de estos actos, que aunque parezcan pequeños y de carácter simbólico, también constituyen asuntos importantes en los que a materia de igualdad se refiere. Y por otro lado tenemos la segunda actividad, conocida como Dime en qué trabajas y te diré tu género, donde empezaron a reflexionar y a darle vueltas a la idea de si realmente, a la hora de desempeñar y llevar a cabo ciertas profesiones o trabajos, estos aparecen relacionados con el género de las personas. Cosa que me parece súper interesante, puesto que además de que fueron dos grupos de edades diferentes los implicados, por un lado el alumnado de tercero de primaria del colegio público de la localidad y, por otro lado, las personas mayores que pertenecen al centro de día, podemos hablar de cómo, a pesar de que sí podemos afirmar y confirmar que hemos evolucionado en relación a la igualdad de derechos entre hombres y mujeres en lo que a ámbito laboral se refiere, es cierto que aún sigue existiendo una serie de desigualdades, donde la mujer permanece, una vez más, en una situación de desventaja, ya que siguen existiendo puestos que presentan inclinaciones y estereotipos sexistas, especialmente, por ejemplo, con los puestos de trabajo que están más feminizados o masculinizados, donde la mujer se dedica especialmente a trabajos de limpieza y cuidados, enfermería, hacer azafata, mientras que el hombre, cómo no, desempeña trabajos de mecánica, construcción, etc. Ah, por no hablar de que normalmente los puestos de trabajo más precarios o de menor prestigio también lo suelen ocupar las mujeres. Con estas actuaciones, el alumnado lo que pretendía era modificar un poco la conciencia que tiene la población, independientemente de la edad, por supuesto, sobre esa necesidad de que tanto las mujeres como los hombres dispongan de las mismas oportunidades en el desarrollo de las profesiones, tratando de influir también, sobre todo, en el resto de alumnos y alumnas para que crezcan libres de prejuicios y estereotipos machistas. Así como manifestar, sobre todo, que la cualificación que se necesita para desempeñar un puesto de trabajo no depende del género de la persona como tal, sino de la cualificación, las competencias y las capacidades que esa persona posea. Y, por último, nos encontramos con una actividad que lleva por título Así nos lo contarán, y en la que, con motivo de la celebración del día 8 de marzo, justamente, surgió la idea de realizar encuestas a las diferentes mujeres con las que todos los participantes conviven en sus hogares, independientemente de si son madres, abuelas, bisabuelas, etc. Para llevar a cabo, pues, una comparativa de lo que es la evolución a lo largo del tiempo. Entonces, elaboraron unas preguntas, entrevistaron a las personas y recogieron los resultados en una especie de reportaje fotográfico a través de grabaciones de voz que, además, posteriormente, unieron a través de un montaje de vídeo que utilizaron para compartirla con el resto del alumnado y, especialmente, mostrarlo y explicárselo al alumnado del primero de la ESO. Con la realización de esta actividad, lo que pretendían era poner de manifiesto la situación en la que se encuentran las mujeres que habitan en la localidad de Casar de Cáceres y realizar también una especie de comparación entre las diferentes generaciones, mostrando así la evolución social y personal, las dificultades que éstas han encontrado en sus vidas por el hecho de ser mujeres y también que puedan expresar sus vivencias para mostrarnos aquello que se ha conseguido, pero también lo que aún nos queda por lograr. Además, yo personalmente creo que también se ha llevado a cabo con el fin de que los y las jóvenes de hoy en día conozcan la situación de las mujeres a lo largo de las diferentes generaciones, investigando también el acceso que tuvieron a los recursos en su época y con el que cuentan actualmente, que eso también es un cambio bastante grande. Y especialmente también hacer hincapié en los papeles y en los roles que han asumido tanto los hombres como las mujeres, especialmente en las relaciones familiares, pero también laborales, de participación social, en política, etc. Ámbitos fundamentales en nuestra vida diaria. Todo esto, como digo, con el fin de analizar si a día de hoy siguen existiendo esas desigualdades y, en caso necesario, proponer los cambios para poder contribuir a la igualdad. Con todas estas actividades, los propios alumnos y alumnas han adquirido y desarrollado ciertas necesidades educativas, entre las que podemos destacar, por ejemplo, que aprenden siendo ellos y ellas los propios protagonistas del proceso, que al prestar un servicio a la comunidad y desempeñar ciertas acciones voluntarias, forman y desarrollan actitudes y valores igualitarios, responsables y solidarios, por ejemplo. Fortaleciendo así competencias claves y fundamentales como, por ejemplo, la comunicación lingüística, la competencia digital, la competencia social y cívica y el sentido de la iniciativa y el espíritu emprendedor. Además, fomentan el trabajo en equipo, la colaboración, la cooperación y, sobre todo, las actitudes respetuosas, por ejemplo, hacia las personas mayores con las que han convivido y han desarrollado dichas actividades. Los agentes participantes encontramos, además de todo el alumnado y los docentes de los centros educativos que hemos mencionado, la participación, por ejemplo, de la Educadora Social del Instituto, que es una figura fundamental para el desarrollo de las diferentes actividades, así como el alcalde, junto con la Consejería de Igualdad y el resto de profesionales que se hayan visto implicados a medidas que se iban avanzando en el proyecto. Por supuesto, todos fundamentales, puesto que probablemente sin alguno de ellos el desarrollo del proyecto se habría visto truncado de alguna forma y ni qué decir cabe que la coordinación entre los diferentes participantes ha tenido que ser constante durante todo el desarrollo de las actividades, como empleando reuniones con los diferentes responsables de los tres centros educativos, la Consejería del Ayuntamiento y el resto de las entidades implicadas. Cabe destacar que los objetivos se han alcanzado correctamente y esto es gracias y especialmente a la implicación y motivación de cada una de las personas que ha aportado su granito de arena. En términos de resultados cualitativos, por ejemplo, podemos destacar el gran número de beneficiarios y beneficiarias directos que han salido de las diferentes actividades desarrolladas, alrededor de 260 personas y 10 entidades, por ejemplo, y, por supuesto, la propia comunidad local del pueblo que se va a beneficiar de los resultados del proyecto. Y para terminar, en términos cualitativos y como impacto social del proyecto que hemos desarrollado en el capítulo de hoy, podemos decir que se ha alcanzado la adquisición de valores por parte del alumnado, por supuesto, en términos de igualdad de género y de integración, que van a poder aplicar a partir de hoy en su práctica diaria, un incremento de la sensibilización tanto del alumnado local como sus familias y el municipio como tal contra la violencia de género, un enriquecimiento personal y profesional tanto del profesorado como de las organizaciones sociales participantes, un cambio de actitudes y valores en el alumnado, por ejemplo, mayor tolerancia y respeto, disminución de los conflictos, a la vez que aumenta también la solidaridad y la colaboración, y concienciación de la corporación local en materia de igualdad de género, reconocimiento y visualización y visibilización de las mujeres. En definitiva, qué maravilla que de una clase cualquiera de física y química surgiera la necesidad de hacer un proyecto de este estilo, de esta envergadura y con un ámbito tan necesario e importante en nuestra sociedad actual. Ojalá ocurriera esto en más lugares, tanto del país como del mundo entero, y lográramos ser radical de una vez por todas las violencias de género y las desigualdades que ésta trae consigo. Me ha encantado tratar este tema, hablar con todos vosotros y todas vosotras, pero me toca despedirme. Mi nombre es Mario Cancho y nos vemos pronto aquí en Aprendiendo a Aprender.