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This is a podcast episode discussing the role of women in science. The guests talk about their careers and experiences in different scientific fields. They discuss the gender imbalance in certain areas of science and the importance of representation. They also touch on the changes in education and the challenges faced by teenagers today. The guests encourage young people to explore different fields and not be limited by stereotypes. Overall, the message is to embrace opportunities and not be afraid to try new things. Esta es una producción de Big Curious. Bienvenidas a Ciencias para Todas, un programa en el que exploramos el rol de la mujer en diferentes ramas de la ciencia. En este episodio, vamos a charlar con Ariadna, profe de Técnicas del Lenguaje y becaria del Coliseo, y con Patricia, profe universitaria y jefa de Laboratorio de Investigación en la UTN de San Nicolás. Con el ritmo interrogante abierto, ¿hay ciencias más femeninas o masculinas? Tenemos una pregunta para arrancar. ¿Tú de qué trabajas? ¿Qué estudiaste? Yo actualmente estoy trabajando en un laboratorio de estudios ambientales de la Universidad Tecnológica Nacional, acá en la Facultad Regional San Nicolás, y estoy en la dirección de ese laboratorio. Nosotros hacemos análisis en muestras ambientales para ver si hay contaminación, si no hay contaminación, tanto de agua como de suelo como aire. Sí, en cuarto año de la secundaria. Es bastante gracioso porque yo pasé casi toda la secundaria pensando que quería estudiar Ingeniería. A mí me gustaba mucho leer, y una vez encontré, esto es muy gracioso, en un video de YouTube, de una youtuber que hablaba de libros, que ya contaba que estudiaba la carrera de Letras, y ahí yo descubrí que existía la carrera de Letras. Y me metí en la página de la Facultad Humanidad de la Universidad de Rosario, me puse a ver un poco el plan de estudios, fui a la facultad a preguntar por la carrera, y quedó completamente descartado todo lo demás, y la opción era esa, que era Letras. Y yo quería estudiar Letras porque a mí me gustaba leer, y yo quería que me paguen por leer. Ese era como mi delirio adolescente, yo quería que me paguen por leer. Y así fue como llegué un poco también a la investigación. ¿Y tuviste a un ídolo o ídola que te llevó para hacer todo esto? Y tengo mucha gente que conocí que hoy, incluso hoy, admiro. Gente común, ¿eh? No te estoy hablando ni de un premio Nobel, ni te estoy hablando de personas que en su momento admiré mucho, y dije, yo quiero ser eso. Que fueron unos referentes para mí, por ejemplo, Cecilia Jiménez, que fue mi ingeniera, que fue mi directora. Ella fue referente. Yo dije, yo quiero ser directora de un laboratorio como ella. Y bueno, y hoy soy directora de un laboratorio como ella. Después, este, mi director de tesis, que bueno, ya falseció, Federico Sala, fue también un referente para mí, un hombre muy duro, muy exigente, pero que sacó lo mejor de mí. O sea, lo que yo pensé que él no podía dar, él casi que me obligó a que lo hiciera. Yo de chiquita me daba mucho a mi mamá. Yo quería ser como mi mamá. No sé si hoy quiero ser como mi mamá, pero sí la sigo admirando un montón. Porque es una mujer que a mí me enseñó lo importante de trabajar, de ser independiente, de tener lo propio, y que siempre, ante cualquier cosa, ella salió adelante. Y para mí, desde chica, mi mamá era lo que yo quería ser de grande. ¿Qué diferencias ven entre la educación de antes y la de ahora? Un montón. Un montón. Ustedes tienen un montón de posibilidades. Ustedes tienen la información al alcance de la mano. El teléfono celular, la tecnología, el chat GPT, ¿GTP? GPT. El chat GPT, que todo el mundo lo está usando. Yo me estoy negando un poco. Creo que eso les abre a ustedes un abanico de posibilidades. Veo que la educación, nosotros como profes, digamos, podemos aportarle, como científicos podemos aportarles, de enseñarles a tener un poco más de criterio de cómo usar esta información. Y ustedes van y buscan la respuesta sin poner en juicio ese criterio de decir, bueno, a ver, esto que estoy leyendo, ¿es verdad? ¿No es verdad? ¿Lo puedo probar? ¿No lo puedo probar? Pero como que es más copiar y pegar, por ejemplo. Es como copiar y pegar. Los conocimientos que hoy ustedes están aprendiendo en la escuela técnica, yo los aprendí en la universidad. Es más, le doy clase a mis alumnos de la escuela técnica con los apuntes de la universidad. ¿Ha cambiado en este sentido, digamos, el nivel de exigencia que estas tienen en la escuela? Y eso no siempre es bueno. Yo noto también eso, que capaz cursos más grandes tienen muchísimas dificultades de comprensión de texto. Y es como, bueno, sí, porque les estamos exigiendo menos. Entonces llegan a los 16, 17 años con problemas que quizás antes aparecían en segundos. Después, por otro lado, también creo que hay cosas que han cambiado para bien, como han integrado distintos saberes a la escuela, que eso siempre está bueno. ¿Cuándo eras chica era común ver mujeres en tu trabajo? ¿En ciencias duras? No, no, no, para nada, para nada. De hecho, en mi ciudad había una escuela técnica, una sola, que la gran mayoría eran varones. Después, en la facultad, en una facultad de ingeniería, es cierto, había muchos más varones que mujeres. Para cuando yo terminé mi carrera, ya había muchísimas, el grupo de mujeres era mayor al de varones en ingeniería química, que se empezó a dictar en mi facultad. Pero, por ejemplo, lo que era farmacia, había muchísimas mujeres. Eran más mujeres que hombres. O sea que eso sí lo viví. La mujer era para la parte de educación y de ciencias de la salud, y los varones más para las ingenierías y las ciencias duras. Hoy cambió un montón. Eso cambió, pero abismalmente. Mirá, en mi trabajo, de hecho, somos 10 mujeres y 3 varones. ¿Cómo equilibras tu carrera con tus responsabilidades personales? Como puedo. Como todo el mundo, como puedo. Trato de... Yo amo mi trabajo. No significa que no reniego, no me enojo, que no me frustro, porque no es todo color de rosa. Me toca tomar por ahí decisiones difíciles. Digamos, lo equilibro de la mejor manera posible. ¿Qué clase de micromachismo te hiciste a otra cosa cuando eras chica, en tu infancia? Frases, comentarios... Que cuando eras chica, como que no te gustaba que te lo digan o... Y los mismos que ahora. El de andar lavando platos, o quién te enseñó a manejar, cuando vas... Estoy hablando de cosas sencillas, ¿verdad? O, por ejemplo, en los deportes. Entonces, ya vengo de una familia así. Incluso de mis abuelos, digamos. Entonces, para mí es normal. Por eso no lo viví en ningún momento. Sentí como... Me sentí herida. Y una vez me pasó cuando estaba en primer año, que de la escuela técnica estábamos en el taller de mecánica y yo estaba... A mí el taller de mecánica me recostaba, pero me costaba por otra cosa. Me costaba porque yo, de chica, tuve un problema neurológico con la motricidad bastante atrofiada. Después, con los años, se me fue arreglando. Y le fui a mostrar algo al profesor y me agarró las manos. Me dijo, ¿qué hacés con las manos pintadas? Vos sos muy lady para esta escuela. Vos te vas a ir de acá el año que viene. Después me fui. Pero después me fui no porque me haya ido mal. O sea, a mí los años que estuve en la técnica a mí me iba re bien. Me fui porque descubrí que quería estudiar letras y nada. No me interesaba terminar en una escuela técnica en la secundaria. ¿Qué juguetes tenías cuando eras chica? Patines, bicicletas. He tenido pista de auto, avioncito. Oh, mi papá no sabía comprar juguetes. Hablando de los micromachismos, mira. Muchos peluches. Muchos peluches. También bastantes Barbies porque a mi abuela le gustaba regalarme Barbies. Y tenía mi bibliotequita. Esa era mi pieza de chica. Tenía mi bibliotequita, muchos peluches y Barbies. ¿Descambian en la adolescencia a la hora con la de antes? O sea, ¿es el mismo adolescente de ahora que el de hace 20 años o más? No. Para mí, no. O sea, mira, siguen adoleciendo como yo adolecí cuando era adolescente. No sé si es porque yo ahora estoy más grande y lo veo como mamá. Pero me pasa, no tanto con mis hijos porque, bueno, mi hijo recién está entrando en la adolescencia, pero sí me pasa con mis alumnos. Tengo chicos de 16, de 17, y de 18, 19 años. Pues doy en cuartos que estoy séptimo. Y sí los veo tan frágiles. Me parece bien que puedan abrirse y que puedan contar lo que les pasa y nosotros, no sé, se lo contábamos a nuestros amigos o se lo contábamos, qué sé yo, yo le contaba a mi mamá, por ejemplo. Pero yo ahora veo que como que dramatizan todo. Yo creo que se ha perdido un poco la rigurosidad. Entiendo que la flexibilidad en ciertas cosas está buena y es necesario, pero sí siento que en cuanto al contenido, a las cosas que se dictan, a la exigencia que se tiene, se ha perdido bastante la rigurosidad. ¿Qué mensaje te gustaría dejarle a los adolescentes de hoy en día? Que se animen, que prueben, que la limitación la tiene uno. Que prueben, que después si no funciona, no pasa nada. Probar, siempre probar. Si funciona o no funciona, es otra cosa. Quedó clarísimo lo importante que es ocupar espacios entre las ciencias duras como blandas, sin miedo a no ser suficiente o prejuicios sobre nosotras mismas. Gracias por escucharnos. Nos vemos en el próximo episodio. Subtítulos realizados por la comunidad de Amara.org Subtítulos realizados por la comunidad de Amara.org Subtítulos realizados por la comunidad de Amara.org Subtítulos realizados por la comunidad de Amara.org Subtítulos realizados por la comunidad de Amara.org Subtítulos realizados por la comunidad de Amara.org Subtítulos realizados por la comunidad de Amara.org Subtítulos realizados por la comunidad de Amara.org Subtítulos realizados por la comunidad de Amara.org Subtítulos realizados por la comunidad de Amara.org Subtítulos realizados por la comunidad de Amara.org Subtítulos realizados por la comunidad de Amara.org Subtítulos realizados por la comunidad de Amara.org Subtítulos realizados por la comunidad de Amara.org