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Devocional para el crecimiento espiritual basado en el Capitulo 95 Verso 2 del libro de los salmos
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Devocional para el crecimiento espiritual basado en el Capitulo 95 Verso 2 del libro de los salmos
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Devocional para el crecimiento espiritual basado en el Capitulo 95 Verso 2 del libro de los salmos
Buenos días, Dios te bendiga y te guarden esta mañana. Que el Señor, el Dios creador de los cielos y de la tierra, Aquel, que con Su mirada nos libra de toda acechanza de todo mal, sea Él en esta hora guardando nuestra entrada y nuestra salida. El devocional de esta mañana está sustentado en el libro de Salmos capítulo noventa y cinco a la altura del verso dos. Esta es leída en la comunión del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Lleguemos ante Él con acción de gracias. Reclamémosle con cánticos, porque el Señor es el gran Dios, el gran Rey sobre todos los dioses. En esta mañana en la que el Señor nos invita a que nos acerquemos delante de Él con acciones de gracias, es el momento preciso para nosotros poder, en esta hora, traer a memoria todas aquellas cosas, situaciones o circunstancias, de la que el Señor nos ha librado, aquellas que nos lleven a presentarnos hoy delante de Él con un corazón agradecido, con un corazón manifestando la gratitud de lo que el Señor ha hecho en nuestras vidas. Si bien es cierto, se hace fácil, sencillo o simple dar gracia cuando todo sale conforme a nuestros planes, pero cuando las circunstancias transcurren no muy favorable a lo que nosotros hemos planificado, ahí es cuando el Señor anhela más el que seamos agradecido. El que podamos decir gracias, Señor, en medio de aquellas circunstancias que no entendemos ni comprendemos, es lo que va a determinar qué tal es la confianza que nosotros tenemos en Dios, porque es lo que va a provocar el saber de que estamos sujetos a Su voluntad sin importar lo que esté aconteciendo. Poder manifestar la gratitud en medio de situaciones adversas, en medio de las aflicciones, es cuando en nuestro corazón habrá un agradecimiento genuino. Se hace fácil, se hace sencillo dar gracia cuando todo transcurre conforme a lo planificado por nosotros, pero qué tan sujeto estamos nosotros a la voluntad de Dios que podamos decir gracia cuando todo lo que transcurre no lo entendemos y es adverso a lo que tal vez nosotros habíamos planificado. Es ahí donde se tiene que manifestar la gratitud, porque es ahí donde Dios conoce qué tanto dependemos de Él. Y no que comencemos en medio de esa circunstancia a cuestionar, o tal vez a buscar una salida por nuestros propios medios. Ser agradecido con Dios no es simplemente cuando las cosas van bien, cuando todo nos sale a pedir de boca. El ser agradecido de Dios es también cuando escasea la lluvia, es también cuando viene la tempestad o cuando la tormenta está sacudiendo nuestra barca. El manifestar esa gratitud delante de Dios no lo determina la circunstancia, sino un corazón agradecido que ha creído y sabe que Dios es quien tiene el dominio y el control absoluto. Trindamos pues nuestra vida delante de Dios por completo. Entender que ya no vivimos nosotros, sino que Cristo vive en nosotros, es lo que nos va a llevar a que no importe la circunstancia, nosotros poder manifestar gratitud delante de Dios. Esa es la gratitud que pudre los yugos, que quebranta las opresiones, que rompe las cadenas y la que logra alcanzar aquella paz que sobrepasa todo entendimiento. Oramos, Amantísimo y Eterno Padre, Señor, danos Tú en esta hora la sabiduría para poder venir delante de Ti con un corazón agradecido. No dependiendo de la circunstancia, sino de la convicción de que sujeto a Ti está nuestra vida y Tú, Dios, eres quien nos gobierna. Sabiendo, Señor, entendiendo en esta hora que Tus pensamientos para con cada uno de nosotros son pensamiento de bienestar. Ayúdanos, ayúdanos, Señor, a caminar siempre confiado y agradecido delante de Tu presencia. Que nuestra fe no sea circunstancial, que nuestra gratitud no sea conforme a lo que transcurra, sino a la convicción de que Tú tienes el control. Aún en medio de la tormenta, que podamos decirte gracia. Aún en medio del fuego del valle de sombra de muerte, podamos decirte gracia, porque es lo que nos va a llevar al entendimiento de que absolutamente en todo lo que transcurre en nuestra vida, Tú, Señor, y sólo Tú tienes el control. Dios te bendiga y te guarde en esta mañana. Recuerda que es Tu amigo y hermano, Luis Bertré, M. Devocionales que transforman. Más información www.alimmenta.com