Enseñanza Ptor Albert Pabon

dispuestos. Tiene que haber gente que ame más la causa del Señor y ahí entra la participación del alma, que son voluntades, emociones, sentimientos, intelecto, todo eso debe rendirse. ¿Para qué? Para que el Espíritu de Dios que está en nosotros, que el Espíritu de Dios, amén, el Espíritu de Dios que está en nosotros, gobierne, se exprese, amén. Así avanza el reino, de lo contrario no avanza. Vamos a leer Lucas capítulo 1 versículo 36. ¿Están allí ya? Pues me esperan porque yo no. Lucas 1 36. Vamos a aprender de cómo María, la madre de Jesús, rindió su vida al servicio de Dios, a la causa del Señor. Hago una breve introducción. Dios decidió encarnarse y estar entre nosotros. Dios decidió hacerse hombre. No podía ser un chasquido de dedo porque hay una ley que él había establecido, que cada árbol, eso se estableció en Génesis, cada animal, cada persona daría frutos según su género. Entonces Dios dijo voy a ir a salvar, a mostrar el reino, ok, y voy a hacerlo a través de la expresión mía, ¿verdad?, en una figura que se llamó el Hijo de Dios, Jesús, y nació de una mujer. Pero para que el propósito se llevara a cabo tenía que haber rendición. Diga conmigo, rendición es obediencia. Diga, obediencia es adoración. Adoración es cooperar. La adoración es la honra a Dios. De manera que si no hay rendición en nuestras vidas, ¿verdad?, no cooperamos con el reino. Pero póngale cuidado. Versículo, antes de leer, quiero hacer una breve introducción, ok, póngale cuidado. Cuando el ángel se le apareció a María y le dijo que Dios traería a un niño a través de ella, inmediatamente surge un conflicto cultural, ¿ok? ¿Cuál es el conflicto cultural? Que ella no estaba casada, era una joven, se estima que tendría unos 18 años, 20 años, y no estaba casada. Ahí hay un problema. Luego había un problema de ley. La ley decía que si una joven salía embarazada había que apedrearla. O sea, habían muchas limitaciones. Pero diga conmigo, propósito vence obstáculos. Qué lindo saber que el propósito de Dios absorbe y gobierna y domina y se enseñorea de los obstáculos. Amén. Yo que usted aplaudía esa realidad. Entonces, cuando uno entiende estas cosas, ¿verdad? Le dice a María y ella se pone al servicio de la causa de Dios. Pero vamos a leer a Lucas 1, 36. ¿Están allí? Dice, he aquí tu pariente Elizabeth, ella también ha concebido hijo en su vejez, y este es el sexto mes para ella, la que llamaban estéril, porque nada hay imposible para Dios. Entonces María dijo, he aquí la sierva del Señor, hágase conmigo conforme a tu palabra. Y el ángel se fue en su presencia. En aquellos días, levantándose María, fue de prisa a la montaña, a una ciudad de Judá, y entró en casa de Zacarías y saludó a Elizabeth. Aconteció que cuando oyó Elizabeth la salutación de María, la criatura que estaba en el vientre y Elizabeth fue llena del Espíritu Santo, la criatura, perdón, saltó en su vientre y Elizabeth fue llena del Espíritu Santo. Y exclamó a gran voz y dijo, bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre. ¿Por qué se me concede esto a mí, que la madre de mi Señor venga a mí? Eso lo está diciendo Elizabeth. Porque tan pronto como llegó la voz de tu salutación a mis oídos, la criatura saltó de alegría en mi vientre. Y bienaventurada la que creyó, porque se cumplirá como le fue dicho. Entonces María dijo, ¿engrandece qué? Mi alma al Señor. Rindió su voluntad, alma, voluntad. Engrandece mi alma al Señor. Y mi espíritu se regocija en Dios, mi Salvador. Hay que conocer, ahora vamos a desarrollar estas dos cosas. Engrandece mi alma al Señor, intención, participación, ser intencionales, ¿verdad? Pero después dice, y mi espíritu se regocija en Dios, mi Salvador. ¿Por qué ha mirado la bajeza de su sierva? Pues he aquí desde ahora, me dirán, bienaventuradas todas las generaciones. Porque me ha hecho grandes cosas. El poderoso Santo es su nombre. Y su misericordia es de generación a generación a los que le temen. La palabra de Dios está bendecida. Amados, Dios siempre ha necesitado, y esa palabra ahí no es de necesidad, de dependencia, ¿verdad? Porque Dios no depende de nada. Porque la palabra Dios es aquel que se sustenta por sí mismo. Pero Dios siempre ha requerido la implicación de los hombres en su propósito. Cuando los hombres aman mucho su agenda, cuando aman mucho sus ideas, o cuando piensan, es que mi necesidad es que yo soy así, el propósito de Dios se detiene. Porque siempre, siempre hermano, usted va a tener una circunstancia, una limitación, siempre. Pero propósito, diga propósito, vence obstáculos. Hermano, cuando yo quiero hacer algo, cuando yo quiero hacer algo, no importa dónde esté. El hospital nunca es lejos para el enfermo, nunca es lejos. Y el que ama, el que ama, no importa si va a ver a su novia, no importa si está lloviendo, se compra un paraguas, y si está lloviendo más duro, lo compra más grande. Y si está lloviendo duro, duro, se pone botas de plástico. Pero va, porque ama, el amor busca, impulsa, abre puertas. Entonces, Dios siempre ha requerido, y Él se deleita en que nosotros participemos en su propósito. Pero yo tengo que ser intencional. Escúcheme, hay una forma de experimentar plenitud en esta vida. ¿Sabe cuál es? Cooperar con el propósito de Dios. Levante su mano y diga, el mayor placer que puedo vivir en esta tierra es servirle a mi Señor, es servirle a su propósito, es servirle a su causa, es cooperar con su verdad, es honrar lo que Él honra, es amar lo que Él ama. Ese es el mayor placer que un nuevo hombre puede experimentar en esta tierra. Ahora, vamos a aprender de esta mujer que tenía muchas limitaciones. Lo primero que tenemos que saber es que todas las personas que le sirven a Dios, absolutamente todas, que le sirven al Señor, someten sus limitaciones al Señorío de Cristo. Porque si no, siempre vamos a tener razones. Los niños están pequeños y hace frío, pero después cuando crezcan es que están en la etapa muy travieso. Después es que me requiere, me demanda. Después es que están en la adolescencia, no los puedo dejar. Después dejar chicos de 14 o 15 años solos no puedo, ya tienen 18. Después es que se casaron y hay que irles a ayudar porque... O sea, hermanos, hermanos, las excusas son el refugio de los que no quieren participar. Pero, pero, no hay limitaciones para el que ama, no hay limitaciones para el que quiere. Cuando una persona, cuando una persona se dispone a cooperar con la verdad de Dios, lo primero que ora y le dice, Señor, aquí estoy, tal como soy. Tengo cargas, dificultades, pero todo lo someto delante de Ti. Para que seas Tú reinando sobre todas circunstancias. Ayúdame, Señor, porque soy frágil. Ayúdame porque necesito de Tu respaldo para cumplir el propósito de Dios. Esa es el alma sometida al gobierno del Espíritu. La voluntad mía, entregándosela al Señor. Usted sabe que una de las mayores ofrendas que le podemos dar al Señor, ¿sabe cuál es una de las mayores ofrendas que le podemos dar al Señor? Nuestra voluntad. Cuando le ofrendamos a Dios nuestra voluntad, Él se deleita. O sea, el Señor dice, mío es el oro, mía es la plata. Cuando podemos cooperar, ¿verdad?, materialmente, pero realmente Dios requiere un corazón dispuesto. Otra vez, Dios requiere que tu corazón esté dispuesto, que anhele participar de su verdad, que anhele participar de su reino. Hermano, usted puede pasar toda la vida siendo cristiano, pero usted puede pasar toda la vida reproduciendo, ser un productor en el reino. Perdón, hermano, me ibas a decir algo. Disculpa, se me fue el avión. ¿Qué me ibas a decir? Que los libertadores de nuestras naciones hubiesen dicho, es que es viernes y he quedado. Imagínate, que el médico que te va a hacer una cirugía dice, sí, la señora está grave, pero es que hoy se graduó a mi hija. Dígale que venga el lunes. Pero doctor, es urgente, no creo que soporte. No, no, es que mi hija, es mi hija. Imagínate que el piloto del avión del viaje de tu vida le va a parir la mujer. Y él se sometió a un servicio. Amados, cuando nosotros servimos al Señor, y ¿sabe qué es lo que vamos a ver ahora? Porque es hermoso. María venció las limitaciones culturales, venció las limitaciones legales, venció la tradición, venció un montón de cosas, pero hay algo donde quiero que nos enfoquemos. Amados, después que lo tuvo en sus manos, lo vio crecer, lo vio desarrollarse, tuvo que renunciar a Él. Después sabía que de viejo no se iba a morir, porque Dios le había dicho. Y entonces, cuando ella vio que a su hijo lo arrestaron, se lo llevaron azotándole, ella se tenía que mantener al margen. No podía intervenir. ¿Por qué? ¿Por qué no podía intervenir? Porque era una ofrenda del Señor. Porque a ella se le había dicho que las naciones conocerían el reino por medio del fruto y que ella participaba o cooperaba con el reino de Dios dando a luz, cuidándolo, educándolo, pero tenía que haber un momento donde se tenía que separar lo suyo de lo del Señor. Aleluya. Amados, cuando a nuestro Señor lo arrestan y ella se da cuenta de eso, ella sabía por el espíritu que no podía mezclar lo emocional con el propósito. Y cuando se llevan a su hijo y él la ve y se ven, en aquel momento, ella tenía que estar ahí. Había una ley operando en ella. La ley del espíritu de vida. Le decía, ahí. Cuando estaba en ese momento, espiritualmente, él estaba sometido al poder del pecado. Se sometió por amor a nosotros. Se sometió para salvarnos. Se sometió porque estaba dándole adoración al Padre. Porque obedecer a Dios es la mejor manera de adorarlo. Porque a Dios no se le adora cantando suavecito. A Dios se le adora cuando le decimos, Señor, gobierna. Señor, Tú eres Dios. Gracias. Levante su mano y diga, gracias, Señor, por darme el privilegio de participar en el avance de Tu reino, en el avance de Tu verdad, en que Tu nombre sea exaltado. Gracias por darme participación. No hay un propósito más grande sobre la tierra que participar del reino de Dios. De manera que cuando ella los vio, Juan estaba consolándola, la abrazó, y ella estaba allí, el Espíritu estaba obrando en ella. Hermanos, tenemos, para que el reino de Dios avance, tenemos que separar lo nuestro de lo del Señor. No podemos mezclar. Una de las cosas que cada uno de nosotros tenemos que saber es, ¿hasta dónde? ¿Hasta dónde Cristo es Señor de tu vida? ¿Cuál es el límite? ¿Hasta dónde Él es autoridad? A veces enseñan que en nuestras casas nuestros hijos tienen su espacio y tienen llave y se trancan por dentro. Y el papá dice, eso es su espacio, tú no eres el Señor ahí. Y la ideología nos enseña cómo poner límites. ¿Hasta dónde el Señor es Señor de tu vida? ¿Hasta dónde gobierna? ¿Hasta qué margen, qué margen de tu voluntad le has ofrendado? ¿Cuál es el margen de tu vida que le has dado? Usted sabe que Él es Rey. Él dice, es todo o nada. Él no quiere el 95%. Ah, nosotros podemos ir 96. Bueno, te voy a dar 97 y me quedo yo con 3. El Señor dice, no, no, quédatelo. Yo les voy a hacer un ejemplo para que vean cómo funciona el reino. Jesús dijo, en la parábola del tesoro escondido, Él dijo que el reino de Dios era semejante a un hombre que descubrió un tesoro en un terreno y lo tapó y gozoso fue y que vendió todo lo que tenía para comprar ese terreno. Gozoso. Levante el dedo, diga gozoso. Vendió todo lo que tenía. Entonces cuando vino, todo es todo. ¿Qué es todo, Pastor? Ok, vamos a hacer el ejemplo. ¿Qué tienes para comprar el tesoro? Bueno, tengo un coche, tengo 7000 euros, tengo una casita. Ok, dámelo. ¿Qué más tienes? Bueno, tengo mis hijos. Ok, dámelos. ¿Mis hijos? Sí, sí, dámelos. ¿Y qué más tienes? Tengo el anillo de la boda. Dámelo. ¿Qué más tienes? Bueno, tengo unos perritos. Dámelos. ¿Qué más tienes? Bueno, unos libros, pero los libros... Dámelos. ¿Qué más tienes? Tengo a mi esposa. Quédate. No, no, dámelos. Dámelos. Y cuando todo se lo dio, todo se lo dio, entonces le dijo, ok, bienvenido al reino, todo lo que me diste, yo te lo devuelvo para que lo administre, pero acuérdate que es mío. Sigue, sigue educando a tus hijos, sigue administrando tu dinero, sigue administrando tu casa, sigue administrando tu tiempo, pero siempre recuerda que son míos. Yo compré tu vida. Bienvenido al reino. ¡Aleluya! Amados, tenemos que saber separar lo nuestro de lo del Señor, porque si no, vamos a pensar que nosotros le damos a Dios. El Señor te ha dado el 95% de mi tiempo. Mirá que renuncié a ir al sauna para venir al culto. Mirá que... Y el Señor dice, sí, sí, magnífico, pero acuérdate que yo compré tu vida. Amados, cuando María vio a su hijo en la cruz, él se dirigió a ella y le dijo, madre, he ahí tu hijo. Don Juan, hijo, he ahí tu madre. Aquí hay una separación, aquí se corta el cordón umbilical que nos une. Yo estoy al servicio del Señor y sabiendo Jesús que su hora había llegado, él dijo, padre, gloríficame a tu lado como aquella gloria que tuve al principio junto a ti. Mi hora ha llegado y estoy afligido hasta la muerte. ¿Y qué diré? ¿Qué diré? Padre, sálvame de esta hora. Padre, sálvame de esta hora. Si para esta hora he nacido. Yo vine para esto. El que sabe para lo que vino no le perturba lo que vive. El que sabe para lo que vive no le perturban las aflicciones porque para lo que vive gobierna sobre su vida. Aleluya. Gloria a Dios. Amados, la obra del Espíritu es lo que nos equipa, nos habilita para hacer la obra de Dios. Ella renunció a su vida. Cuando lo vio ahí, orando, sabía que estaba, que ese no era su hijo, ese era su Señor. Otra vez, María, cuando lo vio ahí en la cruz no estaba viendo a su hijo, estaba viendo a su Señor. Porque tiene que haber un momento donde nosotros hagamos un juicio y separemos. Usted sabe que la palabra juicio es separación. Separemos lo nuestro de lo del Señor. ¿Hasta dónde Él es Señor? ¿Hasta dónde Él es Señor de tu vida? ¿Hasta dónde Él es Señor de tu tiempo? ¿Hasta dónde Él es Señor de tus fuerzas? ¿Hasta dónde? ¿Cuánto tuyo es del Señor? La pregunta, ¿cuánto tuyo es del Señor? ¿Habrán reservas? ¿Habrán condiciones? Vamos a leer, por favor, Hechos 8. Hechos, capítulo 8. Aleluya. Aleluya. Bendito sea el Señor. Hechos de los apóstoles, capítulo 8, versículo 50. Les voy a hablar de un joven llamado Esteban. Les voy a poner en contexto, tal vez para los que no conocen, cuando el Evangelio comenzó, Hechos 8, 50. Sí, ¿no? ¿Cómo que no? Perdón, perdón, perdón, perdón. Hechos de los apóstoles, capítulo 7, 50. OK. OK. Cuando el Evangelio comenzó a predicarse después de la muerte de Jesús, hermanos, comenzó a haber una persecución. Yo quiero que ustedes vean esto. Había un reino que era el Imperio Romano. Había un rey. Había un ejército que protegía el poder político, el poder militar. Y Jesús era Señor, el Señor. Y comenzaban... Ustedes saben que había estadísticas que en el Imperio Romano el que se desafiaba al gobierno de Roma, tal vez levantando algún grupo, cualquier persona que se sabía que desafiaba al Imperio Romano, estadísticamente no duraba más de 15 días. 15 días. Una vez que se sabía de él. O sea, podían durar 17 días, 11 días, 23 días, 12, pero cuando sacaban el promedio daba 15 días. Antes de 15 días lo ejecutaban. Jesús duró tres años y medio hablando las verdades del reino. Propósito gobierna sobre obstáculos. Jesús comenzó a hablar y a predicar acerca del reino. Cuando en sus tiempos el Evangelio predicaba, las personas llegaban en los lugares públicos y se ponían la mano en el corazón y saludaban así. Decía, César es el Señor. Ok, buenos días. ¿Dónde me padrono, señora? Pero claro, tenía que saludar primero, proclamar que César es el Señor. Así se saludaba. Ok. Cuando los cristianos comenzaron a reunirse y decir, no, no, no, Jesucristo es el Señor, ahí comenzó a haber un choque. Y se les buscaba por donde estaban y decir que Jesucristo es el Señor es como que en un país de dictadores digan Pepito es el gobernador, no el dictador. Esas personas de una vez van presas. Eso nos vuelve nave de sol. Porque están desafiando a la dictadura. Bueno, había un imperio dominante. Yo se los digo para que sepamos las condiciones en que nuestros hermanos vivían la fe cristiana. Y en medio de todo eso, además de esa presión política, había la presión religiosa. Que si alguien no predicaba las leyes de Moisés, hermano, habían tribunales religiosos. Y si alguien empezaba a decir que Jesucristo es el Señor, alguien que los judíos no reconocían, que los rabinos no reconocían, que los fariseos no reconocían, llegaba el tribunal religioso, los llevaban, los ejecutaban, los apedreaban, porque los declaraban herejes. Jesús era un hereje bajo el lente de los fariseos, bajo el poder de la traición. ¿Por qué? Se atrevió a decir, oísteis que Moisés dijo esto, más yo os digo. Claro, eso era una declaración de muerte. ¿Pero este qué se cree? Moisés dijo, pero yo os digo. ¿Pero cómo es tan atrevido? ¿Cómo eres tan? Y por eso le decían, tú tienes demonios. Tú eres hijo del diablo, porque tú eres un hereje. Estás mintiendo, le estás dando falsas esperanzas. Entonces llegaban y había en cada lugar, había gente de la policía religiosa, la policía del pensamiento, oyendo lo que se hablaba. Y Jesús enseñaba a las multitudes y ellos se mezclaban entre la gente para hacerle preguntas, para acusarlo públicamente de lo que decían. O sea, quiero que conozcan el contexto en donde estaba viviendo Esteban. Además de eso, habían, ustedes saben que no había salubridad, salud pública, porque no tenían acceso, a los cristianos le negaban acceso a los alimentos, a los médicos. O sea, vivían escondidos, no les vendían porque tenían que identificarse para comprar comida. Ellos tenían presiones políticas, presiones religiosas, presiones sociales. Había un desprestigio en llamarse cristiano. Era despreciable ser cristiano. Eran barreras por todos lados. En medio de todo ese contexto, el Espíritu estaba trabajando en el interior de nuestros hermanos. Y ahora yo quiero que leamos, con eso en mente vamos a leer Hechos 7.50. ¿Están allí? Cuando Esteban, Esteban era un joven que Dios lo había puesto al servicio, un hombre lleno del Espíritu. Y se reunió con un montón de hermanos y de fariseos y de gente y les decía, yo les recomiendo que lean en casa todo Hebreos 7. Hechos 7. Pero bueno, aquí él estaba hablando a los fariseos. Le dijo, no hizo mi mano todas estas cosas duros de servicio, incircuncisos de corazón y de oídos. Vosotros resistís siempre al Espíritu Santo como vuestros padres, así también vosotros. ¿A cuál de los profetas no persiguieron vuestros padres y mataron a los que anunciaban la vida del justo? De quien vosotros ahora habéis sido entregadores y matadores. Vosotros que recibisteis la ley por disposición de ángeles no la guardasteis. Oyendo estas cosas se enfurecían en sus corazones y crujían los dientes contra él. Pero Esteban, lleno del Espíritu Santo puesto los ojos en el cielo vio la gloria de Dios que estaba a la diestra de Dios y dijo, he aquí veo los cielos abiertos y al hijo del hombre que está a la diestra de Dios. Entonces ellos dando voces, grandes voces se taparon los oídos y arrematieron a una contra él y echándole fuera de la ciudad le apedrearon y los testigos pusieron su cuerpo, sus ropas a los pies de un joven que se llamaba como? Saulo y apedreaban a Esteban mientras él invocaba y decía Señor Jesús recibe mi espíritu y puesto de rodillas clamó a gran voz Señor no les tomes en cuenta este pecado y habiendo dicho esto durmió. Hermanos Esteban estaba testificando de su Señor él renunció a su vida él sabía que ir a esa reunión a testificar era una ejecución era una ejecución no lo iban a perdonar pero él testificó y yo quiero que ustedes me presten atención estoy culminando quiero que me presten atención Dios sabe cómo sacar rentabilidad de un corazón rendido Dios sabe cómo hacer que tu vida sea productiva o disfruto para su reino en aquella reunión donde estaban los fariseos era uno de los principales fariseos que se llamaba como Saulo saben quién es ese más tarde se convirtió en el apóstol Pablo le decía el domingo cuando usted coge una hoja de orégano y la trae así a su casa la hoja de orégano y la mete en su habitación no huele a nada pero si usted la machaca se impregna de olor y arriba se machacan sale el aceite o sea cuando ellos apedrearon a Esteban aquel momento de ejecución del justo fue el primero que murió el primer mártir cristiano fue Esteban y cuando Esteban ofrendó su vida a la causa en aquel momento presidía la reunión un joven llamado Saulo y oyó que Esteban les dio testimonio a ellos y oyó como Esteban le decía padre en tus manos encomiendo mi espíritu oyó orar al justo oyó orar cuando él decía señor no les tomes en cuenta solo un justo solo un justo puede decir señor no le tomes en cuenta los pecados a los que me están ejecutando y después Saulo lo oyó orar diciendo padre perdónalos no solo le dijo no le tomes en cuenta los pecados sino que le dijo padre perdónalos porque no saben lo que hacen y Dios por el espíritu hizo eso y habiendo dicho esto durmió porque la muerte no tiene poder sobre los justos durmió ahora cuando él ofrenda su vida al señor Dios estaba Dios estaba sellando en el espíritu a Saulo se estaba muriendo un grano de trigo pero estaba naciendo una planta se estaba muriendo un hombre pero estaba naciendo un apóstol wow tiene que haber una implicación porque si no hay hombres dispuestos a morir no puede nacer no se puede multiplicar lo del señor si Esteban se ama mucho no nace Pablo la renuncia a lo nuestro engendra la multiplicación de lo de Dios así participa usted en el avance del reino aleluya yo quiero que veamos algo que dice con el principio si el grano de trigo cae y muere lleva mucho fruto lleva mucho fruto Esteban fungía operó participó como un grano de trigo ofrendó su vida y Dios engendró Dios le testificó al espíritu de Saulo que él no había nacido para presidir esas ejecuciones por eso Pablo escribe en Galatas 1 él dice doy gracias a Dios que me escogió desde el vientre de mi madre para que yo fuese ministro aleluya cuando Pablo o sea la muerte de Esteban Dios la usó para despertar el espíritu de Saulo la muerte de Esteban fue lo que no lo dejó dormir más nunca y yo no tengo yo Albert no tengo convicciones teológicas para decir lo que voy a decir pero para mí el aguijón de Pablo era que él había presidido la muerte del primer justo creo estoy seguro de que ese aguijón un mensajero del Señor que lo abofeteaba era si, si mucho Pablo y mucha revelación pero la sangre del justo Esteban está manchada tus manos de sangre y él había pedido al Señor que lo librara de esos pensamientos y el Señor dijo no, no, no esa flaqueza tuya es la excusa perfecta para que dependas de mí amados a los niños Dios les necesita a los adultos Dios les necesita cuando digo les necesita no está diciendo que Dios depende de nosotros pero un padre se deleita en ver a sus hijos si tú fueras empresaria y tuvieras una gran empresa y tienes 70 años tu mayor gozo es ver que tus hijos asuman la rienda de la empresa porque tú dices ellos se están honrando todo el sacrificio que yo he hecho ellos no están diciendo que se muera mamá para que vendamos ellos le están diciendo mamá tienes algo por seguro me he preparado yo quería hacer esto pero he estudiado empresariales porque quiero asumir lo que tú has iniciado porque nos honra que tú nos hayas dado participación en la empresa Jesús por el Espíritu dijo ¿por qué me buscabais? a María le dijo ¿por qué me buscabais? tres días perdidos ¿por qué me buscáis? ¿no sabéis que los negocios de mi padre me es necesario estar? yo nací para esto que hermoso hermano saber de la participación de nosotros en la cooperación del propósito de Dios honra el sacrificio de nuestro Señor Jesucristo concluyo con esto ahora si es verdad ¿vieron la película del soldado Ryan? se las narro rapidito un par de minutos una madre tenía tres hijos varones los tres se fueron a la guerra mataron dos quedaba uno cuando a la madre los generales el ejército le comunica que le han dado de baja a dos hijos ella dice por favor tengo tres hijos salvenme al que me queda no hagan que yo vuelva con amargura y que me muera en vida y se despliega una operación que se llama rescatemos al soldado Ryan James Francis Ryan se despliega una operación y empiezan a buscarlo por todas las compañías de infantería en lo más grueso en lo más denso de la batalla ahí lo buscan y son cuarenta hombres cuarenta hombres que se les da la misión de traerlo con vida al soldado Ryan y buscan mueven lo que sea necesario para traerlo por allá lo encuentran ya habían dado de baja como a veinticinco de los cuarenta que habían buscándolo el comandante Stoneham ¿se acuerdan? estaba medio sordo le cayó una granada ahí al lado él va a hacer la misión y por allá lo descubren y lo sacan cuando en lo cruel de la guerra lo rescatan y se lo llevan y dando trayéndolo para acá dan de baja de los trece que quedaban como a once y el capitán ahí casi muriéndose después ya por allá casi salvados habían venido los aliados le dice al soldado Ryan escúchame cuarenta hombres cuarenta hombres cuarenta hombres cuarenta esposas se quedaron viudas de esos cuarenta tenían tal vez sesenta hijos huérfanos cuarenta hombres han muerto por buscarte haga algo con su vida que valga la pena por favor que han matado mucha gente por usted soldado no se vaya a meter a matón al trabajar por favor honre la sangre de los valientes que ofrendaron su vida al ejército para buscarlo no se quede ahí te imaginas que ese soldado diga yo voy a poner un un tallercito hermanos cuarenta hombres el rescate por ti dio su vida el señor jesucristo otra vez para rescatarte a ti para que hoy tu vivas bajo la gracia moisés tuvo que vivir bajo la ley abraham tuvo que vivir bajo la ley muchos fueron apedreados muchos se volvieron leprosos a otros se los tragó la tierra otros fueron aserrados otros fueron despegazados otros fueron ejecutados para que hoy nosotros podamos vivir después de la cruz vivir en su gracia vivir en su reino vivir escuchar la palabra hagamos rentables nuestras vidas hagamos rentables nuestras vidas este mundo trabaja para que tu vivas para el para absorberte las fuerzas para absorberte la juventud para absorberte el tiempo y el te puede dar un cochecito te puede dar cosas para que te distraigas y pienses que lo estas haciendo bien pero estas bajo el espiritu no usted ese hombre esta bajo el espiritu este sistema se lo come vivo te hace que le des la fuerza a tus mejores años y después cobardemente le podamos decir señor sálvame en lecho de muerte yo te salvo si yo te amo a ti tu eres salvo eres mi hijo pero no recibes galardón porque nunca participaste no cooperaste con mi verdad y Dios nos salva pero la salvación escuche esto guardelo en su corazón por favor en la religión la salvación es el ultimo paso bueno lo importante es que fue salvo ha escuchado usted eso no al menos en su lecho un minuto antes y la gente dice ah gloria a Dios vivió miserable toda la vida pero bueno hay un consuelo pero en el reino de Dios la salvación es el punto inicial que te habilita para que participes de la extensión del reino del avance de su verdad de su gloria de su gracia para que cooperes con el la salvación es el punto inicial la salvación es cuando Dios alumbra los ojos de nuestro entendimiento ese texto alumbrar los ojos del entendimiento se lo explico y ahora si termino hermanos los ojos no tienen la capacidad de ver por si solos los ojos de nosotros necesitan luz para ver si apagamos toda la luz absolutamente todo usted sigue teniendo los ojos pero no ve si prendemos una luz la luz se refleja en el iris y el iris proyecta una imagen ¿lo ve? en la oscuridad absoluta usted tiene sus ojos pero no ve cuando nosotros hacemos en Cristo es porque esa luz esta proyectándose en el iris en la retina de nosotros y nos da una imagen la luna la luna es roca no tiene luz la luz es piedra es una piedra grande pero cuando el sol esta de este lado de la tierra reinando el reflejo del sol da en la luna que es una piedra y hace un efecto como espejo usted ha visto que si el espejo que el sol utiliza así le encandila al otro ese rayo el sol se lo envía a la luna y la luna que no tiene luz propia brilla y entonces la luna regula las mareas en el mar regula el tiempo de pesca regula el periodo donde se puede cortar el pelo ¿se acuerda? ¿como esta la luna para hacer si le corto o no le corto el pelo? la luna brilla en dependencia cuando se poda un árbol hay personas que se llaman lunáticos porque la luna en cierta temporada del año afecta su carácter su comportamiento pero la luna no brilla por si sola brilla diga conmigo brilla en dependencia no hay luz para ver por eso la Biblia dice que el Señor alumbró los ojos del entendimiento para que sepamos lo que Dios nos ha confiado para que veamos Dios por medio de Cristo es como la luz que alumbra los ojos de su entendimiento entonces puedes ver la gracia puedes ver el reino puedes ver lo afortunado que eres puedes ver los privilegios puedes ver que aunque te enfermaste Él es Señor sobre la enfermedad puedes ver que aunque el enemigo quiso venir contra ti Dios te preservó puedes verte Dios te ha guardado Aleluya que privilegio tan grande que Cristo nos ha dado de nuestro entendimiento más el Dios de toda gracia que nos llamó a su gloria eterna Él mismo nos perfeccione nos afirme nos fortalezca y nos establezca a Él sea la gloria y la honra y el reconocimiento vivamos para Él sirvámosle a Él cooperemos con Él ofendemos nuestra vida a Él a Él la gloria cuantos dicen amén venga el grupo de la alabanza Aleluya Dios es bueno siempre