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In this episode of El Libro Abierto Podcast, Emmanuel Soto discusses the topic of prayer and specifically focuses on praying according to God's will. He emphasizes that it is important to ask God in the correct way, aligning our prayers with His will. Praying in a way that seeks to satisfy our own desires or harm others is not in line with God's will. Instead, we should pray for mercy and forgiveness, just as Jesus did on the cross. It is important to know and obey God's commandments and live a life of obedience. Those who live in sin and disobedience cannot expect their prayers to be heard. However, for those who trust in God and live according to His will, their prayers will be answered. It is important to have faith and believe that God is able to do the impossible. Jesus assures us that if we pray in faith, believing without doubt, we will receive what we ask for. Not all prayers will be answered with a "yes" El Señor les bendiga y bienvenidos al cuarto episodio de El Libro Abierto Podcast. Aquí está Emmanuel Soto con ustedes. Deseo excusar a Jean Carlos, que en estos momentos se encuentra indispuesto de salud. Pero continuamos con el tema de la oración y específicamente quiero hablar hoy de la oración conforme a la voluntad de Dios. Porque entonces quiero responder la pregunta, ¿cuál es la forma correcta de pedir a Dios? Dice en primera de Juan capítulo 5, versículo 13 en adelante, Estas cosas os he escrito a vosotros que creéis en el nombre del Hijo de Dios, para que sepáis que tenéis vida eterna y para que creáis en el nombre del Hijo de Dios. Y miren versículos 14 y 15, Y esta es la confianza que tenemos en Él, que si pedimos alguna cosa conforme a su voluntad, Él nos oye. Y si sabemos que Él nos oye en cualquiera cosa que pidamos, sabemos que tenemos las peticiones que la hayamos hecho. Cuando buscamos responder cuál es la forma correcta de pedirle a Dios, es que siempre pidamos conforme a su voluntad. Dios está esperando de su pueblo que todo lo que pidamos sea conforme a su voluntad. Quiere decir que si hay una forma correcta de pedirle al Señor, también hay una forma incorrecta de pedirle a Él. Y la forma incorrecta está escrita en Santiago capítulo 4, versículo 3, donde dice, Pedid, y no recibís, porque pedís mal, para gastar en vuestros deleites. Quiere decir que el Señor no escucha las oraciones hechas con el propósito de gastar en nuestros deleites, en estos malos deseos de la carne, que no van conforme a la voluntad de Dios. Un ejemplo podría ser cuando le pido al Señor, Señor, y aunque el ejemplo sea drástico, Señor, destruye a tal persona porque me ha hecho mal. Ahora, ¿Dios quiere que uno ore de esa forma? ¿Que entraiga juicio y destrucción repentina sobre todo aquel que le haga mal? Bueno, tenemos que entonces preguntarnos qué Dios dice adicional. Dice la palabra, especialmente Jesús lo dijo, que oremos por nuestro enemigo, bendigamos a aquellos que nos maldice. En otras palabras, la voluntad del Señor es que nosotros seamos como Dios, como el Padre, en el sentido de que Él levanta el sol tanto para el bueno como para el malo. Él hace llover tanto para el bueno como para el malo. Por ende, la voluntad del Señor es, para nuestra vida, que seamos más como Él, como el Señor Jesús, que, a pesar de que en la cruz lo maltrataron, se burlaron de Él, lo bofetearon, aun en ese sufrimiento el Señor Jesús dijo, Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen. Por ende, nuestra oración no debería ser, Señor, destruyelo porque me han hecho mal, sino, Señor, ten misericordia de Él. Perdónalo porque no sabe lo que hace, porque sí me ha hecho mal, y ciertamente Tuya es la venganza, como dice Tu palabra, pero ten misericordia de Él porque deseo ser más como Tú, que muestra misericordia al pecador. Esa debería ser una forma correcta de orar. ¿Ve? Y, si se dio cuenta, ¿cómo yo pude discernir si esa oración es conforme a la voluntad de Jesús a través de la palabra de Dios, que en la palabra de Dios, Dios reveló Su voluntad? Ahora, ¿qué quiere decir todo eso? No solamente basta con que tú conozcas la palabra de Dios, también tienes que ser un hacedor de Sus palabras, obediente a Sus palabras, porque es necesario una vida de obediencia. Fíjense cómo dice 1 Juan capítulo 3, versículos 19 en adelante. Y en esto conocemos que somos de la verdad, y aseguraremos nuestro corazón es delante de Él, pues si nuestro corazón nos reprende, mayor que nuestro corazón es Dios. Y Él sabe todas las cosas. Ahora, fíjense en esto. Amados, si nuestro corazón no nos reprende, confianza tenemos en Dios, y cualquier cosa que pidiéramos le recibiremos de Él, porque guardamos Sus mandamientos y hacemos las cosas que son agradables delante de Él. ¿Qué quiere decir esto? Hermanos, si usted está consciente que está viviendo conforme a la palabra de Dios, ¿verdad?, entendiendo claramente lo que dice la palabra de Dios, y usted la conciencia no le acusa porque entiende que está viviendo conforme a los mandamientos del Señor en fe, es importante que entienda eso, en fe, dice que podemos tener la confianza de que cualquier cosa que le pidamos al Señor lo vamos a recibir. Y sin olvidar el versículo que leímos anteriormente, cualquier cosa que pidiéramos conforme a su voluntad, esas peticiones de ese cristiano obediente van a ser contestadas. Incluso el apóstol Pablo nos lo deja ciega, dice que este es su mandamiento, que creamos en el nombre de su Hijo Jesucristo y nos amémonos unos a los otros como nos la ha mandado. Y el que guarda su mandamiento permanece en Dios y Dios en él, y en esto sabemos que él permanece en nosotros por el Espíritu que nos ha dado. Quiere decir que un cristiano que ha nacido de nuevo, que ha sido salvado de sus pecados, que ha puesto su fe en Cristo Jesús y se ha arrepentido de sus pecados, esta persona puede vivir conforme a la voluntad de Dios porque puso su fe en su Hijo Jesucristo, y no solamente eso, ama a sus hermanos en la fe. Y si estamos viviendo conforme a esos mandamientos, que no son gravosos, que no son difíciles, porque el Espíritu Santo ahora vive dentro de nosotros y Él nos da la capacidad, nos da tanto el querer como el hacer, por ende, podemos estar seguros que podemos pedir cualquier cosa conforme a su voluntad y la recibiremos. ¿También es eso? Ahora, si somos desobedientes a Dios, quiere decir que estamos viviendo una vida doble. Con las bendiciones de Dios, sin someternos a los mandamientos de Dios. Dios se complace en oír y responder a la oración de los justos de Su pueblo amado, pero la oración del que vive en pecado no la escuchará ni la responderá. Mira cómo dice Santiago capítulo 1, versículo 5 en adelante, y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada. Pero mira cómo dice, pero pida con fe, no dudando nada, porque el que duda es semejante a la onda del mar, que es arrastrada por el viento y echada de una parte a otra. No piense, mira qué enfático es Santiago, no piense pues quien tal haga que recibirá cosa alguna del Señor. El hombre de doble ánimo es inconstante en todos sus caminos. Quiere decir esto, hermano, no viva una vida doble, no viva una vida de pecado, no piense que si está viviendo una vida de pecado Dios le va a responder a sus oraciones. Porque por una parte dice, si yo creo en Dios, confío en Él, pero por otra parte está desobediendo cada uno de sus mandamientos, y dice Santiago más adelante que esa fe es muerta, porque la fe sin obra es muerta. Por ende, si realmente tú confías en Dios, si realmente has puesto tu confianza en un Dios que te ha salvado, créeme que tu vida va a dar fruto y va a dar testimonio de que realmente Dios te ha salvado y te ha rescatado. Por ende, tus peticiones van a ser con fe, y Dios las responderá, porque no está dudando en Dios, no está dudando en su poder para responder, pero sobre todo no está dudando de lo que Él hizo por ti en la cruz. Ahora bien, ¿Dios responderá nuestras peticiones? La respuesta, como ya hemos aclarado, sí, pero debemos confiar y tener fe en Él, que tiene la capacidad de hacer lo imposible. Jesús en una ocasión le dijo a sus discípulos, y éste se encuentra en Marcos 11, 22 en adelante, respondiendo Jesús les dijo, tened fe en Dios, porque de cierto os digo que cualquiera que dijere a este monte, quítate y échate en el mar, y no dudar en su corazón, sino creyere que será hecho lo que dice, lo que diga le será hecho. Por tanto os digo que todo lo que pidieres orando, creed que lo recibiréis, Dios vendrá. Aquí de nuevo tenemos una promesa, una seguridad que Jesús nos da, de que cualquier cosa que pidamos con fe, creyendo en Dios, lo vamos a recibir. ¿Y cuáles son esas peticiones que vamos a recibir sin lugar a dudas? Como ya hemos leído en 1 Juan capítulo 5, es aquellas peticiones que son conforme a su voluntad, conforme a su palabra, que no contradicen la naturaleza de Dios, que no contradicen su mandamiento. Esas peticiones tengan seguridad de que van a ser respondidas, porque Jesús nos asegura que a cualquier cosa que pidiéramos en su nombre, creyendo sin dudar, la recibiremos. ¿Amén a eso? Ahora bien, ¿Dios responderá todas nuestras oraciones con un sí? Yo creo que la respuesta es obvia. No todas las oraciones que nosotros vamos a pedir delante de Dios van a ser con una respuesta de un sí. No todo lo que pedimos a Dios el Señor nos los da. ¿Ok? Porque sí, uno pide conforme a la voluntad de Dios, cuando uno conoce a Dios, cuando uno conoce su palabra, sus deseos, pero no conocemos cuál es la voluntad secreta de Dios. Dios, aunque nos dio su palabra, donde Él reveló la verdad, y donde su voluntad se puede encontrar, no todo lo que Dios va a hacer en la historia humana está explícitamente revelado en la Biblia. La verdad, tenemos Apocalipsis donde hablamos de los tiempos finales, pero, por ejemplo, yo no sé qué va a pasar mañana. Yo no sé qué voy a hacer de aquí a una semana. Sin embargo, Dios sí lo sabe. Dios sí sabe exactamente qué voy a hacer, dónde voy a caminar, y eso yo no lo puedo encontrar en la Biblia. Yo no puedo encontrar qué yo voy a hacer de aquí a dos días. Sé lo que la palabra dice para ayudarme e instruirme en cómo caminar y dirigir mi día a día, pero solamente Dios conoce a perfección todo lo que va a pasar en mi vida y hacia dónde Él me quiere llevar. Por ende, yo no puedo conocer la voluntad secreta de Dios, pero sí puedo confiar en Él en medio del proceso. Por ende, si tal vez estoy pidiendo algo a Dios y Dios decide responderme con un no, debo aprender a confiar en Él porque Dios hace como Él quiere y Él sabe que es lo mejor para cada uno de sus hijos, y Él sabe que es aquello que Él hará para glorificarse a Él mismo. El Salmo 33, 10 y 11 dice, El Señor frustra los planes de las naciones y hace fracasar todas sus intrigas, pero los planes del Señor se mantienen firmes para siempre. Sus propósitos nunca serán frustrados. Hermano, yo prefiero confiar en un Dios que puede hacer lo imposible y que todo lo que Él quiera hacer, lo logrará sin fallar. Me da paz saber que yo no puedo nunca frustrar los planes del Señor. Me da paz saber que yo no puedo cambiar los planes del Señor, sino que Él hará como Él quiera. Por ende, puedo estar seguro del poder de mi Dios, de que como Él hace en la vida de cada uno de sus creyentes, dice que lo que Él ha comenzado en nosotros, Él lo terminará y lo perfeccionará. Quiere decir que sus planes se van a mantener firmes para siempre. Salmo 135, 6 dice, Todo lo que Jehová quiere, lo hace. Creo que más claro no puede ser. Todo lo que Dios quiera hacer, Él lo hace. Y como también dice en Isaías 46, versículo 9 en adelante, Acordaos de las cosas pasadas desde los tiempos antiguos, porque yo soy Dios y no hay otro Dios, y nada hay semejante a mí. Que anuncio lo porvenir desde el principio y desde la antigüedad lo que aún no era hecho que digo. Mi consejo permanecerá y haré todo lo que quiero. Repito, dice Dios, haré todo lo que quiero. Yo hablé y lo haré venir, lo he pensado y también lo haré, dice el Señor. Y por último, Proverbios capítulo 16, 1, el versículo 1 y el versículo 9. El versículo 1 dice, Podemos hacer nuestros propios planes, pero la respuesta correcta viene del Señor. Me gusta como lo dice en la traducción viviente. Y el versículo 9 también dice, Podemos hacer nuestros planes, pero el Señor determina nuestros pasos. Hermanos, cuando oramos conforme a la voluntad de Dios, podemos estar seguros que recibiremos lo que pedimos. Pero no solamente Dios nos va a responder con un sí, es posible que también nos responda con un no. Porque Dios hace como Él quiere. Y como podemos confiar que Dios hará como Él quiere, Dios es un Dios bueno, y todos Sus propósitos tienen un buen fin al final de todo. Y el mejor fin y el fin supremo que Él siempre va a cumplir es que hará todo para Su gloria. La oración que es conforme a la palabra de Dios nos santifica por medio del Espíritu Santo. El Espíritu mismo nos va transformando de gloria en gloria para asemejarnos más a Cristo Jesús. Quiere decir que cuando ore, recuerde algo. Aunque Dios no te responda con un sí, cada vez que tú oras, el Espíritu Santo utiliza eso para cada día hacerte más como nuestro Señor Jesús. Por ende, mientras más oramos, más nos sometemos y dependemos de Dios. Mientras más oramos conforme a Su voluntad, nuestra humildad y confianza en Él se fortalece, confiando de que Dios es más sabio que nosotros y que Sus planes son para Su propia gloria y honra. Porque de Él y por Él y para Él son todas las cosas. A Él sea la gloria por los siglos. Amén, como dice Romanos 11, 36. Gente, si este episodio fue de bendición, por favor, compártalo con alguna amistad. Puede también darle un rate a nuestro programa en Spotify. Le damos las gracias por estar aquí con nosotros, en este caso conmigo solamente, ya que ella en calor no pudo estar con nosotros. Pero para la próxima, esperemos que pueda estar aquí. Señor les bendiga, que el Señor los guarde y recuerden que esto es todo para la gloria del Señor. Que el Señor les bendiga. Chau.