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This is a podcast by Rey Jesús Dallas, a church that believes in the supernatural power of God. They discuss the topic of what happens when believers don't get healed despite believing in miracles. They share the testimony of their pastor who overcame cancer through faith and trust in God. They emphasize the importance of trusting in God and relying on His promises, even in difficult times. They also discuss the need to support and uplift those who are going through similar situations. The conversation touches on the misconception that illness is a result of sin and how this belief is incorrect. They affirm that anyone, even men and women of God, can get sick, but it's important to continue trusting in God's healing power. Bienvenidos. Este es el podcast del Rey Jesús Dallas. Como iglesia existimos para ministrar el corazón de Jesús y la belleza de su presencia transformadora. Y ahora, disfruta de este podcast. Le damos la bienvenida a todos aquellos que se están conectando con nosotros a través de diferentes redes sociales. Y tenemos casita llena acá en este podcast. Quiero darle la bienvenida a todo el equipo de liderazgo del Ministerio Internacional del Rey Jesús. Tenemos con nosotros a los ancianos. Tenemos con nosotros a los pasores. Bienvenidos, ancianos. Muchas gracias. Gracias por estar en este día. Vamos a traer un tema que es muy interesante y que pienso que va a traer mucha luz al cuerpo de Cristo como ministerio. Somos un ministerio que creemos en lo sobrenatural. Creemos en el poder de Dios, en las sanidades, en prodigios, señales y maravillas. Pero, ¿qué pasa cuando no me sano? Creyendo en lo sobrenatural, ¿qué pasa cuando creo por todo el mundo y soy yo el enfermo? ¿Por qué traemos este tema? Como ministerio tenemos un testimonio maravilloso, espectacular. Nuestra amada pastora fue vencedora, es vencedora del cáncer una vez y no dos veces de manera sobrenatural, especial, y carga un testimonio durante ese momento porque como ministerio vivimos momentos duros. Póngase todo en la posición, creemos en lo sobrenatural, oramos por milagros, suceden milagros y ¡ay! Nuestra pastora se nos enferma. ¿Qué hacemos como ministerio? ¿Qué hace usted con esas situaciones? Pastora, ¿qué pasó en ese momento por su mente? Reconociendo que somos un ministerio que nos movemos lo sobrenatural, como tú dices, yo nunca dejé de confiar en el Señor. Como un día dijo mi esposo, no nos faltó fe. La fe siempre fue aumentada y aumentada. Lo que necesitábamos hacer era confiar en el Señor. Y eso fue lo que hicimos, confiar en el Señor. Había cualquier diagnóstico negativo y seguíamos confiando en el Señor. Fue duro, muy duro el proceso, pero seguía confiando en el Señor. ¿Qué más te puedo decir? Me llenaba de saber que Él no ha terminado conmigo. Y que aunque era difícil y había momentos donde decía, no la voy a poder hacer. Esto es muy fuerte. Mi cuerpo estaba cansado. Simplemente decía, Señor, tú no has terminado conmigo y me vas a sacar de esto. Y seguía confiando. Y así fue. El Señor me sacó y todavía estoy en recuperación. El 100% de mi recuperación termina en febrero del 2023. O sea, yo todavía estoy en recuperación. Y tú me ves. Yo estoy gracias al Señor excelente. Los médicos quedan asombrados. ¿Cuántas libras perdió Pasora? Más de 60 libras. ¿Más de 60 libras en un corto periodo? Uy, yo creo que en como tres semanas yo bajé la mayoría. Impresionante. Fue un proceso muy desgastante y me imagino que como familia fue muy fuerte también. Muy fuerte, muy fuerte. Mi esposo y mis hijos siempre se mantuvieron firmes, creyendo. Y ahora me cuentan que lloraban a escondidas de mí. Mis padres los vieron salir de mi cuarto llorando. Pero en los momentos que pasamos, ellos estaban firmes en el Señor. Pastor, ¿cómo hizo? ¿Cómo hizo? ¿Cómo predicaba cada domingo? Y eso yo puedo testificar como miembro de la iglesia. Puedo testificar. Nunca faltó a la iglesia. Nunca le vimos una cara triste. Nunca lo vimos quejándose. Nunca lo vimos que desatendió al pueblo. Yo creo que nadie podía jamás darse cuenta de lo que estaba pasando por su forma como él se conocía. Pastor, ¿cómo lo hacía? Es la pura gracia del Señor, la verdad. Son las oraciones de los que nos aman y nos levantaban en oración, nos cubrían en oración. Y esa aferrano a las promesas que el Señor ha hecho. Yo creo que una de las cosas que más hicimos fue alimentarnos de la Palabra. Ese era nuestro pan. Y comíamos y comíamos y comíamos. Y sí, como dice mi esposa, oíamos mensajes de fe. Pero antes de entrar en este proceso, el Señor había hablado mi vida en junio de 2020. Que la iglesia como cuerpo, yo la interpreté como la iglesia como cuerpo, sin saber que también era para nosotros. Tenía que aprender cómo pasar por sufrimientos. Por lo que viene en el futuro. Y esa es una de las maneras especiales de conocer al Señor. Entonces estaba muy consciente de eso a través de que íbamos por este camino. Creo que ningún día nosotros consideramos de que ella no iba a ser sana. Con cada diagnóstico, cada radiación que le ponían, cada quimo que le administraban, igual creíamos que el otro día o ese día Dios la iba a sanar completamente y ella iba a estar completamente restaurada. Por eso creo que mi esposa dice que la fe nunca falló. Y yo le doy gracias al Señor por eso. Pero él quería que nosotros le conociéramos de una manera diferente. Y era a través de la intimidad en el conocimiento. La manera que el Señor me lo ministró fue así. La fe se trata del sistema de creencias. La confianza se trata de relación. Y él lo que quería era fortalecer la relación para que mi fe creciera. Y para yo conocerlo a él. Nosotros como familia y como iglesia lo conociéramos a él. Todos los domingos veníamos para acá y mi compromiso con el Señor no era tanto para verme fuerte delante del pueblo. Muchas veces me quebrantaba y el pueblo no sabía por qué me quebrantaba. Pero ministrábamos milagros, aunque mi esposa estaba pasando lo que estaba pasando. Orábamos por los enfermos, orábamos por liberación, aunque mi esposa estaba pasando lo que estaba pasando. Y el Señor formando carácter en nosotros. Y yo me acuerdo en el primer día que ella pasó por radiación y por quimo. Radiación pasó 35 veces y por quimo en ese tiempo fueron tres, porque de ahí vinieron tres más. En la primera amenización de lo que era el quimo, le entró una llamada a ella de alguien que habían diagnosticado en su familia con cáncer. Y mi esposa la llamó y estaba en el teléfono ministrando, echando fuera ese cáncer, mientras le estaban poniendo ahí el quimo. Yo fui testigo de eso. Y yo le daba gracias al Señor porque no dejamos de hacer lo que el Señor nos llamó a hacer. Y no dejamos de creer en lo que está en la Escritura. Y de eso también yo puedo testificar porque yo fui testigo de un momento muy, muy particular que marcó mi vida. Marcó mi vida. Fui al hospital a visitar a la pastora y obviamente físicamente estaba débil. Le estaban colocando lo que le estaban colocando por las venas muy débil. La persona del cuarto de al lado se había muerto. Y esta mujer, pasando lo que estaba pasando, empezó a hacer guerra contra el espíritu de muerte. Revivió a la persona de al frente. La persona salió viva y ella seguía adorando a Jesús mientras pasaba su proceso. Yo digo qué mensaje tan espectacular y salieron victoriosos. Junto con los ancianos Sánchez estábamos conversando del caso de personas de pronto pasando por situaciones similares, más fuertes o de pronto menos fuerte, pero de pronto no saben lidiar con el tema. Anciana, cuéntame un poquito sobre esa situación. Sí, nosotros tenemos una persona muy, muy cercana a nosotros que está pasando también cáncer y ha sido difícil porque empieza a compararse. Porque ella sí y yo no. Porque ella sí la sanó y a mí no. ¿Qué es lo que está pasando? Y lo que le comentaba anciano que creo que el saber que Dios es soberano y no porque el proceso de uno no va a ser igual al de la otra persona, más sin embargo, lo que yo aprendí de mis pastores es seguir confiando en el Señor, sabiendo que Él es soberano y que en un momento dado Él lo va a hacer. Ahora, claro, el enemigo entra y trae confusión, trae duda, trae miedo, trae terror tanto a la familia como a la persona. Y si esa persona no tiene personas a su alrededor que la levante, que la firme, sabiendo que el Señor lo va a hacer, en su momento Él lo va a hacer. ¿Cuándo? Nadie lo sabe, pero confiando que Él lo hace, estoy segura que Dios va a responder a esa oración. Desafortunadamente comparamos y era lo que decía usted, estamos en un ministerio sobrenatural que sentimos o quizá hemos malinterpretado de que declaramos y es ya. Algunas veces Dios lo hace, pero la soberanía de Dios no vamos a ir en contra, ni al menos juzgar Él porque se hace o no. Esa es una parte en donde yo aprendí con los pastores, con la pastora Carolina, cuando ella me decía, mi hija está siendo duro, pero no dejemos de confiar. Más sin embargo, la otra persona, ahí es donde yo como como muy cercana a esa persona he entrado y le he dicho, confiemos, sigamos confiando, porque Dios, si aún nos tiene con vida, es porque aún no ha acabado con nosotros. Y esa es la parte en donde como familia en Cristo o familiar de esa persona, naturalmente hablando, tenemos que seguir confiando que es Dios soberano y que lo va a hacer. Y hago una pregunta anciana y comienzo con usted, en un minutico. ¿Es la enfermedad el producto del pecado? Bueno, creo que en el aspecto de la enfermedad venga al cuerpo, al ser humano, muchas veces no tiene mucho que ver que la enfermedad venga meramente porque estás en pecado. Creo que el cuerpo en sí es un cuerpo que al paso del tiempo, a medida se va deteriorando. Eso es un hecho. O sea, si queremos saber, vamos a morir algún día. Pero creo que el pasar por enfermedad, reitero, creo que no tiene que ver con que estés en pecado. O sea, creo que ya eso es parte de la vida en el que dependiendo del organismo de la persona, de cómo se cuida la persona, creo que todo eso viene de alguna manera natural. Sin embargo, por eso nosotros profesamos la fe, por eso profesamos en el Hijo de Dios y que aún cuando la enfermedad viene al cuerpo, nosotros creemos que Dios nos sana. Y eso es lo que creo que en este momento estamos hablando acerca de la fe y la confianza en el Señor. Qué lindo traer esa afirmación y esa dirección porque afuera de la religión nos enseña este concepto errado. Que solamente aquel que se enferma, aquel que está en pecado. Exacto. O simplemente algo hiciste. Y en el momento que se enferma un hombre o una mujer de Dios, se levanta enseguida. Obviamente todo el mundo a hablar u opinar. Pregunto, Pastor, ¿se puede o no se puede enfermar un hombre o una mujer de Dios? Claro. Creo que la voluntad de Dios es que uno tenga salud divina siempre, pero hay propósitos por la cual atravesamos momentos. Creo que algunas cosas son consecuencias de mala administración del cuerpo. Otras veces quizás son oportunidades que el Señor quiere que atravesemos juntamente con Él para conocerlo a Él. Entonces, sí, yo creo que cuadrarnos a que ningún hombre de Dios o el hombre de Dios es intocable, que nada de eso está supuesto llegarle. Yo no creo, porque al fin y al cabo nuestro caminar con el Señor es una expresión de nuestro corazón hacia Él y cómo está nuestro corazón. ¿Que vienen enfermedades porque el corazón está mal? También sí creo. Porque está amargado o falta de perdón, lo que sea. Puede, claro que sí, pero como un pastor o un líder no significa que estamos eximidos de atravesar momentos difíciles. Y creo que eso es algo que tenemos que estar en paz con eso y entender. Si atravesamos algo, pedirle al Señor, ¿hay algún área en mi vida en la cual tengo que corregir? ¿Necesito ser corregido en algo? Enséñame, muéstrame. De lo contrario, Señor, permíteme conocerte aún en este momento. Y sigo creyendo y sigo confesando que por las llagas que Tú recibiste, yo ya soy sano. Entonces, creo que es esa parte del desarrollo de conocer al Señor y no cuadrarnos, porque creo que ahí es donde entramos en el juego ese de juzgar. Pasora, quería hacerle una pregunta. Dígame algo práctico que usted hacía en aquellos momentos donde se sentía débil, pero débil no solamente espiritualmente, sino físicamente, porque era una mezcla de todo. Me imagino la mezcla, el cansancio, la debilidad física. Obviamente esto desgasta al espíritu, la mente, las emociones. ¿Cómo hacía para en esos momentos donde se juntaban todas las debilidades, cómo hacía para mantenerse conectada con Dios? ¿Qué hacía prácticamente? Guau, anciano, quizá la gente no sabe la totalidad de lo que yo pasé. Recordemos que fue un cáncer a la amígdala, la lengua y cuello. O sea, todos los procesos que a mí me hicieron, la lengua se inflamó al punto que yo no podía ni hablar, ni comer, ni beber, nada. O sea, todos los líquidos me los ponían a través de un portal que tengo en el pecho. Hay un lugar donde nosotros tenemos con mi esposo para orar y en ese lugar nosotros vamos a la presencia y es como el escondite de mi esposo siempre y ahí es donde vamos. Son los momentos muy difíciles. Yo me iba a sentar en ese sillón, a encontrarme con él sin poder hablar nada. No podía hablar, pero ahí yo recordaba lo que yo había vivido con él y eso me fortalecía mucho. Me fortalecía el saber que había personas orando por mí, me fortalecía. Hubieron momentos muy duros, muy duros que donde ni mi esposo sabía qué hacer y el Señor le daba la sabiduría y él llevaba tal vez dos familias a casa y que me fueran y oraran por mí y eso me levantaba. Las oraciones me levantaban mucho. Yo podía sentir eso y en los momentos muy duros, aparte de todo eso, ni un día dejé de confiar y le dije, Señor, yo no te voy a cuestionar ni te voy a preguntar porque a mí y mi esposo es testigo, yo no cuestionaba a Dios. Yo no cuestionaba a Dios y yo decía, Señor, este es un proceso de donde me vas a sacar victoriosa, pero en este proceso yo voy a aprender mucho y aprendí mucho, aprendí mucho. Puedo decirle a cualquier persona delante de mí, hay que tomar una decisión de decir yo salvo de esto y el Señor y obviamente con la ayuda del Señor porque él es el que me ayudó a tomar la decisión y decir yo salvo de esto. Yo doy como testimonio, no sé si hay tiempo, que yo ni un solo día me quedé en cama, ni en pijama, ni tampoco diciendo pobre de mí, no. Yo todos los días me bañé, me vestí, mi ropa me comenzó a quedar grande, ni cuenta me di porque en ese momento no tienes mente para eso. Tu cuerpo se está desgastando tanto que lo único que ves estás en dolor todo el tiempo, pero todos los días yo me levanté, me bañé, me vestí, hice mi cama, aunque me volví a acostar encima de las tapas, pero yo tomé la decisión de decirle Señor yo estoy confiando en ti y yo sé que tú lo vas a hacer y el Señor me daba la fuerza. Sin el Señor es muy difícil pasar esto. Yo puedo ver a personas que van a la clínica donde yo todavía voy porque estoy con un tratamiento todavía de inmune therapy y puedo ver la gente, gente que pasó procesos que yo pasé, el tiempo que yo lo pasé no es tan como yo estoy, pero yo tengo al Señor. Amén. Pero yo tengo al Señor. Amén. Pasara, ¿podríamos por favor cerrar por una oración de un minuto en el cual usted desate esa gracia que el Señor le dio para permanecer y ser victoriosa? Amén, claro que sí. Ahí donde tú estás, no importa lo que estés pasando, solamente en esta hora cierra tus ojitos y ora conmigo. Señor, yo oro en este momento por esas personas que están pasando enfermedad, tal vez no un cáncer, tal vez otra enfermedad. Señor, yo oro que tú les des la gracia que me diste a mí porque eso solamente vino de ti y yo oro Señor para que esa impartición venga ahora a cada persona que me escucha en este momento para que tú les des la gracia para pasarlo victorioso en el nombre de Jesús. También lloro por sanidad, por todo aquel que me escucha está enfermo, tiene un familiar enfermo. Yo declaro Señor y profetizo sanidad a través de las redes sociales, sanidad, sanidad sobre tu cuerpo, sanidad sobre todas circunstancias y enfermedad en el nombre de Jesús. Yo declaro que el Señor lo hace ahora y te hace victorioso en el nombre de Jesús. Amén. Le damos muchas gracias por ese tiempo, gracias por haber tomado ese tiempo para invertir en todos aquellos que nos escuchan. Esperamos que esa palabra sea edificación para todos aquellos. Manténgase conectado que tenemos muchos más episodios para ustedes y nos estamos escuchando en la próxima oportunidad. Que Dios te bendiga.