The speaker recounts an incident that happened 24 years ago during a confrontation between the army and guerrilla forces. The army came to their school and interrogated the speaker about the whereabouts of the guerrilla. Gunshots were heard, and the speaker took the children to a safe room. After the confrontation, the speaker made sure the children were safe before contacting their parents. The incident caused trauma, and the speaker still gets nervous hearing gunshots. The school had to close temporarily, and when it reopened, the speaker received a summons from the guerrilla commander. The speaker requested a transfer due to the presence of paramilitary forces in the area. The transfer was granted in 2000.
Bueno, ese enfrentamiento, eso fue en el 99, ya tiene tiempo de ser mentira, pero bueno, hace 24 años, para un jueves de Ascensión, estábamos en clase, en la escuela de Torre 12, faltaban 10 minutos para las 2 de la tarde, porque pues los niños entraban a las 9 y salÃan a las 2 de la tarde, para que los que vivÃan lejos, pues tuvieran más facilidad de llegar a tiempo. Estábamos en clase ya, Ãbamos a despachar fuera de la casa, cuando llegaron los del ejército, pues cuando yo vi que era el ejército, me tranquilicé un poco, y yo antes del ejército Pero, oh sorpresa, cuando llegaron, me acercaron en el salón, y de una vez empezaron, me sacaron a mÃ, y dejaron todos los otros niños allá, y empezaron a preguntarme que dónde estaba la guerrilla, que dónde era que vivÃa, que, bueno, como si yo fuera conocedora de eso, yo les decÃa, no, yo no sé aquà quién, que sÃ, que ustedes son cabretas, que ustedes saben dónde están, pero los están guardando, bueno, en esas y las otras, ya otros del ejército como que se habÃan quedado afuera de la escuela, entonces, cuando se escuchó un disparo, y de una vez, ah, ellos antes me estaban pidiendo que me dieran el número de cédula, y yo, no, yo para, que yo tengo que dar el número de cédula, y cuando eso, porque son los disparos, entonces, de una vez me dijeron, si ve, que sà sabÃa, si ve, que por acá sà hay, y entonces, de una vez se fueron a, se fueron a, a hacer el enfrentamiento, pues yo qué hice, mirar a ver, llegar a recoger todos los niños que más pude, sin embargo, algunos se me volaron para la casa en medio de esa balacera, yo me reguardé con los niños en una habitación que habÃa ahà en la escuela, pues, prácticamente más segura, porque tenÃa plancha y eso, mientras tanto, pues, eso, se escuchaban todas esas balas que llegaban y daban contra la pared, a los alrededores se escuchaban granadas, es decir, algo muy traumático, inclusive, recuerdo mucho que en medio de ese, de ese enfrentamiento, una niña le estaba dando como tapicardia, algo como que le estaba maluqueando, me tocó que salir ahà a la cocina, darle agua, y en esas y las otras, pues, hasta, hasta mi hija empezó a pedir tercero, bueno, eso fue un caos, ese enfrentamiento duró alrededor de, por ahà media hora, claro que a mà se me hizo siglos, y después para salir, sabiendo que me se habÃan ido unos niños, para salir, ese miedo que yo tenÃa de que pronto hubiesen heridos o muertos ahà en el patio de la escuela, yo llegué y los dejé ahà encerrados y les dije, no, no salgan todavÃa hasta que yo no mire por ahà a ver qué hay, pues, cuando me di cuenta que ya no habÃa nada, ya los empecé a dejar salir y empecé a llamar a los padres de familia que bajaran por los niños, o que estuvieran, dependiendo de donde fuera, y sÃ, asà ya transcurrió esa jornada, ya por la noche, pues, yo me encerré de una vez ahà en la escuela, mi esposo trabajaba en el pueblo, cuando ya llegó, yo no querÃa ni abrir porque pensaba que pronto la guerrilla o el ejército lo habÃan cogido y que pronto iban a acabar conmigo y con todo, y que le habÃan cogido la moto para que yo creyera que era él, hasta que él no me habló, entonces yo ya no abrÃ, sin embargo me daba miedo porque me parecÃa que pronto lo llevaban obligado, bueno, ya abrÃ, ya le conté todo lo que habÃa pasado y dijo, ah, de razón que yo encontré mucha cosa por ahà arriba, algo como diferente, pero bueno, y asà transcurrió todo, pues para mà fue un trauma bastante fuerte, yo por ese tiempo yo no podÃa escuchar pólvora, no podÃa ver noticias, veÃa noticias y cuando comentaban algo asà de enfrentamientos, a mà me atacaban los nervios, bueno, vuelvo, pero pues gracias a Dios ya eso lo he ido superando, sin embargo todavÃa escucho pólvora y siempre me da como costillita, y asà fue, pero gracias a Dios no me ha tocado que volviera a pasar eso, y ojalá no lo tenga que volver a pasar, y mucha gente tampoco lo tenga que volver a pasar.
A raÃz de esto, pues ya, después, decretaron vacaciones adelantadas ahà en la escuela, porque los papás tampoco querÃan mandar los niños, estaban todos, estaban muy temerosos, pues adelantaron las vacaciones, pero cuando regresamos de vacaciones nuevamente, pues el comandante del, yo fui común y corriente, y el comandante de la guerrilla me puso una citación, a la cual pues asistÃ, porque usted sabe que el miedo es cobarde, y asistÃ, y me fui con la niña que tenÃa escasitos dos años, yo creo, asà tenÃa dos años, iba a completar tres, me fui con ella, cargada, y dije yo, pues si me van a acribillar o alguna cosa me maten con ella, pero yo no la suelto, y si me fui, entonces, la primera pregunta que me hizo el comandante fue, usted que tiene miedo, de que le da miedo, entonces yo le contesté, pues lógico, mire lo que sucedió, y mi esposo trabaja en el pueblo, él se desplaza todos los dÃas, todos los dÃas sube, baja, entonces pues ustedes creerán que él es un tapo, y uno teme por su vida, entonces la respuesta que me dio, dijo no, tranquila que nosotros ya sabemos quién es el tapo, dónde vive, y también sabemos quién es usted, quién es su familia, dónde viven, dónde están sus hermanos, dónde están sus cuñados, dónde está toda la gente, los tenemos ubicados, entonces no se preocupe, que yo creo que usted aprecia su vida, es decir, una amenaza asà como, en pocas palabras, y a raÃz de eso pues ya empecé a agregar a que me dieran un traslado, porque después ya llegaron los paramilitares, se instalaron ahà en la escuela, dejaban cosas, cogÃan todos los utensilios de cocina, los utilizaban y los dejaban asà todos, mangas por hombro, las cosas de la escuela también las dejaban, entonces yo empecé a buscar el traslado, y gracias a Dios pues se me dieron las cosas, y para el año 2000 ya me salió el traslado, y afortunadamente pues ya ahà para la historia.