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Xkapen litutunakú 2

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Voces del KgoyomachuchutVoces del Kgoyomachuchut

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Tomemos juntos un café caliente y descubramos lo que tienen que decir los cafetaleros del territorio del Kgoyomachuchut acerca de los procesos que se requieren y se realizan para que en nuestras vidas diarias no falte una taza de café.

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Voces del Coyo Machuchu discusses the importance of coffee and the process behind it. They talk about the hard work of coffee farmers, the challenges they face with low market prices, and the impact of coffee on their lives. They also mention the history of coffee in the region and how it has been exported to Europe. However, they express concerns about the current lack of movement in the coffee market and the need for better representation and resources for coffee producers. Overall, coffee is seen as a special and valuable product that holds stories and experiences. Esto es Voces del Coyo Machuchu, donde la palabra emana de aquellas voces nunca antes escuchadas. La hora del café Todos los días nos gusta despertar con una taza de café. Antes de comenzar con nuestras labores buscamos su aroma. Antes de cualquier bocado ansiamos su sabor. Pero, ¿te has puesto a imaginar qué hay detrás de una taza de café? ¿Sabes quién procesa y trabaja el café que consume tu familia? ¿Cuál es el tipo de café que te gusta tomar y cómo lo consigues? Platiquemos con un café no tan cargado. La planta que llegó del otro lado del mundo hace muchos años atrás, en un tiempo difícil donde existía el dominio extranjero y la esclavitud, no sólo llegó para quedarse, sino que además con el tiempo hemos aprendido a relacionarnos con la planta, con el grano, con la tierra y a generar lazos de convivencia. Por medio del café se viven bastantes cosas buenas y algunas no tan buenas, como el hecho de soportar año con año los precios bajos que el mercado le pone a nuestro grano, ver más baratado nuestro trabajo y que el comprador etiquete a su gusto la cereza que se cosecha. También en cada taza que consumimos están las familias cafetaleras que conocen el proceso y cuidan de la planta. ¿Conoces qué hace el cafetalero para que el café se prepare en tu casa y puedas sentarte en tu mesa a disfrutarlo? El cafetalero tiene que realizar la limpia del terreno, sembrar la planta, cuidar y esperar entre 3 y 4 años su crecimiento, cortar la cosecha, despulpar la cereza, lavar la pulpa, secar el grano y, finalmente, tostar en el comal y moler el café. Pareciera que tomar café no es gran cosa. Sin embargo, no es así. Sentarnos con los demás a dialogar con un café es bastante, porque con cada taza de café se cuenta una historia diferente. Hablamos de cómo nos fue en el trabajo, en la escuela, nos remonta a una experiencia. Es decir, que vivimos no sólo económicamente del café, sino que también está presente en nuestro día a día. Sírvete otra taza de café, como tú prefieras preparártelo, y descubre que el secreto de un buen café no sólo lo determina la altura, el tipo de grano, el aroma, su sabor, su textura, sino que, lo importante, son las cucharadas de valor y aprecio que nosotros le pongamos a este rico grano. Por eso, ahora que estamos viviendo la feria del café en el municipio de Boguetla, pensemos, ¿Qué nos tendría que preocupar más? ¿Nuestros cafetaleros y cafetaleras? ¿O quiénes serán las futuras reinas del café? Siéntate, que todavía hay mucho café para tomar. Agradecemos a los cafetaleros que compartieron su voz en este episodio. ¿Nos puede decir su nombre, por favor? Mi nombre es Francisco Pérez Vicente, yo vengo de una comunidad que es Sonalpú, perteneciente al municipio de Boguetla. ¿Actualmente usted, don Francisco, trabaja el café? Pues sí, pero ya muy poco. ¿Para usted es importante el café? Pues sí, porque es que la costumbre que tenemos nosotros, lo que nos han enseñado los abuelos, pues el café es muy importante porque es parte del sagrado alimento. Cada vez cuando comemos, pues con un cafecito. Cuéntenos, a lo largo de su vida nos hemos enterado que usted ha estado en la UIT, ¿Cómo fue ese proceso? Tanto dentro de la UIT, pues igualmente lo pasaba como en la actualidad, de que ahorita lo que revivió, pues no hay como sus competencias, los acaparadores de café, de los productos, no tienen como sus competencias, entonces están muy acaídos los precios. Igual en estos años, cuando empezó a copiar café la UIT, pues no había este precio, aunque sí había todavía mucho café en esos años, pero no había precio. Precisamente se fundó la organización para buscar cómo comercializar el café, porque igual la pimienta no tenía precio, pero gracias a la UIT, pues tuvo sus contactos y así se pudo comercializar, hasta que se exportó en Europa. ¿Dónde se comercializaba? De aquí salió el café, acopió como así pergamino, de ahí nos llevamos a Calapa, de ahí se maquiló, se seleccionaron cuál es para la exportación, cuál es para el consumo nacional, entonces de ahí se seleccionaron. Entonces, esos cafés, pues fue primero o ahora sí, se aprobó si pasa o no pasa la exportación, pero en este caso, el café que tenemos aquí en la región, aquí en Mugueta, aunque es zona baja ya en Mugueta, pero el café que tenemos es de calidad, o sea que pasa la exportación. Entonces, allá en Calapa, pues hicieron un mostreo de probar café, entonces nos dijeron que sí pasa la exportación. Entonces, exportamos y pues de hecho que sí se pagó buen precio el kilo de café. Entonces, pues de ahí va a seguir acopiando, pero el problema, lo que pasó ahí, pues estuvo un presidente de la UI, pues creo que no pudo tener bien relación con otras organizaciones, no tuvo más comunicación, aunque yo estuve como comité de comercialización, quisiera yo contactar, pero no me permitieron porque yo no soy el presidente de la UI. El que tenía que hacer más contacto con otras organizaciones, con el presidente de la UI. Entonces, por eso hasta ahí nos quedamos. Si fuera seguido teniendo comunicación con esos otros grupos, hasta la fecha pudiera comercializar todavía el café. Pero hay cosas, todo lo que ha pasado, pues bueno. Otro, como que se acabó, o más que nada, llegó las plagas del café, lo que existía, lo que es café criollo y hay otras variedades que es Mondonobo, hay otras variedades que es Caturra, hay otras variedades que es Garnica, que es Barbón. Había diferentes variedades, todos esos cafés son mejores cafés, son buenos, casi parecidas ya al café criollo, pero actualmente todo lo que me quieran ahorita de otras variedades ya no es lo mismo, hasta luego se prueba para nosotros. Nosotros no somos maestros para probar café, pero sí siempre lo probamos, y hasta el aromántico lo que tiene está muy débil, no es lo mismo que lo que había anteriormente. Anteriormente lo que había, que es café criollo, tenía un aromántico, pero muy bueno, mejor, como un producto muy especial. Todo eso existía todavía cuando exportamos, entonces por eso pasó todo eso. Pero en este caso, hasta actualmente, lo que está pasando ahorita, pues ahorita no hay movimiento de comercialización. Todo lo que están aquí los compradores de café, si está pagando siete, ocho pesos el kilo, pues todo está bien. ¿De dónde va a vender la gente? No hay otras competencias. En estos años, cuando estuvo la UI, para nosotros fuimos como promotores, dedicamos visitar a cada uno de los productores en las comunidades, visitábamos cómo chapeaba, si no aplicaba fertilizante, si no aplicaba matallerva, pues nos íbamos a visitar productor por productor. Igual, cuando empezaron el corte de café, pues bueno, nos fuimos a dar una asesoría de que no lo pueden ocupar bolsas de alimento, bolsas de azúcar, bolsas de harina, bolsas de fertilizantes, por ejemplo, pues no pueden ocupar porque se empezó a planear que se iban a exportar. Entonces tuvimos que decir a la gente que ocupen una bolsa nueva, igual hasta cuando donde lo secaron. Quieren que ocupar donde no lo tenían, soleadera, de piso. Algunas familias tenían de piso como de tierra. Entonces, lo que tenían que ocupar que es el petate, eso es lo bueno. Eso es lo que siempre lo ocupaban los abuelos anteriormente. No había, por ejemplo, que otras cosas tenían que ocupar una lona de plástico, no había. Siempre ocupaban petates, por eso, bueno, creo que sus productos tenían más como naturalmente sus productos. Por eso, decían los abuelos anteriormente, todos esos productos pues hay que cuidar, hay que saber hasta, por ejemplo, que cuando se despulpan tenía que dejar como 12 horas para fermentar y de ahí se lava. Si se pasa de fermentación, también no pasa para comercializarlo. Y te lavas bien, bien, así como se lava el nichobe, igual va a pasar, pues no te recibe porque todo se pierde el aromántico. Por eso, tenían abuelos como sus procesos como para preparar exportación. Eso es lo que nosotros veníamos dedicando como promotores. Existíamos como tres aquí en Bogotá, pues visitábamos las comunidades. Pero ahí donde, pues ahora sí, como que sí se antojaron los precios porque pagaba un poco mejor precio el horiago o el pergamino. Algunos de Lima, de Vicente Guerrero y unos de Chicana, unos de Cachhuaca quisieron traer sus cafés, pero igual también no pasa porque no sabemos cómo lo han cuidado, cómo lo han trabajado. Entonces, no pasa. Nada más los que se decían los socios activos miembros de la U, nada más ellos se recibían su café. Hasta algunos de los coyotes, le decimos, pues lo ocultaban mucho el café. Quisieron traer a quien la huyera, pero tampoco nos aceptábamos todos porque teníamos planeado de exportar café. ¿Y cómo fue que convencieron a las personas, a los productores? Porque me imagino que o les daban un adelanto o se esperaban hasta que se podía hacer el proceso de exportación. Bueno, lo que pasa es que como se planeó que iban a pagar un poco mejor el precio, pues cuando empiezan a vender, se recibían horiado y pergamino. Pues un poco mejor precio que los coyotes. Y cuando se va a exportar, entonces todo lo que va a pagar allá y se le van a dar sus alcances. Eso es lo que se les dijo a la gente. Por eso se animaba a la gente a entregar su café. Y así fue, pues, cuando creo que cuando pagaron el café, creo que como fue por mes de mayo y junio, pues llegaron los recursos. Entonces se avisaron a la gente y llegaron, reciben su dinero. Y así se pagó bien, buen precio. Porque parece que, no recuerdo cuánto se pagó, parece que 70 mil el quintal pergamino café oro. Entonces, pues sí, se le dieron sus alcances a la gente. Más de la mitad del precio es lo que se había pagado cuando se compró. Entonces a la gente, pues sí, se le gustaba esa comercialización. Pero ahorita, pues, está tranquilo porque no atienden el recurso y el otro. Bueno, más que nada como que quien tenía que estar dentro de la URI como representante deben de saber para hacer sus proyectos, para canalizar recursos y empiezan a mover. O si pueden comprar café o buscar algún mercado donde, pues, que haya un mejor precio. O tostarlo, molido. Hay que buscarle ahorita muchos, pues, como mecanismo para comercializar. Porque ahorita ya no se oye si siguen comercializando así en grano, sino que ahorita suena como que ya todos están etiquetando café molido. ¿Y todo esto que nos platica más o menos en qué año fue? En el año 93, 94, 95 y 96. Todo fue en esos años. Por eso la URI había crecido, porque todo el mundo venía a vender sus productos con la URI. Ahorita como que ni siquiera se mueve la URI. Bueno, la gente se va. Otro, ya no tienen algunos, pues, como proyectos productivos para que trabajen la gente. Lo que se ofrece por allá, allá se va la gente. O sea que una parte, por decir que nosotros, estando acá, y no te pagan el gobierno, no te pagan el ayuntamiento, pues, si fuera yo inconsciente, yo me voy. El buscado se acaba. La URI, pues, hasta puede debilitarlo, por cierto, en el piso. Pero como tenemos que hacer el esfuerzo de estar aquí, atender la gente, porque sabemos que hace falta para los demás hermanos lo que tenía que atender la gente. Es igual como la comercialización del café. O sea que para estar, por ejemplo, que dentro de la organización, pues, tienen que ser un poco vívulos que van a estar al frente como para empezar a armar sus proyectos y tener sus contactos donde, para gestionar algunos recursos. Yo veo que las comunidades, la gente de las comunidades, vienen, ahorita que se cortan el café, cosechan el café, vienen a vender aquí en Bogotá. Todos traen su café. Y, pues, el precio está muy bajo, ¿no? ¿Cómo ve que usted, como entonces, qué tendría que hacer los productores de café para que su situación mejore? Lo que tiene que hacer el enfermero, o el enfermero tiene que moverse quién va a acopiar café. Para que pudieran llevar algunos mensajes en las comunidades, ¿sabes qué? Pues cuídense sus productos aquí donde vamos a vender. Aquí va a ser el centro de acopio. Porque no podemos decirle a la gente, pues, ahora sí cuídense sus productos, no lo venden allá y aquí va a haber mejor precio. Pero si ya tenemos, ahora sí podemos difundir para que todo el mundo, la gente que lo traiga en sus productos, en un solo lugar. ¿Pero cómo lo van a hacer? Se va a subir un poco de precio por este lado. Allá están pagando 8. Aquí tal vez lo pueden pagar 10 o 12 pesos. La gente va a venir acá. Eso es lo que se hizo la UY cuando acopiamos. A veces empiezan a subir aquellos, pero nosotros donde lo mantenemos los precios, porque les decimos, aquí se está pagando como un anticipo, pero viene, ahora sí, otro pago de tu producto cuando se vende el café. Entonces eso hay que dedicar mucho de eso para comercializar. Pero primero tenemos que asegurar de dónde pueden canalizar el recurso. Porque no lo podemos quedar mal con la gente. Aquí se va a amontonar café de donde sacamos el dinero. Es el problema. Pero yo entendí una vez, como por el 91, en el año 91, pues cuando, en el 89, se nevó aquí. Entonces se quemaron todo el café. Pues los restos del café, lo que tenía la gente, ¿y dónde va a vender? Ya nadie lo compró. Entonces lo que hice yo, teníamos unos amigos de México, que es el Servicio de Desarrollo del PAC, que es el CDPAC. Pues lo emplané y fui allá a la oficina y tenían café. Lo traían de Xilica. Están mis fotos ahí. Y esos café de molido, ¿se están vendiendo o están comprando para consumo aquí en la oficina? No, pues estamos vendiendo. Traen los compras de Xilica. Y nosotros no podemos traer nuestro producto porque también tiene la gente. Bueno, si gustan, pueden traer. Yo empecé a juntar café, avisé a los demás compras, quien quiera vender sus café molido, puede traer 2 kilos, 3 kilos, o 4 kilos, hasta 5 kilos. Pero, les aseguro, ahorita vamos a entregar, dentro de un mes, si se venden, entonces ya nos van a traer recursos. Ya les pago a ustedes. Pues pueden traer otra vez su producto. Igual, aquí se paga y entregamos otra vez el producto y se lo llevan otra vez. Hasta llegué a juntar café hasta 200 kilos de molido, entregué. Pero también empieza a subir otra vez el precio aquí, localmente. Ya no quisieron entregar su café. Bueno, no es obligatorio. Nomás lo traté de apoyar a partes porque hasta algunos productores nomás lo tiraban, su café. Pues no lo tienen. Hay que traerlo. Hay que tostarlo. Hay que vender algo para usted. Entonces, así fue. Tratamos de apoyar a la gente, pero, así como dentro del ámbito. Pero, se dedica mucho trabajo. Pues es trabajo para empezar a hacer todo eso. Usted dice que entró otras variedades, ¿no?, del café, que en principio era el empleo, pero que vinieron otras variedades. ¿De dónde vinieron esas variedades? ¿Quiénes lo trajeron? ¿O cómo empezaron a llegar esas variedades a las comunidades? Sí. Lo que yo escuché, por ejemplo, que de la variedad de esos Costa Rica, lo trajeron aquí de... Aquí mejor, de Connorsland, que había unos amigos. Según que también el ingeniero venía a difundir. ¿Quién sabe de dónde consiguió esas variedades? Según que ese escarijo fue una persona muy sencilla, pobre, no tenía terreno, hasta no tenía dónde trabajar. Pero se empiezan a dedicar. Tenía una parcelita y los que la ayudaban en su trabajo, tenía terreno, pues pidió un cuarto de hectárea. Quería yo sembrar aquí, me das la renta, le dije, ¿siempre se va a plantar su café? Pero eso es lo que nos vino a explicar, que se siembran aquí casi, pues ya un metro de distancia y dos metros de ancho por surco. Entonces, aunque se cierren las varitas de café, la ramita, pero no tienes por qué pasarlo aquí, sino que cuando cortes, te pasas todo al frente y regresas alrededor para que puedas cortar. Por eso no hay ningún problema, aunque se cierren las manitas de café. Eso es lo que nos explicaba. Entonces la gente se animó y se empiezan a sembrar. Pero su variedad es muy débil, su sabor aromático, pero también tiene el mecanismo para mejorar su sabor aromático. También tengo un poco de café lesos, yo dije, ¿será cierto que no está bien lesos, que no tiene sabor? Cuando corté, no lo despulpé, nomás lo sequé así en bola. Cuando empezamos a maquilarlo un poco de acuerdo con cómo se consume uno, lo tostamos, se molieron y salieron, casi parecido a lo que había en la variedad de Mundo Nuevo. Casi parecía, empezamos a tomar café, no estaba tan bien, así lo despulpa, todo el que tiene como dulcecito, es café, lo despulpa, cuando se fermenta, todo lo tiras, entonces ya queda más pobre el café, pero si lo dejas así secarlo en bola, sale un buen café. Eso es lo que hacemos nosotros, todo así lo secamos, no estoy despulpando. Sé que también tiene su estrategia, para mejorarlo ese producto. ¿Qué piensa usted sobre los programas de gobierno? Si están beneficiando el campo y están ayudando a los cafetaleros de aquí de la región. Bueno, el programa de gobierno está bien, es muy bien por decir, pero la gente no sabe aprovechar, porque a veces los programas del gobierno no dependemos de esos programas, pero no siempre va a haber. Si mi trabajo, lo que yo hago, yo tengo que seguir haciendo, tengo que seguir sembrando maíz o frijol o lo que se da. Aparte, si llega el programa de gobierno, pues lo tengo que ir trabajando en eso, pero tengo otro. Por ejemplo, acabo de mencionar que estando aquí, mucha gente crítica. No, pues están ahí porque hay mucho dinero, pero no es así, tanto como el Manuel. Tenemos nuestra propia siembra del maíz, sembramos un poco de frijol para autoconsumo, y tenemos animales, que se yo, unos puertitos, cuando crecen, ya tienes algo. No estás dependiendo de ese programa del gobierno. Porque cuando nosotros dedicábamos el café, los cafetales, primero poníamos nosotros este millero y repartíamos las pepetillas. Entonces tenemos que ir a buscar productor por productor de si están sembrando, de si están cuidando sus parcelas. Pero en este caso el programa del gobierno, yo lo veo como que no tiene ingeniero, no tiene técnicos, no tiene muchos que jueguen aquí, por Quechuaca, fuimos a medir un terreno. Había plantitas así de café, plantas de pimienta y plantas de lich, y otras plantas tienen por ahí. Hasta le pregunté a la señora, ¿estas plantitas que estás metiendo aquí en tu parcela, es por parte de Sembrando Vida? Le dije, sí. ¿Sí tienen sus ingenieros? Sí. ¿Cuándo vienen? A visitar, a inspeccionar, todo eso. Pues vienen cada mes. ¿Para qué clase de ingeniero? Donde sembraron esas plantas así de rondoso hay árboles de garrochillo, árboles de jicarillo. Le dije a la señora, ¿qué va a pasar a tu plantita si yo lo tomo esos árboles? Porque esos árboles primero tienen que quitarlos, los dejas unos árboles nuevos, vienes a plantar tus plantitas. No nos dijo nada, no es técnico, no es ingeniero. Eso es lo que yo estoy viendo hasta colito también unos vecinos que están dentro del programa, pero yo no veo que si están modificando eso. Tienen muchos árboles, tienen muchas sombras, tienen mucho como interés de recibir, recibir los recursos, pero no lo están aplicando bien como debe ser. Si hubiera aplicado bien, aquí recibe y aquí sale más recursos, pero como no lo tienen como conocimiento o experiencia, la gente no lo va a hacer. Unos cuantos los que están manejando bien, pero la mayor parte va en mal de la cosa. Sí, tienes toda la razón. Pues le agradecemos mucho, me ha hecho todo muy interesante todo lo que nos contó.

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