VIERNES XII TO

The Bible readings today focus on God's covenant with Abraham and Jesus healing a leper. The study of religious practices throughout history reveals that many ancient religious prescriptions had a health purpose. They aimed to preserve the well-being of the community by promoting hygiene and cleanliness. These prescriptions, such as the prohibition of consuming certain meats or blood, circumcision, and ritual ablutions, became important signs of identity for the people of God. By following these prescriptions out of love and obedience to God, they maintained their health and well-being. Sin is often symbolized by leprosy in the scriptures, highlighting its destructive nature. Ultimately, all religious prescriptions aim to preserve our overall health and lead us to a spiritually, emotionally, and morally balanced life. We should trust in God's wisdom and goodness, as everything that comes from Him is beneficial and healthy for us. Palabra de vida hoy, viernes decimosegundo del tiempo ordinario, al pan por la Palabra. Del libro del Génesis. Dijo Dios a Abraham, Guarda pues mi alianza tú y tu posteridad de generación en generación. Esta es mi alianza que habéis de guardar entre yo y vosotros, también tu posteridad. Todos vuestros varones serán circuncidados. Dijo Dios a Abraham, A Sarai, tu mujer, no la llamarás más Sarai, sino que su nombre será Sara. Del Evangelio según San Mateo. Un leproso se arrodilló ante Jesús y le dijo, Señor, si quieres puedes limpiarme. Extendió la mano y lo tocó diciendo, Quiero, queda limpio. Y enseguida quedó limpio de la lepra. El estudio de la manifestación del hecho religioso desde los albores de la humanidad, la llamada fenomenología de la religión, ha puesto de manifiesto como buena parte de las prescripciones religiosas más antiguas tenían una finalidad sanitaria. Que preservaba de costumbres insalubres a los miembros de la comunidad. La prohibición de comer carne de cerno o de consumir sangre de animales, en tiempos en los que la conservación de las viandas era tan dificultosa como deficiente. La imposición de una cuaresma de abstinencia sexual al varón cuando la mujer daba a luz. La obligación de realizar abluciones rituales de purificación de cara y manos antes de comer, o la misma circuncisión, son prescripciones religiosas que pasaron a ser importantes signos de identidad para el pueblo de Dios, y todas ellas mejoraban la higiene y preservaban la salud de los que las respetaban por amor y obediencia al Dios, que en cada palabra suya y en cada gesto, no busca sino el bien integral creciente de quienes le quieran escuchar y acoger. La mayor suciedad, la que más atenta contra la salud integral del ser humano poniendo en riesgo su vida y su destino eterno, el pecado, es simbolizada a menudo en la Sagrada Escritura por la lepra, afección que desfiguraba a la persona que la padecía por la destrucción progresiva del cartílago, por ejemplo en nariz y orejas, así como por las pústulas abiertas y sucurantes que lo convertían en un riesgo patente para la comunidad, la cual se protegía de la enfermedad expulsando al enfermo que la portaba. Retomando el argumento primero, todas las prescripciones religiosas que se nos dan en la revelación tienen por finalidad preservarnos de todo aquello que perjudica nuestra salud integral para procurarnos una vida no sólo físicamente saludable, preservada de las consecuencias de todo abuso o ebriedad, sino una vida integralmente sana, espiritualmente noble, emocionalmente madura y conductualmente equilibrada y buena. Si Dios es el sumo bien, bien total, a espaldas del cual no hay bien alguno, como decía San Francisco de Asís, todo lo que provenga de Dios no es sino beneficioso y saludable para nosotros. Si aún no somos virtuosos, seamos al menos inteligentes y apostemos siempre por aquel que lo apuesta todo y siempre por nosotros. Con anhelos de sabiduría y santidad, vuestros hermanos menores desde Toledo os saludan con la paz y el bien. Subtítulos realizados por la comunidad de Amara.org