SABADO 30 DICIEMBRE OCTAVA DE NAVIDAD

The speaker discusses the importance of not being attached to worldly desires and instead focusing on the love of God. They mention the story of Anna in the temple, who spoke of the child Jesus to those waiting for liberation. They emphasize the significance of time and how our actions and conscience shape our lives. They also mention how God became flesh to bring peace and repair our consciousness. The speaker encourages reflection on the past year and urges listeners to seek truth and expel darkness from their lives. They emphasize the importance of nurturing a healthy conscience and making efforts towards freedom and excellence. Palabra de Vida hoy, sábado 30 de Diciembre, celebrando la octava de Navidad, al pan por la Palabra, de la Primera Carta de San Juan. No améis al mundo ni lo que hay en el mundo, si alguno ama al mundo, no está en él el amor del Padre. Porque lo que hay en el mundo, las pasiones de la carne y la codicia de los ojos y la arrogancia del dinero, eso no procede del Padre, sino que procede del Mundo. Y el mundo pasa con sus pasiones, pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre. Del Evangelio según San Juan. En la presentación del Niño Jesús en el Templo, Ana, la profetisa, acercándose en aquel momento daba gracias a Dios y hablaba del Niño a todos los que aguardaban la liberación. Agotando las horas del año, se nos recuerda que el tiempo como tal no existe más que como mi tiempo. El tiempo de mi vida trenzada con las tres cuerdas de lo que me pasa por causa de los actos de otros, lo que les pasa a ellos por mis actos, y la conciencia personal desde la que decido a éstos y aprendo a encajar a aquellos. La calidad de mi tiempo y el gusto o disgusto que obtenga de él depende mayormente de mí mismo, y esa es una responsabilidad que pesa, y un complejo desafío a aprender a acometer durante toda la vida. Gracias a Dios la palabra se hizo carne y habitó entre nosotros, habitó nuestro tiempo, el de cada uno de nosotros haciéndolo también su propio tiempo, para reparar la deshilachada cuerda de la libertad de nuestra conciencia con la fuerza de la verdad. Así, las otras dos cuerdas con las que se va trenzando nuestra vida se verán envueltas de paz y bien, el bien que se busca irradiar sobre otros con nuestras obras, y la paz para encajar las obras con las que los otros amenazan la robustez y la belleza de nuestra trenza personal. Para eso nos ha ungido Dios, para ser artífices de paz y bien y beneficiarios de tan noble ministerio. Más allá de las complejas y tenebrosas circunstancias nacionales e internacionales y de esas consecuencias que tanto nos perjudican a todos, revisemos este año que pasa en lo relativo a cómo y cuánto nos hemos acercado a la verdad para alimentar de ella nuestra conciencia. Identifiquemos las tinieblas del sistema social del mundo que se nos han instalado dentro para poder expulsarlas porque no puede cohabitar la luz con la tiniebla como no pueden coexistir la verdad y la mentira. La calidad humana y la dicha, la plenitud y la libertad, la santidad y la excelencia que podamos llegar a alcanzar en 2024 dependerán de la salud de esa conciencia donde la libertad se hace realidad o queda reducida a la torpe caricatura de lo que pudo ser y nunca será porque no hemos apostado esforzadamente por ella.