Encuentros

The podcast episode is titled "Encounters" and aims to explore encounters with truth and authenticity. The guest, Eduardo Ibañez, a professor at the University of Loyola Andalucía, shares his significant encounters with faith. He describes experiencing personal worship, retreats, and even dreams where he felt called by God. He also mentions his time in Paraguay with his wife as a profound moment of connection with the Lord. In his daily life, Eduardo finds God through prayer and encounters with colleagues, students, and others. The podcast ends with Eduardo sharing a song called "Siento que tú eres Dios" that reminds him of feeling loved and called by God. The hosts encourage listeners to seek encounters and intimacy with the Lord in everyday life. Muy buenas tardes a todas las personas que nos oyen desde distintos lugares del mundo buscando el título de este programa, Encuentros. Si buscas encuentros, encuentros con la verdad, encuentros con lo auténtico, estás en tu podcast. En el día de hoy tenemos la oportunidad de tener un encuentro con su verdad con Eduardo Ibañez. Eduardo Ibañez es profesor de la Universidad Loyola Andalucía y vamos a tener la oportunidad de escuchar un poquito cuál es ese encuentro, cuál es su encuentro significativo y por qué hoy nos puede contar que siente la fe con profundidad. Buenas tardes, Eduardo. Buenas tardes, Teresa. La verdad es que estoy encantado de participar en tu podcast, me encanta el nombre de Encuentro y bueno, estoy dispuesto a contestar a todas tus preguntas. Bueno, pues vamos a ello, a ver qué tal. Bueno, lo primero que queremos, lo primero que queremos saber, bueno, después de esa trayectoria vital, si hoy tuvieras que decir un momento, un momento de tu vida en el cual ese encuentro se convirtió en un testimonio de fe, ¿cuál sería? Que mi vida se convirtió en un testimonio de fe. Claro, o sea, estaba yo pensando más en cuándo, no tuve yo una experiencia así de Dios importante y me cuesta encontrar como un momento específico, sí recuerdo una etapa de mi vida en la que en varias ocasiones sentí en experiencia adoración personal, de retiro, incluso algunas veces incluso mágico ciertamente, incluso recuerdo en sueños que la voz del Señor pues me decía que contaba conmigo, que para su proyecto me necesitaba y contaba conmigo. Bueno, qué belleza, ¿no? Qué encuentro tan tan especial, ¿no? Ese que has vivido y que te ha marcado en tu vida. Gracias por compartirlo con nosotras esta tarde y con nosotras que estamos buscadores, buscadores de encuentro, buscadores de sentido. Dices que ese es tu primer momento, tu primer encuentro, ¿no? ¿Algún otro momento ya en una etapa diferente donde puedas sentir, ¿no? Que tu fe está viva y que quieres compartirlo? Bueno, a lo largo de mi vida lo he sentido yo creo que en muchas ocasiones también. Es verdad que el paso de mi vida por Paraguay, con mi mujer, con mi esposa Teresa, también fue un profundo momento de encuentro, ¿no? Esos que te anclan profundamente al Señor y que te hacen plantearte tu vida. Siempre, ante cualquier cuestión, ante cualquier decisión, es decir, mira, todo esto tiene que estar, tiene que haber una pregunta profunda, ¿no? O un sentido profundo a todo lo que hacemos, ¿no? La necesidad también de que el Señor vaya confirmando o ayudándome a ver qué es lo que estoy buscando, ¿no? O sea, quizás en ese tiempo también el encuentro lo que supuso es el confirmarme como persona en búsqueda y a la búsqueda de la voluntad de Dios. Y bueno, seguro que muchos de las personas que están escuchando este podcast están preguntando, pero bueno, y hoy en el día, en lo cotidiano, ¿cómo encuentras hoy a Dios en tu vida? Pues mira, de diferentes maneras a lo largo del día. Me gusta empezar mi día con una sencilla oración, breve, pero bueno, ofrecer mi día, ponerme en manos del Señor, pedirle luz y fuerza para ser quien Él me llama a ser, ¿no? Y después me encanta ir encontrándomelo por todos los rincones de mi universidad donde trabajo, mis compañeros, mis alumnos, el personal que trabaja en diferentes cosas, ¿no? Y volviendo pues reflejos suyos por todas partes. Muchísimas gracias. Bueno, ¿sabes que ahora es el momento final que esperan más nuestros oyentes de podcast de encuentros? Es ese momento musical, ¿no? Que te hemos pedido que nos vayas a iluminar con esa canción, con aquella melodía. Primero, si te parece, vamos a ponerla un poquito, a ver si nuestros oyentes la identifican y ya luego después tú nos cuentas cuál es y la escuchamos entera. ¿Te parece? Me parece estupendo. Algunas personas quizás la hayan identificado, quizás muchas no tendrán ni idea. Cuéntanos, ¿cuál es la canción y por qué? Bueno, como me preguntaste al principio, ¿no? Que cuando fue el tiempo de esas primeras experiencias profundas de Dios, ¿no? Y te decía que no era un momento concreto sino que, bueno, pues una etapa de mi vida, ¿no? Y en esa etapa de mi vida esta canción yo creo que me ayudaba precisamente en ese sentido, ¿no? Y cuando la escuchaba o cuando la cantaba, ¿no? Pues me hacía sentirme pues eso, mirado con amor por Dios y también, bueno, pues con esa llamada de Dios. Bueno, y desvélanos la canción, a ver. Bueno, no sé qué título tienes pero es aquella o yo, supongo que este será el título, ¿no? Es esta de Siento que tú eres Dios, ¿no? Que tus ojos me miran con tanto amor. Bueno, una preciosa canción que muchos y muchas de nosotras hemos escuchado en momentos importantes de nuestra vida. Bueno, pues esperamos que esa canción vamos a escucharla ahora entera, vamos a disfrutarla y os animo a que la escuchéis conectando también con ese encuentro, con ese deseo de intimidad a la que sin duda invita esta canción. Me miras con tanto amor. Puedo sentir el gozo de tu presencia, en tu centro, en mi corazón. Cantaré para ti, porque a tu lado por siempre estaré. Caminaré siempre contigo, te gozaré en tu verdad. Siento que tú eres Dios. Que tus ojos me miran con tanto amor. Que puedo sentir el gozo de tu presencia. En tu centro, en mi corazón. Bueno, pues ahora ya sí toca el momento de la despedida y agradecemos muchísimo, Eduardo, gracias por estar con nosotros y con nosotras. Muchas gracias a ti por este momento delicioso. Y os animamos como siempre a que generéis encuentros, encuentros en la cola del autobús, encuentros en la vida cotidiana, encuentros con los compañeros de clase y encuentros en la puerta cerrada, en esa intimidad con el Señor que siempre nos va desvelando lo mejor de cada día. Un fuerte abrazo. Un saludo.