Home Page
cover of escuchar con otros ojos
escuchar con otros ojos

escuchar con otros ojos

00:00-07:38

Analizamos letras de canciones, cuentos y poemas

9
Plays
0
Downloads
0
Shares

Transcription

The podcast "Escuchando a la Mujer Hoy" presents the story "El Marica" by Abelardo Castillo. The story is about violence and the suppression of tenderness in men. The narrator addresses a person named César, recalling their childhood friendship and moments of shame. The narrator reflects on the importance of individuality and standing up against societal expectations. The story explores the notions of strength and masculinity, questioning what it means to be a "marica" (a derogatory term for a gay man). The podcast encourages listeners to approach the story with a different perspective and invites them to submit their own texts and proposals. Bienvenidos al podcast Escuchando a la Mujer Hoy les presentamos el cuento El Marica de Abelardo Castillo El escritor nos invita a vivir una historia colmada de violencia, donde las expresiones de ternura son corregidas inmediatamente por la rigidez del ser varón. Escúchame César, yo no sé por dónde andaras ahora, pero cómo me gustaría que leyeras esto, porque hay palabras, hay cosas, que uno las lleva mordidas adentro y las lleva toda la vida, hasta que una noche siente que debe escribirlas, decírselas a alguien, porque si no las dice van a seguir ahí, doliendo, clavadas para siempre en la vergüenza. Escúchame, vos eras raro, una de esos pibes que no pueden orinar si hay otro en el baño. En la laguna, me acuerdo, nunca te desnudabas delante de nosotros, a ellos les daba risa y a mí también. Claro, pero yo decía que te dejaran, que uno es como es. Cuando entraste a primer año, venías de un colegio de curas, San Pedro, debió aparecerte algo así como Brodgnac, no te gustaba trepar a los árboles, ni romper palores a cascotazos, ni correr carreras hacia abajo, entre los matorrales de la barranca. Yo no recuerdo cómo fue, cuando uno es chico encuentra cualquier motivo para querer a la gente, solo recuerdo que un día éramos amigos y que siempre andábamos juntos, un domingo hasta me llevaste a misa. Al pasar frente al café, el Colorado Martínez dijo con voz de flauta, adiós los novios, a vos se te puso la cara como de fuego y yo me di vuelta puteándolo y le pegué tan tremendo sopapo de revés en los dientes que me lastimé la mano. Después vos me querías vendar, me mirabas, te lastimaste por mí Abelardo, cuando dijiste eso sentí frío en la espalda, yo tenía mi mano entre las tuyas y tus manos eran blancas y delgadas, no sé, demasiado blancas, demasiado delgadas, soltame te dije, o a lo mejor no eran tus manos, o a lo mejor era todo, tus manos y tus gestos, tu manera de moverte y de hablar, y ahora pienso que en el fondo ninguno de nosotros le importaba mucho y alguna vez lo dije, dije que esas cosas no significaban nada, que son cuestión de educación. El cuento comienza con una interpelación a un tal César, el narrador que se nota que ya es una persona adulta, quiere desahogarse de algo que llevó toda su vida adentro y le sigue causando vergüenza. Lo primero que le dice es, vos eras raro, nos preguntamos, que es ser raro, a veces decimos eso a las personas sin darnos cuenta que todos somos diferentes y que quizás con esta actitud que aparenta no ser negativa, lo que estamos haciendo es sentir mal. Ante la burla y la risa de todos, en su afán de querer defenderlo de los demás, el narrador dice, yo decía que te dejaran, que uno es como él, pero él había sido uno más sumado a los otros al momento de burlarse, entonces acá podemos recapacitar acerca de la importancia de pensar por nosotros mismos y tener el valor de no ser como el montón quiere que seamos y así actuar acorde a nuestras verdaderas convicciones. En la historia cuando les dicen adiós los novios, uno de ellos no responde, solo se lo nota molesto, se pone colorado, el otro putea y golpea lastimándoselo. ¿Quién es ese más fuerte? ¿De qué manera se puede mostrar realmente la fuerza? ¿Ser violento es ser más hombre? El cuento sigue hablando de todas estas situaciones vividas por unos niños, varones y van apareciendo situaciones cada vez más fuertes, difíciles. Y reflexiona, contrasta, cómo era antes y cómo es ahora. ¿El ahora es la época o la madurez del narrador? ¿Quién es el verdadero marica? ¿Qué es ser marica? Interesantes reflexiones se presentan en todo este cuento si prestamos atención y escuchamos con otros ojos. Esperamos que les haya gustado este primer fragmento del cuento de Abelardo Castillo, que lo podés encontrar de forma libre y gratuita en internet para terminar de leerlo. Ya sabes, escuchar con otros ojos. En este espacio os vamos a invitarlos a pensar, leer y escuchar poemas, cuentos y canciones. Puedes enviar tus textos y propuestas al mail escucharconotrosojos en facebook.com o en nuestro site web www.apostas.com. Hasta pronto.

Other Creators