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The transcription is a spiritual diary entry based on Proverbs chapters 4 to 6. It discusses the importance of holding onto God's words, obeying His commandments, and taking care of one's heart. It also mentions that God examines our paths and dislikes various sinful behaviors. The prayer at the end asks for help in following God's teachings and living a righteous life. Día ciento cincuenta y cinco, diario espiritual del lunes tres de junio del año dos mil veinticuatro, basado en Proverbios capítulo cuatro al seis. Los pasajes que me van a la atención son los siguientes. Proverbios capítulo cuatro, versículos cuatro, trece, veintitrés y veinticinco, que dicen así. Versículo cuatro, aférrate de corazón a mis palabras, obedece mis mandamientos y vivirás. Versículo trece, aférrate a la instrucción, no la dejes escapar. Versículo veintitrés, por sobre todas las cosas, cuida tu corazón, porque de él mana la vida. Versículo veinticinco, pon la mirada en lo que tienes delante, fija la vista en lo que está frente a ti. Proverbios cinco, veintiuno, nuestros caminos están a la vista del Señor, Él examina todas nuestras sendas. Proverbios capítulo seis, versículos dieciséis, diecinueve y veintitrés, que dice, versículos dieciséis y diecinueve, Hay seis cosas que el Señor aborrece y siete que le son detestables. Los ojos que se enaltecen, la lengua que miente, las manos que derraman sangre inocente, el corazón que trama planes perversos, los pies que corren a hacerlo malo, el testigo falso que propaga mentiras, y el que siembra discordia entre hermanos. Versículo veintitrés, el mandamiento es una lámpara, la enseñanza es una luz, y la disciplina es el camino a la vida. Meditando en Proverbios capítulo cuatro, versículos cuatro y trece, Dios el Señor dice y quiere que me aferre de corazón a sus palabras, que obedezca sus mandamientos y viviré, que me aferre a la instrucción, que no la deje escapar. Meditando en Proverbios capítulo cuatro, versículo veintitrés, Dios el Señor dice y quiere que por sobre todas las cosas, cuide mi corazón, porque de mi corazón mana mi vida. Meditando en Proverbios capítulo cuatro, versículo veinticinco, Dios el Señor dice y quiere que ponga mi mirada en lo que tenga por delante, que fije la vista en lo que está frente a mí. Meditando en Proverbios capítulo cinco, versículo veintiuno, Dios el Señor dice que nuestros caminos están a la vista de Él, que Él examina todas nuestras sendas, por tanto quiere que vayamos por los caminos correctos. Meditando en Proverbios capítulo seis, versículos dieciséis al diecinueve, Dios el Señor dice que hay seis cosas que Él aborrece y siete que le son detestables, los ojos que se inaltecen, la lengua que miente, las manos que derraman sangre inocente, el corazón que trama planes perversos, los pies que corren a hacer lo malo, el testigo falso que propaga mentiras, y el que siembra discordia entre hermanos. Meditando en Proverbios capítulo seis, versículo veintitrés, Dios el Señor dice que su mandamiento es una lámpara, que su enseñanza es una luz, y la disciplina es el camino a la vida. Por eso mi oración es basada en Proverbios capítulo cuatro, versículos cuatro, trece, veintitrés, veinticinco, capítulo cinco, versículos veintiuno, capítulo seis, versículos dieciséis, diecinueve, y veintitrés son, Padre nuestro que estás en los cielos, hoy me dispongo y ayúdame Señor a aferrarme de corazón a tus palabras, a obedecer tus mandamientos y poder vivir, ayúdame a aferrarme a la instrucción, a no dejarla escapar. Padre Dios Todopoderoso, hoy me dispongo y ayúdame a que por sobre todas las cosas cuide mi corazón, porque hoy recibo, confieso creer, y ayúdame a estar consciente de que de mi corazón mana mi vida. Padre justo, también me dispongo y ayúdame a poner mi mirada en lo que tenga por delante, a fijar en lo que está enfrente de mí. Padre Santo, ayúdame a ir por los caminos correctos, porque hoy también recibo, confieso creer, a como me lo revela tu palabra, que todos nuestros caminos están a la vista tuya, y que tú examinas todas nuestras sendas, para darle a cada uno, según sea, nuestros caminos y obras. Padre Eterno, también recibo que tú aborreces seis cosas, y que siete te son desestables. Ayúdame a no tener ojos que se inaltecen, ayúdame a no tener una lengua que miente, ayúdame a que mis manos no derramen sangre inocente, ayúdame a que mi corazón no trame planes perversos, ayúdame a que mis pies no corran a hacer lo malo, ayúdame a no ser un testigo falso que propaga mentiras, y a no sembrar discordia entre los hermanos. Padre Sabio, hoy recibo que tu mandamiento es una lámpara, que tu enseñanza es una luz, y la disciplina es el camino a la vida. Por tanto, te pido que me ayudes a usar tu mandamiento como una lámpara, a usar tus enseñanzas como una luz, que alumbre mi camino, y ayúdame a practicar la disciplina que me lleva al camino de la vida. Todo esto, Padre, te lo pido una vez más. Quieras tú hacerlo. Te lo pido conforme a tu palabra, te lo pido porque creo que tienes el poder para hacerlo, y te lo pido en el nombre de tu amado Hijo, Cristo Jesús, mi Señor, mi Rey, mi Salvador y mi Dios. Y por eso creo que lo harás. Amén y Amén.