Ā”Cantando! Dame un nuevo corazón Que te alabe noche y dĆa Dame un nuevo corazón Oh JesĆŗs, TĆŗ eres mi guĆa Dame un nuevo corazón Y que sea morada tuya Dame un nuevo corazón Dame un nuevo corazón Cada dĆa La oración es la actividad mĆ”s sublime del alma humana Y por lo tanto, es al mismo tiempo la prueba mĆ”xima de la verdadera condición espiritual del hombre. El Ministerio Radial y Podcast, hasta que el dĆa sea perfecto, le invita a escuchar y compartir la serie Ahora es la Hora.
Juntos reflexionemos la veracidad y la necesidad de tener una vida de oración. Para esta entrega contamos con la voz y experiencia del pastor Eliseo Charleston, Domingo, quien nos instruye desde los Estados Unidos. El hermano Reinaldo Nisbet Jr. y sus colaboradores les esperan con Biblia, papel y lĆ”piz en mano. Y algo mĆ”s, Ćŗnase con la intención de aprender. Dios les bendiga, muy buenos dĆas, muy buenas tardes o muy buenas noches a cada uno de ustedes que ha querido, que estĆ” reincidiendo en escuchar la oración.
Y que ha querido que se sientan en la oración. Y que se sientan en la oración. Y que se sientan en la oración. Y que se sienten en la oración. Y que se sienten en la oración. Y que se sienten en la oración. Y que se sienten en la oración. Y que se sienten en la oración. Y que se sienten en la oración. Y que se sienten en la oración. Y que se sienten en la oración.
Y que se sienten en la oración. Y que se sienten en la oración. Y que se sienten en la oración. Y que se sienten en la oración. Y que se sienten en la oración. Y que se sienten en la oración. Y que se sienten en la oración. Y que se sienten en la oración. Y que se sienten en la oración. Y que se sienten en la oración. Y que se sienten en la oración. Y que se sienten en la oración.
Y que se sienten en la oración. Y que se sienten en la oración. Y que se sienten en la oración. Y que se sienten en la oración. Y que se sienten en la oración. Y que se sienten en la oración. Y que se sienten en la oración. Y que se sienten en la oración. Y que se sienten en la oración. Y yo entonces me escondo, guardo silencio, cedo los micrófonos a este pastor para que Ć©l haga lo que tiene que hacer y que Ć©l sea una respuesta del cielo para usted y para mĆ.
El Ministerio Radial y Podcast, hasta que el dĆa sea perfecto, le invita a escuchar y compartir la serie Ahora es la Hora. Juntos reflexionemos la veracidad y la necesidad de tener una vida de oración. Hoy es el dĆa de la oración. Hoy es el dĆa de la oración. Hoy es el dĆa de la oración. Hoy es el dĆa de la oración. Hoy es el dĆa de la oración. Hoy es el dĆa de la oración. Hoy es el dĆa de la oración.
Hoy es el dĆa de la oración. Hoy es el dĆa de la oración. Hoy es el dĆa de la oración. Hoy es el dĆa de la oración. Hoy es el dĆa de la oración. Hoy es el dĆa de la oración. Hoy es el dĆa de la oración. Hoy es el dĆa de la oración. Hoy es el dĆa de la oración. Hoy es el dĆa de la oración. Hoy es el dĆa de la oración. Hoy es el dĆa de la oración.
Si me buscas yo enjugarĆ© tu llanto cuando muchos no te quieran ayudar. BorrarĆ© tu tristeza y tu quebranto si das tiempo para hablar. En Cristo ahora pongo mis cargas. Ćl es mĆ”s que vida en mĆ. Me cambia mi desaliento. Cada dĆa me acompaƱa a mĆ. Que no oyen la invitación al jardĆn de la oración. Toma tiempo para hablar. Que Dios le bendiga, que Dios le guarde, que la gracia y el favor del SeƱor estĆ© con cada uno de ustedes.
Les habla su hermano y su amigo, Pastor Eliseo Charleston. Quiero dar gracias a Dios por su amor, por su misericordia en este dĆa y por concederme la oportunidad de poder conversar con cada uno de los oyentes en esta hora sobre la oración. Bendito sea el nombre del SeƱor, uno de los tópicos que nos compete a nosotros los creyentes, la oración. Usted sabe que la esencia de la oración es simplemente hablar con Dios. Hablar con Dios como usted y yo lo harĆamos con un querido amigo, sin pretensiones, sin ligerezas, solamente establecer una amena conversación con Ćl.
Sin embargo, muchos creyentes tenemos problemas con esta actitud de la oración. A veces se nos olvida que la oración es un camino de doble vĆa. Es decir, que nosotros hablamos con Dios, pero que tambiĆ©n en la oración Dios habla con nosotros. ImagĆnese que nosotros, usted va al mĆ©dico, tiene una cita con el doctor, y usted se siente en el consultorio del doctor y comienza a hablar con el doctor y decirle, doctor, mire, estoy aquĆ porque hace una semana que tengo dolor de cabeza.
DespuĆ©s, el otro dĆa, tengo dolor en la espalda, no puedo caminar. Cuando me levanto en la maƱana, pues me levanto con molestias. Y tambiĆ©n me duele un dedo. Y mire, cuando trato de hablar, no hablo bien. Y asĆ sucesivamente, estĆ” usted describiendo y vaciando prĆ”cticamente, literalmente, una lista de sus quejas, de sus sentimientos, de los acontecimientos adversos que usted ha pasado y estĆ” pasando en su vida, y de las molestias que tiene el cuerpo, y el doctor pacientemente estĆ” escuchando, pero de repente, usted mira su reloj y dice, bueno, ya es tarde, ya se estĆ” haciendo tarde, y se levanta de la silla del consultorio del mĆ©dico y se va.
Cuando no le dio la oportunidad al mĆ©dico de responder, es probable que el mĆ©dico, antes de usted salir, le diga, un momento, le gustarĆa escuchar cuĆ”l es la opinión que tengo. Creo que a nosotros, a muchos de nosotros nos acontece lo mismo. Nosotros vamos donde Dios y vamos con una lista de peticiones delante de su presencia, y cuando se nos acaba la lista, o tal vez no se nos acaba la lista, tal vez tenemos pendiente alguna otra actividad que hacer, pues, y nos levantamos de nuestras rodillas y nos vamos.
Asà como el que va al médico y solamente describe su condición sin recibir la respuesta del médico, sin recibir las instrucciones que el médico pueda darle, los exÔmenes que el médico pueda hacer para determinar qué es lo que estÔ ocasionando las molestias que tiene. Asimismo, nos acontece cuando nosotros nos paramos, una vez que hablamos y hablamos y hablamos delante de la presencia de Dios y nunca escuchamos su voz, nunca nos detenemos a escucharlo a él. Nunca nos detenemos a escuchar cuÔl es la opinión, qué tiene que decir Dios con las peticiones y lo que nosotros le decimos, cuÔl es la opinión de él, cuÔles son las instrucciones de él, cuÔl es el examen que él va a hacer, qué obra va a hacer en nosotros para mejorar nuestra condición.
Por eso, mi querido hermano, hermana, creemos que la oración es un camino de doble vĆa. Nosotros sĆ debemos hablar con Dios, establecer una conversación, abrir nuestro corazón con toda sinceridad delante de su presencia, pero tambiĆ©n tomar un momento para escuchar y saber quĆ© Dios opina de nuestra condición y abrir nuestro corazón para confiar plenamente en lo que Ć©l nos diga hasta el punto que nos sometamos a sus instrucciones para que haya mejorĆa, para que haya cambio, para que haya salud, sanidad, respuesta a nuestras peticiones.
Al amanecer de una hermosa maƱana, cuando las aves y los cantan al SeƱor, puedo oĆr una voz que me dice, toma tiempo para hablar. La comunión con Dios es tan vital y la oración es tan efectiva para el cumplimiento del plan de Dios para nosotros. Por esto, el enemigo intenta constantemente introducir errores a nuestro entendimiento y compromiso con la oración. La comunión con Dios es vital y la oración es efectiva para el cumplimiento del llamado, del plan, del propósito de Dios para con cada creyente.
Si nosotros no oramos, hermano, hermana, si no llevamos una vida de oración, pues entonces serÔ imposible ver el cumplimiento del plan de Dios, del propósito de Dios en nuestra vida. La oración es la actividad mÔs sublime del alma humana, y por lo tanto es al mismo tiempo la prueba mÔxima de la verdadera condición espiritual del hombre. Oiga bien, la oración es la actividad sublime del alma, y también es la prueba mÔxima, la prueba verdadera de la condición espiritual del hombre.
Es decir, que el hombre, el siervo, la sierva de Dios, que no lleva una vida de oración, su condición espiritual es pobre. No hay nada que diga tanto la verdad sobre nosotros como cristianos que nuestra vida de oración. Ya que cuando nosotros oramos, nosotros descubrimos la condición real de nuestra vida espiritual, hermano. Porque cuando oramos nos examinamos en privado, y cuando nos examinamos en privado, no hay lugar para la pretensión, no hay lugar para la hipocresĆa.
Por cuanto estamos en privado en la presencia del SeƱor, abrimos nuestro corazón al EspĆritu Santo, y el EspĆritu de Dios nos revela nuestra condición. Por eso es necesario que nosotros sĆ hablemos con Ćl, pero que tomemos tiempo y nos expongamos en silencio en Su presencia, dĆ”ndole la oportunidad al EspĆritu Santo que hable y nos enseƱe y nos revele nuestra condición espiritual, nuestro interior, cómo estamos realmente delante de Dios, dónde nosotros estamos parados espiritualmente hablando. Porque cuando estamos a solas con Dios es que realmente sabemos dónde es que nos encontramos nosotros en el sentido espiritual.
ĀæDónde estamos? Porque Dios nos revela nuestra condición. Bendito sea el nombre del SeƱor. Quisiera conversar con ustedes en este momento sobre el modelo de la oración, la perspectiva judĆa sobre la oración. Por ejemplo, miren, los judĆos del Antiguo Testamento deseaban orar porque ellos creĆan que Dios querĆa que se acercaran a Ćl. Oiga, el deseo de los judĆos del Antiguo Testamento de orar es porque ellos creyeron y creĆan que Dios querĆa que ellos oraran. Este es un motivo bastante noble para nosotros querer orar, porque nosotros sabemos, nosotros los creyentes sabemos y debemos tener este conocimiento, asĆ como los judĆos del Antiguo Testamento, de que Dios quiere que nosotros oremos, que nosotros establezcamos una conversación con Ćl.
Dios estĆ” interesado. Por eso Dios dice, y me buscarĆ©is, y me buscarĆ©is, y me hallarĆ©is, porque me buscarĆ©is de todo vuestro corazón. BĆŗscame. Y JesĆŗs dijo, pedid, y se os darĆ”, buscad y hallarĆ©is. Porque todo aquel que pide recibe, y el que busca halla, y dice, tocad, y se os abrirĆ”, porque todo aquel que toca se le va a abrir. Santo es el Cordero. Dios estĆ” interesado de que nosotros oremos. En el Salmo 148, versĆculo 18, la palabra de Dios nos dice, cercano estĆ” JehovĆ” a todos los que le invocan, a todos los que le invocan.
ĀæDe veras? Ese es el pensamiento de los hermanos en el Antiguo Testamento, de los judĆos del Antiguo Testamento. Eso es en su pensamiento. Ellos estĆ”n diciendo, JehovĆ” se acerca, Ćl estĆ” cercano a aquellos que lo invocan, a aquellos que lo buscan en oración, a aquellos que lo llaman. Oye, la oración es invocar, la oración es llamar el nombre de JehovĆ”, es buscarle con todo el corazón, de veras, de verdad, acercarme a Ćl, porque yo sĆ© que a Ćl le agrada que yo me acerque y que yo hable con Ćl.
Aleluya. Canto el Cordero de Dios. Aleluya. Mi alma te adora, SeƱor. Aleluya. En Cristo ahora pongo mis cargas, Ćl es mĆ”s que vida en mĆ. Me cambia a mĆ desayentos, cada dĆa me acompaƱa a mĆ. Que no oyen la invitación al jardĆn de la oración. Toma tiempo, ya. Oiga, los rabinos, los maestros judĆos, creyeron correctamente que la oración no era solamente comunicación con Dios, sino tambiĆ©n un arma poderosa que liberaba. Mire, un arma poderosa que liberaba su poder, esa arma tan poderosa que puede liberar el poder de Dios a favor de nosotros.
Oiga bien, los rabinos creĆan, y nosotros tambiĆ©n tenemos que creer esto. AsĆ como ellos creĆan que a Dios le agrada que nosotros oremos, y nosotros tenemos que creer lo que a Dios le agrada, que nosotros nos acerquemos a Ćl en oración. Ellos tambiĆ©n creĆan que la oración es un arma poderosa que libera el poder de Dios, que pone en manifiesto el poder de Dios a favor de su iglesia, a favor de su pueblo, a favor del individuo que se acerca a Ćl.
Bendito sea el nombre del SeƱor, y el salmista en el Salmo 91, versĆculo 15, nos dice, me invocarĆ” y yo le responderĆ©, con Ćl estarĆ© yo en la angustia, lo librarĆ© y le glorificarĆ©. Oiga bien, este es el pensamiento de los judĆos. El escritor acĆ” del salmista estĆ” diciendo que cuando invocamos, si yo invoco, gloria a Dios, el nombre de JehovĆ”, JehovĆ” me responderĆ”, y JehovĆ” va a estar conmigo. En mi angustia, JehovĆ” va a estar conmigo.
En mi dolor, JehovĆ” va a estar conmigo. En mis pruebas, en mis vicisitudes, JehovĆ” va a estar conmigo, y Ćl me librarĆ” de todo mal, y Ćl me glorificarĆ”. No solamente me librarĆ”, sino que me glorificarĆ”. Ćl me exaltarĆ”. Ćl me pondrĆ” por encima de mis enemigos. Ćl me pondrĆ” por encima de mis problemas, de mis dificultades, porque Ćl estĆ” conmigo. Mire, y el salmista decĆa, JehovĆ” de los ejĆ©rcitos estĆ” con nosotros. Nuestro refugio es el Dios de Jacob.
Oigan la mentalidad de los rabinos, de los judĆos, sobre la oración, bendito sea el nombre del SeƱor. Miren, los judĆos, ellos creĆan tambiĆ©n, que sus oraciones debĆan incorporar los siguientes elementos. Primero, debĆan incorporar la alabanza. En el Salmo 34, oiga bien, oiga bien lo que dice el Salmo 34. BendecirĆ© a JehovĆ” en todo tiempo. Su alabanza estarĆ” de continuo en mi boca. En JehovĆ” se gloriarĆ” mi alma, lo irĆ”n los mansos y se alegrarĆ”n. Engrandeced conmigo a JehovĆ” y exaltemos aĆŗn a su nombre.
Por aquĆ estĆ” el versĆculo 4, dice, busquĆ© a JehovĆ”, la razón por la cual yo voy a bendecir. Yo me comprometo a bendecir a JehovĆ” en todo tiempo. Gloria a su nombre para siempre. La razón por la cual la alabanza estarĆ” de continuo en mi boca, es que yo busquĆ© a JehovĆ” y Ć©l me oyó y me libró de todos mis temores. Gloria a Dios, los que miraron a Ć©l fueron alumbrados y sus rostros no fueron avergonzados.
Oye, cuando yo busco a JehovÔ, JehovÔ me oye. Aleluya. Yo busqué a JehovÔ, yo he experimentado esto. Yo busqué a JehovÔ, JehovÔ me oyó, JehovÔ me libró de todos mis temores. Oye, los que miran a JehovÔ, ellos no serÔn avergonzados, sino que sus rostros serÔn alumbrados. Y dice, este pobre clamó y lo oyó JehovÔ y lo libró de todas sus angustias. Aleluya. Aleluya. Por eso es necesario incorporar en medio de la oración la alabanza, reconociendo que JehovÔ es aquel que contesta oraciones.
Que el que le busca le haya. Que el que clama a Ćl, Ćl le responde. Como Ćl dijo, clama a mĆ y yo te responderĆ©. Aleluya. Aleluya. Aleluya. Aleluya. Gloria a su nombre. Ćl es mĆ”s querido en mĆ. Ćl cambia a mĆ de taliento. Cada dĆa me acompaƱa a mĆ. Quiero hoy en la invitación al jardĆn de la oración. Toma tiempo para hablar. Ahora es la hora. Volviste a lograrlo, SeƱor. Volviste a lograrlo. Eres bueno y poderoso y misericordioso.
Y sigues cuidando de mĆ, aunque no lo merezco. Alabado seas, JesĆŗs. Eres el SeƱor. GuĆame hacia quien tĆŗ quieras que ayude. Levanta a mĆ”s que se sumen a tus filas. Levantemos a mĆ”s que te amen y te busquen y confĆen en ti. LevĆ”ntalos, SeƱor. LevĆ”ntalos. SeƱor, necesitamos una generación de creyentes que no se avergüencen del Evangelio. Necesitamos un ejĆ©rcito de creyentes, SeƱor, que odien ser tibios y que se apoyen en tu palabra antes que nada mĆ”s.
LevÔntalos, Señor. LevÔntalos. Te suplico por la unidad de aquellos que te aman. Te suplico que abras sus ojos para que puedan ver tu verdad, Señor. Te suplico tu mano de protección y dirección. Levanta a una generación, Señor, que traiga luz a este mundo. Que no ceda cuando estébano presión. Que no sea cobarde, Señor, cuando otros se rindan. LevÔntalos, Señor, para que proclamen que sà hay salvación en nombre de Jesucristo. Levanta a guerreros, Señor, que lucharÔn de rodillas, que te adorarÔn con todo el corazón, Señor.
SeƱor, convócanos a la batalla para que te proclamemos Rey de Reyes y SeƱor de los SeƱores. Oro por esas cosas con todo el corazón. LevĆ”ntalos, SeƱor, levĆ”ntalos. Y si humillaren mi pueblo sobre el cual mi nombre es invocado, lloraren y buscaren mi rostro y se convirtieran de sus malos caminos, entonces yo oirĆ© desde los cielos y perdonarĆ© sus pecados y sanarĆ© su tierra. Dos Crónicas, 7-14. Recuerde, hasta que el dĆa sea perfecto, es una programación que sale los sĆ”bados a las 10 pm con su repetición los domingos a las 9 pm, por radio.tierrademilagros.org.
Sepa tambiĆ©n que puede escucharnos todos los dĆas y a todas horas por nuestra plataforma de podcast, como iBooks, Google Podcast, Spotify, entre otras. Dame un nuevo corazón que te alabe noche y dĆa. Dame un nuevo corazón oh JesĆŗs, TĆŗ eres mi guĆa. Dame un nuevo corazón y que sea morada Tuya. Dame un nuevo corazón Mire, la oración debe incorporar la gratitud y la acción de gracias. El Salmo 103, 1-5 nos dice Bendice alma mĆa JehovĆ” y bendiga a todo mi ser, Su santo nombre.
Bendice alma mĆa JehovĆ” y no olvides ninguno de sus beneficios. Ćl es quien perdona todas tus iniquidades, el que sana todas tus dolencias, el que rescata del hoyo tu vida, el que te corona de favores y misericordia, el que sacia de bien tu boca de modo que te rejuvenezca como el Ć”guila. Aleluya, oye bendice alma mĆa JehovĆ” y no olvides ninguno de sus beneficios. Gloria a Su nombre para siempre. No olvides ninguno de sus beneficios. Recuerda que Ćl perdonó todas tus iniquidades.
Cuando tĆŗ clamaste a Ćl, cuando tĆŗ te cercaste a Ćl arrepentido, Ćl te perdonó, y no perdonó solamente una, todas tus iniquidades, todos tus pecados, Ćl lo perdonó. Gloria a Dios. Cuando estabas enfermo, Ćl sanó todas tus dolencias, no solamente las fĆsicas, sino las dolencias del alma, las espirituales, Ćl las sanó. Cuando tĆŗ caĆste en el hoyo cenagoso, cuando creĆas que ya todo se habĆa acabado, que ya no habĆa rescate para ti, cuando creĆas que ya habĆa llegado tu final, gloria sea el nombre del SeƱor.
El salmista dice recuerda alma mĆa, que Ćl es el que rescató, rescata tu vida del hoyo, el que corona de favores y misericordia, Ćl te rescató del hoyo, Ćl metió su mano en el fango cenagoso, en el hoyo en el cual nosotros caĆmos, Ćl metió su mano y nos rescató ahĆ, y nos lavó y nos limpió, gloria a su nombre para siempre, y nos llenó de favores y misericordia. Gloria a Dios, el que sació de bien nuestra boca, de modo que donde habĆa tristeza y lamento y dolor, Ćl puso un cĆ”ntico nuevo, aleluya.
Aleluya. Aleluya. Aleluya. Aleluya. La oración tiene que incorporar reverencia, aleluya, aleluya, aleluya. Nuestra oración tiene que incorporar reverencia. En IsaĆas capĆtulo 6, verso 1 y verso 5, oye lo que nos dice, en el aƱo que murió el rey UsĆas, vi yo al SeƱor sentado sobre un trono alto y sublime, y sus faldas llenaron el templo. Y el verso 6, entonces dije, Ā”ay de mĆ que soy muerto! Porque siendo hombre de, de, de, mire, hombre inmundo de labios, y habitando en medio de pueblos que tienen labios inmundos, han visto mis ojos al rey JehovĆ” de los ejĆ©rcitos.
”Salud! ”Aleluya! ”Aleluya! ”Aleluya! Nuestra oración, cuando estamos de rodillas, delante de la presencia de Dios, tenemos que manifestar reverencia. ”Aleluya! ”Aleluya! Mientras estamos de rodillas, tenemos que ver al rey. Hay que contemplar al rey sentado en su trono, un trono alto, sublime. ”SomayÔ, toku sumayé! ”Aleluya! ”Aleluya! Nuestra oración debe incluir la reverencia. Mirar la majestad del rey santo. Mirarlo sentado en su trono. Mirarlo rodeado de gloria, de majestad. ”SomayÔ! Cuando los querubines, los serafines, los serpivientes, estÔn postrados, los ancianos se postran, y no se atreven a levantar su rostro para mirar la majestad del rey, asà tú y yo debemos venir delante de su presencia, con reverencia, ante el rey de reyes y señor de señores, con reverencia ante el alto y el sublime.
Una reverencia con temor y temblor, asĆ como dijo IsaĆas, Ā”Ay, ay, ay de mĆ! ĀæSabes por quĆ© IsaĆas gritó, Ā”Ay de mĆ! Porque Ć©l entró a la presencia de Dios, Ā”UhamayĆ”, en oración! Ā”Paru'achĆ”, utsumayĆ©! Ā”Aleluya! Entró a la presencia de los Ćmanos, Ā”Oh, gloria a su nombre para siempre! Ā”Gloria, gloria, gloria, gloria a su nombre! Ā”Gloria al Rey Soberano, al Eterno, al Alto y al Sublime, al Incomparable SeyamayĆ! Ā”AleobĆ”s, Rey Santo! Ā”A su nombre la gloria y el honor, el imperio, el poder, la sabidurĆa, sean dadas al SeƱor de los seƱores, al Dios de los dioses, al Rey Soberano, al Alto, al Sublime! Cuando IsaĆas se vio en medio de la gloria, el brillo de la gloria, el resplandor de la gloria de la presencia de Dios, porque cuando estamos en oración nos exponemos ante la gloria de Dios, nos exponemos ante la majestad de la presencia de Dios, y cuando lo miramos a Ćl, Ā”Oh, aleluya! Su gloria se torna como tan brillante, tan resplandeciente, y que nos permite a nosotros vernos tal y como somos.
En esta respectividad de la oración, Ā”Porwaychau! Ā”Hashurvahasayah! Porque el brillo de la gloria de Dios nos permite que nosotros veamos nuestro corazón, que veamos nuestro interior, que conozcamos realmente quienes somos. IsaĆas se vio, IsaĆas se vio y por eso gritó, Ā”Ay de mĆ! Ā”Ay de mĆ! Ā”Ay de mĆ que soy muerto! Ā”Mi condición, los que merecen muerte! Porque soy un hombre, Ā”inmundo de labios! Oye, yo hablo mal, mis labios no hablan cosas correctas. Yo estoy mirando ahora que abrĆ mi boca y lo que decĆa no debĆ decirlo.
Aquà en la presencia de Dios lo estoy mirando. ”Ay de mà lo que yo merezco por mi condición es la muerte! Y habitando, y no solamente eso, que yo he estado habitando en medio de un pueblo que también tiene labios inmundos. Y asà con esa condición, ”mis ojos pueden ver al Rey JehovÔ de los ejércitos! ”Soy amado y te adoro, Señor! ”Aleluya! ”Aleluya! ”Aleluya! ”Aleluya! ”Muchas gracias! Mi alma te adora, Señor amado. Mi alma te bendice, Rey soberano.
Mira cuando nos miramos, cuando IsaĆas se miró y clamó, reconoció su condición. Ćl al mismo tiempo se puso a la merced de la misericordia y de la gracia. Y la misericordia, mira, esa confesión de IsaĆas lo que hizo fue que activó la misericordia de JehovĆ”, Okumaya. Inmediatamente la misericordia se manifiesta y viene un Ć”ngel enviado de Dios y toma un carbón encendido del altar de JehovĆ” y lo pasa por los labios de IsaĆas y santifica su labio.
Y eso es lo que recibimos cuando estamos en oración. Eso es lo que recibimos cuando estamos en la presencia de Dios. Reconocemos nuestra condición. La gloria nos revela cómo estamos nosotros, dónde estamos parados y cuĆ”l es nuestra condición. Pero tambiĆ©n nos permite, nos lleva, el mismo espĆritu nos lleva a la confesión. El mismo espĆritu nos lleva al arrepentimiento. Oh gloria a Dios. Y viene JehovĆ” y manifiesta su gracia y su misericordia. Y recibimos liberación y recibimos sanidad y recibimos santificación en su presencia.
Por eso es vital la oración en la vida del creyente. ”Vaya! Es vital la oración. Es vital la oración. Pasar el tiempo en oración, hablando con Dios, adorÔndole, mientras estamos de rodillas. Ya no rabajasé. ¿Tú sabes lo que sucede? Desde aquà de la tierra de rodillas, Dios abre un puente y la escalera de Jacob se manifiesta, la cual es Jesucristo, y nos conecta con el cielo. Y nosotros de rodillas entramos a donde estÔ el trono y vemos la gloria de Dios y nos exponemos bajo la gloria.
Y la exposición ante la gloriosa presencia de Dios transforma la vida del hombre. Hay algo que se efectĆŗa en el interior. Su espĆritu es santificado, su alma es purificada. Por eso JesĆŗs le enseñó a los discĆpulos. AhĆ en Mateo capĆtulo 6, JesĆŗs le enseñó a los discĆpulos. Ā”EscĆŗchame bien! Cuando ores, debes sacar tiempo. Ā”Entra en tu aposento y cierra la puerta! Ā”Cierra la puerta! Mira, Ā”cierra la puerta para orar! Busca la intimidad con Dios. Procura la soledad con Ćl, tu estimado ElĆas.
Ā”Uuuuh! Procura la soledad con Ćl, tu mĆ”s amĆ”ndito MarĆa. Ā”Aleluya, aleluya, aleluya! Mas tĆŗ cuando ores, cuando ores, entra en tu aposento. Ā”Entra en tu lugar secreto! Ā”Entra! La posición de tu corazón es esta. Ā”Cierra la puerta! Ā”Cierra la puerta! Ā”DesconĆ©ctate del mundo que estĆ” afuera! Ā”DesconĆ©ctate de lo que te rodea! Ā”Cierra la puerta! Y ora a tu Padre. Esta es la posición del corazón. Yo cierro la puerta porque yo voy a hablar con mi Padre.
Voy a hablar con mi PapĆ”. Soku Shimabalai. Y el EspĆritu Santo te enseƱa, mira, la palabra de Dios dice que el EspĆritu Santo clama en nuestro interior y Ćl dice, Ā”Aba! Ā”Aba! Ā”Aba! Es cuando los niƱos subĆos son los que llaman a su Padre asĆ. Es como nosotros, en espaƱol, los niƱos pequeƱos le dicen a su Padre, Ā”Papi! Ā”Papi! Ā”Papito! Eso es lo que quiere decir, Ā”Aba! Y el EspĆritu Santo cuando estamos en la presencia del SeƱor, Ćl clama dentro de nosotros, Ā”Aba! Ā”Papi! Ā”Papito! Ā”AquĆ estĆ” tu hijo! Ā”AquĆ estĆ” tu hijo delante de tu presencia! Ā”Aba! Ā”Aba! Por eso eso dice, Ā”Ora a tu Padre! Ā”Ora a tu Aba! Ā”Ora a tu Aba! Ā”Habla con Ćl! Ā”Habla con Aba! Ā”Hablale! Ā”Ora a tu Aba! Ā”Habla con Ćl! Ā”Habla con Aba! Ā”Hablale! HĆŗyan arriba asĆ y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensarĆ” en pĆŗblico.
La respuesta viene del Padre. Eluha Yuna Vazuki Onoraba Vanseloa Vamos a orar. Vamos a establecer la vida de oración. Vamos a restablecer el altar de oración. JesĆŗs le enseñó como modelo a los discĆpulos. Mire cuando oren, dĆganle a su Padre nuestro, que estĆ”s en los cielos. Santificado sea tu nombre. Reconoce que con quien hablas es con tu Padre. No eres un extraƱo. No eres un simple obrero. Un jornalero. Cuando Ćl habla de temor y reverencia, no es que tenga miedo, que te aleja.
Sino que te acerque reverentemente a tu Padre, tu PapĆ”. Que aunque estĆ” en los cielos, aunque eres el alto y el sublime, aunque eres el incomparable, el todopoderoso, Ćl tambiĆ©n es tu Padre. Santificado sea tu nombre, y enseƱa lo que es la alabanza, el reconocimiento, la adoración. Venga a tu reino, hĆ”gase tu voluntad como en el cielo hacia la tierra. Venga a tu reino, cuando Ćl decĆa venga a tu reino, no solamente el anhelo y el deseo de que el gobierno de Dios se establezca en la tierra, sino que se establezca en mi vida.
EstÔ diciendo Señor, yo niego mi propia vida, mis deseos. Yo me niego a mà mismo. En un reconocimiento como Juan el Autista, es necesario que yo me enguepe, yo me enguo. Yo me hago enguar a mà mismo para que tú crezcas, para que se establezca tu reino, para que tu dominio, tu gobierno, se establezca en mi vida, Señor. JuliÔ samay, sauvivalahiyavó. Venga a tu reino, establece tu gobierno en mi vida, Padre. Vio, Abba, establece tu gobierno.
Y para que tu gobierno, tu reino, se establezca en mi vida, pues yo tengo que rendirme y entregarme y negarme a mĆ mismo para que esto acontezca. Eso hace la oración, es la oración que modelo la que enseñó Jesucristo, nuestro Salvador. Pal nuestro de cada dĆa dĆ”ndolo hoy, confĆa que la provisión es una provisión diaria, y que cada dĆa hay una promesa, hay una palabra, hay una provisión de parte de Dios para nosotros. La oración es vital, iglesia.
La oración es vital, amado hermano. Cuando estamos en oración, cuando oramos, cuando estamos a sola con Dios, es que realmente sabemos donde nos encontramos en el sentido espiritual. Muchos de nosotros vagamos y damos malos ejemplos porque no tenemos una vida de oración, y nunca nos daremos cuenta cual realmente es nuestra condición, porque el EspĆritu, no le hemos dado la oportunidad al EspĆritu Santo que nos revele, no nos hemos expuesto a la gloria, a la presencia de Dios para revelarnos nuestra condición.
Pedro, tras la pesca milagrosa, cuando JesĆŗs le dijo a Bogomar adentro, que Ć©l vio lo que habĆa acontecido, Pedro, le dijo al SeƱor postrĆ”ndose, que Ć©l no se acerque a la oración, que Ć©l no se acerque a la oración, que Ć©l no se acerque a la oración, que Ć©l no se acerque a la oración, que Ć©l no se acerque a la oración, que Ć©l no se acerque a la oración, que Ć©l no se acerque a la oración, que Ć©l no se acerque a la oración, que Ć©l no se acerque a la oración, que Ć©l no se acerque a la oración, que Ć©l no se acerque a la oración, que Ć©l no se acerque a la oración, que Ć©l no se acerque a la oración, que Ć©l no se acerque a la oración, que Ć©l no se acerque a la oración, que Ć©l no se acerque a la oración, que Ć©l no se acerque a la oración, que Ć©l no se acerque a la oración, que Ć©l no se acerque a la oración, que Ć©l no se acerque a la oración, por el amor de Jesucristo, a que restaures tu vida de oración.
Estamos iniciando un nuevo aƱo, 2023. SerĆa bueno que te propongas en el corazón restaurar la vida de oración. Tomar diariamente un momento para hablar con tu Padre, y darle tiempo para escuchar lo que Ćl tiene que decirte, lo que Ćl tiene que revelarte. El Padre le interesa nuestra oración. Cuando oramos, la oración es tan poderosa que desata el poder, hace que se manifieste el poder de Dios para nosotros. Tu Rabai Kiso Amais. Aleluya, Aleluya, Aleluya, Aleluya, Aleluya.
Mi alma te alaba, Padre, te doy todo honor y toda gloria, toda honra, PapĆ”. TĆŗ has sido bueno y tu misericordia es para siempre, Dios amado, un rey magia. Te doy honor, te doy gloria, te doy honra, te doy alabanzas, te doy exaltación y adoración, amado mĆo. Amado mĆo, mi alma te bendice y te glorifica y te exalta. Gracias, SeƱor. Gracias, mi amado Dios. Gracias, Papito lindo, precioso. Gracias, Abba. Abba, Abba, aquĆ estoy. Te adoro, te bendigo, te glorifico, te exalto.
Rindo honor y gloria a tu nombre. Honor y gloria. Honor y gloria. Honor y gloria. Honor y gloria a tu nombre. Honor y gloria. Toda la gloria, toda la honra. SĆ, sĆ, SeƱor, sĆ, SeƱor. Mi alma te adora, mi alma te adora. Mi alma te bendice, mi alma te exalta. Mi alma te da honor, SeƱor. Gracias, Pa. Que Dios le bendiga, iglesia, que Dios le bendiga. Que Dios te bendiga, iglesia, que Dios te bendiga, hermano. Que la gracia, que el favor de nuestro SeƱor Jesucristo sea con tu vida.
Que el poder del AltĆsimo te cubra con su sombra. Que la gloria de JehovĆ” se manifieste en tu vida y te revele tu condición. Cualizaias pueda ver tu interior, tu condición delante de Dios. Y gritar y clamar ante su presencia para que el trono sea movido. Y de la presencia de Dios venga tiempos de refugio, tiempos de limpieza. Que la gracia del SeƱor estĆ© sobre ti. Dios le bendiga, hermanos, Dios le guarde. Les habló su hermano, Pastor Eliseo Charleston de la iglesia.
Puerta abierta. Concilio, puerta abierta. LƩbano, Pensilvania, Estados Unidos. Que la gracia y el favor de nuestro SeƱor Jesucristo te llene. Ahora y siempre. AmƩn. AmƩn. AmƩn. AmƩn. AmƩn. AmƩn. AmƩn. AmƩn. AmƩn. AmƩn. AmƩn. AmƩn. AmƩn. AmƩn. AmƩn. AmƩn. AmƩn. AmƩn. AmƩn. AmƩn. AmƩn. AmƩn. AmƩn. AmƩn. AmƩn. AmƩn. AmƩn. AmƩn. AmƩn. AmƩn. AmƩn. AmƩn. AmƩn. AmƩn. AmƩn. AmƩn. AmƩn. AmƩn.