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The human mind and the five fundamental parts of the brain are discussed. It is emphasized that the brain is an instrument of the mind, but not the mind itself. The intimate relationship between the brain and the mind is explored. The concept of the astral body and its connection to the mind is mentioned. Scientific experiments on materialization of entities and the existence of the astral body are cited. It is argued that the brain is governed by the mind, not the other way around. The role of the senses in perception and the influence of the ego in shaping thoughts and experiences are explained. The occurrence of nocturnal emissions during dreams is attributed to the mind's interaction with mental images created by the ego. La mente humana. El cerebro tiene cinco partes fundamentales. Primera, el encĆ©falo. Segunda, el cerebelo. Tercera, el cerebro medio. Cuarta, la mĆ©dula oblongada. Quinto, el pons varoli o puente de varolio. Aquellos que dicen que el encĆ©falo gobierna a la inteligencia, memoria, voluntad, etc., realmente desconocen la existencia del cuerpo mental. Esas personas deben estudiar los seis volĆŗmenes de la Doctrina Secreta de Elena Petronila Blavatsky. El cerebro estĆ” hecho para elaborar el pensamiento, pero no es el pensamiento. El cerebro es un instrumento de la mente, pero no es la mente. Debemos distinguir entre cerebro y mente. Debemos estudiar las Ćntimas relaciones del cerebro con la mente. En presentes capĆtulos hablamos del cuerpo astral. Entonces dijimos que dentro del astral estĆ” la mente y los principios anĆmicos y espirituales del hombre. La mente es un cuerpo sutil maravilloso que tiene su ultrafisiologĆa y su ultrapatologĆa en Ćntima relación con el sistema nervioso, cerebro, espinal y cerebro. El pensamiento es una función del cuerpo mental. El hombre puede pensar sin cerebro fĆsico en forma independiente de la materia cerebral. Esto ya estĆ” demostrado en los laboratorios cientĆficos donde se logró materializar a entidades desencarnadas. Estamos hablando de hechos concretos ya demostrados. Si el lector no ha leĆdo nada sobre las materializaciones de Cathy King con ayuda de las medium de la materialización, seƱoritas Fox, en el laboratorio de William Crokes, el hecho concreto es que el astral de la difunta Cathy King estuvo materializĆ”ndose por tres aƱos consecutivos en un laboratorio cientĆfico. Entonces los cientĆficos vieron, oyeron, palparon. Esta entidad se dejó someter a toda clase de experimentos. AllĆ no hubieron totalmente hasta las mĆ”s mĆnimas posibilidades de fraude. A los tres aƱos de experimentación, Cathy King se desmaterializó lentamente en presencia de las cĆ”maras fotogrĆ”ficas y dejó a los hombres de ciencia un bucle de cabello materializado como Ćŗltima prueba de la realidad de sus materializaciones. Estamos hablando, pues, de hechos demostrados. El encĆ©falo estĆ” gobernado por la mente, pero la mente no estĆ” gobernada por el encĆ©falo. El encĆ©falo es el instrumento de las emociones y de la conciencia, pero no produce emociones ni conciencia. Lo que es lógico no puede ser refutado por la ignorancia. La lógica es lógica. Los que afirman que el cerebro produce pensamiento, emoción y conciencia son ignorantes porque no han estudiado el cuerpo mental. Con base en la ignorancia no se puede refutar. Es necesario que los ignorantes estudien. El proceder del pensamiento de la mente de los cinco sentidos es extraordinario. Las informaciones procedentes del mundo exterior son recogidas por los órganos de los sentidos de la percepción externa. Estos informes van a la oficina cerebral donde el oficinista los analiza y estudia. Desgraciadamente, el oficinista tiene siempre un mal secretario que lo traiciona. Ese mal secretario es el yo, el mĆ mismo, el ego. Vamos, por ejemplo, a un teatro donde se exhibe una pelĆcula erótica. Todas sus percepciones son recogidas por el oficinista en su despacho cerebral. El oficinista estudia la pelĆcula, la contempla y se recrea en ella. El secretario, a hurtadillas y en mucho secreto, se roba las imĆ”genes eróticas y las reproduce por su cuenta en el plano mental de la gran naturaleza. Entonces, estas imĆ”genes se convierten en efigies vivientes del mundo mental. MĆ”s tarde, durante el sueƱo normal, la mente embotellada en el yo resulta fornicando con sus efigies mentales y vienen las poluciones nocturnas. El soƱador fornica con las imĆ”genes mentales creadas por el mĆ mismo. El soƱador ve clarividentemente esas imĆ”genes y esa es la clarividencia inconsciente.