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The speaker recounts a story from their university years about giving a workshop on diabetes. Initially, the audience was disengaged, so the speaker started involving them by asking questions and encouraging discussion. This made the workshop more interactive and effective. They discuss the importance of incorporating practical activities, using relevant examples, fostering interaction, and adapting to the local context and culture when designing educational workshops. By doing so, workshops can be more impactful and meaningful for the community. Tres. Monse, te voy a contar una historia de mis años universitarios a modo de ejemplo. Hace unos años, muchos años en verdad, cuando estaba en el tercer año de mi carrera de enfermería, fui asignado para dar un taller sobre diabetes en una comunidad de Teno, en el sur. ¡Por Dios, qué tiempos! Éramos tan polletos cuando estábamos en la U. Muy pollos, y además estaba muy nervioso, y también un poquitito intimidado, no te lo voy a negar. Era la primera vez que me tocaba hacer algo así. Bueno, igual esta situación es muy común dentro de las cargas de peligro, tener actividades de educación para la salud. A mí también me tocó montones de veces hacer algo. Oye, ya, cuéntame, ¿cómo te fue? Bueno, llegó el día del taller, y empecé con mi exposición, y de repente me di cuenta de que la mayoría de las personas en la audiencia estaban súper desconectadas, realmente estaban en otra. De verdad, si hubiese sido más popular en ese tiempo el uso del celular, yo creo que todos se quedan pegados mirándolo. Al principio fue un poquito molesto. ¿Y qué hiciste entonces? ¿Sabes? En lugar de seguir hablando sin parar lo que había preparado, comencé a hacer preguntas a la audiencia. Los comencé a involucrar en la discusión, y ellos comenzaron a compartir historias personales sobre el tema, en este caso la diabetes, y se empezaron a conectar con el tema. Y adivina qué es. A ver... La dinámica de la charla no se cambió por completo. Las personas empezaron a participar, haciendo preguntas, compartiendo sus propias experiencias y mostrando un interés real en el tema. Y fue ahí donde me di cuenta que los talleres que son interactivos y divertidos son mucho más efectivos para captar la atención de la audiencia y para facilitar el aprendizaje. Exacto, Alvarito. Tu experiencia finalmente demuestra cómo la interactividad y el entretenimiento pueden hacer que el proceso de aprendizaje sea mucho más efectivo y memorable para las personas. ¡Yes! Y entonces, Monse, ¿cómo podemos aplicar los principios en la práctica de diseñar talleres educativos efectivos? ¿Por dónde crees tú que deberíamos empezar? Yo creo que lo primero que debemos considerar es esta incorporación de actividades prácticas participativas que tú comentabas. En lugar de simplemente estar frente a un grupo y hablar durante toda la sesión, debemos involucrar a los participantes activamente en su proceso de aprendizaje. Oye, totalmente de acuerdo. Esto podría incluir actividades como demostraciones prácticas de lo que estamos enseñando. Juego de rol, ejercicio de grupo y simulaciones. Porque al proporcionar experiencias prácticas, podemos ayudar a nuestros participantes a aplicar el conocimiento de manera activa e inmediata y a retenerlo mejor. Exacto, Alvarito. Además, es crucial utilizar ejemplos y casos que sean relevantes para nuestra audiencia. Esto les va a ayudar a ver la conexión entre el contenido que estamos presentando y su propia vida o trabajo. Sí, y ¿sabes? Esto puede significar adaptar los ejemplos a situaciones comunes en su comunidad o incluso utilizar historias y testimonios de las personas locales para ilustrar algunos conceptos clave. A modo de ejemplo, en este mismo taller, comenzar a preguntar sobre quiénes del público tienen diabetes, qué síntomas sienten cuando les sube o les baja la glicemia, o incluso preguntarles qué entienden o cómo han vivido su enfermedad. Cuando más puedan relacionarse con el material, más probable será que se involucren y retengan la información. Así es. Incluso ahí también estás utilizando otra estrategia que es importante, que es fomentar la interacción y la participación de los participantes, propiamente tal. Sí, podemos lograr esto realizando discusiones en grupo, preguntas abiertas, debates y actividades de resolución de problemas. Al permitir que los participantes compartan sus experiencias y conocimientos, creamos un ambiente de aprendizaje que es, la verdad, colaborativo y enriquecedor. Esto siempre con tiempos bien definidos, Montse. No podemos estar dos horas contando una anécdota. Claro. Por último, pero no menos importante también, es adaptar nuestros talleres al contexto y la cultura local. En este caso tú estás en Teno, que es una comunidad rural al sur de Chile, que se ha acostumbrado a una alimentación o estilo de vida muy distinto, por ejemplo, a hacer este taller en pleno centro de Santiago. ¿Significa finalmente tener en cuenta las necesidades, valores y creencias de nuestra comunidad al diseñar nuestra sesión educativa? Sí. ¿Sabes? Implica el uso del lenguaje y ejemplos que sean culturalmente sensibles, así como considerar las barreras lingüísticas y el acceso de información. Sobre todo ahora, que Chile es cada vez más multicultural. Así es. Bueno, en resumen, al incorporar actividades prácticas y participativas, utilizar estos ejemplos relevantes, fomentar la interacción y la participación y adaptarnos al contexto y la cultura local, podemos crear talleres educativos que sean impactantes y significativos para nuestra comunidad.