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EPISODIO 29 CAMBIANDO EL JUEGO DEL MIEDO

EPISODIO 29 CAMBIANDO EL JUEGO DEL MIEDO

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Y Lupita Herrera. ¿Cómo estás, Marina? Bien, y tú, Lupita, ¿qué quieres que te diga de los próximos? ¡Uno más! ¡Uno más! ¡Oye, me da miedo! ¡Hablando del miedo! ¡Qué miedo! ¡Uy, uy, uy! ¡Miedo, miedo! ¿Quién no tiene miedo? Sí, como amenazantes, como que nos van a sacar de lo cómodo, como a lo desconocido, o sea, se puede presentar con muchas cosas el miedo. Yo, ¿sabes? Mis hijos me dicen, mami, ¿tú no tienes miedo? Como que se imaginan que ya de grandotes ya no tenemos miedo. Se va a quitar. Le digo, no, hijo, claro que sí. Lo que pasa es que pues uno va creciendo y los miedos crecen o los miedos cambian, obviamente. O sea, antes yo no podía dormir de chiquita si no había una luz prendida. Y, ajá, entonces, obviamente ahora prefiero que esté todo apagado, si no, no duermo. Sí. Oye, la verdad que sí. Entonces, pienso que también, o sea, más bien lo que necesitamos aprender a manejar el miedo para que no nos frenen a hacer las cosas. Porque, ¿sabes qué, Marina? Nos podemos perder o nos perdemos de muchas cosas por el miedo, ¿no? Por tener miedo. Nos controle. Sí. Exactamente. Eso es lo importante porque si de por sí piensan que no tenemos miedo por ser adultos, ajá, imagínate nosotros guardar esos sentimientos. Pero es un sentimiento y tienes que aceptarlo. Así como cuando estás triste y te ve los ojos rojos y estás, o sea, con lágrimas y le digo a mamá, ¿estás triste? No, hijo, no, es una basurita. O sea, es importante aceptar el sentimiento, pero que no nos frene, ¿no? O sea, vivirlo y todo, pero pues en este caso en el miedo, es decir, haz todo lo que tienes que hacer. Todo el mundo sentimos miedo, pero hazlo con miedo. Que no te frene a hacer las cosas, ¿no? Sí. Sí. Sí. Sí, también puede ser que vengamos repitiendo patrones también, ¿no? Programas de miedo. O sea, si nuestros padres nos infringieron todo el tiempo miedo, pues, ¿qué crees que vas a hacer tú? Entonces, pero… Sí, y lo mencionamos no para echar culpa, siempre lo hemos mencionado. El hecho de querer reprogramarnos, el querer mejorar, el querer cambiar, no es con la intención de juzgar a nuestros padres en que hicieron mal las cosas y por eso estamos nosotros mal y por eso buscamos mejorar. No es esa la intención, es la intención de romper esas cosas, esos programas, esas ideas limitantes, ese negativismo, lo que tú quieras, ¿no? Sin echar culpa. De hecho, ellos hicieron lo mejor que pudieron hacer y nosotros estamos en la postura de hacer conciencia de que con eso, y hay más herramientas, de hecho vamos a hacer un paréntesis más adelante, precisamente que nos pueden ayudar para quebrar y romper esas ideas, esos programas para que no se sigan repitiendo, ¿no? Con la idea de que nuestros hijos mejoren y cada generación mejore y esté mejor y como dice nuestro mentor, pues, venimos a este mundo a ser felices, pues, hay que aprovechar y hay que utilizar todo lo que nos… lo tengamos a la mano para hacerlo, ¿no? Así es, dice que manejar y enfrentar el miedo es una habilidad fundamental… dale pues que ya se me borró aquí la situación, ya se me borró la situación aquí, de verdad no sé. Ok, perdóname, le estaba diciendo que manejar y enfrentar el miedo es una habilidad fundamental para el bienestar emocional y el crecimiento personal, entonces cuando nosotros descubrimos, hacemos conciencia, manejamos y enfrentamos lo que es el miedo, pues, obviamente va a haber un bienestar físico emocional y el crecimiento, ¿no? Entonces, vamos a ver unas estrategias, ¿verdad Marina, para lidiar con el miedo de una manera efectiva. Me encantó el tema, ¿eh? Así es, totalmente, pues, empezamos con el number one, vámonos. O sea que al respirar lento y profundamente nos vamos a calmar, nos vamos a tranquilizar cuando venga esa sensación, ese sentimiento de miedo. Y sí, ¿eh? Sí. ¿Eres de juegos extremos? ¿Eres de juegos extremos, Marina? ¡Ja, ja, ja! ¡Ja, ja, ja! Sí. ¡Ja, ja, ja! Fíjate que lo que estábamos hablando de que pasamos el miedo, yo soy así, yo soy bien miedosa para esas cosas de los juegos, como se llaman esas montañas, las montañas esas rusas, que se mueve el carrito y se da vuelta el carrito y estás de repente parada y acostada y te vuelan los pies y todas esas cosas, ¿no? Entonces, todo, todo te vuela y, pues, mis hijos no son muy extremos porque, pues, yo soy miedosa en esa parte, ¿no? Y el año pasado, Marina, ¿te acuerdas que mi hijo se fue a Disney y ahí voy yo, verdad? ¡Ja, ja, ja! Tratando de entre soltarlo y que dijeras, ok, aquí estoy, no voy a estar detrás de ti, pero que sientas que si pasa algo, necesitas algo, mamá está cerca de ti, ¿no? O sea, entonces, pues, fue una, fue un, el soltar poco a poco porque, pues, el miedo está ahí y más porque yo vengo de una familia súper mega extremadamente protectora. Entonces, a mí no me dejan salir ni la nariz a asomarla, pues. Entonces, imagínate, llegas a otro país con otra cultura, con otra manera de ver las cosas y, pues, te tienes que acoplar y, pues, bueno, o sea, qué esperanzas que mis papás me dejaran ir con mis amigos a Disneylandia sola a los 13 años, nunca en la vida, jamás. No. Ajá. Sí, pues. Pero, bueno, es parte de ir poquito a poquito soltando y mis hijos, él es muy comprensivo, Alexandra es muy comprensivo y dice, entiendo que tú vienes de otra manera de ver las cosas y vamos a hacerlo así. Entonces, él se fue con sus, ajá, se fue en el camión con sus amigos y todo y yo me fui aparte con el otro chiquito, ¿verdad? Y lo disfrutamos inmensamente. Y me di cuenta, mi hijo no es mucho de esos juegos, ¿no sabes? La primera foto que me mandó lloré, Marina, de verdad les quiero confesar que lloré porque me mandó la foto de un juego súper mega extremo con una cara de infelicidad, con todos sus amigos, obviamente, y es cuando, ¿sabes qué? Logras vencer muchos miedos. A lo mejor por el miedo a no ser criticado o a lo mejor por, ves a tus amigos y pues de esa manera vences ese miedo. Yo no sé qué le pasó, pero el caso es que venció esa parte y el otro trepado mil veces en el mismo juego y es lo mejor. Sí, sí. Entonces, este hace unas semanas fuimos a Knott's Berry Farm, no sé si has ido, me imagino que sí, ¿verdad? ¿No? Es un parque también de diversión, hasta los que no saben, en California, como Disney, pero menor. O sea, que no tardas las horas haciendo filas y todo es de este, ¿cómo se llaman estos personajes? Snoopy, son esos personajes, el Knott's Berry Farm. Está muy bonito, es más tranquilo el parque, te lo avientas, si llegas a las 10 de la mañana, que como lo hicimos nosotros, a las 6 de la tarde ya terminaste todo el parque y te subiste a todo, ¿sabes? Sí, y es parte de ese, pues, del miedo, ya me, ya me, el quizme está muy bueno, ¿no? Pero te quiero contar que yo me subí, me subí a un juego de esos, de un, no sé cómo se llama, no sé cómo, pero es un palomero así hasta el tope del cielo, casi, casi, y vas sentado y te vas subiendo el juego y nada más te subes. Te dejas, te suelta de golpe y pues que me trepo, que me trepo y dije, ay, acá voy a hacer lo que se siente la bajada, pero nunca, nunca pensé en mi cabeza, ya estaba yo trepada, amarrada y todo, la sensación de ir subiendo y ver que, o sea, tú estás así al borde del precipicio, sí, era una gritadera, ¡oh! ¡Eh, sí! Exacto, entonces ya que estás trepada hasta, hasta la pico, el punto en que no ves nada y todos te sueltan y, bueno, la adrenalina está cañón, está muy padre y todo, pero dices, changos, entonces cuando vas sin saber a lo que te enfrentas, el miedo pasa, lo sientes de manera diferente, ¿sabes? Pero bueno, ya nos fuimos, y sí, respire. Sí, que en paz descanse, por cierto. Ok, seguimos con, bueno, el número dos, reconocer y aceptar el miedo. Este, es el primer paso, sí, pero bueno, no importa, reconoces el miedo que estás experimentando y aceptas tus emociones, validas lo que sientes, porque luego, como les dije, te vas a sentir como si no tuvieras miedo. Reconoces el miedo que estás experimentando y aceptas tus emociones, validas lo que sientes, porque luego, como dijimos hace un ratito, estás de verdad triste, llorando, ojos hinchados, y llegan y, ¿estás triste? No, o sea, soy de palo, o sea, no siento. Y el primer punto es, no juzgarnos nosotros mismos. Deja tú que la demás gente te venga y te juzgue. No, tú misma, tú mismo no te juzgues por sentir miedo, ya que es una emoción completamente natural y común. Todos tenemos miedo, todos sentimos miedo, así que, no eres un bicho raro por sentir miedo. Así que, eso es el punto número dos. ¡Punto número tres! Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Ajá. Sí, porque estábamos... Y saben, para todos aquellos... Parece que estamos... Oye, si alguien nos está escuchando y dice dasoterapia, serpientes, terapias, me están ayudando. O sea, no es esoterismo, no tiene nada que ver con magia negra ni esas cosas. La verdad, respetamos, pero esto no tiene nada que ver. Tiene todo que ver con la magia que está dentro de ti y de todo lo que tú haces cuando tú limpias todo tu interior, tu mente, que estamos llenos de programas que no nos sirven. Venimos cargando con un sinfín de cosas que no nos sirven y que creemos que nos pertenecen y que creemos que así somos, y no es así. No es así. Entonces, lo único que hacemos en las certificaciones es limpiar todo eso. Estamos puliendo... Bueno, nosotros no, todavía no. El doctor está puliendo diamantes. ¡Je, je, je! ¡Je, je, je! ¡Je, je, je! ¡Je, je, je! ¡Je, je, je! ¡Je, je, je! ¡Je, je, je! ¡Je, je, je! ¡Je, je, je! ¡Je, je, je! ¡Je, je, je! ¡Je, je, je! ¡Je, je, je! ¡Je, je, je! ¡Je, je, je! ¡Je, je, je! ¡Je, je, je! ¡Je, je, je! ¡Je, je, je! ¡Je, je, je! ¡Je, je, je! ¡Je, je, je! ¡Je, je, je! ¡Je, je, je! ¡Usted échese la de su ronco pecho! ¡Órale! ¡Je, je, je! ¡Je, je, je! ¡Je, je, je! ¡Je, je, je! ¡Je, je, je! ¡Je, je, je! ¡Je, je, je! ¡Je, je, je! ¡Je, je, je! ¡Je, je, je! ¡Je, je, je! ¡Je, je, je! ¡Je, je, je! ¡Je, je, je! ¡Je, je, je! ¡Je, je, je! ¡Je, je, je! ¡Je, je, je! ¡Je, je, je! ¡Je, je, je! ¡Je, je, je! ¡Je, je, je! En lugar de tener un problema, tenemos una oportunidad. Exacto. ¿Cómo dirá José José? ¡Oh! ¡Ja, ja, ja! ¿Quién, quién, quién? ¡Ja, ja, ja! ¡Ja, ja, ja! ¡Ja, ja, ja! ¿La prisión? ¡Ja, ja, ja! ¡Ja, ja, ja! ¡Ja, ja, ja! ¡Ja, ja, ja! ¡Ja, ja, ja! ¡Ja, ja, ja! ¡Ja, ja, ja! ¡Ja, ja, ja! ¡Ja, ja, ja! ¡Ja, ja, ja! ¡Ja, ja, ja! ¡Ja, ja, ja! ¡Ja, ja, ja! ¡Ja, ja, ja! ¡Ja, ja, ja! ¡Ja, ja, ja! ¡Ja, ja, ja! ¡Ja, ja, ja! ¡Ja, ja, ja! ¡Ja, ja, ja! ¡Ja, ja, ja! ¡Ja, ja, ja! ¡Ja, ja, ja! ¡Ja, ja, ja! ¡Ja, ja, ja! ¡Ja, ja, ja! ¡Ja, ja, ja! ¡Ja, ja, ja! ¡Ja, ja, ja! ¡Ja, ja, ja! ¡Ja, ja, ja! ¡Ja, ja, ja! ¡Ja, ja, ja! ¡Ja, ja, ja! ¡Ja, ja, ja! ¡Ja, ja, ja! ¡Ja, ja, ja! Y creo que este comentario va muy ad hoc, pienso, de lo del tema de hoy, el miedo. ¿Tú te recuerdas nuestro primer episodio, cómo temblábamos de miedo? Y cómo 10 minutos se nos hacía la cosa más eterna del mundo. O sea, es decir, estábamos hablando con un miedo, repetimos una y otra vez la grabación, nos poníamos, nos escuchábamos muy cuadradas, muy, muy, no sé cómo decir la palabra, tensas, sí, preocupadas por lo que íbamos a decir, pues el miedo nos estaba controlando, pero aún así hicimos de eso lo que ahorita en el episodio número 29, ya, han pasado 44 minutos y yo los he sentido como que se acabó de prender la cámara, pues ahorita, el video. Sí. ¡Ja, ja, ja, ja! ¡Ja, ja, ja, ja! Así es. Y no sé, el punto, como tú lo dijiste hace unos minutos, Marila, es importante cuando sientes el miedo, lo reconoces, pero sigues actuando, todo viene, como que todo se integra y el universo te manda las cosas para que sigas fluyendo, ¿sabes? Y así me siento ahorita, como que poco a poco nos fue mandando cómo evitar, cómo hacerle lo de la frase mágica, todas esas cosas que las hemos conjuntado y mira, ahora 45 minutos y parece que estamos hablando tres minutos. ¡Ja, ja, ja! ¡Sí! ¡Ja, ja, ja! Así es, y pues un aplauso para ustedes que nos apoyan y para nosotras que, sí, para nosotras también que estamos venciendo cada vez, así que yo me aplaudo, yo me aplaudo. ¡Ja, ja, ja, ja! Y nos aplauden, sí, la verdad que sí. Así es, sí, y la verdad también un apoyo a nuestras familias porque, pues, es importante su apoyo porque nosotros estamos con mil cosas y luego todo así como, ¡silencio en la casa, amor, que voy a grabar! ¡Ja, ja, ja, ja! ¡Exacto! Entonces, la verdad es que es un conjunto de todo. Así que, pues, muy emotivo cerramos este episodio número 29, dándole pie al siguiente Taital que viene. ¡Qué emoción! Y más que enfrentarlo con miedo, ¡tararara! ¡Híjole, pues, de la resilencia! ¿Qué tal, eh? ¡Ja, ja, ja, ja! ¡Y puto! Yo ya no voy a decir más nada. ¡Ja, ja, ja, ja! Bueno, se los voy a decir, les voy a decir el tema porque me encanta, no sé si es que te parezca. Cultivando resiliencia superando las tormentas. ¡Ande, canijo! ¡Salió verso sin esfuerzo, cómo no! ¡Ja, ja, ja, ja! Ay, no, sí, pero, pues, bueno, para los que no saben ni nada, pues, quédense para el próximo porque aquí es donde vamos a aprender todo lo que tenga que ver con la resiliencia. ¡Qué emoción! Superando las tormentas, eso me encantó, ¿a poco no? ¡Ja, ja, ja, ja! Con lo que sigue, exactamente. Pues, bueno, Marina, vamos antes de despedirnos a decirles por si se conectó uno nuevo. Si nos está escuchando uno nuevo, ¿dónde nos puede encontrar? ¿Facebook? ¿YouTube? ¿TikTok también? Como Merakay creando mágicamente, ahí estamos posteando todo lo que tenga que ver ahorita con lo que es el taller porque queremos que llegue a ti. Si no te ha llegado, pues, búscalo. ¡Ja, ja, ja, ja! Así es, pues, nada, muchísimas gracias, Marina, una vez más por compartir el episodio número 29 contigo. Creando mágicamente.

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