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Isaac Asimov established the three laws of robotics: robots must not harm humans, must obey humans, and must protect their own integrity. The relationship between machines and humans is a popular theme in literature and film. The movie "The Creator" by Kareth Edwards explores this theme, along with other films in the genre. Edwards has showcased his talent for creating tension and suspense. He previously directed the monster movie "Godzilla," which was well-received for its aesthetics and commercial success. El escritor ruso Isaac Asimov estableció las tres leyes de la robótica. Las mismas dictaban que un robot debe ser inofensivo para los humanos, obedecer los mandatos de estos y proteger su propia integridad sin dejar de cumplir las dos leglas anteriores. La literatura o el cine han abordado en múltiples obras la relación entre máquinas y humanos. En la actualidad el hervidero informativo en torno a las inteligencias artificiales es incesante y coincidiendo con este fenómeno tan de moda, recientemente se estrenó la película The Creator, escrita y dirigida por Kareth Edwards. Una original propuesta que aborda esta temática, que será el hilo conductor de este programa. Hablaremos de películas basadas en estos argumentos, y por supuesto de la cinta de Edwards, de su particular estética y proceso de producción. Saludos de Matías Cobo, comenzamos un nuevo episodio. Kareth Edwards debutó en un largo con monstruos en 2010. Historia de su autoría al igual que The Creator. En la cinta de la que estamos escuchando su trailer ya dejaba entrever su talento para construir un filme ambicioso entremezclando un modesto relato de ciencia ficción con una historia intimista. Aquí ya dio buena muestra de su capacidad para generar tensión desde la sugestión y de lo que no se ve pero se intuye. Una carta de presentación que ya anunciaba un futuro prometedor para el realizador británico. Cuatro años después, no dejaría la temática de los monstruos. Ahora ya con un gran presupuesto, Edwards dirigiría la nueva actualización del mítico coloso nipón Godzilla. El gigantesco reptil volvía a la gran pantalla tras la primera gran aproximación yankee filmada por Roland Emmerich a finales de los noventa. Esta nueva entrega tuvo bastantes virtudes y evidenció el buen gusto de Edwards para dotar de una estética cuidada a una propuesta netamente comercial. Además de su entretenido relato, la cinta puede arrogarse el mérito de haber abierto un nuevo nicho de mercado para venir a las películas con el gran lagarto creado por Tomoyuki Tanaka en 1954 como protagonista.