EL CAPITALISMO MUNDIAL Y AMÉRICA LATINA

During the 16th century, Latin American countries were colonized by Spain and Portugal, who sought to extract wealth and resources for their own benefit. Meanwhile, the colonization of North America by the English led to the establishment of a new community. As capitalism expanded, other countries began trading with Latin America, leading to the independence movements in the early 19th century. After breaking away from colonial rule, Latin American countries formed relationships with developed capitalist nations, primarily England, through increased exports of raw materials and reliance on external loans. This dependency on more powerful countries has contributed to the ongoing poverty and underdevelopment in Latin America. The United States also declared its dominance over the entire American continent through the Monroe Doctrine in 1823. The rise of monopolistic and imperialist capitalism in the late 19th century solidified the dependence and exploitation of underdeveloped countries 2. EL DESARROLLO MUNDIAL DEL CAPITALISMO Y AMÉRICA LATINA Los países de América Latina fueron conquistados a principios del siglo XVI por España y Portugal, países en los que todavía no se había producido el proceso de industrialización que ya estaba en marcha en Inglaterra. Los conquistadores buscaban la forma de enriquecerse y alcanzar el poder económico y el prestigio social que no habían podido lograr en los territorios de sus países. Extrajeron oro, plata y toda clase de metales y piedras preciosas para llevarlos a sus metrópolis, y obligaron a los nativos a producir bienes que tenían alta demanda en Europa. Poco les interesó mejorar las condiciones económicas de los habitantes de estos territorios que ocuparon. Es más, introdujeron cambios que no beneficiaron a los nativos porque sólo buscaban las actividades que les permitieran ese enriquecimiento fácil. Estados Unidos corrió con otra suerte, ya que fue conquistado por los ingleses en una época en la que Inglaterra estaba en plena expansión capitalista. Los conquistadores de Norteamérica se instalaban en esos territorios a trabajar y a construir una nueva comunidad. Algunos de ellos estaban buscando ocupación porque estaban desempleados en Inglaterra y pusieron sus aspiraciones y esperanzas en lo que podrían lograr en su nueva patria, de manera que Estados Unidos pasó a ser colonia de Inglaterra y los países de América Latina pasaron a ser colonias de España y Portugal. Los gobiernos de España y Portugal se quedaban con la mayor parte de las riquezas generadas en las colonias, pero el desarrollo capitalista del resto de Europa y la decadencia de España y Portugal crearon las condiciones externas que estimularon los movimientos de independencia de sus colonias a principios del siglo XIX. Previo a la ruptura del lazo colonial y ante el impulso que estaba tomando el capitalismo, otros países empezaron a llegar a las costas de América Latina, dando origen a los intercambios comerciales con mejores posibilidades para estos países que las que ofrecían España y Portugal, que estaban atravesando además por serios problemas en Europa. Los grupos criollos se aprovecharon de esa situación mundial favorable para levantarse contra el dominio de la metrópoli. Fue así que los procesos de independencia de estos países consiguieron su objetivo en las primeras décadas del siglo XIX. Una vez se rompió el lazo colonial que amarraba a la economía y la política con España y Portugal, los países de América Latina ampliaron sus relaciones con los países capitalistas desarrollados, en especial con Inglaterra. Esto se hizo principalmente a través de dos vías. Una, el aumento de la exportación de materias primas desde estos países y a cambio la importación de productos manufacturados provenientes de Europa. Y dos, el establecimiento de un sistema de préstamos externos que obligaba a estos países a pagar intereses elevados. La teoría de la dependencia explica el origen de esta realidad, que afecta negativamente a los países pobres o subdesarrollados frente a la de los países ricos o desarrollados, es decir, la relación entre países de la periferia y los países del centro, conocida como modelo centro-periferia, en el sentido que la pobreza de algunos países es debido a la posición histórica que dejó en ventaja a los países más poderosos, es decir, los del centro, que se enriquecieron a costa de los países de la periferia. Cuando estos países dejaron de ser colonias europeas, de alguna manera continuaron ligados a los modelos que aquellos impusieron en una relación centro-periferia. Se crearon los estados-nación en el siglo XIX, es decir, que cada país tiene su territorio delimitado y una población que le identifica, y un sistema de gobierno, pero los resultados socioculturales no fueron los esperados y se dio lugar a la denominada modernidad parcial y subdesarrollada de América Latina. No sólo Europa estaba en ese escenario, sino también Estados Unidos, que a través de la doctrina Monroe declaró en 1823 que América era para los americanos, lo que significa que todo el continente estaría bajo su dominio, lo cual es parte del lenguaje de los gobernantes de Estados Unidos. A finales del siglo XIX, el capitalismo pasó a su etapa monopólica e imperialista y creó nuevas relaciones económicas y políticas que marcaron en forma definitiva la situación de dependencia y explotación de los países subdesarrollados por parte de los países desarrollados, la cual subsiste hasta la fecha.