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A girl named Estrella, feeling alone after a breakup, decides to go to the movies. She meets a girl named Jimena who is crying and offers to watch the movie together. They become best friends and share their dreams and fears. Jimena confesses she wants to get back with her ex-boyfriend, Kevin. Later, Estrella discovers that Jimena has been arrested for killing Kevin. Estrella helps Jimena escape from jail, but her parents find out and she gets grounded. Jimena leaves town and Estrella learns not to trust people so easily. She focuses on herself and finds happiness alone. Para mí fue un poco creciente. Un día poco soleado y también lluvia de la nada, estrelló una chica que estudia comunicación. Es hija única y ese día se encontraba sola en su casa, empezó a desuciarse, pensando en cuánto tiempo tenía sin ir al cine, ya que tenía dos semanas de dejar a su novio con el que duró más de un año. Siendo una chica de 22 años y teniendo toda una vida por delante, empezó a navegar en internet, principalmente TikTok, preguntándose cómo era la vida de los jóvenes adultos. Dentro de ella se preguntó cómo era empezar a tomar decisiones e ir a lugares a donde desearía ir. De la nada le salió un video recomendándole la nueva película de La Sirenita. Estrella se para enfrente de aquel espejo gigante que tiene en su cuarto y empieza a decirse, sí, tú, tienes que aprender a hacer tus cosas y por más asustada que estés, llena de sueños, es hora de empezar a cumplirlos por ti misma. No necesitas de nadie. Estrella decidió que era momento de tomar sus propias decisiones. Tomó sus cosas y se fue en su carro escuchando a su artista favorita, Taylor Swift. De camino, empezó a hablar por teléfono con su mamá. Cabe destacar que antes de su novio, ella era la más unida con su mamá. Hija, qué bueno que me hablas, estaba a punto de preguntarte qué estabas haciendo. Mami, no, nada, voy de camino al cine. ¿Al cine? ¿Con quién? Ay, no, hija, no me digas que regresaste con ese patán. No, no, nada de eso, simplemente tengo ganas de despejarme. Está bien, hija, me avisas cuando vengas de regreso. Llegando al cine, directamente se formó para buscar la función más cercana. Enfrente de ella había una pareja. Sin pensar en su ex ni nada, la mente de Estrella se quedó en blanco. Cuando de la nada escucha cómo la pareja comienza a pelear. De la nada, el chico que estaba peleando con aquella chica se va, la deja ahí sola en la fila. Estaban solas formadas para comprar sus boletos. Nota que la chica empieza a llorar. Entre querer ser empática y no saber qué hacer con esa situación, Estrella se le acerca. ¡Hola, amiga! Sé que no me conoces y probablemente estás un poco alterada, pero si te parece bien, podemos entrar ambas a la función. Me daría mucha pena, pero la verdad lo aceptaré porque estoy muy mala. Estrella compró las entradas de ambas. La chica fantizaba que no era necesario y que tampoco se sentía bien que una extraña comprara algo para ella. Al final Estrella la convenció, aunque Jimena seguía apenada. ¡Taylor Swift! Cuando empezó a sonar una canción de Taylor Swift y de momento ambas comenzaron a cantar, ahí se dieron cuenta de que probablemente tenían más en común de lo que se imaginaban. Comenzaron a conectar y se dispusieron a entrar a la sala. No pararon de hablar hasta que empezó la película. Ya que hemos estado hablando por tanto tiempo, no te he preguntado tu nombre. Oh, claro, qué maleducada. No me presentéis, soy Jimena. ¿Cuál es el tuyo? Yo soy Estrella, mucho gusto. Estoy estudiando Comunicación, ¿y tú? Yo en estos momentos me encuentro descubriendo de dónde soy y para dónde voy. Tengo 21, me siento muy pequeña como para saber lo que quiero. Ambas chicas se encajaron muy bien, se hicieron amigas porque compartían muchas cosas. Después de la función, cada una se fue a su casa e intercambiaron números. Estrella le contó a su mamá sobre su nueva amiga y aunque su mamá no le agradó, simplemente se limitó a no decir nada. No te intereses. Estrella y Jimena se volvieron las mejores amigas. De la nada ya se contaban todos, sus decretos, lo que las atormentaba, sus miedos. Se volvieron inseparables. Esa clase de amigas que a veces solo ves en las películas. Jimena estaba pensando en regresar con su ex y era un tema que la atormentaba, así como también era un tema que quería compartir con Estrella. Debo confesar que estos últimos días he estado pensando en Kevin, la verdad lo extraño. ¿Por qué ese cambio tan repentino? No estoy entendiendo, creí que estabas bien. Claro que lo estoy, precisamente por eso no dejo de pensar en él. No estoy tan segura, pero solo me queda apoyarte. Las cosas de la nada se pusieron algo tensas. Hola Kevin, sé que tienes tiempo que no hablamos, pero no he dejado de pensar en ti y en lo mucho que me haces falta. Yo sé que te hago falta porque tú también me haces falta a mí. No cabe duda de que era una de esas relaciones tóxicas en donde uno no puede hacer nada sin el otro. Al final del día regresaron. A la mañana siguiente Jimena y Estrella quedaron en verse. Hola, ya tenía muchas ganas de verte y hablar contigo. ¡Ay sí, yo también! ¿Pero está todo bien? Claro, pero sabes que siempre que pasa algo en mi vida, a la primera que quiero contarle es a ti. ¡Claro, dime! ¿Qué está pasando? Ayer vi a Kevin y regresamos. Estoy muy confundida. Kevin, aquel chico que esta tarde te dejó en el cine. Aunque si no fuera por él, no nos hubiéramos conocido. Precisamente, ¿sabes? Él tiene algo de ser buena persona. No pensé que me juzgarías, simplemente te estoy contando. No te juzgo, es más, lo único que me queda es apoyarte. Ese día las cosas se pusieron algo tensas entre Estrella y Jimena. Cada una se fue a su casa y se apartaron un poco. Tras ese suceso, cada una tomó su rumbo. Pasaron tres semanas, cuando de la nada Jimena le marca a Estrella un jueves a las 11 de la noche. Necesito tu ayuda, necesito de tu ayuda. Jimena, ¿de qué estás hablando? ¿Estás bien? Jimena se queda sin decir nada y cuelga el teléfono un segundo después. Estrella, alarmada, preocupada y muy estresada por la situación, toma su carro, conduce a toda velocidad y con el corazón a mil, no era lo más seguro para ella. Apresurada y no dejando de romantizar su vida, literalmente se imaginaba que podría estar en una película policial. Llegando, se da cuenta de que hay muchos policías. Todos estaban en shock, nadie se atrevía a dar respuestas. Caminando lo más cerca posible para observar, ve el cabello de Jimena. Ve a su mejor amiga agarrada a la fuerza por policía. Jimena no era la víctima, sino que Jimena era la responsable del crimen. Estrella no pudo juzgarla tan rápido, simplemente pensó que era un malentendido. Nunca se imaginó que la razón por la que estaban arrestando a su mejor amiga era porque habían matado a su novio. Todo eso estaba en su cabeza, no era la persona que le habían mostrado. Simplemente se había transformado en otra persona que ahora no reconocía. Llegando a su casa, destrozada y con un nudo en la garganta. Ya llegaste, estás bien, gracias a Dios. Pero es que no entiendo, ¿cómo es que Jimena fue capaz de asesinar a su novio? Tú no sabes cómo sea y qué es por lo que ha pasado, literalmente la conoces hace meses. Estrella solo se decidió por dormir y por preocuparse por esa situación mañana. Pasaron los días y ella ya estaba más tranquila. Caminando a la universidad, comienza a sonar su teléfono. Se da cuenta rápidamente de que es un número desconocido. Hola, ¿me extrañaste? Porque yo sí. ¿Por qué me estás hablando? Porque tú eres la única persona que no me cree culpable. Sé que eres la única persona que aún confía en mí. Yo no confío en ti. Claro que lo haces, si no, no hubieras contestado. Dios mío, gracias por escucharme, no tienes idea de lo que he pasado. Tú me conoces mejor que nadie, ayúdame a salir de aquí. Estrella escuchó a Jimena y al poco tiempo accedió. Para este punto es más que obvio que Jimena lo tenía todo planeado. Cada día a las cuatro en punto le marcaba para decirle lo que harían. Básicamente le pidió que entrara como becaria, que a partir de ese ganaría el respeto de todos y podría robar la llave. Estrella, que nadie sospecharía de una niña rica con buen historial académico, fue un jueves cuando realizaron el plan. Ya como personal becario, Estrella podría salir y entrar de la policía, pero ella pensaba que era fácil robar aquellas llaves, que le daría la libertad a su mejor amiga y efectivamente así lo hizo. Las cosas salieron demasiado fáciles y fue como quitarle un dulce a un niño. Ya estando afuera, Jimena le dice, te dije que sería fácil, que todo pasaría muy rápido. Lo sé, sentí tanta adrenalina, de verdad, me da mucho gusto que ya por fin verte aquí afuera. Jimena se fue a su casa y Estrella también, pero no sabía lo que le estaba esperando en su casa, sus papás. Llegando a su casa, su mamá le abrió la puerta. ¡Qué bueno que llegas, señorita! Gracias por acompañarnos. Ahora, en este mismo instante me vas a explicar cómo está eso de que ayudaste a escapar a la criminal de tu amiga. Explícame porque yo no entiendo. No, mamá, no es criminal. Ella me explicó todo y me dijo cómo estuvieron las cosas. Simplemente fue en defensa propia. Yo no sé cómo te convenció esa mujer para hacerte creer que de verdad era inocente. Pero es obvio que estás castigada y que no volverás a verla. No tienes idea de lo lejos que pudo llegar esto. Es obvio que ya nunca se volvieron a ver, pero no fue sorpresa que Jimena no tardó ni una semana cuando Estrella se enteró que se fue de la ciudad. Al poco tiempo, se enteró que así trabajaba Jimena. Básicamente, envolvía a las niñas. Se ganaba su confianza y de la nada movía a todo su mundo, sólo para perjudicarlas. La mamá de Estrella la acompañó en todo momento. No dejó sola a su hija. Estrella empezó a hacer cosas que le hacían sentir mejor, como ir de compra, salir a comer y ver sus series favoritas. Y así terminó la historia de aquellas dos danielas. Estrella tardó en recuperarse, pero finalmente entendió que no necesitaba de nadie para ser feliz. Aprendió a estar sola y a encontrarse a sí misma. Y a no confiar tan rápido en la gente, o al menos en cualquiera.