De mi corta historia

de mi corta historia. No hicieron falta poemas cuando encontré tu voz entre los acordes del piano. Siempre me faltaban las letras cuando se ha tratado de tocar tu oído. No hizo falta del cielo señal alguna para reconocerte. En cuanto mis ojos te vieron por desprimera, supe que eras ella. Y aunque hoy tu cabeza no se recargue en mi costado el palpitar de tu corazón, cuando cerca se puede oír desde el mío. Ya no sería suficiente vestir de soles miles de estrellas si tú no hayas de venir, si no he podido llegar ni llegarás conmigo. Bástele a esta fiebre de recuerdos y autoflagelación de la memoria saber que todo fue cierto, que tú has sido lo más cierto de mi corta historia.