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Entrevista con Oscar Hernández: Peregrinar por el mercado

Entrevista con Oscar Hernández: Peregrinar por el mercado

León Felipe Téllez ContrerasLeón Felipe Téllez Contreras

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"Voces desde y para los mercados" es parte del proyecto postdoctoral "Popular infrastructural politics: Connecting grassroots knowledge and practice on marketplace governance" (ES/W005476/1, ESRC, Departament of Urban Studies and Planning, University of Sheffield). Este episodio utiliza la siguiente pieza: "Town Market" de Blue Dot Sessions (https://freemusicarchive.org/music/Blue_Dot_Sessions/), bajo licencia CC BY-NC 4.0. Más información en https://infrapolitics.org.

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Transcription

Don Felipe Tellez Contreras, a postdoctoral researcher at the University of Sheffield, interviews Óscar Hernández González, a representative of the organization Argo Comerciantes Unidos AC and a trader at Plaza Mexicana del Sur market in Tlalpan. They discuss Óscar's personal journey in the public market network, his vision for popular commerce, and the initiatives he and his fellow traders have been pushing for. They also talk about the challenges of generational transition in market leadership and the goals of their organization. They emphasize the importance of dignifying their workspaces, supporting economic revitalization, and providing resources and opportunities for traders. Hola, mi nombre es Don Felipe Tellez Contreras y soy investigador postdoctoral en el Departamento de Estudios Urbanos y Planeación de la Universidad de Sheffield en el Reino Unido. Quiero darles la bienvenida a este primer episodio de Voces desde y para los Mercados en el que tengo como invitado a Óscar Hernández González. Óscar es representante de la organización Argo Comerciantes Unidos AC y comerciante del mercado Plaza Mexicana del Sur ubicado en la Alcaldía Tlalpan. A Óscar tuve la fortuna de conocerlo en 2018 y el día de hoy estaremos conversando sobre varios temas. Hablaremos, entre otras cosas, de su trayectoria personal en la red de mercados públicos. Hablaremos también sobre su visión del comercio popular en general y sobre las iniciativas que él y sus compañeras y compañeros comerciantes han venido empujando en los últimos años. Óscar, te quiero dar la bienvenida. Me da mucho gusto que estés aquí. Y bueno, para empezar me gustaría que nos contaras más sobre quién es Óscar Hernández y cuál es su historia en el mercado Plaza Mexicana. Hola, qué tal, mi león, pues un placer siempre pues tenerte frente por Internet, por Zoom, ya sea por Skype o por cualquier medio. Óscar Hernández González es tercera generación de comerciantes, de comerciantes aquí en la Ciudad de México. Nosotros empezamos a trabajar, hablo de la familia, empieza a trabajar en vía pública. Llegamos mucha, mucha gente llegaba de la Ciudad de México, llegaba a la Ciudad de México de diferentes estados, ya sea de Veracruz, ya sea de Guerrero, ya sea del Estado de México, pues de algún modo a buscar tener ahí una comodidad para poder ofrecer sus productos, no? Porque llegaba mucho artesano y aparte no sabían hacer más que vender los productos que fabricaban. Nosotros estábamos ubicados allí en San Lorenzo, Huitzcóintzcó, allí en frente de una plaza comercial. Antes de que existieran los Walmart, había una plaza comercial que se llamaba La Luna. Esa plaza era la que abastecía de algún modo de toda la zona sur. Cuando la gente iba allá a Morelos o pasaba hacia los balnearios de Cuernavaca, siempre se paraban los camiones para que se bajara todo el mundo a comprar, digamos que las papas, las chelas, los refrescos. Y aparte, nosotros como estábamos frente a esa plaza comercial, pues nos compraban que la gorra, que en ese entonces habían aparatos como Walkman, así con cassette, lo que se llama o lo que llamábamos payuca. Ya iban saliendo los Dick's Man, entonces allí había muchos accesorios, digamos, para las vacaciones hacia Guerrero o Cuernavaca. Pasaba la gente y entonces abastecía de sus productos, pero también de accesorios que le servían para las vacaciones. Oscar es, de algún modo, una generación en la cual pues llegamos muchos chavos, bueno yo soy de la Ciudad de México, pero llegaban muchos chavos de diferentes estados, que la única forma en la que nosotros nos divertíamos era hacer así como grupos, grupos para aventarnos allí por las luchitas o los tiros, para que en ese momento se le hiciera una cabeza a un representante de esos 50 niños de diferentes estados. En varias ocasiones nos tocó ser de los buenos y de ahí empieza la historia de Oscar Hernández González, moviendo de algún modo a toda la pandilla, a toda la banda para poder hacer diferentes actividades y como siempre fuimos comerciantes, pues ya buscábamos paletas, digamos, de caramelo o buscábamos algo para poder vender todos, entonces le caminábamos ahí en toda esa parte de San Lorenzo, Huitzcóilco, comprábamos mucho producto, buscábamos ahí la forma para juntar dinero y poder comprar ya sean tamarindos, diferentes diferentes dulces, tipos de dulces, íbamos a la luna, comprábamos un chingo de dulces, bolsas y repartíamos y a vender todos, entonces lo que íbamos juntando pues al final del día era lo que nosotros hacíamos para poder ayudar a nuestras familias, o sea veíamos la necesidad que se tenía en esos puestos de tubos y con lonas que se colocaban frente a la plaza comercial, la luna y el sol, pero de ahí pues empezamos a hacer, empieza la historia de relevo generacional, porque teníamos la inquietud de buscar condiciones para poder apoyar a nuestros padres y también para que nosotros tuviéramos espacios donde poder vender ese producto, ya sean dulces o lo que consiguiéramos en ese entonces. Ahí yo llegué a los tres años y entonces cuando llega en algún momento, pues no sé, la modernidad en esa zona, porque llegó un tren ligero, llega la movilidad, empezamos con la reubicación de los puestos en vía pública que teníamos ahí, entonces son los inicios de Oscar Hernández González, la verdad es que siempre esa generación de 50 niños eran los que ponían prácticamente en mis manos, digamos, la papa de todos los días, hoy qué vamos a hacer, si vamos a echar torta de tamal o si nos vamos a jugar luchitas o si vamos a vender o si hacemos tarea, o sea, desde ahí ya estaba la responsabilidad en mis manos, ¿no? En poder ser responsable para elegir actividades que no nos llevaran a las drogas o que no nos llevaran de algún modo a una adicción que en algún momento nos podría afectar en las vidas de cada una y cada uno de los compañeros que estamos o amigos que estamos ahí. Oscar, muchísimas gracias por compartirnos esta historia personal, anclada a la historia del mercado. Sin duda nos da contexto y nos permite entender pues cómo se van gestando las nuevas generaciones que van empujando los espacios del comercio popular. Y bueno, un punto que me gustaría destacar de esto que nos has contado es el hecho de que el mercado Plaza Mexicana del Sur no fue construido de la noche a la mañana. El anuncio mismo de la reubicación fue sólo el inicio de una serie de luchas y proyectos colectivos que se fueron gestando a lo largo de muchos años con el objetivo de materializarlo. A mí me gustaría que nos cuentes un poco más sobre esta etapa de consolidación y cómo se articula con tu propia formación como dirigente en el terreno de los mercados públicos de la Ciudad de México. Pues ya es que llega movilidad, la movilidad ahí en ese cachito de patria que es San Onésio Huipulco, llega lo que es el tren ligero, entonces hay una reubicación del mercado en 1987, ahí a un costado del Setrango Huipulco, frente al Estadio Azteca. Yo me acuerdo que veía a todos los adultos preocupados, ¿no? Preocupados porque pues les iban a quitar su trabajo, su patrimonio familiar que eran los negocios. Y pues la verdad es que es muy chistoso porque si no lo quiero dejar de mencionar, preguntaban todos que cuál era el santo más milagroso, ¿no? No pues el de Chalmita, ¿no? No pues el de la Basílica y así todo mundo sacaba a sus mejores santos. Pues obviamente pues para hacer una peregrinación porque de ahí surge nuestro aniversario, nuestra peregrinación a la Basílica de Guadalupe por la necesidad de no perder o pedirle pues ahora sí que no se nos quitara nuestra fuente de trabajo. Pues ya saca el representante, los representantes de esa época un acuerdo para que se nos reubique ahí a un predio, un predio que no tenía condiciones, pues era un hoyo, ¿no? Era un hoyo que era imposible poder vender. Yo creo que si llovía en ese tiempo pues nos inundábamos todos, ¿no? Ibamos a parecer más trajineras que otra cosa. Pues con el esfuerzo de todas y todos empezaron a rellenar el predio, empezaron a darle condiciones para poder poner esos puestos de tubos y pues la verdad es que el mercado fue primero una concentración, una concentración la cual vendía pues pura fayuca, ¿no? Así nosotros le decíamos fayuca, hablando de audífonos, aparatos electrónicos, grabadores, grabadoras en ese entonces, casets, cables para grabadoras, relojes, pero pues nada de abasto popular. O sea, ahí nadie era carnicero, nadie era verdulero, nadie era panadero, nadie daba ese tipo de servicios como el pollo, ¿no? Y ya poco a poco pues le fueron metiendo los giros de tortas y le metieron los giros de tacos, era una concentración que como tenía una forma de una plancha, pues le decían la plancha, ¿no? O sea, le decían, ¿cómo se llama tu mercado? Pues la plancha y así se registró como concentración la plancha. Y pues fue llegando gente de la Merced, ¿no? Hay un personaje que se llama Juan González, Juan González llega de la Merced con un giro de cremería. La verdad es que en ese entonces no había mucha información del cómo podemos explotar, digamos, esos centros de abasto, ¿no? O sea, la gente nada más sabía trabajar la fayuca y ya está ahí. Llega Juan con ese giro y empieza a abrir mercado para que entren torteros, no nada más de tlalpan, sino de tlahuac, de Xochimilco, de Coyoacán y de diferentes zonas de ahí del sur. Y la verdad es que cuando a mí me toca, yo en ese momento dije, si la historia en algún momento reclama que yo ponga un cachito de arena o aporte para dignificar nuestro lugar de trabajo, lo voy a hacer con mucho gusto. Cuando se dan las condiciones pasamos a hacer un mercado público con número oficial. Entonces se hace una asamblea. Nosotros cada tres, cada seis años elegimos nueva mesa directiva. La mesa directiva son los representantes que van a llevar a buen puerto el mercado, ¿no? Que van a oxigenar con buenas ideas para poder reactivar, digamos, la economía de esos centros de abasto. Y me toca, ¿no? O sea, por azar del destino, ese día yo llego a la asamblea. No sé por qué los que tradicionalmente representaban el mercado deciden, basta, ya no quiero, porque la verdad es de que es mucha presión. Y pues yo no le iba a entrar, la verdad es que sí dudé, pero hubo un compañero que dijo, o acaso no puedes. Y me llené en ese momento así como de coraje y el mismo orgullo dijo, no, pues claro que puedo, ¿no? Y entonces queriendo llegar y comerte el mundo a puños empiezo a presentar proyectos de la UNAM para, obviamente como no había recurso, buscaba ahí banda que estudiaba arquitectura y armar ahí unos anteproyectos para poder enamorar a los del mercado y de ahí empieza el peregrinar de construir un mercado en el cual se puedan vender productos básicos. Fue muy chistoso porque cuando se empieza a construir el mercado y empezamos a entregar los locales, fue algo tan bello, la verdad es de que yo hace unos meses hicimos ahí una memoria histórica del mercado plaza mexicana y entrevistaban a cada una y a cada uno de los compañeros de diferentes generaciones y me di cuenta, porque yo estuve presente en la entrevista, que todos traemos en un estandarte el orgullo de dignificar nuestro lugar de trabajo. La verdad es de que, imagínate, desde que no teníamos condiciones para vender, desde que somos tubos, desde que traemos lona, desde que armamos con exhibidores, de ahí pasamos a tener puestos de concreto, con bodegas y ya el techito y después el piso antiderrapante y después el vestir del mercado y veo que esa gente que realmente estuvimos ahí en San Lorenzo, Huypulco, en vía pública que no tenían ni la primaria, ahora con mucho orgullo sí veo las generaciones que llegan ya con licenciaturas, que ya llegan con más ganas de aprender y pues con más estudios más bien, o sea, más preparadas. La verdad es de que el mercado está frente a un monstruo que es el estadio Azteca, son 120 mil gente la que entra al Azteca y llega mucha gente que nos consume en ese mercado. Hay un paradero, el paradero hace la dispersión de gente en toda la zona sur y también hay un tren ligero, ¿no? Entonces estamos en un lugar, la verdad que en ese momento, en el 1987 no daban un peso, ahora es la joya, la corona de los mercados aquí en esta Alcaldía de Tlalto. Oye, Oscar, esto que nos cuentas sobre el proceso de consolidación, pues te coloca al centro de la historia del mercado. Estamos hablando de cerca de 30 años de empujar el proyecto de materialización del mercado público Plaza Mexicana del Sur y de estos 30 años, 15 han estado ligados a tu papel como representante de los comerciantes de Plaza Mexicana del Sur. Yo quería destacar esto porque tú eras bastante joven cuando te unes a la mesa directiva y yo me pregunto qué supone esto en términos de esta reflexión que nos hacías hace un momento sobre el relevo generacional de las dirigencias de los mercados públicos de la Ciudad de México. Hay muchas historias bellas. La verdad es que todo ese aprendizaje, en la Ciudad de México tenemos 336 mercados ahorita ya con número oficial, ¿no? Aquí en la Alcaldía de Tlalpan, digamos que somos los mercados más pequeños, más jóvenes, pero hay mercados, digamos como en Venustiano Carranza, en Macautemo, pues que son los pioneros en el comercio porque hay mercados más viejos y así te lo tengo que decir, este Emilio, la gente que tradicionalmente ha representado esos mercados, la ley va escrita, digamos, en mármol. O sea, es complicado el poder llegar como relevo generacional a oxigenar con nuevas ideas, ¿no? Al querer convivir con estas ideas que uno tiene, o sea, es imposible o no lo puedes penetrar, o sea, es la ley absoluta en el comercio. Si dicen que es negro, aunque lo veas blanco, es negro, ¿no? Pero aprendimos que teníamos que construir con resultados, no, no teníamos por qué pelearnos, digamos, con la gente que pues lleva muchos años invertidos representando los mercados en la Ciudad de México. Me toca representar Mercado Plaza Mexicana, la Alcaldía de Tlalpan, estando con los 20 mercados y 10 concentraciones en Cabildos, pero nada más había un tridente, un tridente que llevaban a buen o a mal puerto a los mercados de Tlalpan. Entonces con ese tridente, pues no podías opinar, o sea, si opinabas te callaban, ¿no? Entonces aquí me tienes en algún momento muy arrebatado y pues si decía, bueno, pues yo vengo a hablar del Mercado Plaza Mexicana. ¿Qué es lo que nosotros necesitamos? Necesitamos condiciones, necesitamos tener esa dignificación en el lugar de nuestro trabajo, que el mercado no se caiga a pedazos y que no hagamos absolutamente nada, es nuestra lucha. La verdad yo lo aprendí, lo aprendí, llevo 14 años prácticamente representando Plaza Mexicana del Sur y he aprendido a ser tolerante, pero desgraciadamente nunca he permitido que pisoten la dignidad del comercio, porque soy comerciante, lejos de ser representante soy comerciante. Cuando escucho que nos quieren decir lo que queremos escuchar, nada más, es cuando hacemos un pronunciamiento en contra, ¿no? No, no lo voy a permitir, no lo voy a permitir porque también tenemos esa independencia mental y también tenemos mucho que aportar porque lo vivimos todos los días y sabemos muy bien que en los mercados públicos nosotros podemos vender los dos huevos, el cuartito de frijol, los tres bisteces, las dos teleras, somos el corazón de las colonias, lo he repetido toda mi vida, esa parte donde se hace comunidad y lo bello que se vive en los mercados, pues no lo vamos a meter a ese lodazal a veces político de intereses de diferente liderazgo, ¿no? Hay gente que tiene mucha convicción, pero hay gente que se agarra de los mercados para poder colocarse políticamente. Ahí es cuando nosotros entramos, entramos con ideas, ¿sí? Antes no se veía, por ejemplo, la captación de energía solar, ¿no? Cuando decías, vamos a hacer una techumbre con condiciones para captar la energía solar, pues todo el mundo se reía y ahorita pues ya es más real, ¿no? Ya vamos a tener un proyecto este año donde vamos a captar, vamos a ser los primeros, los primeros en Tlalpan en que vamos a tener celdas solares, ¿no? También vamos a tener esa captación de agua pluvial. La verdad es que en esta zona del sur no tenemos agua, ¿no? Entonces ni para los sanitarios no estamos peleando el agua. Ese tipo de acciones son las que de algún modo llegamos a compartir y también a viralizar de boca en boca a los mercados de aquí, de la calle de Tlalpan. ¿Qué es lo que pretendemos? Lo único que pretendemos es que la reactivación económica exista en los mercados, que tengamos espacios dignos donde poder vender nuestros productos, que la gente que llegue a los mercados se sienta segura, que aparte de que llegue y nos diga, préstame porque te pago en la quincena porque se acabó el chivo, pues te prestamos, o sea, no hay tema, eso ni mamá lucha lo va a hacer, ¿no? O sea, la verdad es que las transnacionales no son tan accesibles como lo son los mercados. La verdad hay mucho color, hay mucha magia. La verdad es que somos una familia de comercio, la verdad, muy agradable y lo único que vamos a hacer, y he platicado con diferentes compañeras y compañeros de mi edad, vamos a oxigenar con buenas ideas para llevar a buen puerto estos mercados de la Ciudad de México, no hay más, ¿no? Cada quien se dedica a diferentes cosas, pero la mesa en la que digamos que esa liga de la justicia donde nos centramos y planeamos de algún modo conservar en buenas condiciones los mercados es el único objetivo que tenemos. A veces es complicado, pero ahí va la lucha. Oscar, al inicio de este episodio yo comentaba que tú eres representante de Argo Comerciantes Unidos AC. Esta organización recientemente la fundaron y bueno, pues sabemos que en la Ciudad de México hay muchas organizaciones de comerciantes de mercados públicos. Es un espacio muy plural y a mí me gustaría preguntarte, pues, ¿qué los llevó a ustedes a fundar una nueva organización y cuáles son sus objetivos? ¿Qué la distingue en este universo tan amplio de organizaciones de comerciantes de mercados? Fíjate que como en todos lados siempre hay colores y equipos políticos. Llegan los colores y en algún momento pues simpatizamos con unos candidatos porque llegan a cobijar lo que son los mercados. Pero el estandarte y la bandera siempre va a ser el de las familias que se dedican al comercio. Hay gente que apoya sus intereses y la verdad es que a nosotros en este momento nos toca apoyar el de los comerciantes. De ahí nace la organización de Mercados Unidos en su momento. Nos juntamos los Mercados Unidos de Tlalpan, hicimos una organización que se llama UVO, Unión de Vendedores Organizados AC. De ahí sale Comerciantes Unidos ARGO, AC. ¿Para qué lo hacemos? Porque las autoridades en la Ciudad de México si tú llegas sin ser asociación civil te etiquetan con un color y entonces nosotros traemos el estandarte o la bandera del comercio. Entendemos que el comercio paga todo, o sea paga educación, paga vivienda, paga medicamentos, lo decimos en muchas ocasiones, camionetas, viajes, todo paga hasta cuando morimos paga nuestro funeral. Pero para esto necesitamos estar organizados y tener ahí nuestra carta de presentación. Porque nada más es el llevar presupuesto a los mercados, sino también en esta época de COVID buscamos cómo poder apoyarlos hasta con vivienda. Hay mucha gente que sigue rentando, hay mucha gente que no tiene un lugar donde pues si le llega prácticamente nada más al mercado y después a buscar un cuarto a donde vivir. Con la organización apenas es de que creo que vamos a ser la primera organización de comerciantes en la Ciudad de México que vamos a tener un proyecto de vivienda. Ya tenemos el PRE y ya metimos el proyecto, estamos en el laboratorio PRE para lo que puede pasar con las diferentes organizaciones que también tenemos ahí como aliados, pero le estamos echando corazón. Aparte te vas a la Secretaría del Trabajo y hay programas para el fomento económico para de algún modo poder comprar equipamiento para la manufactura, ¿no? Allí en Estife, la Secretaría del Trabajo. Ese tipo de apoyos es a fondo perdido, pero hay mucha gente que no tiene el acceso, que no tiene el cómo, no tiene el conocimiento para poder llegar a esos programas y como asociación civil pues los hacemos llegar a la familia de comercio. Traemos también ahí en lo que es la asociación los apoyos de Fondeso, ¿no? Son apoyos de 25 mil pesos que ayudan para comprar ahí la mercancía, para de algún modo apoyar a la economía de los comerciantes. Entonces te puedo enlistar muchas cosas que la verdad como organización, como asociación civil organizados podemos hacer bastantes cosas. Muy bueno, Oscar. Me gustaría cerrar nuestra conversación con un tema que se articula a lo que nos acabas de comentar a propósito de la organización de los comerciantes. Tú tienes una visión del comercio popular que va más allá de los mercados públicos y que incluye a las concentraciones, que incluye al comercio en vía pública y que nos presenta un escenario mucho más complejo de las posibles alianzas que estas organizaciones pueden detonar, consolidar hacia adelante. Tú nos has planteado que es necesario construir puentes de comunicación y establecer mecanismos que impulsen diferentes formas de solidaridad entre comerciantes y en ese sentido a mí me gustaría preguntarte un poco más sobre esta visión de alianzas al interior del comercio popular de la Ciudad de México. Claro que sí, mi León. Fíjate que ese puente de comunicación entre comerciantes siempre se ha coyunturado pero por la falta de información. La verdad es que, bueno, todos, todos en general, todos, o sea, tanto los del tianguis como la gente, los tianguis y mercados sobre ruedas que se ponen una vez a la semana o los comerciantes en la vía pública que se ponen toda la semana o las concentraciones que es el mercado de la colonia pero por no tener un número oficial es concentración, que el mercado público que porque ya tienes un número oficial mereces todo. El comerciante así sea en un local o sea en vía pública o ya sea en un estadio azteca o ya sea en el lugar que sea siempre va a ser comerciante. Y yo les digo somos ganchos, o sea, hay comercio para todo. Nada más vamos a zonificarnos, vamos a convivir porque pues el comercio no va a desaparecer y no soy yo, o sea, ni ustedes, o sea, quien llegue va a llegar a comercializar en esta zona porque es un lugar, un punto de encuentro, es un paradero, es un estadio azteca, no es una casa de Tlalpanacoxpa, avenidas principales, un metro, un tren ligero, o sea, es imposible que no llegue ahí el comercio. ¿Qué pasó con el corredor comercial? La gente que llegó a vender en esa zona fueron gente del mismo mercado, del mismo mercado Plaza Mexicana y del mismo mercado Comidas Huipulco. No vendía y se empezaron a salir, o sea, pero los hijos o los nietos, o sea, las familias crecen y a veces el localito pues no abastece a una sola, o sea, necesitan buscar espacios donde poder también ejercer el comercio. ¿Qué trato de decir con esto? Si nosotros llegamos y nos peleamos con el mercado, nos peleamos con el comercio en el paradero o con el comercio en los eventos de fútbol, pues simplemente no vamos a avanzar. El corredor comercial se dignificó de la misma gente que ya llevaba el mismo tiempo que el mismo mercado, que el mismo comercio de alrededor. Hay gente, hay mucha, o sea, la verdad es de que la descapitalización social es una realidad, ¿no? Hay poco trabajo y mal pagado y lo que hace el mexicano pues es entrarle a vender por catálogo o buscar, sacar una mesa fuera de su casa o buscar avenidas principales, o sea, eso es lo que realmente somos. Somos muchos, muchos comerciantes en el país y en la Ciudad de México, pues sabemos que el comercio es un mercado, es un mercado que tiene un mercado de miles y miles de personas y es un mercado de miles y miles. ¿Qué es lo que tenemos que hacer? Entrarle a un reordenamiento. El corredor comercial se hizo con un proyecto de la UNAM y pues ahorita la misma gente del corredor le compra al mercado todo el producto que vende, ¿no? O sea, somos cadenas. Podemos ir a la mesa, podemos ir a la mesa, podemos ir a la mesa, podemos ir a la mesa, podemos ir a la mesa, podemos ir a la mesa, podemos ir a la mesa, podemos ir a la mesa, podemos ir a la mesa, podemos ir a la mesa, podemos ir a la mesa, podemos ir a la mesa, podemos ir a la mesa, podemos ir a la mesa, podemos ir a la mesa, podemos ir a la mesa, podemos ir a la mesa, podemos ir a la mesa, podemos ir a la mesa, podemos ir a la mesa, podemos ir a la mesa, podemos ir a la mesa, podemos ir a la mesa, podemos ir a la mesa, podemos ir a la mesa, podemos ir a la mesa, podemos ir a la mesa, podemos ir a la mesa, podemos ir a la mesa, podemos ir a la mesa, podemos ir a la mesa, podemos ir a la mesa, podemos ir a la mesa, podemos ir a la mesa, podemos ir a la mesa, podemos ir a la mesa, podemos ir a la mesa, podemos ir a la mesa, podemos ir a la mesa, podemos ir a la mesa, podemos ir a la mesa, podemos ir a la mesa, podemos ir a la mesa, podemos ir a la mesa, podemos ir a la mesa, podemos ir a la mesa, podemos ir a la mesa, podemos ir a la mesa, podemos ir a la mesa, podemos ir a la mesa, podemos ir a la mesa, podemos ir a la mesa, podemos ir a la mesa, podemos ir a la mesa, podemos ir a la mesa, podemos ir a la mesa, podemos ir a la mesa, podemos ir a la mesa, podemos ir a la mesa, podemos ir a la mesa, podemos ir a la mesa, podemos ir a la mesa, podemos ir a la mesa, podemos ir a la mesa, podemos ir a la mesa, podemos ir a la mesa, podemos ir a la mesa, podemos ir a la mesa, podemos ir a la mesa, podemos ir a la mesa, podemos ir a la mesa, podemos ir a la mesa, podemos ir a la mesa, podemos ir a la mesa, podemos ir a la mesa, podemos ir a la mesa, podemos ir a la mesa, podemos ir a la mesa, podemos ir a la mesa, podemos ir a la mesa, podemos ir a la mesa, podemos ir a la mesa, podemos ir a la mesa, podemos ir a la mesa, podemos ir a la mesa, podemos ir a la mesa, podemos ir a la mesa, podemos ir a la mesa, podemos ir a la mesa, podemos ir a la mesa, podemos ir a la mesa, podemos ir a la mesa, podemos ir a la mesa, podemos ir a la mesa, podemos ir a la mesa, podemos ir a la mesa, podemos ir a la mesa, podemos ir a la mesa, podemos ir a la mesa, podemos ir a la mesa, podemos ir a la mesa, podemos ir a la mesa, podemos ir a la mesa, podemos ir a la mesa, podemos ir a la mesa, podemos ir a la mesa, podemos ir a la mesa, podemos ir a la mesa, podemos

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