NOVELA DE AVENTURAS

Four children, Ana, Juan, Carlos, and Samantha, played hide-and-seek in an abandoned alley. They disappeared and were found dead in a cursed house. Years later, the Montenegro family moved into the neighborhood and experienced supernatural events. The demons and souls trapped in the house were released, causing chaos. A priest managed to trap them again, but the neighborhood was forever changed. Novela de aventuras, terror en el callejón Había una vez, de hace mucho tiempo en una ciudad pequeña, en la que habitaban cuatro niños, Ana, Juan, Carlos y Samantha, que jugaban al escondido todos los fines de semana. Un día se metió el grupo de amigos a un callejón adoquinado, con casas muy bonitas, excepto una, abandonada y vieja, que dañaba la estética del barrio. Los niños decidieron entrar y esconderse ahí. Al principio, todo era tranquilo. Pasaron dos horas y no encontraban a los niños. Carlos, que era el encargado de buscar y encontrar a los niños, se despertó y buscó a sus padres. Se desesperó y buscó a sus padres. Entraron a la casa y vieron tres niños muertos sin rastro de asesinato. La gente del barrio sospechaba que habían envenenado a los niños, pero la verdad es que la familia de los niños, generaciones atrás, fueron maldecidas por una bruja muy poderosa, que al morir, dejó encerradas en su antigua casa a todas las almas de los demonios que atrapó. Las familias del barrio fueron malditas porque desafiaron el poder de la bruja, siendo estas muertes su venganza. El callejón fue abandonado y 20 años después, la familia Montenegro, conformada por Luisa, Pedro, Fernando y María, se mudaron al barrio sin saber lo que había pasado. Tenían dos perros que todas las noches lloraban y ladraban, pero no les prestaban mucha atención. Al día siguiente, la policía fue a inspeccionar el lugar como todos los meses. Entraron y salieron dejando la puerta abierta. Todos los demonios de la casa salieron. La luna se tornó de un color rojo intenso. Las personas, al salir de sus casas, se quemaban y se convertían en piedra. Los demonios y las almas intentaron entrar a la iglesia, pero no pudieron. La familia Montenegro quiso salir de la casa y no tuvieron éxito. Llegó un sacerdote a extinguirlos, encerrándolos en una antigua casa abandonada, y ésta se derrumbó al instante. Las personas del barrio huyeron para nunca más volver. El callejón jamás volvió a ser el mismo.