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Preliminares 2 de Un Curso Sobre Milagros

Preliminares 2 de Un Curso Sobre Milagros

Indira Rosales Indyros

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Dios existe, es perfecto y eterno, y en Su pensamiento de Amor, nos creó a todos, Almas perfectas y eternas ..

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In this course on miracles, Armando Bronx discusses the concept of God and evil. The course aims to resolve the question of evil and God in the world by freeing us from the belief in a punishing God. The world we perceive is a symbol of punishment, with laws of death governing it. Children are born into pain and suffering, learning about separation and death. They experience love but also abandonment. Jesus invites us to consider that if we believe in a perfect and eternal God, then this chaotic world could not have been created by Him. Instead, a crazy idea infiltrated the eternal oneness, and the Son of God forgot to laugh at it. This serious thought created time, space, and scarcity, which we perceive through our ego's habitual thinking. Our minds are responsible for what happens in this dream-like reality. However, we also have the capacity for compassion and love, which come from our deep subconscious memory of God. By connecting with the Holy Spirit, we can process this memory an Bendecido día, y hoy continuamos con un curso sobre milagros. Palabras preliminares de Armando Bronx, parte B, Dios y el mal. La metafísica o teología del curso es la primera que resuelve la incógnita del mal y Dios en el mundo, al liberarnos. A los que quieren creer en un Dios perfecto y eterno. Del Dios caprichoso y castigador de la Biblia, que creó el infierno de mundo en el que creemos que vivimos. Porque así nos los hacen saber nuestros sentidos y la historia. Y del texto 11 dice, Pues este mundo es el símbolo del castigo, y todas las leyes que parecen regirlo son leyes de muerte. Los niños vienen al mundo con dolor y a través del dolor. Su crecimiento va acompañado de sufrimiento, y aprenden lo que son pena, separación y muerte. Sus mentes están atrapadas en sus cerebros, y sus fuerzas decaen cuando sus cuerpos se lastiman. Parecen amar, no obstante abandonan y son abandonados. Parecen perder lo que aman, la cual es quizás la más alienada de todas las creencias. Y sus cuerpos se marchitan, exhalan el último suspiro, se les da sepultura, y aparentemente dejan de existir. No hay ni uno solo de ellos que no haya pensado que Dios es cruel. Frente al mito de la creación del mundo según el Génesis, Jesús nos invita a considerar la idea de que, si el Dios en el que quiero creer es perfecto y eterno, entonces no pudo haber creado este mundo caótico, sino que tal vez, en la eternidad donde todo es uno, se coló una diminuta idea alocada, de la que el Hijo de Dios olvidó reírse. Al haberlo olvidado, ese pensamiento se convirtió en una idea seria, capaz de lograr algo y de tener efectos reales. Tales como el tiempo y el espacio y todo lo que éstos contienen, regidos por las leyes de la escasez, una realidad que percibimos con nuestro sentido si comprendemos con nuestro pensar y razonar habitual del ego. Si esto es verdad, entonces no solamente mi Dios perfecto y eterno no creó esa realidad del ego, sino que, de alguna manera, fue un pensamiento de la mente separada del Hijo de Dios que lo hizo. Mente que ha seguido dirigiendo todo lo que sucede en el tiempo y el espacio y en todo lo que éstos contienen. Por consiguiente, de alguna manera nuestra mente es responsable de los que no suceden en este sueño, en esta ilusión, en esta irrealidad que nos ha tocado vivir aquí. Pero, por experiencia propia, sabemos que no somos solamente egos, ya que a veces somos capaces de ser compasivos y caritativos, de querer compartir y amar desinteresadamente. Jesús nos dice que esos impulsos provienen de nuestro recuerdo de Dios, que llevamos en lo más profundo de nuestro subconsciente. Ese recuerdo lo podemos procesar por medio del espíritu, que es la parte de nuestra mente separada, que todavía puede comunicarse con Dios por medio del Espíritu Santo. Esas experiencias son las que nos pueden motivar a querer creer, aunque condicionado a que nos funcione, en la verdad que nos propone Jesús en el curso, a saber que Dios existe, es perfecto y eterno. Y en su pensamiento de amor al Espíritu Santo nos creó a todos, sin excepción y a su semejanza, almas perfectas y eternas, una en su único Hijo, Cristo, con quien es uno en la perpetua armonía y alegre concordia del amor que se profesan uno a otro en el eterno presente. Dios no creó más nada, por eso nada de esta, nuestra verdadera realidad, puede ser amenazado. Nada que no sea ella realmente existe. En esto radica aquí la paz de Dios. Subtítulos realizados por la comunidad de Amara.org

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