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"Unidad y Paz en Cristo" (Efesios 2:11-22)

"Unidad y Paz en Cristo" (Efesios 2:11-22)

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Predicación del domingo 11 de Junio Horizonte Tequisquiapan Predicador: Hugo Ventura

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The pastor begins by informing the congregation that Pastor Dani Ávila from another church was in a serious car accident but is recovering. He then continues with the study of the book of Ephesians, focusing on unity and peace in Christ. He explains that in the past, the Gentiles were excluded and separated from the promises and blessings of God. However, through Christ, they have now been reconciled and brought near to God. The pastor emphasizes the importance of being part of a church community and how it is a privilege to be united with other believers in Christ. He concludes by highlighting the incredible transformation that occurs when we are in Christ and the unity and peace that it brings. Somos una iglesia que confía, camina y comunica a Cristo. Acompáñanos domingo a domingo. Te esperamos. Buenos y calurosos días. Muy calurosos, ¿verdad? Vamos a continuar nuestro estudio en la carta a los efesios. Como paréntesis, el día de hoy estaba programado que viniera el pastor Dani Ávila de Horizonte, La Carpa. Pero el día jueves tuvo un accidente, la verdad bastante fuerte, se ven las imágenes. Él y su esposita iban en la autopista y un camión los chocó. Por gracia de Dios, están en reposo únicamente y con collarín. Digo, por gracia de Dios, porque yo creo que definitivamente parecía que hubiera tenido como resultado algo más grave. Están bien, les mandan saludos, esperamos que pronto nos puedan visitar. Pero bueno, mientras tanto, vamos a continuar nuestro estudio en la carta a los efesios. Efesios capítulo 2, versículo 11 al 22. Versículo 11 al 22. Si gustas, ponerte de pie conforme lo vayas ahí encontrando. Mira, recuerda que lo estamos estudiando en la NBLA. De tal manera que puedes seguirlo ahí en la versión que tú traigas. En esta ocasión lo puse en la pantalla, por si quieres ir leyéndolo. Yo voy a leer el versículo 11, tú el versículo 12. Ahí vivo yo, Nietzsche, andando proyectando. Vamos a pasar todo el pasaje. Y así para ir alternando. Es la misma versión, pero vas a ver cómo es muy similar a Reina Valera. Dice Efesios 2, del versículo 11 al 22. Por tanto, recuerden que en otro tiempo ustedes los gentiles en la carne, que son llamados en circuncisión, por la tal llamada circuncisión hecha en la carne por manos humanas. Pero ahora en Cristo Jesús, ustedes que en otro tiempo estaban lejos, han sido acercados por la sangre de Cristo. Poniendo fin a la enemistad en su carne, la ley de los mandamientos expresados en ordenanzas, para crear en él mismo de los dos un nuevo hombre, estableciendo así la paz. Y vino y anunció paz a ustedes que estaban lejos y paz a los que estaban cerca. Así pues ustedes ya no son extraños ni extranjeros, sino que son conciudadanos de los santos y son de la familia de Dios. En quien todo el edificio bien ajustado va creciendo para ser un templo santo en el Señor. En Cristo también ustedes son juntamente edificados para morada de Dios en el Espíritu. Padre, te damos muchas gracias por el privilegio nuevamente de estar delante de ti. Es tu palabra, Señor, lo que venimos a escuchar. Es todo lo que tú ya expresaste, tu voluntad completa y suficiente, Señor. Todo lo que nuestra alma necesita, Padre, que lo tenemos aquí y nos das este lujo de ser expuestos a tu palabra. Así que yo te ruego, Señor, que por amor a tu nombre y para gloria de Cristo, abra nuestro entendimiento, Señor. De tal manera que podamos entender lo que quieres hablarnos el día de hoy. Y que aún a pesar de este calor que ciertamente sopoca, tú nos des un extra de energía, de atención, Señor. Porque tu palabra es viva, es eficaz, Señor. Y la necesitamos, Padre. Así que háblanos, te lo rogamos en el nombre de Jesús. Amén. Ok, ¿podemos tomar nuestro asiento? Efesios 2, versículo 11 al 22. Vamos a ver el día de hoy. El título del sermón ponía unidad y paz en Cristo. Ponía unidad y paz en Cristo. Unidad y paz en Cristo. Somos llamados a unidad y paz en Cristo. En estudios anteriores de la carta a los efesios, si tú nos estás visitando por primera vez, capítulo 1 e inicio de capítulo 2, hemos estado viendo ya varios privilegios que tenemos en Cristo, únicamente por el afecto de su voluntad. Hemos visto que fuimos elegidos desde antes de la fundación del mundo, que fuimos también, o somos, o coherederos juntamente con Cristo, que él nos redimió, es decir, él pagó nuestro rescate, que también fuimos sellados por el Espíritu Santo, y que es la garantía de que estaremos con Cristo por la eternidad. Hemos visto también algunos elementos la semana pasada, como que Cristo nos dio vida cuando estábamos muertos en nuestros delitos y pecados, que fue por su gracia, por su misericordia. Nosotros íbamos naturalmente siendo esclavos, éramos hijos de ira, pero por el gran amor con que nos amó, es que fuimos salvos por gracia, no por ningún mérito que hayamos tenido, y por lo tanto para que nadie se gloríe de nada, sino únicamente de Cristo. Así que, de alguna manera terminamos viendo estos elementos, y aunque hemos visto capítulo 1 y principio de capítulo 2, varios elementos individuales, porque han sido elementos individuales respecto al tema de la salvación, ahora vamos a contemplar cómo también hemos sido llamados, o hemos sido bendecidos, para también actuar como parte de una comunidad. De manera concreta, los privilegios que Pablo habló en capítulo 1 y principio de capítulo 2, son principios o beneficios individuales, pero ahora vamos a ver también el llamado colectivo, es decir, así como debemos considerar algo tan glorioso el ser bendecidos, el ser salvos individualmente, así también deberíamos considerar como un enorme privilegio el ser parte de una comunidad, o del organismo vivo que es la Iglesia. La Iglesia, mis hermanos, no es de poca importancia para Dios, el congregarnos como hermanos no es algo que pudiera ser digno de que nosotros consideremos hacerlo o no hacerlo, o algo opcional, para Dios es algo muy importante que seamos parte del Cuerpo de Cristo, de ese organismo por medio del cual nuestro Salvador opera en este mundo. Ya vino una época en la historia de la Iglesia, creo yo, definitivamente fue después del COVID lo que sucedió, y que entonces tuvimos que pasar a una modalidad de transmitir las predicaciones, y después ya muchas personas se acomodaron y dijeron, bueno, no es tan necesario como ir a congregarme, al final pues ya me conecto y escucho una predicación, algunas alabanzas, no importa si estoy presente o no, pero la realidad es que no es así, hay muchos que pretenden ser cristianos mientras descuidan su relación con la Iglesia, y eso no puede ser posible, hermanos, la vida en Cristo no fue diseñada para vivirla en aislamiento, nuestra relación con Dios y con su pueblo se encuentran íntimamente relacionadas la una con la otra, de manera que no podemos separarla, es un enorme privilegio estar en Cristo, definitivamente como lo vimos en capítulo 1, pero también es un enorme privilegio ser parte de una Iglesia, aún a pesar de las debilidades, aún a pesar de las imperfecciones que hay en todas las congregaciones, alguien lo ha dicho por ahí, si encuentras la Iglesia perfecta, no vayas porque la vas a echar a perder, una frase muy común que se dice, pero aún así, mi hermano, con todas las imperfecciones que puede haber en las Iglesias, es un privilegio ser parte de ella, y es algo importante para nuestro Señor. En este pasaje que consideraremos hoy, debemos dar muchas gracias por la salvación y privilegios que ya tenemos en Cristo, pero ahora también mi anhelo es que Dios pueda, a través de su palabra, asombrarnos y ver lo hermoso y lo importante que es ser parte de una Iglesia. ¿Qué cosa es la Iglesia? Me gustaría empezar definiendo eso. ¿Qué tiene de particular esta entidad que la hace tan importante? Porque es un privilegio ser parte de una Iglesia, y me gusta esta definición que encontré, porque no nos referimos al espacio físico, a este edificio. La Iglesia es una comunidad de gente redimida que ha sido reconciliada con Dios y donde sus componentes han sido también reconciliados y unificados entre sí. Y ese es precisamente el punto central del pasaje del día de hoy, la paz y la unidad a la cual hemos sido llamados en Cristo. Ya fuimos reconciliados con Dios si somos creyentes en Cristo, como nuestro Señor y Salvador, pero ahora también veremos cómo también hemos sido llamados a ser reconciliados los unos con los otros. Y esa es parte importante dentro de la Iglesia. Así que, el mapa del sermón, yo lo dividiría esta vez en dos elementos puntuales. Primero, la terrible condición en la que nos encontrábamos sin Cristo. Y segundo, el cambio radical y la posición gloriosa en la cual nos encontramos ahora que estamos en Cristo, si eres creyente. Entonces, vamos a empezar de lleno con el primer elemento del pasaje. El primer elemento es, ¿cuál era nuestra condición antes de venir a Cristo? Recuerda que Pablo le está hablando a una iglesia, la iglesia en Éfeso. Mira lo que dice el versículo 11. Por tanto, recuerden que en otro tiempo ustedes, los gentiles en la carne, les son llamados en circuncisión, por la tal llamada circuncisiones en la carne, por manos humanas. Pablo comienza esta sección con una cláusula conectiva. Estas dos palabras, por tanto, es como, está uniendo y está dando una conclusión de todo lo que dijo en los versículos anteriores. ¿Qué dijo en los versículos anteriores? Versículo 1 al 3, dice, eso no está en pantalla, puedes verlo ahí en tu Biblia, lo vimos la semana pasada, decía, versículo 1 al 3 de capítulo 2, y Él les dio vida a ustedes que estaban muertos de sus delitos y pecados, en los cuales anduvieron en otro tiempo según la corriente de este mundo, conforme al príncipe de la potestad del aire, el espíritu que ahora opera en los hijos de desobediencia, entre ellos también todos nosotros en otro tiempo vivíamos en las pasiones de nuestra carne, satisfaciendo los deseos de la carne y de la mente, y éramos por naturaleza hijos de ira, lo mismo que los demás. Y terminó diciendo, versículo 8 al 10, que por gracia fuimos salvos, no por obras para que nadie se gloríe, únicamente por fe que es don de Dios. Y el propósito de esa salvación, versículo 10, dice, fuimos somos hechuras suyas para andar en buenas obras. Por lo tanto, por todo eso que Cristo ya hizo, es que ahora deben dar esos frutos, mira lo que menciona versículo 11, por tanto, recuerden en otro tiempo, recuerden que en otro tiempo, ustedes los gentiles en la carne que son llamados en circuncisión por la llamada circuncisión. ¿Qué es eso de gentil? ¿Por qué habla de gentil? La verdad es que a día de hoy tú escuchas la palabra gentil, y si eres como yo, pues se te viene a la mente una persona educada, caballerosa, muy respetosa, y dices, oye esa persona es muy gentil. En ese momento, Pablo les está diciendo, acuérdense que ustedes pertenecían al mundo gentil. Un gentil en ese tiempo, o cuando leamos en la Biblia la palabra gentil, puse en pantalla, se refiere a cualquier nación que no es Israel, a cualquier persona que no es de la ciudadanía de Israel. Esta iglesia en Efeso, estaba formada precisamente por la mayoría de personas que no eran judías, es decir, que eran gentiles. Entonces, les está diciendo en el versículo 1 al 3, ustedes estaban muertos de sus delitos y pecados, y no solamente eso, sino que ustedes por ser gentiles y ser incircuncisos, ahorita veremos, había severas barreras y limitaciones para que ustedes pudieran relacionarse con Cristo. Mira los elementos en los cuales estos creyentes, y quiero que nos identifiquemos, porque todos que estamos aquí, a menos que alguien al final pudiera decirme mira yo sí tengo ciudadanía israelita y por lo tanto soy judío, todos nosotros somos gentiles. Bueno, te repito, si al final hay alguien aquí, pero la mayoría por lo menos de aquí somos gentiles y mira las barreras que había. Los gentiles en ese tiempo sufrieron una especie de discriminación o bullying, por eso dice el versículo 11, por tanto recuerden que en otro tiempo ustedes los gentiles en la carne, que son llamados incircuncisión por la tal llamada circuncisión hecha en la carne por manos humanas. ¿Qué significa esto? Primeramente cuando hablaba el término incircuncisión o incircunciso, era un término despectivo. Si recuerdas en la historia de David y Goliat cuando vienen hacia Goliat y dice este filisteo incircunciso, era un término realmente despectivo. Ahora, para poder entender bien las palabras de Pablo debemos como transportarnos un poco a ese tiempo. Lo que sucedió en ese tiempo era que la sociedad estaba profundamente dividida. La sociedad estaba dividida por varios elementos. Había grandes barreras entre las personas. ¿Cuáles eran algunas de esas barreras? La esclavitud era una gran barrera en la sociedad. En ese tiempo evidentemente había esclavos, había hombres libres, había hombres esclavos, y así como los hombres libres miraban a sus esclavos como personas dignas de odio, también los amos miraban a los esclavos como seres inferiores, los maltrataban, abusaban de ellos. Así que era una gran barrera la esclavitud en aquel tiempo. Otra barrera que había era la barrera de los sexos. Las mujeres en aquel tiempo eran vistas como ciudadanos de segunda o tercera categoría mi hermana. Y te digo mi hermana porque creo que muchas mujeres incluso hombres ignoran las bendiciones que vinieron a través del evangelio y a través de Cristo. En aquel tiempo eran ciudadanos de segunda o tercera categoría. De hecho muchos esposos trataban a sus esposas solo un poco mejor que a sus esclavos. De tal manera que las mujeres aquellos días prácticamente eran tratadas como un objeto, eran fácilmente prestadas a otros hombres o a otros amigos. Ellas no tenían derecho. Pero en Cristo y no es el punto de hoy ya no hay esas barreras, veremos más adelante. Existía otra barrera también en la sociedad, que era la división étnica. Estaba muy marcado el racismo. Por un lado estaban los griegos, que eran personas que se jactaban de su cultura, de su desarrollo intelectual. Ellos consideraban a todos los demás como bárbaros. Los griegos decían todos somos nosotros los griegos y todo lo que no sea griego es un bárbaro, un rústico. Ellos eran los brillantes, los intelectuales. Por otro lado estaban los romanos. Los romanos tenían el orgullo de ser parte de aquel imperio que gobernó completamente al mundo por varios años. Ese era su orgullo. Finalmente estaban los judíos. Los judíos por una mala comprensión de los privilegios que ellos tenían como pueblo de Dios, crearon en sí un orgullo religioso que los llevó a menospreciar a los gentiles. Es decir, a todo aquel que no fuera judío era seriamente menospreciado por los judíos. Ahora, en el caso específico que está hablando Pablo aquí es esta barrera a la que se está refiriendo. La barrera que había en este término religioso entre judíos y gentiles. Los judíos tenían esta marca de pertenecer al pueblo del pacto, hablando de la constitución, y menospreciaban a todos los gentiles porque no eran parte de esto. Para muchos de los judíos, escucha bien lo que implicaba el odio, la manera como hablaban tan despectivamente de los gentiles, es que para los judíos, los gentiles no eran más que perros. Imagínate, así los miraban. O un perro al cual maltratar. Puse en pantalla esto, los judíos al referirse a los gentiles, es el punto de esta parte de este versículo, al referirse a los gentiles como tú o como yo, como incircuncisos, habla de orgullo, separación, distanciamiento entre una nación y el resto de las personas. Había una barrera social y espiritual. Inclusive historiadores cuentan que los fariseos más extremistas pensaban que los gentiles habían sido creados para mantener prendidas las llamas del infierno, como leña para el infierno. Imagínate, ese era el grado que los judíos miraban a los gentiles. Mi hermano, era tal la separación que había entre judíos y gentiles, que si un gentil entraba a casa de un judío, perdón, si un judío entraba a casa de un gentil, quedaba ceremonialmente impuro. No era permitido que un judío entrara a una casa de un gentil. No era permitido a un judío asistir a una mujer gentil que había dado a luz. Y si a un judío se le ocurría casarse con una mujer gentil, su familia lo consideraba como muerto. Imagínate qué grado de discriminación social había. ¿Qué es eso de lo que Pablo está hablando aquí? Ese prejuicio que existía en contra de los gentiles y circuncisos por parte de los judíos. Era sumamente profundo. Los judíos creían y se sabían y había este orgullo de decir, nosotros somos la circuncisión, somos el pueblo selecto de Dios, somos los descendientes de Abraham, nadie como nosotros. Todos son inferiores a nosotros. Todos los demás son un grupo, son parte de este grupo de circuncisos que no merecen ningún privilegio de parte de Dios y por lo tanto eran separados y menospreciados por causa de los judíos. Por el problema no solamente era social, sino que había un tema espiritual también. Mira lo que dice el versículo 12. Recuerden que en ese tiempo, otra vez, Pablo hablándole ya a un grupo de creyentes, recuerden que en ese tiempo ustedes estaban separados de Cristo, excluidos de la ciudadanía de Israel, extraños a los pactos de la promesa, sin tener esperanza y sin Dios en el mundo. No solo discriminados socialmente, sino espiritualmente. ¿Qué quiere decir Pablo? Aunque los gentiles no eran inferiores en modo alguno en relación con el pueblo de Israel, ciertamente estaban en desventaja en ese momento. Pablo menciona cinco aspectos de esa discriminación espiritual que sufrían los gentiles. Y mi idea es que pienses en eso, porque otra vez vamos a llegar al punto donde Cristo derribó esto, pero si Cristo no hubiera venido y hubiera tomado nuestro lugar en la cruz, estaríamos en esta situación. En primer lugar, de esta barrera espiritual que había, cómo nos encontrábamos con Cristo. Recuerden que en ese tiempo ustedes estaban preparados de Cristo. Hablando en el contexto, les está diciendo Pablo, recuerden que ustedes, al ser gentiles, no tenían conexión alguna con el Mesías prometido en el Antiguo Testamento. Ese Mesías que los judíos piadosos esperaban con todas sus fuerzas. Ustedes no tenían acceso a ese Mesías. Todos los sacrificios, todas las ceremonias que vemos en el Antiguo Testamento del pueblo de Israel y que señalaban a Cristo y que todos los judíos lo hacían, o la mayor parte, con el pensamiento opuesto de aquel Mesías que habría de venir, era totalmente ajeno y separado a un gentil, porque un gentil no tenía acceso literalmente a esa información. Para los gentiles estaban totalmente ajenos a estas cosas, estaban sin Cristo y no sabían nada del Mesías prometido, nada de la obra que él iba a hacer por nuestra salvación. En segundo lugar, dice Pablo, ellos estaban excluidos de la ciudadanía de Israel. Versículo 12. Recuerden que en ese tiempo estaban separados de Cristo, excluidos de la ciudadanía de Israel. Es decir, excluidos de aquella nación escogida por Dios como su pueblo escogido para revelarse al mundo y por lo tanto Israel gozaba de una especial protección. Es cierto, el pueblo de Israel era un pueblo especial para Dios, pero vamos a ver cómo ellos lo distorsionaron a otro elemento. Pero aquí Pablo le está diciendo, recuerden que ustedes como gentiles estaban excluidos, no disfrutaban del trato especial que tenían los israelitas. Ustedes eran ajenos a Cristo, nada de las profecías y de las promesas de Dios. Por lo tanto estaban sumidos en una desesperanza. No había una realidad que pudiera traer ánimo y fortaleza a ustedes porque estaban separados de Cristo. En tercer lugar, dice que también eran ajenos a los pactos de la promesa. Versículo 12, extraños. Recuerden que en este tiempo ustedes estaban separados de Cristo, excluidos de la ciudadanía de Israel, extraños a los pactos de la promesa. Es decir, a todas aquellas promesas que Dios había prometido a Israel y que apuntaban a la venida del Mesías, ellos no tenían ninguna esperanza de confiar en eso. Estaban excluidos, eran extraños a esos pactos de esas promesas. Por lo tanto, el cuarto elemento les dice extraños a los pactos de la promesa sin tener esperanza y sin Dios en el mundo. Acuérdense que eran ajenos a esas promesas, estaban sin esperanza y sin Dios en el mundo. Pablo concluye esta terrible descripción diciéndonos que los gentiles vivían y a día de hoy sin Cristo vivimos sin esperanza y sin Dios en el mundo. Evidentemente, en la Biblia aparecen personajes gentiles, casos muy específicos que fueron salvos por la fe en Cristo, como por ejemplo Ruth, también Raab, personas que no eran parte del pueblo judío, pero fueron salvos, pero son casos muy específicos. De tal manera que Pablo les está diciendo, ustedes estaban totalmente ajenos, eran huérfanos, alejados de los pactos de la promesa, no había esperanza para ustedes. Pablo les está diciendo, recuerden que ustedes iban como un barco a la deriva sin ninguna brújula, sin ningún propósito, sin ningún rumbo. Estaban sin esperanza. Pensaba en esto y mi pregunta para ti, mi amigo, es quizá tú estás en esta situación y me gustaría que pensaras honestamente, ¿en qué estás poniendo tu esperanza? O a lo mejor si ya Cristo te ha dado esta esperanza y ahora crees en Él, que pudieras recordar, ¿cuál era mi esperanza antes de que Cristo me salvara? El mundo constantemente busca esperanza, busca estabilidad en un montón de cosas, y ahí estábamos, cuando termine mi carrera universitaria, cuando encuentre mi pareja, cuando tenga hijos, cuando tenga un gran trabajo, cuando pueda viajar, bueno, ahora ya me cansó esta pareja, cuando cambie de pareja, cuando cambie de trabajo, cuando tenga más dinero, y estamos siempre buscando esperanza, estabilidad en un montón de cosas que el mundo no nos puede dar. El mundo nos puede dar esperanza pero es únicamente temporal. Se desvanece, se termina, nada es eterno. Cuando estamos separados de Cristo, mi hermano, ese es el tipo de esperanza que tenemos y del cual derivamos de un montón de cosas, y les está diciendo, así estaban ustedes, sin esperanza, sin Dios. Mis amados hermanos, esa era la condición nuestra sin Cristo, sin promesas, sin esperanza y sin Dios, y así estaríamos todos nosotros hoy si Dios no hubiera tenido misericordia de nosotros, como vimos en versículo 4. O quizá tú estás así el día de hoy y dices, ¿sabes qué? Yo estoy en ese momento, ya probé aquí y acá y al final del día no hay nada que sacie mi alma. Déjame decirte algo, solamente tu alma será saciada por Cristo. Tu alma está diseñada para ser saciada en Cristo. Cuando reconoces tu pecado, cuando lo abrazas como Señor y Salvador y entonces te rindes a Él como tu Señor y vives acorde a su palabra, entonces hay un propósito, hay esperanza que no es temporal sino que es eterna. Pero Pablo dice, espera, el resumen o la condición en la cual nos encontrábamos sin Cristo, sin Cristo. Ahora, ya vimos nuestra condición anterior sin Cristo, ahora quiero que veamos el contraste. Mira lo que sucede en Cristo, versículo 13. Nuestra condición gloriosa, porque es gloriosa lo que Cristo ha hecho, versículo 13, pero ahora en Cristo Jesús, en otro tiempo estaban sin esperanza, sin Dios, lejanos a las promesas, pero ahora dice que somos algo nuevo. En primer elemento, ahora en Cristo pertenecemos a una nación o a una familia. Versículo 13, pero ahora en Cristo Jesús ustedes que en otro tiempo estaban lejos han sido acercados por la sangre de Cristo. Los gentiles estábamos lejos. Por todo lo que vimos en versículos anteriores, lejos de la revelación de sus pactos, de sus promesas, los judíos en cambio estaban cerca, ellos tenían el templo de Jerusalén, la gloria de Dios moraba ahí, y por medio de los profetas, mis hermanos, ellos escuchaban continuamente la voz de Dios, pero los gentiles no era así. Ahora es cierto que muchos judíos también despreciaron estos privilegios, pero eso no elimina la realidad que ellos tenían un acceso más cercano a las promesas de Dios. Versículo 13, pero ahora en Cristo Jesús a todos nosotros como gentiles nos dice, la situación ha cambiado dramáticamente, y eso es en Cristo Jesús, nosotros que estábamos lejos, separados, hemos sido hechos cercanos por la sangre de Cristo. Por la sangre de Cristo fuimos perdonados, fuimos reconciliados con Dios, pero al mismo tiempo hemos sido llamados a reconciliarnos con todos aquellos que han abrazado también a Cristo como Señor y Salvador. Así que en Cristo somos reconciliados con Dios, pero también somos llamados a reconciliarnos unos con otros. Ahorita vamos a ver por qué Pablo menciona esto. Dice el segundo elemento, en Cristo tenemos paz con Cristo, estábamos separados, ¿recuerdas? Decía, pero ahora en Cristo tenemos paz en Cristo. Cristo es nuestra paz, versículo 14, porque Él mismo es nuestra paz, y de ambos pueblos hizo uno, derribando la pared intermedia de separación. La barrera, mi hermano, que separaba al judío del gentil ha sido completamente derribada por la muerte de Cristo en la cruz, y por lo tanto tanto judíos como gentiles somos reconciliados con el Padre, ¿por quién? Por Cristo. Ahora hay varios elementos aquí primeramente nota que no dice simplemente que Cristo logró esa paz para nosotros no dice simplemente eso, dice que Él es nuestra paz, Él es nuestra paz. Y yo te pregunto ¿en qué buscas tu paz, mi hermano? Dice Isaías 41, si mal no recuerdo, dice, tú guardarás en completa paz aquel cuyo pensamiento en sí persevera. Un fruto evidente de que estás en Cristo es que estás en paz, aunque las circunstancias no cambien. Pero cuando no hay paz tú puedes estar en las mejores circunstancias pero estar alejado de Cristo. Dice, Él es nuestra paz, Él es la fuente y la sustancia de esa paz. Ahora no solamente es en el tema de identidad y emocional sino también en un tema de una condición legal que veíamos desde el versículo 1 cuando hablamos de muertos de nuestros delitos y pecados ¿cómo fue posible que fuéramos reconciliados que fuera quitada esta barrera de pecado siendo nosotros pecadores y tener paz con un Dios Santo? Bueno porque el castigo de nuestra paz fue sobre Cristo. Él recibió la condena y la ira de Dios que tú y yo merecíamos para que nosotros podamos ser presentados delante del Padre como justos. De tal manera que la gloria es únicamente para Cristo. Lo que está diciendo en este contexto de los judíos, de los sacrificios, es que Pablo les está diciendo, recuerden que todos esos sacrificios que se hacían una y otra vez para purificación, para entrar al lugar santísimo, todas esas cosas que se hacían para limpiar externamente y obtener una paz temporal con Dios para tener acceso a Él ahora en Cristo, por el único y suficiente sacrificio en la Cruz del Madero, es que ustedes tienen paz para con Dios por eso dice Romano 5.1 Justificados pues por la fe, tenemos paz para con Dios, ¿por medio de quién? De Cristo, no de nuestras obras, no de nuestro dinero no de nuestro ministerio, sino únicamente por los méritos de Jesús lo que Pablo aquí está diciendo es, esta lejanía que teníamos de Dios, sin Dios, sin esperanza ahora en Cristo hemos sido reconciliados y tenemos acceso no en ciertos días, en ciertos momentos, a la presencia del Dios Santísimo, sino todos los días en todo momento tenemos paz para con Dios, por medio de Cristo porque Él es nuestra paz ¿Qué otro elemento vemos aquí? Bueno, derribó esta barrera y ahora hizo un solo pueblo, tanto de judíos como gentiles Cristo derribó las barreras que nos separaban, puse este tercer elemento, ahora en Cristo, Cristo derribó las barreras que nos separaban, vertículo 14 porque Él mismo es nuestra paz y de ambos pueblos hizo uno derribando la pared intermedia de separación Ahora, ¿qué pared es esta a la que Pablo se refiere? Bueno, varios comentaristas coinciden que Pablo pudiera estarse refiriendo aquí a la pared que separaba a los judíos de los gentiles en el Templo de Jerusalén de una manera muy sencilla, quiero explicarte, en el Templo de Jerusalén había un cierto límite para los gentiles los gentiles no podían acceder más allá del patio de los gentiles haz de cuenta que si este fue el Templo de Jerusalén los gentiles tenían que quedarse del portón para allá afuera no podían acceder más para acá, solamente los judíos, y sabemos que el Templo de Jerusalén iba avanzando y ya solamente después del zumo sacerdote y cuestiones pero los gentiles quedaban como en la parte más rezagada del Templo de Jerusalén, bueno a tal grado que había un letrero en el Templo de Jerusalén y mira lo que decía el letrero decía ningún extranjero o gentil puede rebasar esta barricada que rodea el santuario y su contenido, cualquiera que fuera sorprendido haciéndolo seré el único responsable de su muerte era pena de muerte quien rebasara ese límite, y puede ser que Pablo está pensando en esa pared, y Pablo está diciendo que esa discriminación que había o esa distinción entre los dos pueblos ya no existía más ya Cristo había derribado también eso para hacernos un solo pueblo, como decía hace un momento los judíos consideraban a los gentiles literalmente como perros asociarse con ellos era algo digno de repudio se contaminaban según ellos y los gentiles por su parte consideraban a los judíos como los más grandes enemigos ante tal trato pues como no ser racista, honestamente y había esa tensión en ellos pero Cristo derribó esa pared esa hostilidad, como la derribó como fue posible que Cristo hizo un pueblo de estos dos grupos versículo 15 poniendo fin a la enemistad en su carne, en la carne de Cristo, en su cuerpo la ley de los mandamientos expresados en ordenanzas o ceremonias o decretos para crear en el mismo de los dos un nuevo hombre estableciendo así la paz quiero explicar esto porque esto no significa que Cristo haya eliminado la ley como un principio moral ¿qué quiero decir con esto? Pablo no está refiriéndose aquí del decálogo de los diez mandamientos esa ley moral que se resume en los diez mandamientos regía tanto para los judíos como para los gentiles, por lo tanto tanto era pecado matar a alguien para el judío como también lo era para el gentil la referencia está haciendo Pablo más bien a un montón de regulaciones que después los judíos empezaron a poner ya reglas sobre reglas y reglas sobre reglas y recuerdas en el día de reposo simplemente era guardarse del día de reposo abstenerse del trabajo y buscar la presencia de Dios y ellos comenzaron a añadir un montón de reglas y entonces crearon tal situación, levantaron tales barreras con tal de ellos mantenerse como en un nivel de superioridad espiritual y lo que Pablo está diciendo es Cristo vino a derribar eso Cristo vino a quitar todas esas leyes ceremoniales que distinguían a los judíos y a los gentiles para que entonces tanto judíos como gentiles puedan reunirse puedan estar juntos y adorar de la misma manera a través del mismo acceso que es únicamente por la gracia de Cristo. Ahora Dios ha creado también, vamos a ver un solo hombre, una nueva humanidad que es la iglesia formada por judíos y gentiles dice versículo 15, poniendo fin a la enemistad en su carne la ley de los mandamientos expresados en ordenanza para crear en el mismo de los dos un nuevo hombre estableciendo así la paz y para reconciliar con Dios a los dos en un cuerpo por medio de la cruz, habiendo dado muerte en ella a la enemistad ¿Se ha dado cuenta que vivimos en un mundo que naturalmente está inclinado a la contienda? A estar peleado, ¿no? A estar criticando a estar teniendo conflicto con cualquier persona que hacen las cosas diferentes de a mí y por cualquier cosa estamos metidos en una contienda bueno, aquí nos está mostrando que Cristo reconcilió al hombre con Dios pero también nos da la capacidad de reconciliarnos los unos con los otros mis hermanos, lo que Pablo está diciendo es que el Evangelio es la única fuente por la cual nosotros podemos reconciliarnos o vivir en este estado de reconciliación aún en medio del mundo que está lleno de contiendas y fricciones puse esto en pantalla y me gustaría eso, al final la palabra de Dios es viva y eficaz hemos sido llamados a reconciliarnos ¿Hay enemistad en tu corazón con alguien? No, sí, ahorita que mencionas las contiendas sí hay un buen, partidos políticos guerras, que lo del agua que sí, un montón, pero mi pregunta es, ¿cómo está tu corazón el día de hoy mi hermano, mi amigo? ¿Estás enemistado con alguna persona? Puse ahí en pantalla, la raíz de las enemistades es el pecado y el pecado sólo encuentra remedio en la cruz, si tú estás enemistado con alguien y somos expertos, nos encanta echarle la culpa a todo el mundo y siempre queremos tener razón para estar enemistados con alguien la palabra de Dios dice, no ya Cristo derribó esas enemistades llévalo a la cruz ahora Cristo hizo algo más a favor de todos los gentiles como nosotros y mira que sorprendente es versículo 17 y 18 hablando de Cristo dice y vino y anunció paz a ustedes que estaban lejos y paz a los que estaban cerca porque por medio de Cristo los unos y los otros, tenemos nuestra entrada al Padre en un mismo espíritu entonces, Cristo lo que hizo no solamente fue venir y dar su vida en la cruz del Calvario para derribar estas barreras para dar salvación tanto a judíos como a gentiles sino que dice y me llama mucho la atención vino y anunció paz ahora le está hablando un grupo de cristianos en Éfeso y yo me detenía y pensaba bueno, ¿cuándo fue que Cristo fue a anunciarles a los creyentes de Éfeso? ¿cuándo fue que Él fue hasta allá? la palabra de Dios no registra que Él haya salido y haya ido hacia Éfeso ¿cuándo entonces Cristo fue y anunció estas buenas nuevas? y me encanta este elemento cuando los apóstoles y otros predicadores fueron a Éfeso y predicaron el Evangelio con el poder del Espíritu de Cristo fue que Cristo fue y anunció esas buenas nuevas ¿qué quiero decir con eso? ¿y cuál es el propósito de Pablo? tiene un montón de repercusiones esto que está diciendo aquí mi hermano, lo que Pablo está diciendo es que cuando la palabra de Cristo es expuesta es la voz de Cristo mismo que resuena en un púlpito que resuena en una iglesia ahora, no solamente en una iglesia sino también como creyentes cuando vamos y predicamos la palabra, compartimos la palabra de Cristo es Cristo mismo que está hablando mi hermano, yo no sé cómo cambia tu manera de querer compartir la palabra de Dios pero es Cristo mismo que habla a través de nosotros cuando compartimos su palabra nosotros somos llamados a ser embajadores suyos segunda de Corintios capítulo 5 versículo 20, por tanto somos embajadores de Cristo como si Dios rogara por medio de nosotros en nombre de Cristo le rogamos reconcídense con Dios como creyentes nosotros traemos el mensaje de un rey somos llamados a ser embajadores suyos es en nombre de Cristo que proclamamos la palabra que proclamamos su evangelio y por lo tanto descansamos en su voluntad porque es la voz de Cristo la que obra en el corazón de cada uno de los hombres, es la voz de Cristo la que obró en cada uno de nosotros que nos dio vida para rendirnos a él mi hermano digo esto porque oportunidades como las que tenemos al rato y no solamente al rato sino en el día a día pero ahorita hablando de al rato de compartir la palabra de tener la oportunidad de compartir con alguna persona mis hermanos debemos saber que es Cristo el que habla a través de nosotros cuando nosotros presentamos su palabra mira lo que dice Romanos capítulo 10, versículo 14 al 17 ¿cómo puedes invocar a aquel en quien no han creído? ¿y cómo creerán en aquel de quien no han oído? ¿y cómo irán sin haber quien les predique? ¿y cómo predicarán si no son enviados? tal como esté escrito, cuán hermosos son los pies de los que anuncian el evangelio del bien el evangelio de salvación mi amigo a la luz de lo que Cristo piensa de nosotros esto debería causar un gran impacto en nuestra manera en que invertimos nuestro tiempo y nuestras palabras para Cristo escúchame bien, es algo hermoso los pies de aquellos que anuncian el evangelio de Cristo, aunque te llamen loco, aunque te llamen religioso, aunque te llamen antifuado aunque te llamen que estás perdiendo tu tiempo tu vida mis hermanos a veces damos tanto peso a lo que los hombres digan pero Cristo dice para mí eso es algo hermoso versículo 16 sin embargo no todos hicieron caso al evangelio porque Isaías dice Señor quien ha creído a nuestro anuncio así que la fe viene por el oír y el oír por la palabra de Dios Pablo está diciendo, como serán si nadie les habla, si nadie les comparte la palabra somos llamados con el respaldo de Cristo a ser embajadores de Dios por otro lado me encanta esto porque naturalmente es como híjole, compartir, me van a rechazar me han rechazado un buen o cuestiones así mira lo que dice Jesús saque el pecho por sus discípulos dice Lucas 10.16 el que ustedes escuchan me escucha a mí y el que ustedes rechaza tranquilos hijos tranquilo no te está rechazando a ti dice ahí, me está rechazando a mí y el que me rechaza a mí rechaza al que me envió definitivamente no creo que Cristo intentara cultivar en nosotros un espíritu burlesco ah mira pues al final no me desprecias a mí despides a Cristo contrario a eso creo que quiere producir en nosotros una confianza y una certeza de que los resultados y la obra de salvación es enteramente suya y nuestro llamado no son los resultados nuestro llamado es llevar como alguien decía el evangelio a los oídos y entonces Dios encargará de bajarlo al corazón así que es importante ver mi hermano la responsabilidad pero también el privilegio que tenemos cada vez que nos reunimos estudiar la palabra de Dios orar con la palabra de Dios venimos al grupo y estamos en la palabra cuando estás en tu tiempo devocional mi hermano es la voz misma de Cristo la que está delante de nosotros ahora eso también tiene implicaciones que yo podría dar como iglesia al final del día el centro de todo es la palabra de Dios cuando nosotros como iglesia nos reunimos a escuchar la palabra de Dios es algo que Dios considera importante por eso procuramos tener los menos factores que pudieran distraernos por eso procuramos tener en silencio los celulares por eso decía alguien así como te prepararías para tener el momento más importante de tu vida al otro día y sea lo que seas yo sé que tú has tenido en algún momento a lo mejor fue un examen de admisión a lo mejor fue un evento deportivo super importante a lo mejor era que ibas a ver a alguna persona y te preparabas desde una noche antes cuando ibas a ser expuesto a la palabra yo ahorita no puedo desvelarme yo ahorita no quiero distraerme yo tengo que andar al cien mis hermanos a la luz de lo que Cristo considera valioso y glorioso su palabra deberíamos con esa misma seriedad prestar atención cuidarnos y prepararnos para recibir su palabra como creyentes somos llamados por lo menos una vez a la semana sentarnos con todas nuestras fuerzas con toda nuestra energía escuchar la palabra de Dios lastimosamente perdemos de vista esto y bueno no pasa nada que sucede si hoy no mi anhelo no es cargarnos de culpa mi anhelo es revertir y ver el privilegio que tenemos de estar delante de la voz de Cristo en medio de su pueblo pero también cuan grande privilegio es compartir su palabra, su evangelio saber que somos embajadores y que es el que obra nosotros hablamos su palabra y el rechazo no es a nosotros sino que es a él y por lo tanto podemos perseverar dice otro elemento ahora en Cristo me encanta esto tenemos libre entrada en la presencia de Dios yo no sé cuál sea su contexto pero una pregunta natural cuando Dios empieza ya a jalarte y dices bueno la meta si ya sé que sin Dios no no hay manera pero como podría acercarme a Dios si tú conocieras mi pasado, mi pecado aún como me he referido a Dios es imposible que yo pudiera tener acceso a un Dios que es santo, bueno aquí está hablando de que versículo 18 porque por medio de Cristo los unos y los otros judíos y gentiles tenemos nuestra entrada al Padre en un mismo espíritu ahora me encanta aquí porque esta palabra que Pablo usa aquí, que en nuestras versiones se traduce como entrada hace referencia a la labor que hacían los oficiales en la corte en aquellos días para dejar entrar a una persona la presencia del Rey ¿no has visto las películas? híjole bueno la última que vi fue la de la de Mario Bros sale algo así en la de Mario llegan al castillo de la princesa y aparecen los dos honguitos y se cruzan en la en la entrada y no querían dejar entrar a Mario ya otras películas son soldados ¿no? pero son guardias que te dicen oye tú ¿cómo te atreves tú a estar delante del Rey? ¿quién eres tú? bueno lo que está hablando aquí es en un término de que es Cristo el que tiene esa autoridad pero también está diciendo que es Cristo mismo el que nos lleva hasta la presencia del Rey él es el Rey, él es ese oficial, él es el único por el medio del cual podemos tener acceso a ese lugar, Cristo nos introduce a ese lugar santísimo que era imposible en nuestros méritos, que era imposible en nuestras religiones, que era imposible en cualquier filosofía que era imposible en nuestras buenas obras en nuestra decencia, en nuestra moralidad era imposible porque tarde o temprano terminamos pecando pero dice que Cristo lo hizo posible por su sacrificio es que tenemos acceso y entrada al mismísimo trono de Dios cuantas veces queramos cuantas veces queramos mi hermano, por eso dicen hebreos acércate al trono de la gracia ya no importa si somos judíos o gentiles si nacimos en Belén si nacimos en Nazaret, si nacimos en Bernal, en Ezequiel, en San Juan en el DF ya no importa ya no importa todos por Cristo tenemos acceso a Dios el Padre, versículo 19 así pues ustedes ya no son extraños ni extranjeros sino que son conciudadanos de los santos y son de la familia de Dios, ahora son conciudadanos y son parte de una familia, ya no son extranjeros ya no están afinos a la promesa de Dios ya no están excluidos como en otro tiempo era únicamente para el pueblo de Israel por eso dice Gálatas 3, 28 y 29 ya no hay judío, no hay griego no hay esclavo, no hay libre no hay hombre ni mujer porque todos son uno en Cristo Jesús y si ustedes son de Cristo entonces son descendencia de Abraham heredero según la promesa mi hermano yo no sé en qué pueblo naciste tú pero si tú has creído en Cristo como tu Señor y Salvador tú eres verdadero descendiente de Abraham, dice Pablo y ahora somos parte y herederos de la misma promesa mira lo que dice también en Cristo en Cristo también somos parte de una sola familia y me encanta esto porque como iglesia o como creyentes somos llamados a ser ministerio a proclamar a Cristo para su reino no para horizonte servimos, vivimos y proclamamos a Cristo para el reino de Cristo no para un pastor no para un grupo de iglesias para un reino Cristo no nos compró y ahorita vamos a ir a una parte más específica donde también abarca la iglesia local pero principalmente Cristo nos llamó para formar parte de una sola familia que es la iglesia así pues ustedes ya no son extraños ni extranjeros sino que son ciudadanos de los santos y son de la familia de Dios ahora, en una familia mi hermano yo no sé como te llamabas con tu hermano con tu hermana tus hijos están en la etapa adolescencia, pubertad apatía contestones, rezongones es una convivencia peculiar dentro de una familia yo no estoy hablando del domingo aquí tú sabes ese momento que te roban el baño ya se te hizo tarde y sabes que se va a tardar media hora estoy hablando de momentos donde mis hermanos somos diferentes tenemos diferentes maneras de ver ciertas cosas que no son esenciales en la fe tenemos diferente carácter, tenemos diferentes gustos pero somos parte de una familia y debemos tratarnos como tales aún a pesar de nuestros gustos, de nuestros contextos diferentes, somos parte de una familia, ahora si en las familias de carne y sangre hay situaciones de diferencia hay situaciones en las que no siempre tenemos la mejor sintonía con todos los integrantes de la familia porque nos agotamos tanto cuando alguien es diferente, cuando alguien tiene una manera diferente de ser somos una familia somos llamados a adaptarnos y amarnos aún a pesar de las diferentes edades, de las diferentes etapas de las diferentes familias que vengamos, de las diferentes ciudades que somos, del diferente o la diferente antigüedad que tengamos en Cristo, somos llamados a amarnos en Cristo y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a 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amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a 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amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos y a amarnos Horizonte Tequisquiapan Somos una iglesia que confía camina y comunica a Cristo Acompáñanos Domingo a Domingo Te esperamos

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