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"Una actitud correcta" (Filipenses 3:12-14)

"Una actitud correcta" (Filipenses 3:12-14)

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Predicación del domingo 31 de diciembre 2023 Horizonte Tequisquiapan Predicador: Hugo Ventura

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Somos una iglesia que confía, camina y comunica a Cristo. Acompáñanos domingo a domingo. Te esperamos. Deberíamos tener y adoptar para este momento, para estos días. Y me gusta este pasaje donde Pablo nos da algunas instrucciones. Así que te voy a pedir que te pongas de pie, por favor. Vamos a leer Filipenses capítulo 3, versículo 12 al 14. Recuerda que yo voy a leer versículo 12, tú apóyame con el 13 y juntos leemos el versículo 14. Entonces, igual va a aparecer en pantalla si quieres leerlo de ahí. A veces ahí se atora un poquito Filipenses al ser una carta pequeñita. Va a aparecer ahí, yo leo versículo 12, tú el 13 y juntos el 14. Así que Filipenses capítulo 3. No es que ya lo haya alcanzado o que ya haya llegado a ser perfecto, sino que sigo adelante a fin de poder alcanzar aquello para lo cual también fui alcanzado por Cristo Jesús. Y yo mismo no estoy en el lugar de que haya alcanzado. Estoy en la cruzada, poniéndole lo que yo quiero que haga. Y eso es lo importante. Juntos, prosigo hacia la meta para obtener el premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús. Vamos a orar. Padre, muchas gracias, muchas gracias por tu fidelidad. Gracias porque a pesar de nosotros, tú eres fiel, tú nos das gracias, sobregracias. Y tu palabra dice que por tu misericordia no hemos sido consumidos, Señor. Así que el solo hecho de estar aquí es una gran muestra de tu misericordia, de tu amor. Gracias porque en tu palabra nos instruyes, nos guías, pero sobre todas las cosas nos muestras a Jesús. Así que, Padre, yo te ruego que ahora que estamos cerrando este año, hables a nuestros corazones, Señor. Alíñes nuestra mente, nuestro corazón y aún nuestro andar con una actitud correcta, Señor, acorde a una identidad de hijos tuyos, Padre. Gracias, Señor, una vez más por tu fidelidad, por tu amor. Exalta a Jesús en el nombre de Él es que oramos. Amén. ¿Podemos tomar nuestro asiento, hermanos? Bueno, como contexto, recuerda la carta de Pablo a los Filipos. Es Pablo hablándole a una iglesia, le está hablando a un grupo de creyentes. Y me gusta este pasaje porque al final del día, ahorita que estamos ya terminando el 2023, no sé en qué momento estés tú, pero lo puedes terminar en una reacción, ya sea de ánimo, de gozo, de alegría, pero también a lo mejor es un momento de tristeza. A lo mejor en tu vida en este año hubo pérdidas. A lo mejor hubo o hay eventos que han marcado un antes y un después en tu vida y que fueron dolorosos para ti. Y a lo mejor estás terminando el año como diciendo, qué bueno que ya se acabó porque este año ha sido uno de los años más complicados de mi vida. Quizás estás en un punto así. A lo mejor, contrario a eso, para ti estás cerrando este año con alegría, con gran gozo, como ahorita compartíamos, recordando victorias que Dios te ha dado, recordando detalles de su gracia y bendiciones especiales a lo largo de todos estos meses. A lo mejor simplemente ves pasar el año y dices, híjole, y esto es más viejo. A lo mejor eres joven y dices, guau, qué padre, ya voy siendo más adulto. Y los que vamos creciendo nos damos cuenta que al pasar de los años, pues también nuestro estado físico va decayendo, ya las lesiones tardan más en recuperarse, platicamos ahorita con Juanito de eso. Vamos perdiendo cabello, vamos ganando peso. Y a lo mejor estás en una situación así que dices, híjole, por qué ha pasado los años, me siento viejo estar batallando con eso. Pero a lo mejor también estás pasando momentos donde ves como la luz al final de ese túnel, de un momento difícil que se ha prolongado durante estos meses y está cerrando con alegría, con esperanza. Bueno, al final del día hay muchas maneras en las cuales podríamos estar terminando el año. Lo importante y lo que quiero hacer a través de la palabra de Dios es alinearnos como creyentes. ¿Cómo es que deberíamos concluir un año a pesar de sus altas y de sus bajas? ¿Cómo deberíamos nosotros como hijos de Dios que hemos sido comprados por la sangre de Jesús, que tenemos una esperanza eterna, una esperanza que no es temporal, cómo deberíamos estar respondiendo ante este fin de año y el inicio del 2024? ¿Cuál debe ser nuestra actitud? Y por eso el título del sermón, una actitud correcta. Una actitud, hablando de esta palabra actitud, encontré esta definición de la Real Academia, dice una actitud son formas habituales de pensar, de sentir y de actuar de acuerdo a una serie y un sistema de valores que hemos adquirido. Una actitud son formas habituales de pensar, sentir y actuar de acuerdo a una serie y un sistema de valores que hemos adquirido. Cuando hablamos de actitud, quiero decir que es la capacidad para pensar, para sentir, pero también para actuar de manera concreta. Como creyentes, ¿cómo deberíamos encarar este fin de año? ¿Con qué manera de pensar, con qué manera de sentir y con qué manera de actuar? Y es lo que vamos a ver en Filipenses capítulo 3, versículos 12 y 14, rogándole a Dios que cultivemos una buena actitud para este tiempo. El mapa del sermón lo dividimos en dos elementos. ¿Cómo podemos terminar bien este año? Bueno, dos elementos. Necesitamos una buena evaluación de nosotros mismos, primeramente. Y segundo, necesitamos una buena resolución. Veremos ahorita también como un plan de acción. Finalmente veremos algunas aplicaciones respecto a este pasaje. Entonces, en primer lugar, necesitamos una buena evaluación. Para tener una buena actitud, necesitamos evaluarnos. Por la palabra evaluación, encontré también esta definición. La evaluación es la capacidad de llegar a conclusiones respecto de lo que nos ha sucedido. La capacidad de entender lo que ya tenemos para los retos que vendrán. Hay dos elementos claves, y me encanta cómo Pablo nos lo va a modelar en este texto. Hay dos cosas que componen una buena evaluación. ¿Cómo puedo evaluarme a mí mismo? ¿Cuál debería ser mi actitud para evaluarme a mí mismo al finalizar este año? Bueno, necesitamos primeramente humildad para evaluarnos a nosotros mismos. Para hacer una buena evaluación de nuestro año, de nuestra vida, de nuestra persona, necesitamos humildad. ¿Y por qué te digo esto? Mira cómo Pablo se describe a él mismo en versículo 12. Dice, no es que ya lo haya alcanzado o que haya llegado a ser perfecto. Versículo 13. Hermanos, yo mismo no considero haberlo ya alcanzado. Entonces, en tres versículos, Pablo se describe a sí mismo como alguien que no lo ha alcanzado, que no ha llegado. Otras versiones de la Biblia dicen, no que sea yo perfecto o que haya alcanzado ya la meta. El apóstol Pablo dice, yo todavía no he llegado a lo que Dios espera de mí. Todavía no he llegado. Ahora, la razón por la que digo que necesitamos humildad para hacernos una buena evaluación es entender quién es Pablo. Y Pablo, en el contexto, es un hombre que sabemos, en Hechos capítulo 9, tuvo un encuentro cara a cara con el Señor cuando iba camino a Damasco. Pablo fue uno de los hombres que más utilizó para la expansión del Evangelio. Es autor de trece cartas. Es un apóstol, y digo esto que es un apóstol verdadero porque hoy en día se ha rebajado mucho el término de apóstol, pero la Palabra de Dios, a diferencia de mucha gente que se hace llamar apóstol el día de hoy, la Palabra de Dios muestra como un requisito para que alguien se llame apóstol que haya estado con Jesús. Y Pablo es un apóstol real. Pablo es un hombre con un gran ministerio, con un gran impacto a través de lo que Dios hizo a través de él. Es un hombre que en su vida manifestó una devoción a Dios sufriendo azotes, sufriendo cárcel, y en todo eso que Dios le usó, él se describe a sí mismo como yo no he llegado todavía. Yo no he llegado todavía. Imagínate si el apóstol Pablo con todo eso, él se define a él mismo como alguien que no ha llegado todavía. ¿Qué creemos de nosotros mismos? ¿Qué deberíamos de creer de nosotros mismos? Eso se llama humildad. Pablo no se está gloriando de nada, de lo que ha dicho o de lo que él ha hecho. Él simplemente sabe que es un pecador salvado por gracia. Él sabe que no hay perfección de este lado del cielo. Él no dice yo ya llegué espiritualmente. Él dice no he llegado. Y esa humildad es importante para evaluarnos bien. Esa humildad, mis hermanos, nos ayudará a no quedarnos atorados como veremos a lo largo del pasaje. Necesitamos, puse en pantalla esto y es un buen primer elemento para cómo evaluarnos al final de este año. Necesitamos humildad para reconocer que no somos tan espirituales como deseamos. No somos tan inteligentes como pensamos. No somos tan sabios como creemos. No somos tan buenos como sentimos o decimos. No somos tan fuertes como quisiéramos. Honestamente, es difícil ser humilde. Es difícil reconocernos débiles. Es difícil terminar este año y reconocer que a lo mejor tu matrimonio o nuestro matrimonio esté en dificultades. Es difícil ser humilde y admitir que la situación financiera o de nuestro empleo es incierta. Es difícil admitir que tenías sueños, que tenías planes, que tenías proyectos que no se cumplieron, que parece que se desvanecieron total ya. Es difícil terminar, voltear atrás y ver que esa relación en la cual habías puesto todo tu empeño y tu planeación no llegó a un buen término. Es difícil aceptar que probablemente estás batallando con tus hijos, te están dando muchas dificultades, estás luchando con pecado en tu vida y llegas a este punto que dices, híjole, ¿llegará algún momento en el que yo pueda vencer este hábito? Es difícil reconocer que quizá tenemos un espíritu muy duro con los demás, muy crítico. Estamos llenos de ira, de amargura. Es difícil reconocer que necesitamos ser más compasivos, más amorosos. Es difícil reconocer todo eso, mis hermanos. Es difícil decir, señor, yo no he llegado todavía y me falta mucho respecto a lo que tú vas a hacer en mí. Ahora, es un buen elemento y me gusta esto porque es de gran esperanza, mi hermano. No tenemos que terminar el año delante de Dios diciéndole, wow, soy el más espiritual, hice un montón de cosas. Dios espera un corazón honesto, contrito y humillado. Que pueda venir a Cristo y decirle, señor, yo sé que tu poder se perfecciona en mi debilidad. Yo sigo débil en esto, señor, pero gracias por Jesús. Yo sigo batallando y la verdad es que no he llegado a lo que tu palabra hace y que me llama, pero confío en que tú estás haciendo esa obra, señor, y gloria a Dios por Jesús. Ahora, ¿cómo podemos? El texto nos va a dar un elemento importante. ¿Cómo podemos nosotros tener este espíritu vulnerable? El poder venir delante de Dios y abrazar esa convicción de que no hemos llegado. Somos honestos muchas veces a querer aparentar, a querer dar como súper espirituales, súper religiosos, todo está bien, pero Dios nos dice, no, mira, acércate tal y como eres. Si Pablo con todo el ministerio y con todo lo que Dios le había usado, reconocía que aún no había llegado, también nos invita a hacer lo mismo a nosotros. ¿Cómo podemos abrazar esa convicción? ¿De dónde podría surgir esa confianza para hacerlo? Segundo elemento para una buena evaluación, necesitamos recordar nuestra identidad en Cristo. Necesitamos recordar nuestra identidad en Cristo. Es cuando recordamos nuestra identidad en Cristo y que somos amados únicamente por él, que nosotros podemos venir, ahora sí que con el rostro descubierto, tal como somos, porque entendemos que no es por nuestros méritos que nos acercamos a Dios, sino por los méritos de Jesús. Mira lo que dice el versículo 12. No es que ya lo haya alcanzado o que ya haya llegado a ser perfecto, sino que sigo adelante a fin de poder alcanzar aquello para lo cual también fui alcanzado por Cristo Jesús. Hay algo que Pablo llama aquí que es algo por lo cual fue alcanzado por Cristo Jesús. Él dice yo pertenezco a algo que Cristo ya hizo, ya fui alcanzado por Cristo Jesús. Yo no he llegado ahí pero quiero esforzarme por llegar allá. Otras versiones traducen porque Jesús ya me ha hecho suyo, porque Jesús me alcanzó primero. Entonces Pablo dice, yo puedo honestamente reconocer que no he llegado allá porque reconozco que es por los méritos de Jesús, porque fue él el que me llamó a mí. Hay una base sobre la cual podemos apoyarnos para venir humildemente delante de Dios y es recordar nuestra identidad en Cristo. Puse en pantalla esto mis hermanos, antes de intentar hacer cosas para Jesús, tenemos que recordar y habitar en nuestra identidad en Él. Antes de intentar hacer cosas para Jesús, digo esto porque a lo mejor es un tema que está cerrando el año, muchas cosas no hice y me había decidido y hasta con buenas intenciones y cosas a lo mejor espirituales, pero termina el año y no, no he llegado. Y a veces intentamos como mejor maquillarlo y poner pretextos. Bueno, pues no, no fue tan mal. Y mira, podemos venir honestamente y recordar y descansar. Señor, gracias porque es por tus méritos y no por los míos que puedo ser amado y aceptado delante de Ti. Nuestra identidad es lo que va a mover nuestra actividad. Escucha bien esto mi hermano. Dios no nos ama más por algo que hagamos, ni nos ama menos por algo que dejemos de hacer. Él nos ama por su pura gracia en Cristo. Dios no nos ama más por algo que nosotros hagamos, ni nos ama menos por algo que podamos hacer. Nos ama por su gracia en Cristo. Nos ama por su gracia en Cristo. La única razón en medio de las frustraciones, de las batallas, de las pruebas, es recordar que tenemos este tremendo Salvador. Que Jesús es todo lo que nosotros no somos. Que Jesús sí es fuerte. Que Jesús sí es sabio. Que Jesús es bueno. Que Jesús es santo. Que Jesús es justo. Que Jesús es tierno, es perdonador. Que Jesús es el camino, la verdad y la vida. Por eso podemos ser vulnerables. Mira lo que puse en pantalla. Podemos ser vulnerables y honestos delante de Dios, porque nuestra aceptación delante de Él depende de los méritos de Jesús y por la seguridad que Él está obrando en nosotros por su gracia. De hecho, es lo que Pablo en esta misma carta, en Filipenses 1.6, dijo que estaba persuadido de esto, convencido de esto. Que el que comenzó la buena obra, la perfeccionaría hasta el día que estuviera con Jesús. Él es vulnerable porque entiende de este lado de la eternidad yo no tengo nada que aparentar. Dios me conoce tal como soy, por lo tanto puedo reconocer ante Él que no he llegado y gozarme que a pesar de mí, Él me ama por los méritos de Cristo. Mi amigo, yo no sé en qué punto estés, pero seguramente hay cosas que también quedaron ahí que dices, híjole, a lo mejor te traen condenación, te traen vergüenza. Algunas áreas de tu vida que Dios te haya llamado a dar pasos firmes y probablemente dices, híjole, desperdicié este año. Mi amigo, quiero decirte, no mires este fin de año como un año desperdiciado, no lo mires así, ve la gracia de Cristo ahí, sé honesto con Él sabiendo que no has llegado, pero recuerda que eres amado por Cristo, eres amado por Cristo. Ahora, ponía como paréntesis esto también, porque está padre recordar que somos amados por Cristo, pero también este es un llamado implícito a ser agentes de gracia, mis hermanos, una actitud correcta es ver a las personas que nos rodean en nuestro matrimonio, en la iglesia, como obras en construcción y por lo tanto poder dar gracia en nuestra familia, con nuestros hermanos en la fe. De repente somos duros, somos críticos, perdemos la compasión, la misericordia, porque perdemos de vista que nosotros somos imperfectos también, que no hemos llegado tampoco, como dice el apóstol Pablo. Pablo dice, yo no he llegado, no soy perfecto, sino, continúa ahí, sino que sigo adelante a fin de poder alcanzar aquello para lo cual también fui alcanzado por Cristo Jesús. Yo prosigo para alcanzar eso, dice Pablo, aquello para lo cual también fui alcanzado por Cristo Jesús. Me encanta este término, fíjate lo que indica este término, cuando dice fui alcanzado por Cristo Jesús. Pablo está hablando de un tema de adopción, él dice he sido comprado o adoptado por Cristo Jesús, y eso aplica a todos los creyentes, como vimos en Efesios. Ahora, ¿por qué es importante entender a lo que se refiere con este tipo de adopción? Bueno, el día de hoy, generalmente cuando alguien quiere adoptar, es movido por un gesto de amor hacia un niño, independientemente de cómo el niño sea. Es más, la muestra de amor, de querer adoptarlo, de querer proveer recursos, de querer proveerle una vida mejor, si así podemos decirlo. Pero en el tiempo que se escribe la palabra, la adopción era muy distinta. La adopción también implicaba mucho riesgo para las personas que querían adoptar, de tal manera que necesitaban comprobar que les convenía adoptar a aquel que iban a adoptar. Es decir, ellos tenían que asegurar que el sacrificio que iban a hacer por esa persona valiera la pena. Uno de los casos más famosos se dio con el emperador César Augusto. Él fue uno de los grandes emperadores romanos y cuando llega el tiempo de hacer la transición de mando, él ve que sus hijos realmente eran muy incompetentes para seguir gobernando. ¿Y sabes qué hace este emperador? Él adoptó a Tiberios. ¿Sabes qué edad tenía cuando adoptó a Tiberios? Tenía 45 años. Tiberios ya era un individuo probado. Él ya estaba fogueado en el ámbito militar, en el liderazgo, tenía mucha disciplina, estrategias, y el emperador dice, ese me gusta, a ese lo quiero adoptar porque me conviene. Bueno, mis hermanos, Dios no nos adoptó como este emperador. Dios nos adoptó a pesar de que honestamente ni le conveníamos. Puse en pantalla esto. Dios a nosotros nos adoptó no porque nosotros fuimos capaces de probarle algo a Dios. Dios nos adoptó a pesar de lo que representábamos. Dios nos amó por el puro afecto de su voluntad. Y debemos recordar eso, no fue por nuestros méritos, no fue porque él vio que había gran potencial en nosotros porque le conveníamos, no. Fue para mostrarnos su gracia por el puro afecto de su voluntad. ¿Y sabes cuál fue el precio? Lo veíamos hace ocho días, todo lo que Jesús hizo, la sangre de su único hijo amado. Ahora, cuando vienen estas voces de decir, híjole, es fin de año, me siento solo, como que nadie me ama, y quieres ahí como conmiterarte, ¿y recuerdas esto? ¿Cómo Dios te amó? ¿Cómo Dios te adoptó únicamente por su gracia? ¿Cómo te sientes ahí, hermano? ¿Qué tan amado te sientes tú por Dios? ¿Qué tan gran y valioso es para ti el amor de Dios que te adoptó de esa manera? Esa es nuestra identidad. Somos hijos amados. Él es nuestra razón para vivir. Dios nos ha dado identidad en él. Y mi hermano, debemos recordar esto. Viene el año nuevo. También hay... Algunos suelen aprovechar este tipo de servicios y decir, 2024, prosperidad, y se va a derramar, y se van a abrir los cielos, y dinero, y salud, y riqueza. Dios podría hacerlo. Él es dueño de todo eso. Por supuesto que sí. No tenemos ninguna duda de eso. Pero muchas veces caemos en el extremo de medir el amor de Dios en cuestión a las circunstancias terrenales. Y entonces, si fue un año que hubo, a lo mejor, poco presupuesto, que hubo ahí temas de salud, y que hubo aflicción, dudamos del amor de Dios. Debemos recordar la cruz para mirar el amor de Dios y recordar que nada nos puede separar de ese amor. Mi hermano, yo no sé qué ven en el año que estamos por empezar. De todo corazón, yo quisiera que Dios te bendijera de la mejor manera. Quisiera decirte que deseo profundamente que no tengas aflicción y pruebas. Aunque honestamente, créeme que es en la aflicción y en las pruebas y en los desiertos cuando realmente conocemos a Dios y nuestra fe es fortalecida. Pero mi hermano, mi anhelo es que podamos entender que somos amados. Mira lo que dice Pablo, escribiendo a Romanos en una de las doxologías más hermosas de la Biblia. Dice Romanos 8, 37. Dice, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó. Porque estoy convencido de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni lo presente, ni lo porvenir, ni los poderes, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios que es en Cristo Jesús Señor nuestro. Incluyendo altas y bajas, puede venir cualquier cosa. Dios es soberano y puede cambiar momentos de gran prosperidad, momentos de aflicción, y Él sigue siendo Dios. Él sigue estando en control, Él no cambia, y Él te sigue amando. Nada te puede separar del amor de Dios que es en Cristo Jesús. Por eso debemos, para tener una humildad y a lo mejor cerrar este año, y es mi anhelo que podamos tomarnos un tiempo individualmente en tu casa y decirle Señor, yo sé que no he llegado en este tema en mi casa, en mi vida, en mi relación contigo. Sé que no he llegado ya, pero sé que no es un motivo para yo alejarme, no es un motivo para avergonzarme. Gracias porque puedo echar mano y abrazar la identidad que tengo en Cristo, que soy un hijo amado, que soy un hijo adoptado por los méritos de Jesús, y por lo tanto estoy completo en ti. Ahora, vamos a entrar al segundo punto del pasaje. ¿Cómo tenemos una buena actitud para este cierre de año? Bueno, ya vimos que necesitamos una buena evaluación, ser honestos con nosotros mismos, pero entonces gozarnos y abrazar la identidad en Cristo. Pero necesitamos también una buena resolución. Bueno, y ahora ¿qué sigue? ¿qué hacemos? Bueno, primero necesitamos un enfoque. Mira lo que Pablo dice en Filipenses 3.13. Enfocarnos, es importante enfocarnos. Dice, hermanos, yo mismo no considero haberlo ya alcanzado, pero una cosa hago. Me encantan esas cuatro palabras. Pero una cosa hago. Porque no dice, pero veinte cosas hago, o veinticinco cosas hago. Dice, una sola cosa hago. Es como un hombre corriendo una carrera. Él no se distrae contemplando al público, contemplando a los patrocinadores, ni siquiera va desviando su mirada en ver cómo van corriendo los demás. Él está enfocado en llegar hacia esa meta. Y es mi intención, mi hermano, que a la luz de la palabra de Dios podamos estar enfocados en lo que Dios nos llama en su palabra. Y eso demanda toda nuestra atención, demanda nuestro esfuerzo, el estar enfocados en ese llamado. Pablo conocía muy bien que había cosas que debía seguir creciendo en la semejanza de Jesús. Por eso dice en vertículo 12 sigo adelante a fin de poder alcanzar aquello para lo cual también fui alcanzado por Cristo Jesús. No debo distraerme, sino enfocarme en la meta. ¿Cuál es la meta? Necesitamos enfocarnos. Ahora necesitamos conocer la meta. ¿Cuál es la meta que Dios llama como creyente? Mira lo que dice en vertículo 12. Dice, no es que ya lo haya alcanzado o que ya haya llegado a ser perfecto, sino que sigo adelante a fin de poder alcanzar aquello para lo cual también fui alcanzado por Cristo Jesús. Él tiene clara la meta. ¿Hacia dónde va caminando? Versículo 14, prosigo hacia la meta para obtener el premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús. Es mi anhelo, mi hermano, como creyentes podamos tener clara la meta hacia la cual Dios nos quiere llevar. Desde que Él nos salvó, nos compró y nos adoptó con un propósito en nuestra vida. El propósito de nuestra vida es vivir para Él. Ahora, yo resumí algunos elementos puntuales que pudieran definir la meta de este supremo llamamiento. Una gran tarea, si tú quieres hacerlo en algún momento, lo hice, es que busques todos los versículos que dicen cuál es la voluntad de Dios. Busca cuál es la voluntad de Dios. Y hay varios versículos sobre todo en el Nuevo Testamento. Pero mira, algunos propósitos, como en general, por los cuales Dios nos escogió y nos salvó, y debemos alinear y probablemente, es mi anhelo que podamos discernir y probablemente estamos cerrando el año distraídos. A lo mejor estamos cerrando el año como diciendo, ¿y ahora qué? Y debemos recordar que a la luz de la Palabra de Dios, hay propósitos por los cuales Él nos compró y no cambian. El primero que ponía, y es el primordial, es conocerle a Él, habitar en Él, tener intimidad con Él. Mira lo que dice Juan 17.3 Y esta es la vida eterna, que te conozcan a ti el único Dios verdadero y a Jesucristo a quien has enviado. Esta es la vida eterna, en esto consiste estar en Cristo, habitar en Su Palabra, pasar tiempo con Él, conocerle más a Él. Segundo elemento que ponía también es hacernos cada vez más semejantes a Cristo. Romanos 8.28 y 29 Y sabemos que para los que aman a Dios, todas las cosas cooperan para bien. Esto es para los que son llamados conforme a su propósito, porque a los que de antemano conoció también los predestinó hacer hechos conforme a la imagen de su Hijo, para que Él sea el primogénito entre muchos hermanos. Los predestinó hacer hechos conforme a la imagen de su Hijo. Entonces, primer elemento de esa meta, realmente estoy corriendo esa carrera, conocerle a Él, estoy invirtiendo, soy disciplinado, mi vida parte de pasar tiempo en la Palabra de Dios, conocerle a Él, busco los recursos congregacionales, aún didácticos, hacerme de material, de conocer Su Palabra. Segundo, clamo a Dios, porque realmente lo que estoy aprendiendo de Su Palabra, puede haberse reflejado en una transformación cada vez más al carácter de Cristo, o simplemente nos estamos llenando también de información. Tercer elemento que ponía aquí, es que Dios nos llama también a Santidad. En esta carrera hacia la meta está eso. ¿A qué nos está llamando? A Santidad. Mira lo que dice Efesios 1, 3 y 4. Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos ha bendecido con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo, porque Dios nos escogió en Cristo, antes de la fundación del mundo, para que fuéramos santos y sin mancha delante de Él. Para que fuéramos santos y sin mancha delante de Él. ¡Híjole! Leemos eso y decimos, estoy lejos, estoy lejos todavía. Ahora, lo cierto, si somos bien honestos, y por cómo la palabra de Dios nos muestra que podemos ser vulnerables delante de nuestro Dios, honestamente todos estamos lejos aún de esta meta. Otro elemento que ponía como en esta meta, a lo cual Dios nos llama y debemos alinearnos en este fin de año y empezar el otro año y guiar ahí nuestra vida en Cristo, es permanecer en Cristo para dar fruto. Juan 15, 5. Yo soy la vid, ustedes los armientos, el que permanece en mí y yo en él, ese da mucho fruto, porque separados de mí nada pueden hacer. ¿Te fijas? El primer elemento otra vez es conocerle a Él, habitar en Él, permanecer en Él. ¿No dice bellas cosas? A veces queremos como colgarnos adornos artificiales, frutos artificiales. Ah, bueno, voy a hacer cosas para Dios, cosas para Dios, pero no tienen un sustento, no vienen derivados de una identidad con Él, de un tiempo con Él en su palabra, en su gracia. Ahora, me encanta esto porque al final del día mi hermano, todo esto requiere tiempo, requiere esfuerzo y cuando decimos a eso como cristianos híjole, pues no, no sé, ahora como que no hay que hacer. ¿No hay que hacer? O sea, la palabra de Dios es inmensa, nuestro Señor es inmenso, hay un montón de palabras que Dios nos llama no solamente a conocer sino también a vivir y otro de los elementos que podemos resumir aquí es en Isaías cuarenta y tres siete Dios nos llama también a vivir para su gloria hay un propósito que perseguir dice Isaías cuarenta y tres siete todos los llamados de mi nombre para gloria mía los he creado, los formé y los hice, hay un propósito que perseguir, hemos sido llamados a ser luz a ser sal, a ser diferentes y es algo que a lo mejor está cerrando y dice híjole, esto ni estaba en mis planes veníamos pensando como un mejor proyecto económico un mejor trabajo y de repente Dios tiene que como alinearnos y hey tú ya fuiste comprado de esa vana manera de vivir, ya fuiste traído de esas tinieblas a la luz admirable para que anuncie las virtudes de aquel que te compró otro elemento es predicar el evangelio de Jesús es algo a lo que también somos llamados Mateo veintiocho diecinueve y veinte por tanto vayan y hagan discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado y aquí yo estoy con ustedes todos los días hasta el fin del mundo y eso no cambia mi hermano, eso no cambia es un llamado que Dios ha dado a todos aquellos que Él ha salvado, que comuniquemos que Cristo es mejor que comuniquemos que Cristo es mejor que esta vida porque Él es la vida ahora leemos todo esto y nuevamente te repito es un trabajo arduo que requiere concentración, requiere que estemos más permaneciendo en Cristo y clamemos desesperadamente porque Él desarrolle nuestro carácter conforme a su voluntad y yo te pregunto mi hermano ¿es esta la meta que tú tenías para este año? ¿en dónde estás tú respecto a esta meta, a esta carrera? podrías decir bueno evidentemente no he llegado y o de plano puedes decir no solamente no he llegado sino que yo ya andaba corriéndose en sentido contrario ¿no? ¿en qué lugar estás? ¿cómo te levantas cada mañana? ¿con qué propósito? ¿con qué objetivo? ¿cuáles son tus metas para este año nuevo? ahora vamos a ver un tercer elemento para una buena resolución ya vimos que necesitamos estar enfocados la meta y vamos a ver ahora el plan de acción hay dos cosas aquí y me encantó esta parte principalmente creo que es algo que Dios a mí personalmente y te quiero compartir me habló y me animó y me instruyó de manera personal lo primero que Pablo nos dice aquí como un plan de acción es que necesitamos aprender a olvidar muchos están estancados en esta carrera, han perdido de vista la meta porque están estancados en el pasado están estancados y aferrados a no querer olvidar versículo 13 yo mismo no considero haberlo ya alcanzado pero una cosa hago olvidando lo que queda atrás hay cosas que necesitamos aprender a olvidar ahora también hay cosas que nunca debiéramos olvidar si le preguntas a mi esposa yo soy muy olvidadito y ahora por mí yo quiero crecer en ser una persona más atenta pero constantemente se me olvida donde quedó la llave del carro la cartera ahora espero que tampoco olvidemos cuando sea el aniversario de matrimonio, en tu matrimonio cuando sea el cumpleaños de personas importantes para ti, de tus papás, de tus hijos alguna reunión importante de tu trabajo o no te ha pasado me acordaba de esto cuando ya te vas a dormir y de repente te llega el pensamiento así de ¿y si le pusimos candado a la puerta? pues no sé y ya de retardo como otra media hora en lo que bajas y vuelves a agarrar sueño son cosas que no deberíamos olvidar y hacerlo sin embargo hay cosas que Dios sí espera que nosotros aprendamos a olvidar puse esto en pantalla mis hermanos hay cosas que Dios espera que aprendamos a olvidar y que no nos dejemos frustrados o estancados ahí Dios nos manda que nos esforcemos, que seamos valientes que dejemos atrás nuestros temores que olvidemos los fracasos yo no sé como fue este año para ti te repito, pero puede ser que haya sido caracterizado por fracaso por caídas, por temores por ofensas de otras personas por fallos temporales por derrotas por daños que han hecho a tu vida pero mis hermanos no somos llamados a quedarnos en el pasado somos llamados a darle vuelta a esa página puse en pantalla esto y hablando del tema del perdón uno de los elementos que más nos mantiene estancados en esta carrera de la fe es la falta de perdón el no olvidar las ofensas, el no olvidar el daño que nos han hecho y ponía en pantalla si tu acumulas amargura en tu corazón eso es como beberse un veneno creyendo que el que se va a morir es el otro mis hermanos hay dos maneras de responder siempre la primera es gravedar contra ti tu decides si tomas ese veneno te amargas esperando que al otro le haga daño o tu dices señor encomiendo a ti la causa, tu estas en control de esto y yo puedo seguir adelante porque soy amado por ti soy tu hijo tu gobiernas mi vida pero mucho de este estancamiento es porque estamos constantemente pensando en cosas que ya no se pueden cambiar y nos mantienen ahí amargados debemos aprender a olvidar y perdonar Dios es glorificado en el perdón mis hermanos mira lo que dice Colosenses capítulo 3 versículos 13 y 14 dice soportándose unos a otros perdonándose unos a otros si alguien tiene queja contra otro como Cristo los perdonó así también hagan ustedes sobre todas estas cosas vistas de amor que es el vínculo de la unidad no podremos avanzar si no aprendemos a perdonar y olvidar no podremos avanzar no podremos sanar si no somos capaces de olvidar ahora quiero hacer unas preguntas como de autoexamen porque probablemente te puedas encontrar ahí y no lo sabes y solamente te sientes estancado y dices estoy terminando este año y como que siento que estoy atorado como se si estoy en esto, bueno ahí van algunas preguntas existe en tu vida tanto rencor contra una persona o algún suceso que ha pasado que tú no soportas ni hablar de eso ni estar con esa persona voy a estar ahí, ni voy pero es que si no hubiera sucedido esto y hay mucho rencor segundo elemento, viene a tu mente constantemente heridas sucesos que han pasado antes y que tú no logras olvidar que le estás dando y dando vueltas, dando y dando vueltas, no pero es que como voy a olvidar, esto fue algo injusto fue muy dolor, no, no lo voy a soltar ahí te guardas como las cartas para sacarlas en algún momento ¿hay en tu corazón algún deseo aunque sea mínimo de vengarte contra alguien? es que porque esas personas hicieron eso o hablaron eso, eso cambió mi vida ¿hay en tu corazón ese deseo contra alguien? ¿está tu corazón lleno de amargura? ¿vives en una depresión constante? ¿tristeza continua? bueno si en alguna de estas cosas tú te puedes identificar probablemente hay cosas que no has querido olvidar que no están resueltas en tu corazón y una buena instrucción que Dios nos da aquí a través de Pablo es aprender a dejar cosas atrás olvidando lo que queda atrás ahora, no solamente es olvida y no hagas nada porque si somos honestos el intentar olvidar y no hacer nada, tarde o temprano nos va a llevar a estar habitando en eso mismo, sino que dice avanza, avanza todo lo que vimos esta mesa, enfócate y continúa corriendo y olvídate de eso avanza, versículo 13 hermanos, yo mismo no considero haberlo ya alcanzado, pero una cosa hago, olvidando lo que queda atrás y extendiéndome a lo que está adelante él no dice que son dos cosas es una misma cosa dejas atrás eso, pero te extiendes a lo que está adelante, al supremo llamamiento de Dios en Cristo, Jesús una cosa hago, una cosa hago mi hermano, y es sencillo esto, probablemente Pablo tenía en mente las carreras olímpicas en Atenas, en ese tiempo era muy común estas carreras, y el vencedor recibía una corona de laurel era ahí, recibía también históricamente la manutención para toda su vida y un asiento de primera fila en el teatro probablemente lo está comparando pero cuando Pablo corría sus ojos estaban puestos en el sublime propósito del llamamiento de Dios y ahora yo te pregunto mi hermano en medio de este fin de año que es buen tiempo para planear, y creo que esto es un muy buen enfoque, a ver Dios me llamó a esto ¿cómo puedo planear de tal manera que yo pueda crecer en estos elementos que Dios me ha llamado? Seamos honestos, yo preguntaba y dije, wow, gracias Señor por esta aporción y y de a veces de querer inventar y hacer cosas y cuestiones así yo te pregunto y me preguntaba mi hermano, ¿puedes tú decir igual que el apóstol Pablo, que conocer a Cristo y ser como él, es la gran meta de tu vida? ¿puedes decir que ese es el gran propósito de este año? ¿puedes decir igual que él, que estás empeñado en alcanzar esa meta, de tal manera que todo lo que haces y todas las decisiones giran en torno a eso? ¿puedes decir que tu más profundo anhelo es parecerte cada vez más a Jesús, en dependencia de su Santo Espíritu? Finalmente vamos a pasar al tiempo de las aplicaciones ¿qué podemos aprender además de todo lo que ya vimos de este pasaje, y qué es mi anhelo cerrar con esta actitud este año y comenzar también el siguiente año, primeramente necesitamos y podemos ser humildes delante de Dios, lo necesitamos honestamente es horrible aparentar es horrible, híjole híjole, voy ahí a maquillar tantito y bueno no, delante de Dios no tenemos que relacionarnos así con Él, necesitamos y podemos ser humildes Señor, no he llegado no he llegado sin frustración sin quejas, reconocer humildemente y cultivar una actitud de que no hemos llegado de que debemos seguir caminando debemos seguir conociendo y aprendiendo a nuestro Dios, es preocupante mis hermanos cuando alguien como dice, no pues yo ya me sé toda la Biblia, yo ya no necesito conocer más, ah si eso, o sea cuidado cuando hay una actitud ya poco enseñada en la Palabra de Dios necesitamos crecer en conocerle dice Salmo 138 6 porque el Señor es excelso y atiende al humilde pero el altivo conoce de lejos, entonces mi hermano una actitud correcta es decirle Señor yo sé que hay áreas en las que tengo que crecer, sé que ha habido áreas en este año que no llegué a lo mejor a lo que debería haber llegado pero Señor gracias porque no soy perfecto gracias porque confío que tú estás perfeccionando esta obra y ayúdame Señor a también mirar a la gente a mi alrededor como obras de construcción al igual que yo no ser un agente de crítica y de juicio sino contrario a eso de gracia y de amor como tú lo das a mi vida, en segundo lugar debemos descansar y ser agradecidos por la identidad que tenemos en Cristo y por cada detalle de gracia que tiene con nosotros, me encantó ahorita que tomamos el tiempo para orar y agradecer necesitamos estar constantemente agradeciendo, primero recordar la identidad que tenemos en Él recordarnos cada día y levantarnos y decir Señor, no he hecho absolutamente nada y yo sé que Tú ya me amas tal como si hubiera hecho un montón de cosas por Ti porque me amas por los méritos de Jesús gracias porque extendiste Tu gracia a mi vida gracias porque no hay nada que pueda disminuir ese amor porque es en los méritos de Cristo y no los míos y ahora en esa salvación y ese amor respondemos en agradecimiento y gozo ahora también debemos tener esta actitud ponía aquí, en ver más a Dios en nuestra vida, mis hermanos necesitamos ver en los detalles de la vida, ver la bondad y la fidelidad de Dios a veces nos clavamos ahí por situaciones que nos incomodan, nos lastiman pero perdemos de vista como dice Santiago todas las buenas dádivas que Dios nos da cada día mira lo que dice 1 Tesalonicense 5.16 si tú quieres saber la voluntad de Dios como te decía, busca versículos ya ahorita con la tecnología tú puedes buscar hasta en buscadores versículos de la voluntad de Dios, te van a aparecer mira uno concreto de 1 Tesalonicense 5.16 es esta voluntad no es un sueño no es una revelación misteriosa dice, estén siempre gozosos oren sin cesar den gracias en todo, en todo den gracias porque esta es la voluntad de Dios para ustedes en Cristo Jesús gozo, oración y agradecimiento es un gran elemento, Señor ayúdame a crecer en gozo, en oración y en agradecimiento muchas veces perdemos de vista cada día la gracia de Dios y por eso nos amargamos cuando vemos que todo es gracia cuando vemos que no merecemos nada, entonces podemos abrazar todo como gracia y la queja tendría que desaparecer por otro lado mis hermanos compartiendo hace algunos meses si hay algo con lo que pudiera batallar fuertemente yo, es principalmente con la pérdida de gozo y uno de los elementos, no sé si te identifiques por los que yo puedo batallar con eso es porque estoy constantemente esperando llegar algún momento en el que creo que se va a cumplir mi gozo ah, entonces cuando sea la fiesta de mi entonces ese día habrá gozo ah, pues cuando tengamos un mejor presupuesto entonces tendré gozo y muchas veces mis hermanos estamos esperando a llegar junto a esa circunstancia y todo el camino lo pasamos sin agradecer no sé si llegaste a algún momento a estar de viaje con tus papás mi papá en algún momento se aventó una travesía de llevarnos a Huatulco en un suro, hicimos como 20 horas, él dice que hicimos como 10 horas pero fueron como 20 horas y es una anécdota porque íbamos mi papá, un amigo y yo, y mi amigo y yo nos quedábamos dormidos a cada rato o sea despertábamos y es como todavía no llegamos y a dormir y todavía no llegamos todavía no llegamos, todavía no llegamos y mi papá nos decía, oye, disfruten el camino disfruten los paisajes disfruten estos pueblitos disfruten todo lo que estamos despertábamos y oye, no se dieron cuenta pues no veníamos dormidos, pues sí siempre van ahí amargados quejándose, en lugar de que vayan despiertos haciendo todas las cosas hermosas que Dios nos da y mis hermanos debemos dar gracias a Dios en todo y tener una panorámica para estar constantemente agradeciendo a Dios, por eso dice Salmo 118, 24 este es el día que hizo el Señor nos gozaremos y alegraremos en él debemos aprender a gozarnos y agradecernos y cuando alguien nos pregunte, ¿cómo estás? decirle, mejor de lo que merezco mejor de lo que merezco y el tercer elemento me gusta esto porque hace ocho días platicaba con una hermana y fue un gran testimonio le decía, porque sé que ha sido un año difícil para ella, y al final se acercó y lo único que me dijo fue que me compartió un montón de momentos donde vio la fidelidad de Dios me dijo, mira, este año fue difícil, pero Dios esto pero Dios me dio la fidelidad, pero Dios me mostró pero Dios me levantó, y yo le dije gracias porque en verdad veniste hasta animarme, a darme esperanza, a consolarme y debemos ser personas agradecidas porque es de la voluntad de Dios finalmente ya vimos ser humildes, podemos ser vulnerables ser agradecidos y finalmente ser más dependientes de Dios Señor ayúdanos a ser más dependientes de ti habitar en tu palabra Señor inclina mi corazón a orar en esta relación constante a través de la oración contigo, a permanecer en ti recordar cuando Jesús le dice a Marta está Marta y María, Marta afanada intentando servir, y le dice Jesús, Marta, Marta estás muy afanada María escogió la buena parte ella está a mis pies, eso es la prioridad habitar en él, ser más dependientes de él y clamar por su espíritu para ser transformados al carácter de Cristo de tal manera mis hermanos termino con este Salmo 90-12 que podamos vivir sabiamente cada uno de nuestros días dice versículo 12 de Salmo 90 enséñanos a contar de tal modo nuestros días que traigamos al corazón sabiduría Señor enséñame a vivir y aprovechar cada día para crecer en sabiduría y entendemos que el principio sabiduría es el temor de Dios así que mis hermanos cuando el reloj esté ya corriendo los últimos segundos y tú sueles desvelarte y esperar a que venga este momento, o si no en cualquier momento del día acuérdate de Dios, acuérdate de su fidelidad, dale gracias a Dios por todo Él ha sido bueno con nosotros pídele un corazón humilde que puedas mirarte tal y como eres, pero también que puedas gozarte por lo que ya eres en Cristo para que no te frustres y no te quedes estancada o estancado en el pasado y continúes corriendo esta carrera hacia la meta del supremo llamamiento en Cristo vamos a orar Señor, gracias porque tu palabra es es verdadera Señor, tu palabra es fiel, tu palabra es esta espada pero es esta lámpara Señor y gracias porque tu palabra nos alinea a tu voluntad Señor, gracias porque primeramente tú nos amaste no por nuestras capacidades, no nos amaste porque había algo bueno en nosotros dice tu palabra que tú mostraste tu amor para con nosotros en que siendo aún pecadores Cristo murió por nosotros Señor, tú conoces todo de nosotros y Padre gracias porque aún conociendo todo de nosotros decidiste amarnos para darnos todo de ti, toda tu gracia, todo tu amor y todo tu perdón de tal manera que toda la gloria sea para ti Señor danos corazones humildes Señor no estoy hablando de cínicos estoy hablando de humildes de que venga, cuando venga este dolor por causa de nuestro pecado, cuando venga este pues si dolor también por situaciones a las cuales aún no hemos llegado nos libres de querer aparentar y abrazados en la identidad que tenemos en ti Señor podamos venir humildemente Señor a reconocer que te necesitamos Señor pero también a saber que tú estás obrando en nosotros Padre Señor terminamos este año y como decíamos al inicio tú si conoces cada uno de los días de mis hermanos aquí conoces sus derrotas, sus victorias momentos tristes, momentos felices Señor pero conoces también momentos que probablemente aún están ahí y están lastimando y los tienen cautivos o estancados Señor ya sean personas, momentos heridas, fracasos Señor y queremos rogarte Señor que en tu poder y en tu Espíritu Santo concedas restauración Señor que sanes almas Señor y por el poder de tu Espíritu Santo podamos dejar todo eso atrás Señor y extendernos hacia adelante para correr esta carrera Señor hacia esa meta del supremo llamamiento que nos has hecho como tus hijos Señor Padre te rogamos que aumentes nuestro corazón y nuestros ojos para poder mirar todo lo bueno que tú eres para poder ser agradecido Señor para poder habitar y ser caracterizados por dar gracia por agradecer y como decía Señor al final del día siempre estamos mejor de lo que merecemos Señor muchas gracias Padre porque podemos descansar que tú no cambias pueden cambiar los años pero tú no cambias Señor y tú eres el mismo Dios fiel Dios bueno, Dios amoroso y que cuida de nuestras vidas Señor y es por eso que podemos también comenzar confiadamente Señor porque tú eres el mismo ayer, hoy y por los siglos así que gracias Padre por tu palabra gracias por este tiempo gracias porque nos amas y nada nos puede separar de tu amor que es en Cristo Jesús y en esa confianza y en ese gozo Señor queremos agradecerte y rogarte Señor que nos des un nuevo corazón para vivir acorde a lo que tu palabra nos llama Señor y en respuesta a lo que tú ya has hecho así que Padre gracias por este tiempo en el nombre de Jesús, Amén Horizonte Tequisquiapan Somos una iglesia que confía camina y comunica a Cristo Acompáñanos domingo a domingo Te esperamos

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