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The transcription discusses the social movement known as feminism in Mexico. It explains that a social movement is a collective political act that aims to bring about social change through symbolic and identity-based actions. The first wave of feminism in Mexico started in Yucatan and led to the creation of feminist clubs across the country. The movement fought for women's rights, including education, political citizenship, and reproductive and sexual rights. The second wave focused on achieving active and passive suffrage, while the third wave addressed the inequality in professional, economic, and political benefits. The contraceptive pill played a significant role in this wave. The movement also aimed to include marginalized groups of women, such as indigenous, black, and poor women. Affirmative actions were implemented to establish equal opportunities, including gender quotas in politics. However, there are still important challenges to achieving substantive gender equality in lead Hola, ¿qué tal? Buen día, ¿cómo están? En esta ocasión estaremos dialogando sobre un tema muy interesante, por lo que pido que te quedes y nos acompañes en este recorrido. Conoceremos el movimiento social conocido como el movimiento feminista, pero antes de iniciar definamos qué es un movimiento social, y es que este es un acto político colectivo que juega un rol movilizador y fomento del cambio social a través de acciones de contenido simbólico e identitario, a menudo poco convencional. Es decir, se trata de agrupaciones de individuos que comparten ciertos rasgos identitarios, como son la raza, clase social, orientación sexual, y que desanfían conjuntamente el punto de vista dominante sobre la realidad social. Ahora sí, platiquemos sobre el movimiento feminista. En nuestro país, todos los ejemplos de participación por la reivindicación de los derechos que nos pertenecen, el movimiento feminista califica como el más antiguo y constante. La primera ola de feminismo en México comienza a gestarse en Yucatán, y continúa con la creación de clubes feministas en toda la república, mismos que estaban dirigidos por mujeres como Hermila Galindo, Elena Torres, Elvia Carrillo, Puerto, Rora, Terre y Atalapoca. Así se llegó a celebrar el primer congreso feminista en Mérida, Yucatán, en 1918, organizado por la profesora Consuela Zavala. En este congreso asistieron 700 mujeres, la mayoría de ellas profesoras. Los temas que se trataron fueron la secularización de la educación, la ciudadanía política de las mujeres y los derechos reproductivos y sexuales, aunque ninguno de los derechos planteados se obtuvo de inmediato. El congreso sirvió para resaltar la deuda que nuestro país tenía con sus mujeres. Inspirados en la segunda ola del movimiento feminista, las mexicanas ejercen presión para que se les conceda el sufragio activo y pasivo, derecho conductor de otros derechos como el derecho a la patria, protesta de los hijos, al patrimonio. Este logro por fin se cristalizó en 1953, durante la presidencia de Adolfo Ruiz Cortines, el derecho a decidir sobre la reproducción sería la materia de la tercera ola del feminismo. Sin embargo, también se comenzó a hacer énfasis sobre un aspecto generalmente soslollado, la desigualdad de beneficios profesionales, salariales y políticos en perjuicio de las mujeres. La píldora anticonceptiva fue sin duda la piedra singular sobre la que se construyó este movimiento. En esta ola se integran grupos diversos de mujeres que habían sido segregadas como las mujeres indígenas, negras, pobres, lesbianas, entre otras. Sin embargo, la lucha de las mujeres por lograr ser visibilizadas y reconocidas no es estático. Por ello, a partir de la aplicación de acciones afirmativas, estrategias destinadas a establecer la igualdad de las oportunidades por medio de medidas que compensen o corrijan las discriminaciones resultantes de prácticas o sistemas sociales. Tienen carácter temporal, están justificadas por la existencia de la discriminación secular contra grupos de personas y resaltan la voluntad política de superarlos. En México se adoptan estas acciones afirmativas para las mujeres a manera de cuotas con el objetivo de ayudar a superar los obstáculos que les impiden ingresar en la política del mismo modo que los varones. Las fiestas de representación proporcional se integran por segmentos de cinco candidaturas. En cada uno de los segmentos de cada lista habrá dos candidaturas de género distinto, manera alternada, y en 2014 la paridad entre los géneros 50% de cada uno de los géneros en las listas de los partidos. Como hemos visto, los logros del movimiento feminista en México ni son pocos ni han sido ratitos. La ajena a la igualdad aún tiene pendientes importantes para que las mujeres puedan ejercer plenamente su liderazgo político, social, económico. Esta es una paridad sustantiva de derechos y oportunidades. Para concluir este tema, en mi opinión, la lucha para que la mujer sea reconocida como debe de ser continúa. Seguiremos, ya que eso es lo que nos caracteriza. Esto ha sido todo, gracias por acompañarnos.