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Historias sin fronteras. Ep.3 - El deportista luchador

Historias sin fronteras. Ep.3 - El deportista luchador

Hendrik HeiermannHendrik Heiermann

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Marwil Oliveira es un joven deportista de Venezuela. Con 18 años se fue de Venezuela a Barranquilla en donde encontró su pasión para el CrossFit. Escucharán su historia exitosa. Su historia me impresionó. Hablamos de su pasado y lo que un migrante podría aprender desde el Cross-Fit. Instagram: marwilcf_gymnasticcoach Link: https://www.instagram.com/marwilcf_gymnasticcoach?igsh=MWR5aHlzeDR3anF3aA==

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A young German journalist named Henrik Heyemann shares his experiences as a migrant in Barranquilla, Colombia. He emphasizes the importance of having a plan and being prepared for unexpected challenges. Henrik aims to combat xenophobia and shed light on the realities of migration through his podcast, "Historias sin Fronteras entre Caracas y Tijuana." He interviews Marvel Oliveira, a Venezuelan migrant who found success in CrossFit in Barranquilla. Marvel discusses his journey, the difficult conditions in Venezuela, and his integration into Colombian culture. Henrik expresses his admiration for the city and its opportunities for growth. Un mensaje para un migrante venezolano que vaya al país que vaya, es que siempre vaya con un plan. Con un plan, siempre dispuesto a todo, a veces lo que estudiamos no nos va a servir, o lo que estudiamos no es lo que nos va a dar el éxito, porque el éxito viene en muchas cosas, puede ser otro trabajo, puede ser un montón de cosas más, pero sí siempre ir con un plan, con un plan en el cual debes esforzarte al máximo. Según la OIM, la Organización Internacional para las Migraciones, durante el año 2023 han migrado más de 35 millones de personas a nivel global y yo soy uno de ellos. Viví en México trabajando con migrantes en la frontera con Guatemala y ahora estoy aquí en Barranquilla, Colombia. Me llamo Henrik Heyemann y soy un joven periodista alemán. Creo que de cierta forma todos somos migrantes y por eso este podcast lo realizo como una voz en contra de la xenofobia y para visibilizar las realidades de un migrante. En este podcast, Historias sin Fronteras entre Caracas y Tijuana, quiero contarles historias sobre migración, pero también quiero dejar que las personas protagonistas narren la situación migratoria aquí en esta costa caribeña. Además, entrevistaré a personas que trabajan en el día a día con y para los migrantes. Márvel Oliveira es un joven deportista de Venezuela. Con 18 años se fue de Venezuela a Barranquilla en donde encontró su pasión para el crossfit. Escucharán su historia exitosa. Tengo 25 años. Llevo 6 años viviendo acá en Barranquilla. Soy de Venezuela, migrante de Venezuela. Me han agradecido con Henrik de la invitación al podcast para hablar un poco sobre la migración y todas las tragedias y cómo los venezolanos, en este caso nosotros los venezolanos, debemos de esa posibilidad. Perfecto, muchas gracias. Estoy aquí con Márvel Oliveira. Muchas gracias. Yo te quería invitar porque es una persona que vive aquí en Barranquilla. Es una persona que vive aquí en Barranquilla. Es una persona que vive aquí en Barranquilla. Es una persona que vive aquí en Barranquilla. Es una persona que vive aquí en Barranquilla. Es una persona que vive aquí en Barranquilla. Es una persona que vive aquí en Barranquilla. Es una persona que vive aquí en Barranquilla. Es una persona que vive aquí en Barranquilla. Es una persona que vive aquí en Barranquilla. Yo te quería invitar porque estaba muy impresionado de la forma como funciona aquí los entrenamientos. Tú como entrenador me gusta mucho la forma como funcionan aquí las cosas. Creo que es muy como en equipo. Todo eso me gusta y pensé que eras como seguramente un ejemplo así. Porque se trata mucho de integración en una ciudad. Quería saber como contar un poco tu historia de inmigración y también hablar de tu trabajo o deporte. Antes de todo quería preguntar cuando emigraste y de cual parte de Venezuela. Bueno pues emigré en el 2018. En febrero del 2018. 10 exactamente. 10 de febrero. Recuerdo que cuando llegué acá fue una fecha muy especial acá en la ciudad, en Barranquilla. Que fue carnavales. Y yo pues nunca ni en internet ni en otro lado había visto que tal eran los carnavales acá. Entonces fue algo como wow. Fue impresionante. Y llegando acá fue un choque cultural impresionante. Me dijeron que es muy grande. Es la fiesta más grande de la ciudad en todo el año. Yo creo que más que la navidad. Podría atreverme a decir lo que sí. Y la gente se lo disfruta desde el día uno hasta el día final. Y creo que lo que más esperan del año son los carnavales. Bueno volviendo al tema. Cuando volví fue en febrero del 2018. Y vengo de una ciudad. Realmente es un municipio que se llama Cabimas en Estados Urias. Es la costa oriental del lago de Maracaibo. ¿Ustedes han escuchado del lago de Maracaibo? El nombre sí. El nombre sí. Bueno ahí casualidad en Netflix hay una serie. No sé. Hablaba sobre fenómenos astronómicos. Fenómenos de la naturaleza. Y hablaban sobre un fenómeno que ocurre en el lago de Maracaibo. Para ser más específico. Que es un rayo que está a las 24 horas del día. Es una zona donde hay una tormenta infinita. Nunca para. Y eso te hace sentir como wow. No, pero es una broma. Pero sí es muy peculiar porque hasta en el escudo del estado está el sol. Y en medio del sol está el rayo. Porque quiere decir que durante las 24 horas del día. Día, noche, llueva, lo que sea. Es el sol muy fuerte. Siempre en esa zona hay como una tormenta eléctrica. Y estudios dicen que sirve para oxigenar la capa de ozono. Ese fenómeno natural está ayudando a oxigenar la capa de ozono. Y es que nos sentimos súper especiales por eso. Aparte de muchas cosas más. Es impresionante, ¿no? Sí, es impresionante realmente. Y bueno, ciudad súper calurosa. Realmente un poco húmeda. Parecida a Cabo Ranquilla. ¿Es muy diferente o parece un poco calurosa? Digamos que es costa. Estamos en una costa caribe. Es muy similar. Por supuesto que acá las comidas cambian un poco. Cambian un poco los comportamientos, las costumbres de la gente. Es normal. Es un país totalmente diferente. Y ya más acá dentro de Colombia. Cabo Ranquilla está un poquito más adentro de la costa. Cambia un poco más el comportamiento de la gente. Cómo se expresan los gustos. La música. Muy importante la música. Es similar pero no en su totalidad. Y que de alguna manera yo la he adoptado. Realmente me gusta mucho la champeta. He aprendido a bailar champeta. La salsa por aquí. Por Ranquilla es muy salsero también. Y pues un montón de cosas más. Qué chévere, qué chévere. Y el momento en que te emigraste, ¿cómo fue eso? ¿Por qué decidiste emigrar? ¿Y cómo fue la migración? Bueno, recuerdo que eso fue en el... Les repito, en el 2018. Fue una época muy dura en Venezuela donde la economía estaba en un declive total sobre el piso de uno de los países. Está ahora mismo y en ese momento se sentía más de los países más pobres del mundo con una alta inflación que superaba un montón de países. 5 años atrás de ese momento o 10 años atrás eran mucho menos... Eran un poco más pobres, digamos, de comillas, que Venezuela. Y de un momento a otro pues cayó tanto que la gente allá recuerdo que solamente podía comer una sola vez al día o dos máximo, recuerdo. Era un tema de subsistir. En esa época yo tenía 18 años. Acababa de cumplir 19. Estaba muy joven. Y pues yo sentía que estaba en mi mejor momento por mi edad, por... ¿Sí me entiendes? Por la energía, pero que el país no me estaba dando lo que yo necesitaba para avanzar. Sentía que en muchos momentos y muchos jóvenes... Tengo un amigo, mi mejor amigo, vive acá en Barranquilla. Hace rato estuvimos hablando en una reunión con varios amigos y recuerdo que nos preguntaron, personas de acá más que todos, nos preguntaron ¿Ustedes qué hacían allá o cómo vivían? Cuénteme su experiencia allá en Venezuela. Y cuando comenzamos a contar él y yo, fue algo como muy similar. A él vivimos un momento muy similar. Él creo que es uno o dos años menor que yo, pero vivimos un momento muy similar porque él contaba en ese momento que comía una sola vez al día y para comer dos veces tenía que dejar un poquito de la comida que comía o en el almuerzo o el desayuno para poder comer en la tarde. Y lo mismo me pasaba a mí. Claro, por supuesto, todos vivimos esa etapa. Así que en un momento recuerdo que tenía un celular, lo vendí y lo cambié por unos dólares y hice lo que pude y me vine solo acá a aventurar a Barranquilla. ¿Y te fuiste caminando, en lancha o en bus? Sí, en un carro. Allá habían transportes que transportaban desde la ciudad del municipio donde yo vivo hasta la frontera acá de Colombia, la Boguila-Mercado. Y de ahí tomabas un bus que te traía acá a Barranquilla. Ya lo del resto fue aventurar, buscar el trabajo de cualquier manera, hacer cosas de cualquier manera. Vendí lo que acá llaman deditos, cemiterios que eran más pequeños, ir a la calle. Trabajé en una empresa que fabricaba baldosas. Por supuesto, no pude seguir trabajando allá porque no tenía documentos, estaba ilegal. Yo entré de manera totalmente irregular, ilegal. Actualmente tengo mi documentación, mi PEPE, Protección Temporal de Permanencia, y con eso actualmente me encuentro legal. Tengo mi cuenta bancaria, tengo mi salud. Estoy trabajando de manera legal ya, junto a las prestaciones. Y gracias a Dios he avanzado desde el primer año, el segundo año, quizás el tercero. No actuar, porque realmente me adapté bastante rápido. Pero encontrar la manera de estabilizar económicamente fue bastante difícil. Sí, muy difícil. Me imagino, como explicas, no es fácil, ¿no? Empiezas como de cerro, ¿no? Sí, totalmente. Entonces también me imagino todos esos procesos migratorios, pero también luego integraste, buscaste la vida en una ciudad no fue fácil. En absoluto. Más porque allá, en Venezuela, pues estás muy joven realmente. Bueno, no es justo estar joven, estar muy entre adolescencia y entrando a la UTS, pero no había trabajado allá de manera formal. Acabas del colegio y ya. Exacto. Acabé el liceo, el bachiller. Acá llaman bachiller, high school. Y pues de una vez no encontraba nada que hacer, no pude entrar a la universidad que quería. Allá, bueno, yo quería estudiar ciencias en el deporte, pero esa carrera ya es, bueno, digamos que en la ciudad donde yo vivía no estaba, la facultad no estaba ahí y pues tenía que viajar a otras ciudades, otros estados. Allá llevábamos estados. Y era muy difícil. Muy difícil todo, la matriculación, los gastos, todo. Realmente no podía. Y nada, decidí venirme a aventurar y pues gracias a Dios poquito a poco, peldaño a peldaño, escalando y pues a lograr ser quien soy ahora. Sí, muy bien. Gracias a Dios. ¿Y qué tal Barranquilla entonces? ¿Cómo te ha ido hasta ahora? ¿Qué piensas de la ciudad? ¿Cómo fue la integración? ¿Cómo te sientes? ¿Qué tal la ciudad? Wow, pues como tal la ciudad me ha encantado. Como te digo, no es tan diferente a donde yo vengo, pero sí tiene sus diferencias, por supuesto, las cuales me he tenido que adaptar, he tenido que aprender. Me ha gustado muchísimo y pues es la ciudad que me ha dado la oportunidad de crecer. Claro, no estoy diciendo que aquí voy a terminar de crecer, no. Puede que en otro lugar se me abran otras puertas, pero siempre estaría agradecido con Barranquilla porque fue la que me abrió las puertas para ver de qué era capaz yo como profesional, como persona, como ser humano y fue algo súper agradecido. Me ha encantado Barranquilla. Barranquilla es mi casa. Hay veces que viajo a otros lados por temas deportivos, a competir, trabajo, X, y soy una semana allá y cuando me siento ya fastidiado quizás del lugar, de alguna manera por el cansancio del viaje y todo lo demás, no por el lugar como tal, porque me encanta, toda Colombia, me ha encantado, pero ya extraño mi casa y digo, oh, mi casa es Barranquilla, wow. Lo siento muy mío ya. ¿Hablas un poco de diferencias entre venezolanos y colombianos o Venezuela y Colombia? ¿Qué te dio cuenta o qué cosas te daron cuenta? Oh, ok. Sí, similitudes también, no es más que ya hablas un poco música, es un poco parecido, ¿no? Sí, sí, sí, musicalmente pues es un poco parecido. Claro, aquí hay champeta, allá no, el clima sí es muy parecido, está súper caliente, humedad, humedad bastante, pues ceño, todo lo demás. Bueno, diferencias entre los comportamientos del costeño, por ejemplo, de donde soy yo, porque si nos volvemos a ver, acá los andes, es muy similar a los andes de allá, en comportamientos y todo lo demás, la gente es muy amable, es muy prudente, es muy, digamos, sí, sí, es muy respetuosa. Acá no, creo que no hay diferencias, debe haberla, pero quizás ahora no logro descifrarlas, pero lo más parecido que tenemos es que somos muy mamadores de gallo. Acá en la costa todo el mundo mama gallo, donde yo soy, todo el mundo es mama gallo, cualquier mínimo error que toco, ni siquiera te regañan, sino que te maman gallo, entonces es muy bacano. Te hacen aprender mamándote gallo, realmente. Muy lindo, muy lindo. Quiero como girar un poco a tu profesión, ¿no? Ok. Al crossfit, ¿no? Y al deporte, ¿cómo te enteraste, cómo empezaste con eso? Siempre ha ido el deporte importante para ti, me imagino que en Barranquilla te tomaste esa decisión, ¿cómo fue? Ok, pues yo desde muy joven, desde los... Realmente desde niño, como somos del deporte, mis padres como a los tres años fue que inicié mi primer deporte, recuerdo, béisbol. Es un deporte muy común allá, somos muy fuertes, de los mejores, digamos, béisbolistas de la MLB, de la Major League Béisbol de Estados Unidos, siempre los venezolanos destacan. Sí, destacan. Porque es nuestro fuerte ese deporte, digamos, de la región Caribe y todo lo demás, lo ha adoptado muy bien, a pesar de que es un deporte norteamericano. En fin, comencé con el béisbol, luego cuando fui creciendo, el colegio, todos los demás, los amiguitos, uso mucho el fútbol, soccer, pero pues me di cuenta que quizás no era muy bueno en soccer, entonces creo que volví otra vez al béisbol, también me di cuenta que no era tan bueno en béisbol, entonces estaba intermitente en todos. Pero siempre has ido al deporte. Sí, siempre hice, siempre me gustó mucho el deporte, todo lo demás, hasta que tenía como 15 años, más o menos, decidí, pues, jugar rugby, lo cual me permitió conocer muchos lugares de Venezuela, jugué en un club, digamos, de los más importantes de Venezuela, Caciques Rugby Club o Tigres Rugby Club, en Cabimas, y tuve la oportunidad de luego, dos años después, de haber comenzado a jugar, a ser selección nacional binotinto, juvenil, en menores de 18, en 2018, menores de 18 años, y tuve la oportunidad de ir también a un suramericano en Perú, un suramericano en Perú, fue una experiencia increíble, fue una experiencia increíble, éramos cuatro equipos, grupo B, me acuerdo yo, es como decir por divisiones, el grupo A son los que van a Olimpiadas, Mundiales, los que están en el B, pues, pelean la clasificación de estar en el grupo A, por así decirlo. Entonces nosotros estábamos en el A, en el B, en el B estaba México, estaba Perú, estaba Colombia y estábamos nosotros. Sí, fue una experiencia totalmente increíble, primera vez que salí del país, primera vez que viajaba en avión, algo de miedo realmente. Y también me imagino mucho contacto con otros latinoamericanos, muchas personas, otras personas. Sí, sí, por ejemplo, hablábamos a veces con los árbitros, un árbitro era uruguayo, otro árbitro era de Guatemala, otro árbitro era brasileño, entonces ahí fuimos conociendo como un montón de lenguajes. Y me dijeron que el rugby es como un deporte muy justo, la gente como que se respeta mucho. Sí, sí, dentro de la cancha somos rivales, no enemigos, rivales. ¿Rivales por qué? Porque nos queremos ganar, ¿sí me entiendes? Yo quiero ganar al otro equipo, el otro equipo quiere ganar a mí, somos rivales. Y podemos ser un deporte de contacto. Es un deporte de evasión, sin embargo, es inevitable llegar al contacto porque trata de taclear. El taclear es una acción en la cual tú tienes que derribar al rival, darle redundancia, zumbarlo, para que no pueda avanzar. Entonces se ve mucho el contacto físico, los golpes duros, todo lo demás, pero apenas termina el partido, hay algo que le llamamos tercer tiempo, que es donde los dos equipos reúnen y toman cerveza juntos, comen juntos. O sea, en el partido pudiera haberse dado golpes en la cara o lo que sea, pero luego los ves abrazados. Y es un deporte súper, súper bacano. Y también para conocerte como tanta gente de otro país. Y la gente cuando me pregunta, hace poco tuve la oportunidad de tener la oportunidad porque no pude ir a Venezuela a competir. Y pues una de las chicas de las redes a donde yo iba a competir, la competencia organizadora de la competencia, me preguntó que diera unos datos importantes de mí para la competencia. Y pues lo que yo digo, que siempre digo en todos lados es, pues voy porque quiero hacer nuevos amigos. Me gusta hacer nuevos amigos. Sí, es lo más bacano del deporte. El deporte es para hacer amigos. ¿Y cómo fue entonces el giro hacia el CrossFit? ¿Cómo estás ahora? Yo vi que en redes que estás bastante exitoso con eso. Sí, sí. Actualmente pues estoy en muy buen nivel hablando nacionalmente e internacionalmente también. He participado dos veces en, bueno tres veces en una competencia categoría elite. Actualmente llevo dos años consecutivos compitiendo en la competencia más importante del país. Una de las más importantes de Latinoamérica, lo cual es Fitland Fitness Festival. Es una competencia internacional donde vienen atletas de toda Sudamérica, Estados Unidos, de todos los países, digamos. Y pues una experiencia de estar en ese nivel con la gente que hace unos tres años atrás estuviese en la UFC y decías, ¡Wow! Es mi ídolo y estar luego al lado compartiendo un brief de competencia con ellos, ¡Wow! Es una gana impresionante. Es súper impresionante. Es como si te gusta mucho el fútbol y tú juegas en la primera división, bueno juegas en la segunda división, tercera, qué sé yo. Y ves a Cristiano Ronaldo. Y tú, pues, con tu disciplina, con tu disciplina logras avanzar hasta llegar a primera división, te compran un equipo y te llegas a enfrentar contra tu ídolo. ¡Wow! Es algo impresionante. Es algo que he vivido obviamente con el CrossFit. Y es algo increíble, de verdad. Tal vez en pocas palabras para personas que no lo saben, ¿qué es el CrossFit? Bueno, el CrossFit es una modalidad de entrenamiento funcional variado, con movimientos variados realizados en alta intensidad. Es decir, son movimientos funcionales porque a todos nos funcionan. No importa si eres alto, si eres bajito, si eres gordo, si eres delgado, la edad que tengas, el CrossFit es muy bacano porque se adaptan los movimientos según tu capacidad. Si tienes una lesión, podemos adaptar el movimiento de acuerdo a la lesión que tengas para que puedas tener el estímulo más cercano al movimiento, a lo que requiere movimiento o a lo que exige el movimiento. Entonces, es un deporte muy bacano. Tiene tres ramas disciplinas deportivas olímpicas, lo cual es el atletismo, lo cual es el levantamiento de pesas, lo cual es la gimnasia deportiva, que es una de las disciplinas, digamos, para mí, las más bonitas que hay en las olimpiadas. A alguien no le gusta ver a un hombre colgarse de unas anillas, hacer figuras y vueltas, como si fuera inhumano, como si fuera un papel. Es impresionante. Y pues, es un deporte muy bacano. Muy bacano, sí, sí. Me parece súper impresionante. Entonces, me imagino, o sea, tu historia lo cuento así, como que te fuiste como un migrante desde Venezuela a Barranquilla y acá te das cuenta que quieres hacer CrossFit y te entrenaste muchísimo. ¿Cómo fue eso? Me imagino que desde el deporte también como la situación de un migrante puede ser muy vulnerable, ¿no? Me imagino que desde el deporte has sacado mucha energía también, ¿no? ¿Cómo fue el momento en que querías empezar con eso? Digamos que ese fue mi background en el deporte, hablando del rugby y todo lo demás. El CrossFit, la primera vez que lo vi, fue en la televisión. Digamos, en ESPN, la competencia más importante del CrossFit se llama CrossFit Games, y cuando yo vi a ESPN y veía eso, porque no sabía nada del CrossFit, decía, wow, la gente puede hacer cosas que la gente puede hacer. Y yo sin hacerlo, yo sentía que podía ser capaz de eso, aunque no conocía nada de CrossFit, ni nada de nada. Entonces, bueno, pasé el tiempo, todo lo demás, y comencé a involucrarme quizás más por Internet, por YouTube, por las redes sociales de CrossFit, todo lo demás. Pues comencé a entrenar en un gimnasio, pero solamente hacía funcional. Pues duré bastante tiempo, aprendí bastante, y realmente acá, cuando estaba acá, que estaba buscando trabajo y todo lo demás, la situación, digamos, que me obligó a intentar ser un entrenador, pero no de CrossFit, sino de funcional. ¿Listo? Donde daba cosas básicas, como entrenamiento de musculación, entrenamiento funcional, sin peso y todo lo demás. Encontré mi primer trabajo, ganaba poco, muy poco, pero... Sí, sí, claro, sí, sí. Exacto, que si es lo que se ve, me ha gustado. Y poquito a poco fui aprendiendo, fui pagándome certificaciones, fui estudiando, fui aprendiendo más de CrossFit, como tal, hasta que pude entrenar en un gimnasio de CrossFit por primera vez en el 2019. ¿Ya tenías en ese momento tus papeles legales? No, todavía no. Pero podías empezar. No, a dar clases no todavía, a entrenar yo. Entrenar y aprender. Aprender y todo lo demás. Claro, porque yo pienso que tú no puedes enseñar algo que tú no has aprendido. Entonces yo lo apliqué. Primero aprendí, entrené, todo lo demás, lo básico, las bases sólidas, para poder luego transmitirlo. Y pues entrené como un año CrossFit, fui cada vez haciendo más certificaciones, todo lo demás, hasta que a finales del 2019 tuve mi primer contrato acá en Woodbox. Un dato muy importante es que cuando yo trabajaba en el otro gimnasio, yo había metido como hoja de vida como 5 veces acá y nunca me habían llamado. Hasta que por fin, pues allá gané cierto dinero, suficiente dinero para pagar mi mensualidad acá en Woodbox, donde actualmente trabajo aún. Y hacerme amigo del dueño, hacerme amigo de los coaches. Y te gustó el entrenamiento, me imagino. Sí, entré en ese en ese círculo y pues, pasando el tiempo, luego el dueño me hizo una propuesta y pues hacélo. Y desde ese momento, finales de 2019, noviembre, diciembre, hasta ahora trabajando en Woodbox, actualmente soy el coach más longevo acá presente en Woodbox, como tal, de todas las sedes, de todo Woodbox, por así decirlo. Felicitaciones, muy bueno. Entonces se puede decir que el deporte te ha ayudado a integrarse en la ciudad de Barranquilla. Y me ha dado un lugar muy importante, realmente. Porque la gente me respeta, porque la gente me valora, pues no tanto como profesional, sino como persona, porque un coach simplemente no tiene, no es una persona que te guía a hacer un entrenamiento, es una persona empática que quizás termina la clase y te pregunta oye, ¿cómo te sientes? ¿Cómo te fue? ¿Vienes mañana? ¿Qué tal ha ido la semana? Y tiene que ver mucho con la persona. Yo siempre he dicho, antes de ser atleta, ser profesional en todo lo que hagamos, hay primero que ser persona. Y así poder entender, ser empático, digamos, es una clave en el éxito de muchas áreas y muchos trabajos. Y creo que son valores importantes también para, no solo para el deporte, también para la sociedad y también para los procesos migratorios. Sí, totalmente. Me imagino que muchas o tengo, por ejemplo, el destino que también personas migrantes escuchan este podcast y me imagino que se puede sacar como energía del deporte. Es importante, ¿no? Trabajar un poco en equipo también. Y te quería preguntar también sobre cómo ves como la sociedad venezolana acá en la ciudad. ¿Cómo es la cohesión entre ustedes? ¿Cómo ves la integración hacia la ciudad? ¿Cómo se siente? Bueno, realmente nunca conviví directamente con venezolanos acá conmigo. Pues viví siempre como muy al norte y creo que los asentamientos de población venezolana siempre fueron más al sur. Y pues nunca tuve como esa, digamos, ese círculo tan cercano con venezolanos. Venezolanos, ahora que es mi mejor amigo, pues, pero, pues, digamos que realmente no pude convivir con mucha gente venezolana, por así decirlo. Tampoco tiene que serlo, ¿no? Sí, exacto. No lo veo necesario porque eso es como que más difícil adaptarse, realmente. No estoy diciendo que tenemos que dejar de ser venezolanos, no, no, no. Pero sí cuesta más adaptarse al entorno y a lo que tú necesitas. Por ejemplo, yo tuve que adaptarme a las necesidades para poder crecer. Para que la gente me pudiera entender más porque trajo atención al público, transmitiendo lenguaje, transmitiendo energía, estados de ánimo. Entonces, si yo no cambiaba un montón de cosas, repito, eso no implica que tengo que dejar de ser venezolano, más sí adaptarme. Exacto, para que la gente el público pueda entenderme de una manera más fluida, más directa. Y ellos sentirse un poco más acogidos y poderme copiar más. Por ejemplo, acá los costeños dicen que un país se viene acá y no pega. Y cuando tú vas a Antioquia, a los lados del centro del interior, dicen que un costeño allá no pega, pero pega es decir como que no llega a la gente. ¿Ya? ¿Entiendes? No llega a la gente. Sí, puede tener mucho sentido por el cambio de cultura, cómo hablan, cómo se expresan, sus comportamientos, cambian totalmente. Es como si fueran dos países totalmente diferentes. ¡Oh, guau! Pero dices que para ti acá es más, digamos, tú como desde Estados Unidos eres más cerca a ti de los costeños como los paises acá. Totalmente. Y eso creo que fue un punto a favor de la vida de Dios y hizo que me costara menos la adaptación. Y de los venezolanos que me he topado acá, pues la mayoría siempre ha sido digamos, de los asentamientos acá, digamos, del norte, pues he visto que tienen un comportamiento diferente. Los que viven abajo, no es por ser digamos, gente que habla que el sur es malo y el norte es bueno, no. Solo que tienen comportamientos diferentes y allá en lo que llamamos el sur de Barranquilla se comportan de diferentes maneras las personas de acá. ¿Sí me entiendes? Entonces esa es la diferencia digamos, de la gente que me he topado acá con la gente que me he topado hablando de los asentamientos de venezolanos acá en la ciudad. Hay diferencias entre las ciudades. Sí, sí. Bueno, casi vamos terminando. Tal vez como para dar consejos. ¿Qué dirías que podrían aprender personas migrantes de ti o de CrossFit? ¿Qué puedes decir a las personas? Un mensaje para un migrante venezolano que vaya al país que vaya es que siempre vaya con un plan. Con un plan. Siempre dispuesto a todo. No es lo que estudiamos, no nos va a servir. O lo que estudiamos no es lo que nos va a dar el éxito. Porque el éxito viene en muchas cosas, puede ser otro trabajo, puede ser un montón de cosas más. Pero sí siempre ir con un plan. Con un plan en el cual debes esforzarte al máximo. Y nada, cada día es un 1% para mejorar en muchas cosas, adaptarte, estar abierto a adaptarse. Porque nuestra cultura es yo soy así y yo soy así. Y así me muero. Y no, estamos equivocados. Estamos muy equivocados. Tenemos que adaptarnos a la gente, tenemos que respetar, tenemos que ser empático con las personas y eso nos va a ayudar a avanzar. Esas son las cosas que yo he aplicado y me han servido para llegar realmente a donde yo estoy. En el puesto que yo estoy socialmente, como sociedad hablando, en este caso aquí en Barranquilla, en Colombia, y pues nada, sobre CrossFit o entrenamiento, todo lo demás, lo más importante, digamos, la alimentación y el descanso. Ya los entrenamientos, disciplina, mucha disciplina. Y hay que obtener resultados. Y tal vez como últimos deseos, ¿qué te gustaría como para la población migrante del mundo, de América Latina, de Venezuela? Tal vez de las personas a donde llegan, digamos, aquí como los ciudadanos de Barranquilla, pero tal vez del Estado de Colombia, pero tal vez también en general, ¿qué te desearías para, digamos, mejoramiento, como mejores circunstancias, situaciones para la población migrante en el mundo? Digamos que a todos nos toca, bueno, no a todos nos toca, pero a cierta mayoría o cierto porcentaje de personas nos toca en algún momento irnos de nuestra casa, emigrar, y pues lo que yo pienso que debería mejorar será un poquito más el... la gente dice xenofobia, pero me parece una palabra muy fea para decir xenofobia al momento de discriminar. Por supuesto, hay personas, como hay personas buenas, hay personas malas, y la verdad es que, lasimosamente, en la sociedad es más fácil discriminar porque uno haga mal y ya se lo hacen bien, todos los 11 personas son malas. Y... lo que debería mejorar la sociedad como tal es a discriminar menos. Discriminar menos porque todos somos personas, todos tenemos sentimientos, todos en algún momento la pasamos mal, y imagínate llegar a un lugar y donde digan, ay, ¿tú de dónde eres? Ay, de Venezuela no tal. Uno realmente, aunque no seas así, aunque no seas una mala persona, aunque no hagas cosas malas, de alguna manera te vas a sentir mal. Es como personas que, por ejemplo, llega acá un israelí, hablando del tema que ahora mismo es la guerra de Palestina con israelí, con los israelí y todo lo demás, que llega un israelí aquí pues normal, exiliado, huyendo quizás de la guerra y todo lo demás, y que lo único que le pregunta es si es de la guerra. Por ejemplo, tú eres alemán. Yo te conozco a ti. Oye, ¿es verdad que Hitler esto, Hitler aquello? Sí, hay personas que me preguntan eso. Sí, claro, te lo pregunto porque sé que pasa. Sé que pasa. Y duele, claro. Y claro, sí, de alguna manera. También duele porque son muy recientes todavía las historias. Claro, claro, sí, sí, el del holocausto, todo lo demás, que realmente nadie quiere recordar eso, ni siquiera yo que soy allá y que me sé toda la historia completa, que la he leído en resumen en YouTube, no me gusta hablar de eso. Imagínate preguntarle a una persona que viene de allá, por ejemplo tú, que te pregunte solamente por lo malo y no por lo bueno. Porque al llegar a un país me preguntan oye, ¿y está rica la arepa? Oye, ¿está rica la cachapa? O qué sé yo, otras cosas. O tal vez preguntar ¿qué te desearías para Venezuela? Exacto, o ¿qué propondrías tú para que tu país mejore? Algo así. Si no, siempre preguntan por lo malo. ¿Qué te desearías para tu país? ¿Qué desearía para mi país? Libertad. Libertad en todo sentido, libertad en expresión, libertad económica, que la gente pueda comprar, que la gente pueda construir, que la gente pueda avanzar económicamente y en la libertad que la gente se escuchaba. Que la gente sea escuchada, que la gente pueda decir lo que quiera decir, sin ser oprimidos como ahora en el gobierno, realmente oprimen un montón de cosas, censuran un montón de cosas. No es de general, se ve en todo el mundo, pero realmente allá sí estamos en un estado de dictadura. Es disfrazado de socialismo. ¿En un futuro mejor volvieras? ¿Querías volver a Venezuela? En un futuro volver posiblemente, pero de paseo. De paseo, sí. Quiero conocer un montón de lugares de Venezuela. Entre ellos está el Salto Ángel, está el Pico de la Ávila, quiero conocer el Pico de la Ávila, quiero conocer el teleférico de Mérida, quiero conocer un montón de lugares que no conozco. Las playas, realmente allá no conozco más las playas de acá que de allá. Están las playas de Falcón, están las playas de Monagre, de aquellos lados de la costa, de la Guaira, ¿sí me entiendes? Un montón de lugares impresionantes, que son muy bonitos. No te explicas que Venezuela es un paraíso, realmente. Es un paraíso, realmente. Es un paraíso, realmente. Es un paraíso, realmente. Es un paraíso, realmente. Es un paraíso, realmente. Es un paraíso, realmente. Es un paraíso, realmente. Es un paraíso, realmente. Es un paraíso, realmente. Es un paraíso, realmente. Es un paraíso, realmente. Es un paraíso, realmente. Es un paraíso, realmente. Es un paraíso, realmente. Es un paraíso, realmente. Es un paraíso, realmente. Es un paraíso, realmente. Es un paraíso, realmente. Es un paraíso, realmente. Es un paraíso, realmente. Es un paraíso, realmente. Es un paraíso, realmente. Es un paraíso, realmente. Es un paraíso, realmente. Es un paraíso, realmente. Es un paraíso, realmente. Es un paraíso, realmente. Es un paraíso, realmente. Es un paraíso, realmente. Es un paraíso, realmente. Es un paraíso, realmente. Es un paraíso, realmente. Es un paraíso, realmente. Es un paraíso, realmente. Es un paraíso, realmente. Es un paraíso, realmente. Es un paraíso, realmente. Es un paraíso, realmente. Es un paraíso, realmente. Es un paraíso, realmente. Es un paraíso, realmente. Es un paraíso, realmente. Es un paraíso, realmente. Es un paraíso, realmente. Es un paraíso, realmente. Es un paraíso, realmente. Es un paraíso, realmente. Es un paraíso, realmente. Es un paraíso, realmente. Es un paraíso, realmente. Es un paraíso, realmente. Es un paraíso, realmente. Es un paraíso, realmente. Es un paraíso, realmente. Es un paraíso, realmente. Es un paraíso, realmente. Es un paraíso, realmente. Es un paraíso, realmente. Es un paraíso, realmente. Es un paraíso, realmente. Es un paraíso, realmente. Es un paraíso, realmente. Es un paraíso, realmente. Es un paraíso, realmente. Es un paraíso, realmente. Es un paraíso, realmente. Es un paraíso, realmente. Es un paraíso, realmente. Es un paraíso, realmente.

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