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The legend of the Lord of Mapimí tells the story of a Christ figure that arrived in the city in 1850, guided by two white mules. The mules led the cart to the cathedral where the Christ figure was placed on top of a chapel. This Christ figure is said to be one of only three in the world with movable joints. Over the years, the movement has diminished as people have forgotten the miracle it represents. Many skeptics refuse to believe that the Christ figure arrived in Mapimí guided only by two mules. El señor de Mapimí. Refiere la leyenda que el señor de Mapimí es un cristo que actualmente se encuentra al lado izquierdo de la puerta mayor de la catedral. Llegó a la ciudad el año de 1850 en un carro guiado por dos mulas blancas que no tenían arriero. Los animales guiaron al carro hasta colocarlo cuidadosamente en las puertas de la catedral y ahí permaneció haciendo guardia por varios días. Sin importar las discremencias del clima, el hambre o las demás necesidades de las mulas. Cuando los misioneros franciscanos encargados de este lugar vieron que el tiempo transcurría y no llegaba el conductor de aquella carreta, fueron a ver qué contenía. Bajaron la carga y vieron que estaba dedicada a Mapimí. Al destaparla encontraron que era una imagen de cristo tallada en madera hecha en Europa. Entonces sacaron de la caja el cristo y lo colocaron en la parte superior de una de las tapillas de la catedral. De esta imagen se cuenta que sólo hay tres en el mundo, el señor de los guerreros, el cristo de Mapimí y el cristo de Plateros. Parecía que este cristo tiene articulaciones, su cabeza y extremidades están unidas por gosnes, lo que hace posiblemente su movimiento. Actualmente es difícil apreciar dichos gosnes, por lo que hay muchos incrédulos que se niegan a creer que este cristo haya llegado desde la Ciudad de México guiado tan sólo por dos mulas. Lo cierto es que los ancianos cuentan con el paso de los años el cristo ha ido perdiendo movimiento porque los feligreses han olvidado el milagro que sucedió hace tantos años y que vino a llenar de bendiciones a esta tierra.