Home Page
cover of Desayunando con Jesús "Los ojos altivos"
Desayunando con Jesús "Los ojos altivos"

Desayunando con Jesús "Los ojos altivos"

00:00-18:51

En este podcast iniciaremos una serie que servirá como una introducción para aprender a cambiar nuestra manera de vivir por medio de renovar nuestras mentes con el concomimiento del Dios Vivo y Verdadero.

12
Plays
0
Downloads
0
Shares

Transcription

In this transcription, the speaker discusses the topic of pride and humility in relation to living according to God's will. They mention that pride is an excessive estimation of oneself and their merits, believing they are superior to others. They also talk about how this pride can manifest in the form of the LGBTQ+ pride movement and how Christians should respond to it. The speaker emphasizes the importance of humility, which involves recognizing our limitations and weaknesses and acting accordingly. They explain that true humility comes from understanding who God is and who we are in relation to Him. The speaker concludes by stating that being humble before God means having an understanding of His greatness and our own unworthiness. They mention that pride is something that God abhors and will continue to discuss other things that God abhors in order to understand His love. ¡Bendiciones familia! Muy buenos días, hoy en Desayunando con Jesús vamos a continuar mirando un poquito el tema de esta fibra que tocamos el día de ayer y que dejamos como un principio de un tema que lo vamos a seguir tratando por algún tiempo porque creo que es necesario encontrarle un sentido práctico, real y desde luego algo que podamos realizarlo continuamente. Bien, entonces habíamos citado en principio lo que dice Romanos 12 cuando el apóstol Pablo se refiere a las personas para que empiecen a tener una forma de vivir conforme a la voluntad de Dios. Y esto nació desde un tema que se ha tocado donde vemos que definitivamente en nuestras vidas hay muchos pensamientos, hay muchas formas que se están todo el tiempo moldeando y cambiando en el cotidiano vivir del mundo, pero que nosotros como cristianos no podemos ser influenciados por ese tipo de pensamientos y seducidos a dejar lo que Dios manifiesta en su palabra para que nosotros podamos vivir bien. ¿Qué es vivir bien? Llevándonos bien unos a otros, pero sobre todo hacer lo que Él tiene como voluntad para nosotros, que no es otra cosa que realizar sus mandatos, pero no de una forma litúrgica, religiosa, sino viva, como nos enseñó Cristo Jesús. Nuestra relación con Dios tiene que ver con nuestra fe, con nuestra obediencia. ¿A qué? A su voluntad. Entonces, veíamos que Pablo decía en Romanos 12, no imiten las conductas ni las costumbres de este mundo. Más bien, dejen que Dios las transforme en personas nuevas al cambiarles la manera de pensar. Entonces aprenderán a conocer la voluntad para ustedes, la cual es buena, agradable y perfecta. Ojo, para esto habíamos citado que debemos nosotros entregar nuestros cuerpos a Dios por todo lo que Él ha hecho a favor de nosotros. Y decía Pablo que este entregar nuestro cuerpo debe ser un sacrificio vivo y santo, que es un acto de reconciliación continua, pero que es también parte donde se restaura, donde se da sanidad, donde empezamos a trabajar, no con el pensamiento de que yo puedo hacer algo por Dios, sino aprender a depender de que Él es quien hace todo por mí. Bien, pero para esto, ¿cómo cambiamos la forma de pensar? ¿Cómo cambiamos esto si no conocemos al Dios vivo? Entonces, el punto fundamental que nos lleva a entender esto creo que está en primero saber qué es lo que Dios aborrece, porque la Biblia dice claramente en Proverbios 6, dice, seis cosas aborrece Jehová y aun siete abomina su alma. Los ojos altivos, la lengua mentirosa, las manos derramadoras de sangre inocente, el corazón que maquina pensamientos sinicuos, los pies presurosos para correr al mal, el testigo falso que habla mentiras y el que siembra discordia entre hermanos. Bien, hoy nos vamos a concentrar a lo primero, los ojos altivos. ¿Qué es los ojos altivos? Bueno, para entenderlo un poco mejor en la actualidad, quitándole un poquito ese tema poético que está sembrado en Proverbios, vamos a decirlo como se conoce ahora, y vamos a tomar la definición del diccionario de Oxford que dice, el orgullo es el exceso de estimación hacia uno mismo y hacia los propios méritos por los cuales la persona se cree superior a los demás. Bueno, esto es ojos altivos. ¿Y por qué he citado la palabra orgullo? Porque así se autodenominan las facciones que ahora, de una manera descarada, proponen nuevos tipos o modelos de existencia basados en una identidad sexual que aparentemente no corresponde a la original y biológica que Dios da y que está absolutamente clara, y lo dicen, por ejemplo, manifiestan el orgullo gay. ¿Y por qué estoy hablando de esto? Porque definitivamente se ha pedido, se ha dicho, incluso hay países que ahora sólo porque una persona en silencio se para frente a una clínica de aborto, frente a un lugar donde transitan homosexuales a orar, a suplicarle a Dios que nos haga herramientas para que estas personas puedan mirar la luz de Cristo, son arrestadas, son perseguidas, son calladas. De hecho, se consideran actos criminales hacer esto. Entonces, tratar de guardar esa, digamos así, ese cuidado de no lastimar o herir los sentimientos de estas personas porque se consideran perseguidos, o se consideran segregados, o se han considerado maltratados. En fin, creo que no tienen claro el que todas las ofensas que la humanidad le ha hecho a Dios nos exigen no quedarnos más callados frente a situaciones como estas. Y ojo que no estoy activando ningún tipo de sentimiento ni de acción de violencia, sino simplemente actuar con el convencimiento de que nosotros, por nuestra condición humana, como pecadores redimidos por la sangre de Cristo Jesús, no nos vamos a sentar en el sillón de jueces, ni con homosexuales, ni con ningún otro tipo de pecado, porque no somos quienes para juzgar a nadie, cierto es. Pero tampoco podemos quedarnos pasivamente sin expresar la verdadera esperanza que hay en Cristo Jesús y el regalo no merecido que hemos tenido, porque por gracia somos salvos, es decir, porque nunca hicimos nada para merecerlo, sino simple y llanamente porque Dios activó su plan de salvación por amor a su Hijo, por amor a su creación, por amor a la humanidad, para que todo aquel que crea en su Hijo no muera, más tenga vida eterna. Pero esto no se trata solamente de decir yo creo en Jesucristo, levantar la mano, irme delante de un altar y decir que he cambiado. No. Esto se prueba con la manifestación de la fe. Entonces, ¿cómo yo hago este tipo de situaciones? ¿Cómo yo puedo revelar y no pasar a ese, digamos así, a ese lado o a ese grupo que es únicamente fustigador y juzgador y que sólo ataca a la persona tratando de ser menos orgulloso y totalmente opresor? Porque en esto tenemos que ser claros. Nosotros como cristianos, nuestro trabajo ante el orgullo no es mostrar más orgullo, no es mostrar más opresión, más juicio. No. Esto es algo que, si alguien está obrando de esta manera, lo que hace es mostrar que simplemente sigue pensando, tal vez en una forma distinta, pero que son paralelos los pensamientos, al que está atacando. Porque yo orgullo con orgullo no voy a poder combatir. Entonces tengo que reconocer, si esto aborrece a Dios, tiene que indicarme qué es lo que ama. Entonces, ¿a dónde tengo que ir? Al opuesto del orgullo. ¿Y qué es lo opuesto del orgullo? Son las virtudes o la virtud que consiste en el conocimiento de las propias limitaciones y debilidades y en obrar de acuerdo con este conocimiento. Bueno, veamos nuevamente lo que era el orgullo. El exceso de estimación hacia uno mismo y hasta los propios méritos por los cuales la persona se cree superior a los demás. Ese es el fundamento del orgullo. Y la humildad es reconocer que tenemos limitaciones, limitaciones que no podemos nosotros evitar, debilidades que no podemos evitar. Entonces, al mirar todos estos conceptos, entenderemos por qué Dios aborrece los ojos activos. Porque es una propuesta de decir que soy autosuficiente y que no necesito a Dios en mi vida. ¿Y por qué Dios se molesta y no dice, bueno, ok, no quieres estar conmigo, listo, no estés conmigo? Pues definitivamente porque no hay cosa más molestosa que el mirar que una persona a la que tú amas reincide en hechos inaptos que lo perjudican, porque esta actitud no perjudica a Dios de ninguna manera. De hecho, si vemos y revisamos el tema de las adicciones y vemos adictos a drogas, alcohol, a sexo, ellos actúan de una manera en la que una persona que está en su cabalidad, en su normalidad, mira, dice, pero es que es imposible que siga cometiendo este tipo de cosas cuando todos los efectos de estos hechos se revierten contra la persona. Pero por un momentito de satisfacción o de placer se toman estas acciones y luego se toma como pretexto el dolor que se siente cuando estás en una carencia de este tipo de adicciones para volver a tomar nuevamente este tipo de drogas, sean químicas, físicas, psicológicas. Este círculo vicioso es lo que determina un continuo error y es lo que alimenta el orgullo. Claro, porque si yo estoy recurriendo a estos hechos, a estos actos, y alguien me dice que estoy equivocado, yo íntimamente sé que lo estoy, pero respondo con orgullo, me pongo una caparazón de orgullo y me siento mejor que todos y digo que nadie puede controlar mi vida porque soy dueño de mis actos, tengo derecho a expresarme o hacer lo que yo quiera, a experimentar lo que yo quiera. Por lo tanto, tu juicio me es irrelevante, tus comentarios no me afectan porque yo tengo libertad para escoger y decidir. Esa es la base del orgullo. Bueno, esto también es la base de lo que se conoce como el relativismo moral. Claro, entonces el relativismo moral dice que todo el mundo tiene derecho a tener su criterio y a considerar algo bueno o malo conforme a su criterio. Entonces yo como persona, y ojo que estoy describiendo los ojos altivos, yo como persona digo ok, lo que es bueno para ti es malo para mí, y lo que es malo para ti es bueno para mí. Entonces yo decido que ser en esta condición es bueno, aunque tú me digas que es malo. Claro, esto aplica aparentemente porque yo no estoy transcribiendo tu vida, porque es mi vida. En el sentido plano de humanidad esto puede considerarse así, pero en el sentido vertical humano-Dios, Dios está siendo ofendido constantemente y tendría el derecho absoluto de acabar con esa persona, porque es evidente y es obvio que no quiere tener otra manera de vivir más que esa que alimenta su orgullo. Entonces todo esto se transforma en un continuo ataque directo hacia la santidad, la pureza de Dios, y Dios no permite nada inmundo delante de él, y tendría el derecho total por justicia de acabar con esa persona. Pero sorpresa, Dios con una mano sostiene su ira y su juicio, y con otra extiende a esta persona y le dice, tienes una oportunidad de arrepentirte y de encontrar el camino, la verdad y la vida por medio de Cristo Jesús, mi Hijo. ¡Wow! Entonces, para resumir todo esto, la persona humilde, que es lo contrario al orgullo, tiene la virtud de conocer sus limitaciones y actúa de acuerdo con este conocimiento, el conocimiento de que yo no tengo tanta capacidad como creo tener, y que tengo limitaciones, limitaciones expresadas en muchos sentidos, y sobre todo en las leyes, que me ponen limitaciones para indicarme que yo no puedo sobrepasar esos límites sin tener consecuencias en contra. En otras palabras, conoce bien lo que es y lo que no es capaz de hacer la persona humilde. Pero en la Biblia va mucho más allá de todo este entendimiento. El concepto bíblico de humildad se refiere a tener un buen entendimiento sobre quién es Dios y quiénes somos nosotros. Ese es el concepto de humildad que nosotros debemos manejar. Esto nos lleva a reconocer la obra de Dios en nuestras vidas, y el hecho de que Él tiene un propósito para nosotros. La humildad en un cristiano debe impulsar siempre a vivir en obediencia a Dios y a someterse a Su voluntad. El Salmo 8. David expresa muy bien lo que fluye de un corazón humilde. ¿Qué es esto? Cuando contemplo tus cielos, obra de tus dedos, la luna y las estrellas que allí fijaste, me pregunto, dice el salmista, ¿qué es el hombre para que en él pienses? ¿Qué es el ser humano para que lo tomes en cuenta? Ahí, ahí, David expresa humildad, porque lo que está diciendo es, te admiro, tengo gratitud hacia ti, porque no puedo creer que me hayas escogido conociendo lo que soy. He sido salvado y deseo tener una amistad así como tú deseas tener una amistad conmigo. Ahí es donde se desvanece el orgullo y ahí es donde dejo de pensar que mis errores pueden ser solapados por una cobertura de orgullo. La verdad os hará libres. La verdad a veces duele, pero es necesario para sanar las heridas permanentemente. Continuaremos hablando de estos temas, pero hasta tanto les dejo con esto. Ser humilde delante de Dios es tener un entendimiento de sobre quién es Dios y quiénes somos nosotros. Ojos altivos, una cosa que aborrece Dios. Continuaremos viéndolo de poco, las siguientes cosas que aborrece Dios para entender cómo nos ama. Bendiciones hasta pronto. © All Rights reserved Victoria Bellido Durán Flos Mariae's Vlogger New vidovlog every monday

Listen Next

Other Creators