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En este Podcast continuamos analizando 1Corintios 5 y aprendiendo del mensaje que encierra en sus líneas.
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Listen to Desayunando con Jesús 1 Corintios 5 Parte II by Fernando Montoya Franco MP3 song. Desayunando con Jesús 1 Corintios 5 Parte II song from Fernando Montoya Franco is available on Audio.com. The duration of song is 19:17. This high-quality MP3 track has 1325.626 kbps bitrate and was uploaded on 18 Nov 2023. Stream and download Desayunando con Jesús 1 Corintios 5 Parte II by Fernando Montoya Franco for free on Audio.com – your ultimate destination for MP3 music.
In today's episode of "Breakfast with Jesus," the focus is on the teachings in the letter to the Corinthians, specifically chapter 5. The chapter addresses the issue of moral sin, particularly sexual immorality. The passage refers to Leviticus 18, which lists various forms of sexual misconduct. The Corinthians were engaging in these immoral acts, which even the Gentiles did not condone. The message is that as followers of Christ, we must live according to God's laws and not conform to worldly practices. The importance of repentance and living a life that honors and glorifies God is emphasized. Tolerance for such sins within the community is addressed, and Paul urges them to take action and repent. The passage highlights the seriousness of sexual immorality and the need for believers to uphold God's standards. ¡Bendiciones familia! ¡Muy buenos días! Hoy, en Desayunando con Jesús, vamos a continuar sacándole provecho a todas estas enseñanzas que están en la Carta a los Corintios, y en especial en el capítulo que nos encontramos esta vez, que es el capítulo 5. Vamos a hacer un desglose un poquito más particular para poder asentar con mayor claridad la idea de este segmento de la Carta de Pablo, de la primera a los Corintios, en el capítulo 5. Bien, sin más empezaremos a revisar lo que dice este capítulo 5 nuevamente para ir desmenuzando poco a poco la enseñanza de Pablo. Y nos vamos a fijar, sobre todo, en que él señala un problema. Primero, en los capítulos anteriores, en los cuatro primeros, Pablo señala los problemas mentales de conocimiento que tienen los Corintios. Es decir, al decir problemas mentales no me refiero a que estaban locos, sino de conocimiento, que eran, o qué significaba para ellos Dios, o cómo veían ellos a Dios, y les pone las pautas necesarias para que entiendan que aquí no se trata de dirigirse hacia una iglesia y seguir a un líder, a un pastor, a un apóstol, o lo que ustedes puedan reconocer, sino más bien es aprender y tener una identidad en Cristo. Redimirnos significa que Cristo pagó el precio por nosotros, nosotros sin Él no tenemos ninguna opción delante de Dios, por lo tanto tenemos que arrepentirnos, que no es otra cosa que volver al camino y seguir a Cristo. Esto es todo, digamos así, en pocas palabras, que parecería muy simple, pero no es tan simple. ¿Por qué? Porque todo este hecho maravilloso que ocurre en tu vida y en la mía tiene que dar resultados, tiene que presentar delante de Dios olor fragante. ¿Por qué? ¿Porque hago algo bien yo? No, porque Cristo es quien vive en mí, el Espíritu Santo de Dios es quien obra en mí, por lo tanto si están los dos, todo esto tiene que ser para honra y gloria de Dios Padre. ¿Y cómo se logra esto? Bueno, se logra aprendiendo de la Palabra de Dios, leyendo la Palabra de Dios, siendo un seguidor de Cristo, y sobre todo, examinándome todo el tiempo a la luz de las Escrituras, viendo mi debilidad delante de las Escrituras, cómo se presenta, y dentro de todo este contexto, en esta parte, en este capítulo 5, Pablo empieza a confrontar a los corintios en su pecado moral, en su forma moral equivocada de ver las cosas. De cierto se oye que hay entre vosotros fornicación, y tal fornicación cual ni aún se nombra entre los gentiles, tanto que alguno tiene a la mujer de su padre. ¡Guau! Esto es algo tremendo. Fornicación, fornicación o prostitución, cuando se traduce en otras, en otras versiones, tiene que ver con el término en griego pornea. Este se refería originalmente al ir con prostitutas, pero antes de los tiempos del Antiguo Testamento, la comunidad judía usaba la palabra para referirse a cualquier acto sexual extramarital, y en el Nuevo Testamento también ya incluyen la homosexualidad, es decir, básicamente es lo mismo. No es sólo ir con prostitutas, sino todo tipo de relación sexual ilícita. Relación sexual ilícita que está detallada en Levítico 18. En Levítico 18 ustedes van a encontrar todo lo que les dice Moisés al pueblo de Israel, cuando les habla y el Señor, es decir, Dios, se dirigió a Moisés y les dice, di a los israelitas lo siguiente, primera cosa que dice Dios en este capítulo 18, yo soy el Señor tu Dios. Esto que representa, no es Moisés, no es cualquier otro, yo soy el Señor tu Dios, significa yo te estoy hablando a ti. Miren lo que dice, no sigan las costumbres de Egipto, país en el cual vivieron, no sigan las costumbres de Canaán, país al cual voy a llevarlos ni vivan conforme a sus leyes, cumplirán mis decretos, pongan en práctica mis leyes, vivan conforme a ellos, yo soy el Señor su Dios. Inicia diciendo yo soy el Señor su Dios y aquí en este párrafo de los cuatro primeros versículos dice yo soy el Señor su Dios, nuevamente como para decir esto es decretado para ustedes. Pongan en práctica mis leyes y decretos, el hombre que los cumpla vivirá, yo soy el Señor otra vez. Aquí empieza, ningún hombre debe acercarse a una mujer de su propia familia para tener relaciones sexuales con ella. ¿Quién dice esto? Yo soy el Señor. No deshonres a tu padre teniendo relaciones sexuales con tu madre, además ella es tu madre y no debes hacerlo. No deshonres a tu padre teniendo relaciones sexuales con su mujer, habla de la madrastra, es lo que nos estamos refiriendo aquí en Corintios. Y voy a seguirlo leyendo rapidito para que ustedes vean la lista inmensa de todo lo que señala Dios como perversión sexual. No tengas relaciones sexuales con tu hermana, no te deshonres a ti mismo teniendo relaciones con tu nieta. No tengas relaciones sexuales con la hija de la mujer de tu padre, no tengas relaciones sexuales con la hermana de tu padre, ni con la hermana de tu madre. No deshonres a tu tío teniendo relaciones sexuales con su mujer, pues es tu tía. No tengas relaciones sexuales con tu nuera, no deshonres a tu hermano teniendo relaciones sexuales con su mujer, no tengas relaciones sexuales con una mujer o con la hija de esa mujer, ni tomes a su nieta ya sea por parte de su hijo o de su hija, para también tener relaciones sexuales con ella. Esa es una conducta depravada, pues son de la misma sangre. No tomes como mujer a la hermana de tu esposa, ni tengas relaciones sexuales con ellas. Es decir, tiene y falta un montón, pero es impresionante. Entonces Pablo habla y les dice, ni siquiera entre los gentiles se ha oído esto. Bueno, vamos a analizar un poco cómo estaba compuesta la comunidad de Corinto. Por un lado tenía personas que venían saliendo de la sinagoga de ese lugar, acuérdense que había Crispo que era ex principal o expresidente, si lo ponemos como un título, de la sinagoga en Corinto. Y por otro lado tenían los gentiles que no pertenecían a ninguna parte de la comunidad judía, sino que eran griegos o romanos, sin ninguna relación con la comunidad judía, y que éstos no estaban acostumbrados a este tipo de identificación, como lo dice claramente Levítico 18, donde se señala como una perversión. Pero Pablo dice que en Corinto no se oía de estos temas. Bueno, puede ser porque, como era común, a nadie le escandalizaba, pero de acuerdo a lo que nos dice Cicerón, en este caso se podría decir que cuando se daban situaciones y se descubrían este tipo de aberraciones sexuales de personas, hombres teniendo relaciones sexuales con su madrastra, era tratado como incesto y un crimen. Entonces Pablo empieza a decir, esto ni siquiera es considerado bueno dentro del contexto de los griegos y de los romanos. Pero Dios, en el inicio del capítulo 18, dice, mira, yo te estoy sacando de Egipto y te voy a llevar a la tierra de Canaán, pero no hagas lo que hacen ellos, no hagas lo que hace todo el mundo. Es decir, no te asimiles a la cultura. Te has sacado de Egipto, de la esclavitud de tu pecado, de la esclavitud del faraón, ese ego que te hace pensar que tienes todo bajo control, y ahora te estoy llevando a una tierra de libertad. Pero la libertad que conoces no es la misma libertad que yo tengo para ti. La libertad que tú tenías era pensar que podrías hacer todo lo que se te placía hacer sin pagar ningún tipo de consecuencia, porque pensabas que te merecías todo y podías hacer todo. La libertad que vas a tener conmigo es la libertad de decir no y de tener límites. Para esto te doy esta escritura, para que recuerdes cuáles son los límites por donde tienes que manejarte, hablando en el contexto judío. Bien, entonces Pablo empieza a desmenuzar, en estas palabritas, el mensaje que les da a los corintios, es que definitivamente para el segmento que venía desde la sinagoga ya conocían ellos todo esto, y cómo es que permiten. Ahora, ¿cuál es el problema real en este punto? Porque dentro de las comunidades cristianas hay personas que están viviendo y luchando con pecados sexuales muy fuertes. Adulterio, homosexualidad, lesbianismo, pedofilia, por ahí algún otro, no sé, se me ocurre, pero todo lo que enmarca este capítulo 18 se puede identificar como algunas de las aberraciones sexuales que pueden estar contaminando la vida de una persona. Cuando uno lee Levítico 18 en serio se da cuenta de que es la putrefacción de la carne la que está expresada en esas líneas y que Dios determina como algo incorrecto. Pero ¿a quién se le puede ocurrir que lo que dice Levítico 18 sea algo correcto? O sea, Dios lo enmarca y lo dice claramente. Alguien que quiera decir, bueno yo no creo en esa palabra y para mí es normal hacer esto y esto, porque yo pienso que soy dueño de mi cuerpo o no puedo con esto, en fin, cualquier tipo de razón o justificación que encuentre en su limitado pensamiento, no es correcto, no es correcto. Y Dios lo establece, no con el afán de que todos cumplamos de acuerdo a la ley, porque nos está exponiendo que no podemos, que la maldad del hombre es tal que puede llegar a tener estos extremos y verlos como normal. ¿Qué sucede en los días actuales cuando hablamos del tema de la ideología de género y de temas de corrupción sexual y de pedofilia y adulterio? O sea, parecería que ahora una relación extramarital de un hombre fuera de su matrimonio parecería el menor de los problemas. No, es tan grave como el homosexualismo, como el lesbianismo, como toda desviación, como el bestialismo, como la pedofilia. Dios no hace acepción de pecado en esto. Él expresa duramente con esto. Pero aquí hay un punto. Pablo dice hay, esta palabra, hay entre ustedes. Hay es un eufenismo que indica que era una continua relación sexual. No era solamente un momento o un encuentro casual. Era una continua relación sexual. ¿Por qué es tan importante enfatizar esto? Porque definitivamente el pecado de esta persona no era solamente esta parte sexual, sino el declarar descaradamente que tiene esta relación y no hacer nada para arrepentirse. ¿Qué nos indica todo esto? Que definitivamente dentro de la comunidad había todavía un nivel de tolerancia a este tipo de actos. Y Pablo dice, si estás dentro de un grupo de alcohólicos y llevas una copita de alcohol y te la tomas delante de ellos, esa es la levadura que hará que todos caigan nuevamente. No podemos permitir que por uno que no quiera entregar esa debilidad a los pies de Cristo, se arruine todo el trabajo que están realizando los demás. No se puede. Un poco de levadura leuda toda la masa. Es decir, un poquito de esto hace que todo se vaya al traste. ¿Cuál es la levadura verdadera? El pensar que yo ya tengo el control de mi pecado. El pecado nunca va a ser controlado por nadie. El error es pensar que nosotros podemos controlarlo. Que nosotros podemos ponerle límites. Que nosotros podemos decir que somos dueños de esta forma de actuar equivocada. Y no es así. Nosotros no somos dueños de nada. Nosotros no podemos hacer nada para poder dominar esta carne. Creemos que lo logramos cuando buscamos equilibrio, paz y meditaciones profundas. Bueno, eso ayuda un poco para poderte liberar del estrés. Pero no hace que tu vida sea ordenada, honrosa y digna delante de Dios. Porque todos somos hechos pecadores. Y no por Dios, sino porque caímos de su presencia, salimos de su presencia. Ese que anda buscándonos como león rugiente a quien devorar, Satanás, el opuesto a la voluntad de Dios, que eso en realidad significa Ha-Satán, es decir, adversario de Dios. Ese es el que anda buscando cómo hacernos cambiar de opinión para envolvernos todo el tiempo en sus trampas sensuales. Y que, definitivamente, saliéndonos del contexto enmarcado por Dios para tener un placer honroso delante de Él, es lo que provoca que caigamos en relaciones amorales, inmorales y de perversión. Para cerrar esta idea, en el capítulo de hoy, quiero decir que definitivamente aquí Pablo no está pidiendo ni diciendo que se rechace a nadie, sino que se saque a una persona que ha manifestado por todos sus actos el ser un necio. Con los necios no se puede. Eso es algo que, como dice él mismo, dejen que se acabe en su carne, para que cuando venga Cristo sea salvo, porque en algún momento tuvo conciencia de quien es Cristo. Pero él decidió por su propia voluntad seguir a su carne antes que seguir a Cristo. Ojo. Y también decir que el propósito de estas enseñanzas es restablecer la esperanza y la vida en Cristo Jesús. ¿Por qué? Porque el castigo más grande que puede llevar a tener un hombre es vivir separado de la presencia de Dios. Nosotros estamos apartaditos, es decir, sacados apenas de la presencia de Dios. Satanás está fuera de la presencia. Es decir, él nunca va a estar en la presencia de Dios. Él fue un coruín que estaba y se paseaba en el trono de Dios. Ahora está fuera. Ya está caído, ya está derrotado, ya está sacado. Él quiere no estar solo ahí. Él quiere llevarte a que lo acompañes a su muerte. Pero nosotros, en las condiciones normales que, si se puede decir normal, que manejamos en el día a día, estamos muertos delante de Dios. Muertos en delitos y pecados, es clarísima la Biblia. Con Cristo resucitamos a la presencia de Dios. Aunque muramos en carne, estaremos presentes delante de Él por la eternidad. No porque hayamos hecho algo nosotros, sino por los méritos y el trabajo magnífico de salvación de Cristo Jesús. La obra preciosa del Espíritu Santo de Dios en nuestras vidas que te redargüe de todo pecado y te hace caminar conforme a la voluntad de Dios Padre. Esto es un placer que te invito, te atrevas a hacer. ¿Por qué? Porque no hay cosa más hermosa que vivir bajo la protección y las alas del Altísimo. Bendiciones. Hasta Próximo Vídeo Realizado por la comunidad de Amara.org
